Las aventuras de Líf (4): Papi (2)

- Durante la segunda mitad de la ronda fantasma, tras la aparición de Atlach-Nacha -

***

Thor con sus manos desnudas, cubiertas por los guantes de hierro indestructible Járngreipr reforzados por los enanos hace pocos momentos atrás.

Zerofuku haciendo uso de su Misery Cleaver, aumentando su carga de infortunio por medio del aura del destino, y con una mirada llena de rabia y odio total.

Líf, la décimo cuarta hermana valkiria, olvidando por completo que está en una situación de peligro de muerte por la emoción de estar frente a una pelea de dioses.

« Esto es tan… ¡¡Tan waku waku!! »

El dios nórdico frunció el rostro al ver la diferencia en cuanto a armas entre él y su oponente.

« No debí haber dejado mi Mjölnir en mi habitación… Si tan solo habría sabido que estaría en medio de una situación como esta.

» Bueno… Realmente no pensaba que terminaría en una pelea. De hecho… Debería estar en otro lado atendiendo problemas más graves. Maldición…

» Pero ahora mismo tengo que atender este problema que podría agravar los que ya se deben resolver. »

Thor apretó sus puños, concentrando energía eléctrica en su cuerpo para prepararse.

« Ya no importa lamentarse en esta situación. Además… No es que necesite exclusivamente mi arma divina para pelear. »

– Maldita sea… – apretando el agarre de su Misery Cleaver, Zerofuku lanzaba lamentos amargos – No te di… No te logré dar… No acabé contigo con ese golpe…

– Todavía tienes el descaro de decir eso… Después de hacer esto. – Thor hizo referencia a su brazo que estaba con una cortada bastante severa.

– Maldición… Maldición… ¿Por qué, por qué…? ¿Por qué…? – su aura del destino del infortunio comenzó a crecer en gran manera.

Líf se acercó corriendo con ambos puños en alto.

– ¡Vamos papi! ¡Apuesto a mi hermanita Lífthrasir a que ganas!

– ¡Líf…! – Thor bajó la guardia por un instante – ¿¡Sigues aquí!? ¡Ya vete!

El instante en que el Zerofuku aumentó su aura del destino miserable en una gigantesca hacha de energía divina color rojiza, que concentrándose con su arma divina creó un doble ataque con gran infortunio.

– ¡MALDICIÓN…! ¡¡CUÁN MISERABLE SOY!!

Tai
[ Besugo rojo de la prosperidad ]

El hacha divina dió en el suelo de lleno con un doble impacto: uno de parte del arma física que abrió un agujero en las losetas y otro de parte de la magia divina que había creado un arma secundaria, mayor que el anterior, creando una línea recta de escombros que recorrió casi todo el pasillo.

La buena parte fue que Thor y Líf habían esquivado ambos impactos; mejor dicho, el dios tomando a la valkiria en una de sus manos había esquivado los impactos en su mayor parte, pues las ropas que vestía se rompieron casi por completo, y se le abrió otra herida en el brazo izquierdo, ahora de mayor tamaño llegando hasta el hombro.

– ¡P-Papi…! – Líf volvió a sentir el miedo de ver al dios nórdico herido, recordando la situación en que estaba.

– Te dije que te fueras de aquí… Estarás en graves problemas. Sin mencionar… En los que ya estás.

– ¿¡Huh!? – Líf abrió ambos ojos – ¿¡De qué hablas papi!?

– Una vez que termine esto, cumpliré el castigo que te había impuesto.

– ¡Pero papi…!

– Pero ahora vete de aquí… No es un lugar para que estés presente.

– Por qué… ¿¡Por qué no te maté!? – Zerofuku volvió a exclamar con abundantes gritos, junto con lágrimas de sangre y su hacha divina acumulando más energía de la mala fortuna.

El dios nórdico soltó a Líf en el suelo y se preparó para el siguiente impacto; ahora que había probado la fuerza del arma divina de aquel dios, de nuevo se lamentó no haber cargado el Mjölnir en ese momento.

– … ¡Apuesto todo a ti, papi!

– ¡Que te vayas!

– ¡¡Cuán desafortunado soy…!!

Tai
[ Besugo rojo de la prosperidad ]

De inmediato el dios de la fortuna repitió el mismo ataque; el hacha física golpeó bajo sus pies creando un agujero de gran tamaño, mientras que la segunda hacha de magia divina creaba una línea frontal de escombros que se esparcieron a su alrededor.

El dios del trueno apretó ambos puños y, cargando energía eléctrica en sus guantes Járngreipr, se decidió por recibir el segundo impacto del arma de Zero…

Más que recibirlo, desviarlo usando sus cualidades divinas físicas y mágicas.

Alvíss
[ Amanecer de piedra ]

El puño cerrado de Thor, envuelto con la energía eléctrica, golpeó a la hacha imaginaria de Zero, con lo que logró desviar por completo aquel segundo impacto, aunque por su parte terminó destruyendo una de las paredes del coliseo.

– ¿¡Huh!? ¿¡Pero qué…!?

« Así que… Estos son los nuevos guantes de hierro que se convierten como la piedra ante mis golpes… » Thor suspiró con cierta satisfacción « Que bueno que Brökk y Eitri les hicieron estas modificaciones después de los que perdí hace 1000 años… »

El dios nórdico se lanzó al ataque a Zerofuku, aprovechando que el pequeño dios se encontraba desconcertado por lo que estaba ocurriendo. Rápidamente el dios pelirrojo apretó uno de sus puños, el cual cargó con energía eléctrica divina.

Alvíss
[ Amanecer de piedra ]

El puñetazo dio directo en la cara de Zero, liberando una onda electrica que recorrió la zona del pasillo dónde se encontraban ambos dioses peleando.

Zerofuku tosió con fuerza, además de escupir una gran mancha de sangre que viajó hasta el suelo del pasillo; pero eso no le detuvo, sino que aumentó su furia divina así como el aura del destino que le rodeaba.

– ¿¡Huh…!? – Thor se asustó por un segundo.

– Por qué… ¿¡Por qué sigo siendo tan miserable!? ¡Maldición!

El dios de la fortuna apretó su puño y soltó un golpe directo al dios del trueno, quien por instinto levantó sus puños cerrados para usarlos como escudo.

Lo que más asustó al dios nórdico fue el aura del destino que rodeó el puño del pequeño dios, aunque no pudo hacer nada más que recibir el impacto de lleno en sus brazos.

Ono No Fukō: Fuku-nubisi
[ Hacha de la Miseria: Robo de las figuras ]

Mayor fue su sorpresa al sentir que aquella fuerza era exactamente la misma que recién había usado para golpear su rostro.

El golpe consiguió hacer espacio entre ambos, mandando a Thor un par de metros a sus espaldas al mismo tiempo que se caía de rodillas para resistir mejor el impacto.

– ¡Argh…! Maldito…

« Ahora lo entiendo por completo… » Thor torció la boca de mala gana « Esto explica lo que ocurrió en esa ocasión, hace mil años…

» Cuando el humano que hizo Volund con Brunhilde atacó a Bishamonten con su máximo poder… Pero en ese momento ya no era Bishamonten, sino Zerofuku… O al menos una forma primitiva antes que este dios… No importa qué era…

» Cuando ese humano usó su ataque, Zero se lo devolvió de tal forma que logró matarlo con su mismo golpe… Por mucho tiempo me estuve preguntando cómo lo había hecho, pero ahora lo entiendo…

» Su poder del aura del destino le permite replicar el daño que recibe… No, no solo es eso… Creo que también puede aumentar el daño que genera con su hacha… Los 2 impactos que recibí fueron muy distintos uno del otro…

» Tengo que saber cómo lo hace, para saber si puedo seguir peleando o debo terminar esto rápido. »

– Oye papi… ¡Tú puedes ganar!

– ¿¡Qué rayos!? – Thor pegó un grito de susto al darse cuenta que Líf todavía estaba cerca – ¿¡Por qué rayos sigues aquí!? ¡Ya vete de aquí!

– ¡Pero yo quiero ver cómo papi gana!

– ¡Yo quiero que estés bien…! ¡Ya vete o te castigaré mucho peor!

– P-Pero papi…

– ¡Soy tan desafortunado…! – Zerofuku aumentó la fuerza de su aura del destino, al tiempo que se lanzaba sobre el dios nórdico para darle otro impacto directo.

Thor apenas fue capaz de reaccionar a tiempo; tomando a Líf con una de sus manos y abriendo la palma de la segunda mano, en la cual cargó una gran cantidad de rayos eléctricos para hacer otra técnica.

El espacio y la presencia de Líf no le permitiría hacer algún ataque, pero si podría evadir al pequeño dios aunque fuera con un pequeño margen de error.

Tai
[ Besugo rojo de la prosperidad ]

El doble hacha divina de Zerofuku descendió de golpe sobre ambas figuras divinas nórdicas, al mismo tiempo que Thor cerraba su puño para terminar de realizar su técnica eléctrica…

La misma que había ejecutado en su presentación durante el primer Ragnarok y la misma que había ejecutado segundos atrás para atrapar a Líf en sus manos.

Bilskirnir
[ Repentina iluminación ]

Una esfera de electricidad rodeó a ambas figuras nórdicas y se teletransportaron en el mismo pasillo donde estaban peleando, solo que unos pocos metros de distancia de las espaldas de Zerofuku, mientras que este golpeaba el suelo del pasillo con el hacha divina de nueva cuenta.

El doble impacto de su hacha de la desgracia produjo un estallido mayor que en los anteriores golpes, de tal forma que la hacha de magia divina abrió el suelo, recorrió un largo tramo, y terminó por impactar en una de las paredes del coliseo…

Para dar a conocer que estaban en las antecamaras divinas de algunos espectadores importantes; lo que se pudo observar en el nuevo agujero creado en la pared, así como se podía observar en la grieta abierta que estaba en el suelo frente a Zerofuku.

« ¡Mierda…! » Thor palideció un poco « ¿¡Me estás jodiendo!? ¿¡Hemos estado peleando justamente dónde están las habitaciones especiales de los dioses!? ¿¡Estamos donde se hospedan los demás altos mandos…!?

» ¡Claro que no importa! ¡Ya es un problema que sigamos peleando aquí! ¡Tengo que sacar a Zerofuku de este lugar…! »

– ¡P-Papi…! ¡Estás herido de nuevo!

Líf abrió bastante los ojos y la boca cuando se percató de la nueva herida de su padre: en el costado derecho gran parte de su ropa había sido abierta, para revelar una herida cortante en su hombro y cerca del pecho, encima de la cicatriz de hace 1000 años.

Thor frunció el rostro y se volteó con molestia hacia su hija.

« También es un problema que no se haya ido de aquí. »

– ¿Qué debo hacer para que entiendas?

– … ¿Entender?

– ¡Estás en un sitio muy peligroso!

– No es tan peligroso si papi está aquí.

– Debo detener a este diosa que provocaste… ¡La única forma en que puedo hacerlo bien es que te vayas de aquí!

– … ¿Por qué?

– ¡Ya no estás en edad para esas preguntas tan molestas! En fin…

» ¡Vas a salir muy herida si sigues aquí! ¡Debo cuidarte… y la única forma que puedo hacerlo es que te vayas! ¡Así que vete, te lo pido…!

Líf abrió los ojos de par en par, para después sonreír.

– ¡Eso es una mentira, papi! ¡La mejor forma en que puedes cuidarme es venciendo al tipo malo…!

– Eso ya lo sé… Pero no puedes estar aquí.

– Pero papi… Entonces… ¿Lo que le dijiste a mi hermana era… una mentira?

– ¿A tu hermana? ¿De qué hablas?

– De su… tatuaje…

Líf y Lífthrasir, desde su nacimiento, eran valkirias bastante problemáticas, capaces de crear un gran desastre a pesar de su corta edad.

Esto provocaba que muy constantemente las pequeñas semidiosas fueras atacadas por alguna consecuencia de sus acciones…

– ¡Papi…!

– ¡Líf, Lífthrasir, vengan aquí de inmediato!

Ambas mellizas salían corriendo de entre los pasillos de Asgard hasta entrar a la sala del trono, dónde normalmente se la pasaba Thor; las pequeñas cucarachas cruzaban la habitación y llegaron hasta el sitio donde estaba el dios nórdico del trueno.

Rápidamente subían por sus piernas y llegaban hasta sus hombros, donde podían usar los cabellos de su padre como escudo ante la furia de los dioses que provocaban; la mayor parte del tiempo, a su madre Syf.

– ¡Niñas…! ¡Bajen de inmediato de ahí!

– ¡Papi, papi…! ¡Mami nos quiere golpear!

– ¡No dejes que nos haga daño!

El dios nórdico suspiraba por lo bajo un poco fastidiado de esas situaciones, en especial porque siempre sabía a dónde iba todo eso.

– … ¿Ahora qué hicieron?

– ¡Estas niñas rompieron el vestido blanco que tenía en mi armario, listo para usarlo en la fiesta con los Aesir que tendríamos hoy en la noche…!

» ¡Además, mira esto…!

La diosa Syf, que en esos momento estaba usando un short, se giró para mostrar su retaguardia a su marido: la nalga derecha y su muslo, casi llegando a la rodilla, estaba rayada con garabatos hechos con plumón permanente.

– ¡Este par usó mi trasero como pizarra mientras estaba dormida! ¡Ahora no podré usar los vestidos abiertos que tenía en mi armario, o todos los Aesir se burlarán de mi!

Líf y Lífthrasir no pudieron evitar hinchar sus mejillas con mucho aire contenido debido a las carcajadas que estaban aguantando; Thor fulminó a ambas mellizas con la mirada, con lo que consiguió callarlas antes que Syf volviera a estallar.

– ¡Estas niñas son… pequeños monstruos! ¡Estarán castigadas por… 3 milenios!

– ¡P-Papi…! ¡No dejes que mami nos castigue!

– ¡Ella es el verdadero monstruo!

– ¿¡Cómo me llamaron!?

– ¡¡Ahhhhhhh…!!

–Espera, Syf… – Thor se percató de algo más en los garabatos hechos por ambas mellizas – Puedo… ¿Puedo tocarte?

– ¿¡Ehhh…!? – la actitud rabiosa de la diosa Syf cambió radicalmente por la de una doncella avergonzada con tan solo escuchar la petición de su marido – Pero, querido… No estamos en horario para esas cosas…

– No me malinterpretes. Necesito verificar algo.

– … Está bien, querido. Tú si… Si puedes tocarme…

El dios nórdico se agachó para estar a más altura de los garabatos en la nalga y muslo de Syf; uso sus manos para editar y palpar la piel de la diosa, lo cual le hizo sonrojar demasiado y emocionarse como cuando era la joven diosa enamorada del poderoso Berserker del Trueno…

Pero Thor estaba viendo algo más:

Estos dibujos… ¿Son ustedes y nosotros?

La diosa nórdica abrió los ojos con sorpresa mientras que Thor volteaba a ambas mellizas con ojos curiosos; Lífthrasir agachó la mirada un poco avergonzada y triste porr saber que sería severamente castigada…

Por eso mismo, fue Líf quien habló.

– Si papi… Lífthrasir quería dibujar, pero no habían hojas en la casa… Y yo… Yo le dije que… podíamos dibujar aquí… – señaló el cuerpo de su madre con la cara baja – Mami estaba dormida así que… No se iba a dar cuenta.

– Quería hacer un dibujo… De papi y mami felices… Con nosotras… Para que siempre estemos juntos como… familia.

Ambos dioses nórdicos enternecieron sus rostros tras escuchar sus razones y argumentos; Thor tomó a ambas pequeñas con cuidado y las separó de sus hombros para mirarlas fijamente.

– Saben que lo que hicieron está mal, ¿No es así? No deben faltar el respeto a su madre de esa manera.

– … Si papi…

– Pero, reconozco los sentimientos que tienen para hacer eso… Por eso, no las castigaré. Dejaré pasar su travesura esta ocasión.

– Además… – Syf giró la cabeza para intentar verse mejor el garabato – Ahora que lo veo mejor… Podría quedarle bien a un vestido negro que casi no uso. Tal vez pueda enseñarles a los Aesir el arte de mis hijas.

– ¡Pero mami…! ¡Dijiste que se iban a reír de ti!

– Pero yo me reiré más fuerte cuando les diga con orgullo que fueron mis mellizas quienes me maquillaron para ir mucho mejor a la fiesta.

– … ¿Maquillar?

– Creo que sería una buena idea… Tomarnos una foto familiar… Y usar su garabato como un tatuaje.

– ¿Qué es un tatuaje?

– Es como ese dibujo que le hicieron a su madre, pero no se borrará… Nunca jamás.

– … ¿Tanto les gustó mi dibujo? – los ojos de Lífthrasir se encendieron en emoción infantil.

– ¡Tonta! – Líf se encendió en celos de inmediato – ¡Yo tuve la idea de pintar a mami, así que debería yo ser felicitada!

– ¡Pero yo hice el dibujo! ¡Yo tengo más merito!

– ¡Pero yo me encargue que mami no se despetará hasta que se te ocurrió estornudar y picar la pompi de mami!

– ¡Pero yo dibujé sus pompis con mucho cuidado porque se movían mucho!

Thor fulminó a ambas con la mirada de nueva cuenta, con lo que consiguió callarlas de nuevo; Syf se acercó a ambas mellizas y las abrazó de inmediato, demostrando su lado poco experimentado como madre de las valkirias.

– Les agradezco mucho el gesto que hicieron, más porque ahora sé qué significa.

– ¡Chi, mami! – Lífthrasir sonrió y se pegó al pecho de la diosa.

– Así que… Mami… – Líf abrió bastante los ojos junto con una sonrisa traviesa – Podríamos… ¿Podríamos mañana dibujar al abuelo Odín y al tío Loki en tus chichis?

La diosa nórdica sonrió de oreja a oreja.

– Ni se les ocurra dibujar a ese par de idiotas en mis pechos, o me arrepentiré de no haberlas castigado.

– ¡¡Papi…!! – ambas mellizas soltaron a Syf y volvieron a escalar en Thor como si fueran un par de pequeñas alpinistas.

Es por ese motivo que ahora el dios nórdico tenía el pecho decorado con los recuerdos más valiosos de su vida divina: las ropas de su padre, la cicatriz de la herida que le provocó su único digno rival…

Y, ahora visible con la ropa destrozada debido a los ataques de Zero, en el centro de su pecho tenía un tatuaje que era exactamente el garabato que habían dibujado Líf y Lífthrasir en Syf, solo que este era de tinte dorado.

Líf apretó los ojos con emoción infantil para dirigirse a su padre.

– Yo confio en que papi logrará derrotar a los tipos malos… ¡Para que pueda encontrar a mi hermanita Lífthrasir y podamos ser otra vez una familia unida!

» ¡Por eso, quiero estar presente para ver el momento exacto en que papi derrote a ese niño feo, para que puedes pelear cargarme hasta el nuevo mañana lleno de victoria…!

Thor abrió un poco los ojos, sintiendo en su corazón de nuevo aquella emoción y firmeza del espíritu por ser un padre a punto de cargar en sus hombros la confianza ciega de su pequeña princesa llamada hija…

Eso, si tan solo no supiera la verdad:

– Líf… Tus palabras son muy lindas y las agradezco. Pero eso no quita que debes salir de aquí, o te castigaré el doble.

Líf quedó en blanco.

– Pero papi… Yo estoy hablando con la verdad. Desde lo más profundo de mi corazón…

« ¡Maldición…! ¡Papi se dio cuenta que mis palabras eran un tapón para ocultar mi verdadera intención de ver una pelea entre 2 dioses, para compensar que no he visto las otras peleas del Ragnarok…!

» Pero es imposible que se haya dado cuenta tan fácilmente… Aunque, tal vez no me contuve con hacer un rostro inexpresivo… O tal vez Lífthrasir ha estado usando la misma técnica tantas veces que papi ya la conoce…

» ¡Si, eso debe ser! ¡Toda la culpa es de Lífthrasir! ¡Ella se perderá el espectáculo de papi por su culpa… Y por su culpa yo también me lo perderé…! »

– ¡¡Deja de jugar a la familia, maldito!!

Zerofuku soltó un grito con gran furor, lo que aumentó en gran medida el poder divino de su Misery Cleaver; el aura del infortunio rodeó al pequeño dios y, antes que los demás pudieran hacer algo, Zero saltó directamente hacia ellos.

– ¡Argh…! ¡Maldita sea! – Thor volteó hacia Zero por un momento.

Ahora estaba envuelto en una situación de tenazas; o atacaba a Zero o volvía a proteger a Líf. Si era verdad que los ataques del dios se hacían más fuertes, era más que evidente que podría hacer solo una de ambas cosas…

Fue gracias a las palabras de Líf, aunque él ya sabia que eran un engaño para jugar con él, que se decidió por un camino:

« … Después de todo… Soy el líder de Asgard… Y también un padre. »

Cerró su puño derecho y creó una ráfaga eléctrica, que a su vez envolvió a Líf en una esfera de rayos divinos para hacer la teletransportación.

– ¡Pero papi…! ¿¡Qué haces!?

« La teletransportación requiere mucha concentración entre más lejos la vaya a enviar y más recóndito sea el sitio de dónde estoy… Si no me muevo el suficiente tiempo, podré enviarla a mi habitación…

» Y con suerte me quedará algo de energía que podré usar para golpear a Zero y seguir esta pelea… Si es que su golpe no me arranca un brazo primero. »

Thor levantó su mano izquierda, con la esperanza que el hacha divina del dios del infortunio golpease en el guante divino y le sirviera como protección… En el mejor de los casos.

– ¡Papi, papi…! ¡Tienes que pelear! ¡No te distraigas!

– Pero también es mi deber cuidar de mis hijas y mi familia… Por eso, sus garabatos ahora están conmigo en dónde sea que vaya.

La pequeña Líf quedó con los ojos muy abiertos mientras veía como Zero se acercaba de forma amenazante para matar a su padre; como una película, sus ojos vieron de reflejo los momentos que más recordaba con su padre…

Escenas y memorias que la llevaron a soltar una lágrima de sus ojos.

– ¿Papi? ¿¡Papi…!?

– Irás a mi habitación… Y espero que esta vez obedezcas y te quedes ahí.

– ¡¡Papi, no lo hagas!!

– Te veré después de esto… y te castigaré.

– ¡¡Castígame ahora, todo lo que quieras, pero no…!! ¡¡No me dejes sola!!

Thor volteó con los ojos muy atentos a Zerofuku, calculando el tiempo en que le atacaría, mientras que el pequeño dios del infortunio de acercaba a gran velocidad; Líf golpeó la esfera electrica esperando poder salir, pero fue inútil para sus pequeñas manos.

– ¡¡Papi, perdóname!! ¡¡Todo fue mi culpa…!! ¡¡Fue mi culpa que te hayan herido, pero papi…!! ¡¡No te vayas, papi!!

Thor no respondió, sino que siguió haciendo el ritual que ya tenía preparado; esperando que todo saliera bien, no sería necesario responderle a su hija…

Y en el hipotético caso que todo saliera mal, no tendría el arrepentimiento de que la última imagen de su hija fuera su rostro lloroso y asustado.

– ¡¡¡¡Papiiiiiiiiiii…!!!!

– ¡¡Sufre el castigo divino!!

El Berserker del Trueno apretó su mano, el rayo eléctrico encendió la esfera de Líf, Zerofuku levantó su hacha divina por encima de su cabeza al tiempo que saltaba para aumentar el impacto…

Una escena que estaba destinada a ser resuelta de la peor forma posible…

Voormithadreth: Tsathoggua
[ Primera Prueba: Apetito del Durmiente de N'kai ]

Pero el destino ya tenía preparada otra resolución.

Al mismo tiempo, despertaba aquel monstruo arácnido que provocaría el peor desastre posible en los Campos Elíseos; haciendo uso de su habilidad mágica divina más destructiva, justo en el momento preciso que se necesitaba:

El terremoto que sacudió los Campos Elíseos tras la liberación del Cykranosh de la técnica divina de Atlach-Nacha, rompió en su totalidad el suelo de aquel pasillo ya en mal estado por el combate entre ambos dioses: un agujero se abrió justo enfrente de Thor, en el cual se resbaló Zerofuku como si estuviera en un tobogán.

– ¿¡Pero qué mierdaaaaaaaaaaaa…!?

Zerofuku cayó por el agujero por unos cuantos pisos; su aura del infortunio estalló y rompió otros pisos por los cuales siguió cayendo…

Todo eso mientras que Thor estaba en posición defensiva, con la mano derecha cerrada y la palma izquierda extendida, y caído de lado contra el suelo por el terremoto, justo a escasos centímetros del agujero por donde había caído Zerofuku.

El dios nórdico respiró agitado un par de veces, parpadeó y quedó con el rostro totalmente en blanco.

– … Sea lo que sea que haya pasado… Me salvó la vida.

Thor con cuidado se levantó del suelo, se sacudió las vestimentas, y observó a su alrededor, encontrando en ese pasillo en específico muchas grietas y escombros dado el reciente terremoto.

– ¿Qué carajos fue eso? – inquirió Thor con un rostro bastante perplejo – Seguramente fue el tema que nos platicó Hela… No, no podría ser eso, siendo que ella está en el Nilfheim…

» No importa. No, de hecho si importa… Tengo que subir a las gradas para averigüar lo que está pasando, juntar a los altos mandos para tomar una decisión… No, espera, debo hacer los pedidos que me habían encargado… No, eso también…

Thor suspiró y dejó caer su espalda en la pared del pasillo, aunque la misma no estaba en tan buenas condiciones.

– Es demasiado… Pero puedo con eso. Líf, espero que estés lista para irnos a casa--

El dios nórdico volteó al sitio dónde había encerrado a Líf, dispuesto a llevársela y comenzar sus muchos castigos de una vez.

Hasta que se encontró con una mancha negra en el suelo, como si fuera un montículo de carbón quemado, junto con una silueta circular que indicaba la presencia de un círculo o esfera.

Thor abrió los ojos de golpe dándose cuenta de lo que eso significaba: la teletransportación ya había terminado. El problema fue que Thor perdió la concentración por un segundo, lo que normalmente provoca que el destino de llegada cambie de forma aleatoria. O sea…

Líf estaba teletransportada, pero no había forma de saber a dónde había ido.

– Hija… ¿¡Líf!? ¿¡Dónde estás…!?

Fecha de publicación: 07/10/24
ASFD

Nota de autor: Muy buenas mis queridos Ragnabrothers UwU

Por fin la batalla más esperada por el fandom así como por la melliza del Apocalipsis, junto con un final inesperado…

La batalla entre Thor y Zero se ha dado, pero ha sido interrumpida por la reina de las arañas, ¿Este será el fin de su encuentro? ¿Volveremos a ver a Zerito? ¿Thor se recuperará de sus nuevas heridas y de casi haber sido desvivido? ¿Líf nos estará saludando desde el más allá o será que Hela la reviva para evitar que haga desmadre en el Helheim? Si es que está en otro lugar de los Campos Elíseos, ¿Quién será su siguiente víctima?

La verdad quería escribir más pelea de la que tenemos, pero me dió weba otra vez ajsjsjsjs. Además, todavía tendremos muchos caps de trama secundaria con pelea, así que me guardo esos momentos pa después UwU.

Todo esto y más para la siguiente parte del chismógrafo especial de Líf, ¡Los leo en el siguiente capítulo!

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