La caverna de Nidhogg (3): Zapata vs Cleopatra (1)
- Durante la primera mitad de la ronda fantasma -
***
– Así termina el primer combate del primer bloque. El ganador del encuentro es Raiden Tameemon.
Una vez que se dio por terminado el combate, después que Lu Bu volvió a su ejército y que Mudgud hubiera dado la señal de finalización, Raiden cerró los 100 sellos de su musculatura para deshacer el Volundr con Prour.
– Lo hicimos muy bien, ¿No crees, querida? – sonrió Raiden de lado mientras sujetaba la cintura de su valkiria.
– Si, así fue… – le sonrió Prour en respuesta coqueta.
Lu Bu tomó asiento junto con Randgriz, quien no dudó en dejar caer su cabeza en el hombro del héroe.
– Tú también lo hiciste muy bien, Lu Bu… Incluso aceptando tu derrota.
– … Muchas gracias. Lo sé.
– Ya sabía que dirías eso… – suspiró Randgriz por lo bajo – Por cierto, ahora que lo pienso… Si hubieras ganado, ¿Cuál habría sido tu deseo para pedirle a la señora Hela?
Lu Bu sonrió de oreja a oreja para después dirigir su mirada emocionada a la valkiria.
– Le pediría la única cosa que no me ha concedido: el momento más especial con la persona más especial.
– … ¿Ah si? – las mejillas de la valkiria se sonrojaron un poco – ¿De quién estás hablando?
– ¿No es obvio? ¡Le habría pedido tener un combate contra ella! ¡La única cosa que no me ha concedido es pelear con ella a muerte, hasta que uno de nosotros perezca! ¡Me habría encantado pedirle eso!
– … Si, debí imaginarlo… – volvió a suspirar Randgriz con decepción, mientras los soldados a su alrededor le vitoreaban con júbilo y alegría.
– Seguiremos con el torneo en cuanto terminemos la limpieza de la arena de batalla… – anunció Gjallarbrú con un megáfono, mientras las sirvientas de Hela realizaban las labores correspondientes – Preparénse los combatientes del segundo encuentro por favor:
» Los señores Emiliano Zapata y Cleopatra VII. Los llamaremos en breve.
Casi todos los espectadores suspiraron con un poco de ilusión en cuanto escucharon ese par de nombres; algo que inquietó a Aquiles.
– ¿Qué fue eso? ¿De qué se trata?
– Se trata de la pelea que más esperamos todos… – afirmó Sakata a un lado de Aquiles – Bueno, al menos yo la espero bastante. Quiero ver de una vez a ese par romperse la cara uno al otro.
– ¿Solo por la traición de la señora Cleopatra? Creí que eso lo habíamos dejado en el pasado.
– Si, sobre eso, que también nos lleva a lo que pasó que al parecer no te enteraste: cuando el mexicano bajó al Nilfheim, lo primero que hizo fue pelear con la señorita traidora. Y no solo con palabras, sino que le solto un puñetazo en la cara.
– ¿¡Qué!? ¡¿Eso sucedió cuando estuve con la señora Hela!?
– Por si no lo notaste, desde entonces ellos han estado muy distantes y nosotros hemos evitado que tengan contacto para evitar otra pelea. Pero ahora nada de eso será necesario: aquí pueden desquitarse todo lo que sienten, sin tener que respetar las reglas que tenemos en la sala Eljudnir. Aquí serán uno contra el otro sin límites.
– Si, es cierto… Aquí podrán hacer lo que no hicieron en la sala Eljudnir. – asintió Hércules con los brazos cruzados – Pero, a diferencia de los otros, yo no estoy de acuerdo con que estén peleados. No debería haber divisiones entre nosotros, mucho menos ahora que compartimos el lecho de muerte.
– ¡No te preocupes, amigo justiciero! – Sakata se colgó del hombro de Hércules con gesto amistoso – Sean 10 días o 100,000 años, esos 2 se aprenderán a llevar bien cuando se den cuenta que estaremos aquí por toda la eternidad.
– Si, lo sé… Pero eso dependerá de lo que suceda a continuación con este combate.
Por su parte, Cleopatra sentada en su sitio solitario había observado la pelea casi sin parpadear; y ahora mismo solo estaba mirando al campo de batalla, con el rostro pálido, los ojos bien abiertos y sudando frío.
« Oh rayos… Sabía que esos 2 eran de los más fuertes humanamente hablando… Pero nadie dijo que en realidad son unos monstruos, algo que nunca… Nunca había visto tan de cerca. Será difícil para mi tener que pelear con ese Raiden…
» ¡No, espera! Primero tengo que ganar la pelea que tengo enfrente de mi… Este combate con el campesino. »
Sus ojos se desviaron al asiento en dónde estaba sentado Zapata, quien estaba con los brazos cruzados y mirando a la arena de batalla que estaba siendo reparada tras aquel combate que le había emocionado.
« Si… Primero tengo que pelear con él para pasar al siguiente nivel, para que pueda cumplir mi deseo. Así que… Tendré que intentar hacer "eso":
» Hacer las paces con él para que tenga mayor ventaja en pelea. »
La mujer egipcia tragó saliva así como su orgullo, para levantarse y caminar con delicadeza entre las gradas hasta el asiento de Zapata; dudó un poco en lo que estaba por hacer pero no quiso dudar más:
– Campesino Emiliano… ¿Sabes? Creo que hemos tenido algunos problemas en las últimas horas… Me gustaría que eso no afecte a nuestro combate que estamos por tener. Espero que lo--
– ¡Mija! – Zapata ignoró por completo a Cleopatra para llamar a Mist que estaba sentada a su lado.
– ¿Huh? ¿Qué pasa, “machito”?
– Ya viste lo que hay que hacer en este juego, ¿No es así?
– Más o menos, pero entiendo la idea.
– Me gustaría que me tires paro para partirle la cara a una vieja pendeja que me caga… ¿Aceptarías?
Mist abrió los ojos con sorpresa, para después mirar a Cleo que estaba junto a ambos; eso le hizo entender todo, a lo cual sonrió por lo bajo.
– … Si, claro que sí… Siempre y cuando ella esté de--
– Me vale madres la opinión de una pinche traidora.
Zapata extendió una mano a Mist y le ayudó a levantarse, para después ambos caminar hacia las gradas inferiores para estar cerca de la arena de batalla.
Aquello conllevó pasar de largo a Cleopatra, pero no de manera que la ignoras en sino que, a propósito, la empujaron de forma que cayó al suelo; solo hasta ese momento Zapata se dignó el dirigirle la mirada.
– Solo me importa la jeta que le voy a romper hasta que se me rompan las manos.
Zapata y Mist se fueron hacia su destino mientras que Cleopatra quedó con los ojos muy abiertos; se levantó del suelo y se sacudió el polvo un poco, aunque sintiendo una gran rabia femenina por dentro.
« Ese maldito campesino… ¿Cómo se atreve a tratarme de esta manera? ¡No sabes con quién te--! No, espera… Tengo que calmarme o yo seré la que esté en desventaja…
» Está bien… Sigues enojado conmigo y ahora buscarás la ayuda de tu compañera valkiria… Si, eso me complicará mucho las cosas, pero no importa…
» Si tuviera mi armadura que usé contra Nut sería muy fácil cerrarle la boca a ese maldito campesino, pero… Según lo que dijeron las sirvientas, las armas divinas normales se desvanecen una vez que muere un alma. Y en el caso de mi armadura, se pudo recuperar un poco, pero ahora no es más que un licuado de metal fundido. O sea, no me sirve de nada…
» En ese caso, tendré que recurrir al plan secundario: recurrir a aluien más que me dé ayuda. Y las únicas que pueden hacerlo son… Ellas. »
Cleopatra tragó saliva por lo bajo y avanzó en las gradas para ir con las hermanas valkirias que estaban presentes; primero con Reginleif que estaba con Adán teniendo una conversación privada.
– H-Hola… Disculpen las molestias, pero… Respecto al torneo que estamos llevando a cabo, me gustaría pedir la… Pedir la…
Para Cleopatra le era difícil pronunciar esas palabras: pedir ayuda. En primer lugar, nunca tuvo la necesidad de pedir sin que alguien le hiciera de intermediario, y en segundo lugar casi nunca había necesitado ayuda de alguien más. Antes que pudiera terminar la frase, Reginleif le levantó la mano en señal negativa.
– Si lo que quieres es que yo te ayude en esa cosa del deseo de la señora Hela, paso. No me gustan las peleas, y tampoco quiero ayudarte.
– Oye… – Adán le regañó de inmediato – No digas eso.
– Prefiero dejar las cosas claras de una vez.
– Oh… Está bien, no hay problema… – sonrió Cleopatra a ambos y antes que pudieran decir algo más se retiró de su presencia.
Esto para alejarse lo más posible, para así expresar su gran disgusto y desacuerdo por las palabras y el tono de la valkiria.
« ¡Me lleva la…! ¡Esa tonta niña de 4 ojos cree que puede hablarme como se le dé la gana! ¡N-No sabe con quién está hablando! ¡No, deja de pensar en eso, y enfócate!
» Ahora supongo que tengo que ir con… ¿Dónde están las otras valkirias…? »
Sus ojos se giraron hacia la otra hermana valkiria disponible, Randgriz; pero al verla aferrada al brazo del héroe de China Lu Bu Housen, así como rodeada del ejército chino… También miró hacia la dirección de Prour, quien se sentó junto a Raiden y empezó a darle y recibir cariños como una pareja amorosa…
Casi al instante desistió de ir con ellas.
« Para nada. Aunque podría intentar seducir a Lu Bu o a ese Raiden para que las convezcan… No, para nada. Acabo de ver a esos hombres destruirse el uno al otro como si fueran niños, ¿Qué pasaría si insisto y ellos deciden intervenir de forma negativa?
» No, no, y no quiero averiguarlo. Podré estar muerta, pero no quiero volver a morir por culpa de esos hombres dementes.
» Veamos… Aquí deberán haber unas… 7 valkirias, creo… Una ya me dijo que no, esa otra ya se fue con el campesino, no voy a ir con esas 2… La que se supone era la líder se quedó en el palacio, y una se perdió con el tipo ese que llamaban monje loco… Así que solo me queda… »
Sus ojos brillaron cuando se dió cuenta de la última valkiria que faltaba, por lo fue corriendo hasta el sitio dónde se hallaba ese par: Qin Shi Huang y Hervor Alvitr, sentados en las gradas en un sitio aparte. Al parecer estaban en una conversación muy especial, pero de todas formas Cleopatra se acercó e interrumpió el momento para hacer su petición.
– H-Hola, señor emperador… Vengo a--
– No, ni loca. Fuera de aquí. – pero Alvitr se negó de inmediato, aún sin escuchar la petición de la egipcia.
– P-Pero usted no sabe--
– Quieres que te ayude en este torneo de juego según ví tu intento de conversación con el mexicano.
» Pero tengo 2 motivos para no hacerlo: no estoy participando aunque me lo ofrecieron, y también me niego a hacer Volundr con una traidora.
» Así que vete de una vez y no me hagas perder más tiempo.
Los ánimos de la egipcia cayeron en picada y, sin ganas de discutir a pesar de esas palabras tan directas y rudas contra ella, se dio la vuelta para irse a estar más cerca del campo de batalla. Una vez se fue, Qin Shi Huang negó con el dedo la actitud tan poco cortés de su valkiria.
– ¿Qué estás haciendo, mi querida tomboy?
– ¿Ah? ¿Tú qué estás diciendo?
– Esa forma de hablar no es propia para una dama como tú, y no es correcto tratar así a una reina.
– ¿¡La estás defendiendo!? ¡No me digas que te gustó esa maldita perra, tú desgraciado…!
– Te equivocas mi pequeña tomboy… Pero un rey debe--
– ¡No me vengas con esas cosas de reyes! ¡Me niego a ayudar a una mujer como ella! ¡No importa si me lo ordenas…!
Qin Shi rió por lo bajo y se quitó el vendaje de la cara, para descubrir sus ojos que dirigió a la valkiria en una mirada atractiva.
– ¡Ah no! ¡No quieras usar eso para hacerme cambiar de idea…!
El emperador chino volvió a reír para después hacer lo que tenía pensado: usar sus burbujas de aire que disparó al punto de chi de la valkiria, de forma que la dejó sin fuerzas y cayendo directamente en sus brazos, de forma que puso usar mayormente sus encantos varoniles.
– Te lo pide tu rey, mi querida tomboy… ¿Podrías ayudar a una pobre reina que necesita de ti?
La acción encendió las mejillas de Alvitr en gran manera, así como su corazón; por más que su voluntadquiso negarse, su instinto femenino fue atrapado por los encantos del rey chino…
– … Eres un desgraciado… ¡Está bien, lo haré!
– Moumantai, mi querida tomboy… Te recompensaré adecuadamente~
– T-Tú… – su rostro se sonrojó mucho más que antes – D-De acuerdo… Hubieras empezado por ahí y lo habría hecho…
– Lo sé, ¡Hâo!
La valkiria bufó un tanto sonrojada y bajó de los brazos del rey, para ir hasta Cleopatra que estaba sentada con la cabeza agachada frente a sus rodillas.
« Creo que estoy frita… Supongo que es lo normal que sucedería después de lo que hice. Bueno… Ya ni modo. Tendré que ingeniármelas para ganar esta pelea… »
– Oye, tonta traidora… – Cleo levantó su cabeza para mirar a Alvitr quien le extendió una mano – No tengo otra opción, así que… Más te vale no perder de inmediato, o yo también te mataré.
Cleoaptra no pudo evitar sonreír con un poco de esperanza, tomando la mano de la valkiria.
– … Claro que si… ¡Ganaremos juntas este torneo--!
– No, no, solo te ayudaré en esta pelea. Si por algún motivo pasas a la siguiente ronda, tendrás que darme un incentivo para que te siga ayudando o irás por tu cuenta.
– … Está bien… – la egipcia se limitó a asentir con la cabeza un poco resignada.
– La arena de batalla ya ha sido remodelada por completo, gracias por su espera. Señores Emiliano Zapata y Cleopatra VII, por favor pasen al frente.
Pocos momentos después del llamado de Gjallarbrú, ambos combatientes con sus compañeras valkirias se presentaron en las esquinas opuestas del campo de batalla: de un lado Zapata con Mist y del otro Cleopatra con Alvitr.
– Oh vaya… – sonrió Mist por lo bajo – Parece que mi hermana menor Alvitr se animó a darle ayuda a Cleo. Parece que las cosas estarán igualadas.
– Como sea… – respondió Zapata sin muchas ganas, para después dirigirse a Gjallarbrú con un par de tarjetas escritas – Oye preciosa, cuando vayas a presentarnos usa estos, ¿Vale?
– Lo que usted ordene, señor Zapata. – la sirivienta tomó las tarjetas para después leerlas por medio de su megáfono – Damos comienzo al segundo combate del primer bloque.
» De este lado, tenemos a… – apuntó su mano libre a la izquierda – Un hombre asombroso y fiel a sus ideales, el macho más respetable en toda la tierra de México, y él más amado por todas las mujeres de buenos gustos. Démosle la bienvenida a Emiliano Zapata.
Varios entre las gradas aplaudieron con emoción, incluído Sakata; por motivo de esta pelea que esperaban así como por la pelea que había librado contra Cernunnos.
– ¿Lo ves? – Zapata sonrió por lo bajo a Mist – Te dije que escribir eso sería muy bueno para mí presentación.
– Acorde con tu carácter… – suspiró Mist por lo bajo – Aunque me avergonzó un poco tener que escribir eso. Lo bueno es que estaremos aquí mucho tiempo para que por fin aprendas a escribir.
– Lo dudo, mija… Aunque, por otra parte…
» Pensé que lo haría más emotivo, y no solo leerlo como una lista de supermercado.
– Tal vez para la próxima, campeón. – Mist le dio un suave golpe en su hombro a modo de consuelo.
– Y de este lado… – Gjallarbrú apuntó a la derecha donde estaban Cleo y Alvitr – A su oponente… Una maldita perra traidora que--
– Oiga, es suficiente. No vaya a leer eso.
Cleopatra negó de inmediato para después, junto con Alvitr, dar un paso al frente; aprovechó el momento para deliberadamente dar un “discurso” motivacional:
– Saludos a todos, los Einherjers caídos habitantes de la sala Eljudnir. Como bien saben, soy la reina de Egipto más famosa en toda la historia, Cleopatra VII, y la más conocida por mis acciones… Cuestionables.
» A pesar de eso, les pido con humildad que observen el espectáculo que estoy por hacer en esta arena de batalla, esperando que sea entretenimiento digno para ustedes, así como un paso para que pueda ganar este codicioso deseo. Espero sea de su agrado, y gracias por su atención.
Un discurso que a casi nadie le cayó del todo bien, mucho menos a Zapata; el único que pareció agradarle fue a Qin Shi Huang que exclamó un “Hâo” con una amplia sonrisa y un par de aplausos.
– Vaya que te odian todos… – Alvitr suspiró por lo bajo – Bueno, yo también lo hago--
– Si, si, no es necesario que me lo recuerdes.
Gjallarbrú dio un pitazo a su silbido y apuntó a ambos lados.
– Ya saben las reglas: el primero que salga del espacio delimitado pierde la pelea. Por cierto, ¿Ambas partes están de acuerdo en el uso de compañeras valkirias?
Cleopatra y Zapata estaban a punto de hablar pero fueron las valkirias quienes respondieron por ellos.
– Claro que si. – declaró Alvitr con ambos brazos cruzados – Después de todo, alguien tiene que evitar que esta mujer sea destruida en segundos.
– Yo digo lo mismo de mi compañero. – rió Mist con un leve toque bromista – Te deseo suerte, hermanita.
– Lo mismo digo.
Acto seguido Gjallarbrú se retiró de la arena de batalla para dar espacio a los luchadores para que hicieran sus Volundr: Zapata tomó las manos de Mist para convertirla en filamentos divinos que se convirtieron en su rifle de combate así como las cintas de balas que rodearon su pecho. Por su parte Cleopatra volteó con duda a Alvitr.
– Supongo… Que debemos hacer lo mismo…
– Si, eso parece.
Ambas se tomaron de las manos y respiraron de forma calmada, para calmar las emociones de ambas; de Alvitr que no estaba a gusto con ello y de Cleopatra quien se sentía un poco nerviosa por pelear con una valkiria, así como por las ganas de cumplir su deseo…
– Volundr.
Al cabo de algunos sus almas se sincronizaron para lograr la unión divina: Alvitr se convirtió en cintas divinas que cubrieron los brazos y pecho de Cleopatra para finalmente convertirse en una armadura muy parecida a la de Qin Shi Huang pero en color dorado y con algunos jeroglíficos inscritos. Esa tranformación le gustó bastante a la mujer egipcia.
– Bien… Ahora si, estamos listas.
– Está bien, ahora que ya están preparados…
Gjallarbrú descendió su mano al tiempo que soltaba un segundo pitazo del silbato.
– Ya pueden comenzar.
« ¡Muy bien! » Cleopatra respiró profundo y se preparó para lanzarse en una embestida « Si puedo soltar el primer golpe, estoy segura que estaré más cerca de-- »
Pero en realidad fue Zapata quien soltó el primer golpe.
Una ráfaga de balas impactaron en el suelo justo enfrente de los pies de Cleopatra, de manera que se levantó una cortina de humo que se extendió en la arena de batalla y tapó la vista de la mujer egipcia…
De tal cortina de humo salió una bala que explotó prácticamente en la cara de Cleopatra, abriéndole una herida de quemadura y mandándola a volar por los aires hasta casi salir del cuadro delimitado.
Pero, de entre la nueva nube de polvo que salió de la explosión, apareció Zapata haciendo uso de sus cualidades físicas así como el poder rúnico de su compañera valkiria, para tomar a Cleopatra del cuello y arrastrarla hacia el suelo hasta estrellarla contra éste; el suelo se agrietó bajo sus pies y del cuerpo de Cleopatra salió mucha sangre por ambas heridas…
Justamente a escasos centímetros de la línea divisoria; todavía seguía en marcha la pelea.
– ¡Increíble…! – exclamó Cheng Gong con los ojos muy abiertos – ¡Ese humano campesino logró darle 2 golpes seguidos a la humana! ¡Si no hubiera logrado pescarla en el segundo, la batalla ya habría terminado!
– Es cierto, pero eso fue a propósito. – concluyó Lu Bu.
– ¿Qué? – tanto Cheng Gong como sus demás hombres voltearon a verle con sorpresa – ¿De qué está hablando?
En el campo de batalla, Cleopatra tosió con dolor mientras sentía un gran dolor en su cabeza por el impacto y la mitad de su mejilla ardía por la explosión de la bala especial de Zapata.
– ¡Argh! ¡Campesino de mierda…! ¿¡Qué rayos te pasa!? ¡Eso me dolió mucho--!
Su voz fue interrumpida por la mano de Zapata en su cuello, apretando lo suficiente para quitarle la respiración y el habla de golpe.
– Se supone que estamos aquí por este juego de peleas, y que todo esto tendría su final si te saco de la raya… Pero, no quiero hacer eso todavía.
Emiliano Zapata dirigió una mirada llena de rencor contra Cleopatra teniéndola sujeta con su mano.
– Primero me aseguraré de que te arrepientas de haber hecho esa decisión… Pinche vieja traidora.
Fecha de publicación: 16/01/25
ASFD
Nota de autor: Muy buenas mis queridos Ragnabrothers.
Hoy continuamos con el mini torneo de peleas entre los muertitos, y ahora con la pelea que más esperaban: ZapataCHAD vs Cleozzzzzzz.
El primero en soltar su golpes es Zapata, usando la habilidad divina de Mist para tomar ventaja, ¿Será que usará más de sus habilidades de pistolero en este combate? ¿O peleará con mano limpia? ¿Cleopatra descubrirá pronto el poder rúnico de Alvitr? ¿Tendrá un estilo de pelea que no pudimos apreciar en su combate contra Nut? ¿Cuántas veces Cleo será violada por Zapata antes de darse cuenta que fue mala idea ser la traidora y morirse?
Primera parte de la pelea con la introducción; después de esto vendrá la verdadera pelea (aunque no sé si darle 2 caps extra de pelea o terminar todo en el siguiente; ya veré cómo lo hago dependiendo la inspiración). Si tienen ideas de cómo hacer está pequeña pelea, déjenlas en los comentarios UwU.
Sin más que decir, ¡Los leo en el siguiente capítulo!
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