La caverna de Nidhogg (1)
- Primeros minutos de la ronda fantasma -
***
– Disculpe, señorita "muerta" ¿A dónde vamos?
– Puede llamarme solo Modgud. Y no se preocupe, señor Aquiles; iremos a un buen sitio.
– Eso no me deja tranquilo todavía.
– Un momento… ¿Vamos a hacer "eso" otra vez? ¿Por fin, después de 500 años?
– … Tiene razón, señor Lu Bu. Haremos "eso" de nuevo.
– ¡Joder, qué bien que estoy muerto!
El grito de Lu Bu Housen sorprendió en especial a los nuevos miembros del grupo de Einherjers caídos: Aquiles, Cleopatra, Zapata y Ng Mui. Sin embargo, los demás Einherjers también se emocionaron de buena manera.
– ¡Qué bien! – Raiden sonrió y apretó sus puños – Hace 500 años que no usaba mis músculos sin contenerme.
– Será muy divertido… – sonrió Rasputín, tomando a Alrune de la mano como una pareja de enamorados – ¡Siempre es tan divertido!
– ¡Tú lo has dicho, mi monje loco!
– Disculpen… – Mist levantó la cabeza para asomarse entre el grupo – No lo entiendo, ¿De qué están hablando?
– Veras, hermanita… – Randgriz llegó a Mist y la tomó el brazo – Resulta que el mundo de los muertos se vuelve aburrido después de un tiempo.
» Por eso, la señora Hela tuvo una idea para quitarnos el aburrimiento, y el estrés de estar "vivos y muertos": un paseo en Nilfheim, y también… la organización de un torneo de peleas.
– ¿Un qué?
– ¡Si que si! – Alvitr tomó el otro brazo de Mist, casi levantándose sobre el nivel del suelo rocoso sobre el que andaban – Literalmente nos sacan del palacio Hel para pasear en Nilfheim, y la última vez tuvimos un mini torneo de peleas: unos contra otros, todos contra todos.
– Hay una buena ventaja de esto. – asintió Prour, tomando los hombros de Mist – Estamos muertos y no podemos volver a morir: así que todos pelean usando su 100% hasta que solo quede un ganador.
– O también existe la opción de tomar un paseo e investigar el Nilfheim… – continuó Randgriz con una sonrisa tranquila – Este lugar es más grande de lo que parece, y hay muchos sitios para explorar, tomar asiento y disfrutar el frío gélido como vacaciones cualesquiera.
– Aunque la última vez no salió bien… ¿No crees, Randgriz?
Alvitr lanzó una mirada asesina a la valkiria mencionada, provocando que ella desviará los ojos con pena; aquello provocó la curiosidad en Mist.
– ¿La última vez? ¿Qué pasó en ese entonces?
– ¡Fue la gloria máxima de nuestro señor!
El hombre que exclamó era un soldado de armadura oscura, liderando un séquito enorme de muchos hombres vestidos de la misma manera, y a su costado un caballo de apariencia rojiza relinchó con emoción: Chen Gong y Red Hare, comandando el ejército de Lu Bu; aquellos hombres que siguieron a su señor hasta el Nilfheim tras el final de la primera ronda del primer Ragnarok.
Red Hare relinchó con entusiasmo, a lo cual asintió Chen Gong con el rostro rojo de la emoción.
– ¡Mi señor, el gran general Lu Bu Housen, hizo un despliegue de fuerza y poder tan majestuoso, algo que no había visto desde su choque contra el martillo de ese dios del trueno!
– … ¿Lu Bu Housen usó todo su poder? ¿Por…?
Al final, Prour fue la que explicó el asunto.
– Lu Bu y Randgriz tuvieron una "cita" en un paseo, pero él se metió en dónde no debía y terminó despertando y peleando contra Nidhogg, otra de las mascotas de Hela.
– ¿¡Nidhogg!? – Mist conocía gran parte de las leyendas de aquella serpiente infernal, gracias a los registros del Valhalla.
– ¡Claro que sí! – Chen Gong asintió con un gran orgullo – ¡Mi señor peleó contra semejante monstruo para salvar a su hermosa dama, y de paso demostrar el gran poder en sus brazos y manos!
– … Paren… – Randgriz se tapó la cara de la gran vergüenza que empezó a sentir, sabiendo que lo ocurrido en ese día había sido en gran parte culpa de su curiosidad.
– Entonces… – continuó Alvitr el relato – Lu Bu y Nidhogg pelearon casi a muerte y causaron un gran desorden en Nilfheim; Hela nos volvió a encerrar, castigó a Lu Bu, y tuvo que reparar el nido de su mascota así como todos los lugares que rompieron.
– … Vaya… – Mist parpadeó un par de veces con gran sorpresa – Así que… en serio, nunca se aburren aquí abajo. Eso me da consuelo para la eternidad que nos espera…
– ¡No pasa nada, mija! – Emiliano Zapata se acercó a la valkiria, dejando caer su brazo en su hombro para rodearle en un medio abrazo – Aquí estoy yo, tú machito favorito, para consolarte y divertirte cuántas veces quieras, mija.
– ¿Machito? ¿Mija? – las hermanas valkirias se sorprendieron de ese lenguaje tan poco formal; en cambio, Mist sonrió con ternura y se sonrojó un poco.
– Claro, lo que digas, "mi macho". Solo te recuerdo que el único que puede dominarme mide 1.50 de estatura…
– Podría rebajarme por ti, chikita, ¿Te late?
– … No, no creo. Sigue soñando, "machito".
Los demás solo se quedaron con la duda debido a su lenguaje florido y poco entendible, como si hablasen encriptados; algo especial que se podrían quedar ambos buenos amigos tras su Volund en la cuarta pelea.
Al final llegaron al sitio para llevar a cabo su torneo de entretenimiento; un valle de gran tamaño, rodeado por montañas de hielo y cristal, y cubierto de un pasto azul pálido; parecía muerto pero, al tacto, se sentía tan vivo como la hierba en el mundo humano. Aquiles se sorprendió bastante de aquel sitio.
– Esto es…
– ¡Pero qué lindo lugar! – Cleopatra no pudo contenerse por mucho tiempo; descalza empezó a correr sobre la hierba de lado a lado – Tanto desierto en mi casa ya me estaba matando la vista… ¡Un pasto azul y frío, nunca pensé ver algo así! ¡Es un lugar tan bonito!
– ¡Hâo! – Qin Shi Huang, su único amigo por el momento, asintió ante sus gritos de emoción – ¡Claro que es un lugar hermoso! ¡Digno para los buenos reyes que somos!
– ¡Tú lo has dicho, rey del comienzo!
Modgud, junto a su séquito de sirvientas que había llamado para ayudarla con su plan de entretenimiento, se dispusieron en fila para presentarse, aunque la mayoría ya sabía quiénes eran, y dar comienzo a la organización.
– Para comenzar, vamos a seleccionar a los participantes… ¿A quiénes les gustaría entrar?
– ¡Yo, yo! – Lu Bu fue el primero en asentir – ¡Yo quiero entrar! ¡La última vez esa serpiente estúpida no me dejó pelear aquí!
– Por cierto… – comentó Sakata Kintoki, acercándose a las sirvientas y a Modgud – ¿Qué ha sido de Nidhogg?
– No se preocupe por él, señor Kintoki. – asintió Modgud con calma – Después del incidente de hace 500 años, Hela instaló un nuevo Nido para Nidhogg. Ahora estamos en lo que quedaba de su primer hogar…
– Ya veo. Ahora me suena el parentesco que estaba viendo… De todas formas, ¿No es un poco peligroso?
– Un par de colegas están rastreando el camino que está tomando Nidhogg. En cuanto tengan noticias de que está muy cerca de aquí, nos lo harán saber para actuar de acuerdo al protocolo.
– Me parece bien. Una respuesta satisfactoria… Por cierto, yo también voy a entrar al torneo.
– ¡Yo también entraré! – Raiden se irguió con gran sonrisa en su rostro – ¡La última vez fuimos interrumpidos, pero no más! ¡Está vez ganaré, y será en nombre de mi único amor!
– ¡Cariño! ¡Basta…! – Prour se cubrió la cara y sonrojó en gran manera.
– Yo también… – Rasputín sonrió de lado, con cierto toque malvado – Recuerdo que no he dado el 100% desde aquella vez con la mosca. Me he empezado a… aburrir.
– ¡Si que si! – Alrune empezó a saltar alrededor suyo de forma divertida, dando gritos chillones de apoyo – ¡Arriba mi loquito!
– Esto será muy interesante y divertido. Hace tiempo que no usaba toda mi fuerza… – sonrió Hércules de lado, para después posicionar una mano sobre el hombro de Aquiles – ¿Qué dices, compañero griego? ¿Te gustaría entrar?
– ¿¡Ehh!? – Aquiles se sorprendió de la iniciativa de Hércules, a lo cual asintió un tanto inseguro – Está bien, aunque… No sé cómo se hará esto.
– No te preocupes por los detalles. Ellas nos explicarán todo en unos momentos.
– Me gustaría entrar, pero no soy de presumir… – Qin Shi rió mientras tomaba asiento en el pasto – Mejor me quedaré aquí, mirando cómo se matan.
– Mejor nos quedamos aquí… – corrigió Cleopatra de inmediato, sentándose en el pasto junto a Qin Shi – La vista es mejor si es compartida. En especial entre reyes~
– Supongo que tiene razón… "Última reina".
Ambos reyes se lanzaron miradas atrevidas uno al otro, cosa que alertó a Alvitr quien corrió a tomar asiento en las piernas de Qin Shi, usándolo como silla para tener un mejor sitio de vista.
– No entiendo ni madres lo que está pasando, pero… Me llama la atención este desmadre… – Zapata se ajustó el sombrero y fue a Mist de inmediato – ¡Mi señora, mi patrona!
– ¿Huh?
– Pido permiso para ir a partir culos, en nombre de usted para ganar su agrado e invitarla unos ricos elotes.
– ¡Qué idiota eres! – Mist rió con fuerza – ¡No necesitas pedirme permiso para invitarme elotes! ¡Ya me los habías prometido!
» Pero, me gusta verte como faldero… Anda, ve con tus amiguitos a jugar un rato.
– ¡Muchas gracias, mi patrona!
Mist rió muy divertida y terminó juntándose con sus hermanas Randgriz y Prour, para tomar su parte en el pasto y contemplar el desarrollo del torneo. Por su parte, Adán y Reginleif tomaron asiento en la hierba en una zona un poco alejada, así también Ng Mui quién se sentó a su lado muy pegada.
– … Oye, papá…
– ¿Qué pasó, hija?
Ng Mui se encendió en un rojo de emoción con tan solo escuchar las palabras de Adán.
– ¡Nada, nada! – sin dudarlo la mujer artista se abrazó al brazo del primer padre – ¡Solo quería escucharte decirme "hija"! ¡Me encanta cómo sale de tus labios!
– … Qué pequeña más traviesa… – Adán no se acostumbraba todavía a la actitud de Ng Mui, tan distinta a la mujer que había peleando en la quinta ronda, pero lo aceptaba; ver el corazón tan regocijante de aquella mujer le hacía muy feliz por dentro – Por cierto, están a punto de hacer un torneo divertido… ¿No te gustaría entrar a jugar con ellos?
– ¿Eh? – Ng Mui levantó la vista con curiosidad – ¿De verdad?
– Claro que sí. Me gustaría volverte a ver en acción, después de lo que hiciste allá arriba.
– ¿¡De verdad, de verdad!? – Ng Mui sonrió ampliamente y, ante el asentimiento de Adán, le abrazo del cuello y soltó muchos besos – ¡Está bien, papá! ¡Todo lo que tú quieras!
De inmediato la artista marcial se levantó y corrió al encuentro de Einherjers caídos; una vez que estuvieron solos, Reginleif encaró a Adán con seriedad.
– ¿No le vas a contar lo que le pasó? ¿Lo que hicimos?
– … ¿Estás segura que nosotros lo hicimos? – le cuestionó Adán, a lo que Reginleif se molestó bastante.
– ¡Claro que está confirmado! ¡Hela en persona nos dijo que fue real, ¿O acaso quieres hacerte el idiota?!
– ¡Hey…! – Adán respiró hondo en voz baja – La verdad, no quiero contarle. Eso… podría romper su corazón. No quiero eso.
– Lo entiendo, pero debes saber qué tarde o temprano saldrá a la luz. Lo que intentamos hacer y lo que terminamos ocasionando…
– No tiene por qué saberlo ahora. De hecho… de ser posible, puede que nunca lo sepa.
– ¿Lo crees? – le preguntó Reginleif con sarcasmo – Solo somos más de 40 personas, encerradas por toda la eternidad en una habitación gigante. Claro que será fácil guardar ese secreto, ¿Verdad?
– Entre menos hables, menos cosas saldrán a la luz. Así debemos mantenernos… Hasta que sea un buen momento.
– ¿Y cuándo será un buen momento?
– … Todavía no lo sé. Pero no es ahora.
Adán y Reginleif quedaron en silencio y un tanto incómodos; el Volund había creado en ambos una cercana amistad, así como también mucho secretismo que guardaban muy celosamente de los demás; secretos que podrían ser no muy agradables…
En cuanto Ng Mui llegó con el grupo del torneo, Modgud tomó una tableta para escribir la lista de participantes y dividirlos por combates.
– Ya saben las reglas, ¿Verdad?
– La verdad, todavía no… – respondió Aquiles un poco tímido.
– Pues no hay mucho que explicar. Son 8, así que harán eliminatorias: en la primera ronda salen 4, en la siguiente salen 2, y en la última pelea se decide el ganador del mini torneo.
» Se vale el uso de cualquier táctica o técnica para pelear, siendo que no dañan sus integridades; sin embargo, pondremos límite de tiempo y espacio para decidir los ganadores. En caso que requieran algún arma, vayan con mis compañeras para que les proporcionen la que gusten.
» Y por último; el ganador tendrá un cupón canjeable por un deseo directo con la señora Hela. No es mucho, dado que ella siempre--
– ¡Momento…! – ese último dato le interesó bastante a Cleopatra – ¿Qué fue eso que dijo?
– Oh, si. Fue el incentivo que hicimos para este mini torneo: el ganador puede pedirle algo a la señora Hela, siempre y cuando esté dentro de sus posibilidades.
– Pero… se suponen según ustedes, que el Nilfheim es el lugar dónde cada quién hace lo que quiere… Entonces… ¿También podría pedir lo que quiera con ese deseo?
– Bajo esos términos, es cierto. Sin embargo, la señora Hela tiene límites que no deben ser sobrepasados.
Sin embargo, Cleopatra no tenía los ojos puestos en la advertencia; le interesaba mucho más el mencionado premio.
« Un deseo, lo que quiera… ¡Excelente! ¡Lo tengo! »
– Cambié de opinión, querida. Yo también voy a entrar a esta cosa…
– ¿Huh? – Qin Shi Huang levantó la vista desde su asiento de pasto – ¿En serio?
– Lo siento, señora Cleopatra. – negó Modgud de inmediato – Pero las vacantes ya están llenas y la lista de peleadores ya está organizada.
– ¿En serio? Porque… – Cleopatra se acercó a Modgud, para revisar la lista – ¡Aquí está! Este hombre no está disponible en estos momentos, así que puedo tomar su lugar.
– ¿El señor Grigori Rasputín? Pero él se encuentra… – Modgud levantó la vista para vislumbrar en el valle y alrededor suyo, pero se llevó la gran sorpresa de que el monje loco ni la valkiria Alrune se encontraban allí – ¿Qué…?
– No se encuentra aquí… ¡Y no podemos esperar a que se le ocurra aparecer de nuevo! ¡Debemos empezar sin él, y que mejor que usarme como su reemplazo!
Modgud arqueó los ojos con duda y confusión.
« ¿Dónde se encuentra el señor Rasputin? Estaba aquí hace pocos momentos atrás… ¿O será posible que hayan escapado aprovechándose de la salida? Esto es malo… »
– Por favor. – Modgud volteó de inmediato a un par de compañeras suyas – Busquen en la región, hasta encontrar al señor Rasputin y a su valkiria Alrune, antes que terminemos aquí.
– Entendido. – ambas compañeras asintieron con la cabeza y partieron de inmediato.
– En cuanto al torneo… Siendo que en efecto está desaparecido, usted señora Cleopatra podrá tomar el lugar del señor Grigori Rasputín hasta nuevo aviso.
– ¡Si! ¡Me encanta…! – Cleopatra se entusiasmó bastante – Aunque, por cierto, llámeme "señorita".
Una vez que terminó de hacer los ajustes, Modgud levantó su tableta e hizo aparecer un holograma en dónde proyectó la lista de peleadores y combates a realizar, para llevar a cabo el mini torneo del Nilfheim:
– Bien, los participantes ya han sido decididos entonces. Acerquense para explicar las reglas y dar comienzo…
Fecha de publicación: 12/03/24
ASFD
Nota de autor: Muy buenas gente, otra pequeña historia aparece mientras continúa la pelea entre diosas en Ragnarok. Ahora es el turno de los Einherjers caídos de volverse a divertir con un combate; buenas peleas se aproximan.
¿Quiénes ganaran y quiénes perderán en este pequeño torneo? ¿Quién se llevará el deseo final? ¿Adán y Reginleif podrán ocultar el secreto de la derrota de Ng Mui por mucho tiempo? ¿A dónde se metió Rasputín y Alrune? ¿Volverá la besto waifu zombie?
Sin más qué decir, ¡Los leo en el siguiente capítulo!
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