Iluminación, Tierra y Perfección (3)

- Durante la primera mitad de la ronda fantasma -

***

- No vuelvas a tocar a mi esposa.

- ... ¿¡T-Tú...!?

- ¿Huh? ¿Tú quién eres y por qué me estás tocando?

Ambos, Nut y Buda, voltearon con la misma sorpresa a Geb, que estaba sujetando el brazo del iluminado con suficiente fuerza para frenar en seco su movimiento.

En cuanto su mente reaccionó de su presencia y existencia, Nut retrocedió varios pasos del par de dioses; por su lado, Buda se quedó con Geb, tanto por su mano sujeta como por curiosidad en el dios egipcio.

- ¿No me dirás quién eres?

- ¿No me escuchaste? Soy el esposo de Nut.

- Esposo... de Nut-chan... ¿Podrías mostrarme un acta, por favor? Para verificar.

- ¡No necesito verificar nada con alguien tan corriente que le habla de esa manera a mi esposa!

Aunque Buda estaba fascinado por la estatura del dios, siendo que este superaba los 2 metros con facilidad y quedaba más alto que él mismo. Al cabo de unos segundos, Buda sonrió pícaro y volteó a Nut.

- Majestad, no sabía que le gustaban esas cosas tan traviesas. Usted es una mujer muy atrevida~

- ¡Insolente! - Geb preparó su otra mano para atacar a Buda - ¿¡Cómo te atreves!? ¡No le faltes al respeto!

- T-Tú...

Al volver a escuchar la voz de la diosa, Geb detuvo su ataque a Buda y volteó para chocar la mirada con ella...

Sus ojos con los de Nut, la diosa nocturna de quién se había enamorado desde que era un niño. Después de tanto tiempo sin verla, identificó sin problema todas las partes nuevas en Nut: su cuerpo había crecido y desarrollado, su estatura era ligeramente superior, el cabello ahora tocaba el suelo, su vestido delineaba mejor su figura, y su rostro oscuro tenía las facciones divinas todavía más remarcadas que antes...

En efecto, el pasar de los milenios no había dañado la imagen de aquella mujer que se volvió su esposa: todo lo contrario, había mejorado en gran manera. Una nueva imagen que cautivó al dios de la tierra.

- A-Amor... - Geb soltó a Buda y se acercó lentamente a Nut, cambiando su furia de hombre por la ternura de un esposo - Querida, estás... Estás tan hermosa, como siempre lo has estado...

Por su lado, la mirada de Nut estaba abierta en gran sorpresa, así como nerviosa de forma involuntaria al notar la nueva apariencia de Geb:

Su estatura era mayor, y su complexión al parecer también había aumentado, aunque pudo notar uno que otro detalle de imperfección: sus ojos con ojeras e hinchados, las mejillas un poco pálidas y delgadas, el cabello y la barba descuidados, las ropas maltratadas si se les ponía mucha atención.

Un cambio muy grande ahora se apoderaba del dios egipcio, algo que Nut nunca se había imaginado ver en él...

De hecho, ni siquiera se imaginaba que lo volvería a encontrar alguna vez en toda su vida: estar ante su presencia solo le hizo poner una mala cara llena de mal humor.

- Mierda... Quiero deshacerme de los malditos problemas... No conseguirme más.

- ¿Eh? ¿Qué dices, querida?

- Ambos, fuera de mi vista, ahora.

Dicho esto, Nut se dio media vuelta y avanzó a gran velocidad por el coliseo para ir a su habitación con los demás Primigenios; Geb soltó a Buda y comenzó a perseguir a la diosa, lo mismo que el iluminado aunque este intentó sobrepasar a Geb.

- Querida... Por favor, tenemos qué hablar.

- No hay nada de lo que hablar.

- ¡Pero, mi amor! ¡Hemos estado separados por tantos milenios! ¡Tenemos tantas cosas de qué hablar y solucionar!

- Ya gasté todas las palabras que debía usar en el día. Ya no tengo nada más qué decir.

- ¿No se hablan? ¿Separados por milenios aunque están casados? - Buda arqueó los ojos con curiosidad - ¡Vaya, pero qué buen drama!

- ¿¡Tú qué...!? - Geb se percató de la presencia continua de Buda - ¿¡Qué rayos haces aquí!? ¡Lárgate!

- Tengo asuntos qué atender con mi Nut-chan... - Buda avanzó de golpe hasta llegar a Nut, a quién sujetó del brazo como si fuera su pareja de baile - Y no dejaré que ningún celoso ni ex nos interrumpa, ¿Si o no, mi querida Nut-chan?

- ¿¡Huh!? ¿¡Qué te pasa, maldito hippie!? ¡Te dije que no la tocaras!

- No necesito tu protección, Geb. Puedo cuidarme sola. - Nut se quitó el brazo de Buda y trató de apresurar el ritmo.

- ¡Majestad, ya le había dicho que es de mala educación andar sola por ahí!

- ¡Piérdete! - Geb apresuró el paso para encarar a Buda de frente - ¡No te metas en esto! ¡No tienes ningún asunto aquí!

- ¡Claro que tengo asuntos! Sigo esperando que la bella señora Nut-chan me dé su respuesta a mi propuesta indecente. Además, yo tomé turno primero--

- ¡Ni siquiera te atrevas a decir su nombre!

Geb lanzó un puñetazo cargado con fuerza y su ira, aunque fue esquivado al instante por Buda, quién aprovechó el impulso para volver al lado de Nut.

- ¡¿Huh!?

- ¡Qué bien se siente mover las piernas! - Buda tomó a Nut del brazo de la misma forma que antes - ¡¿A qué no, su Majestad!?

- ¡Aléjate de ella, maldito irrespetuoso! ¡Ella no tiene nada que ver contigo!

- Claro que tiene que ver conmigo. Estábamos a mitad de una seria y difícil discusión para arreglar su futuro emocional y psicológico con besos y abrazos, pero el ex se apareció aquí de repente... ¡Oh, es cierto! ¡Eres tú!

- Cállate. - Nut volvió a quitarse la mano de Buda de encima - No estábamos haciendo eso, de ninguna manera.

- ¿Ah no? Yo recuerdo haberla dejado un poquitín nerviosa, pensando y pensando... ¿No es que acaso estuvo a punto de aceptar mi mano?

La diosa Nut se quedó quieta de pie y en silencio, para pensar en lo que acababa de decir Buda: era una mentira, ya que estaba dispuesta a golpear la mano de Buda para alejarlo de sí y que no insistiera con su tratado...

Pero, siendo que Geb estaba cerca y había interrumpido ese choque, ahora le quedó la duda volando en el aire... Si hubiera estrechado su mano, ¿Habría mantenido su enojo e indiferencia? ¿O tal vez algún recuerdo o memoria pasada podría interferir con su decisión al último momento.

Por su lado, Geb no estaba para nada contento: la combinación de palabras fue idónea para que él tuviese una mala interpretación de los hechos.

- ¿¡Qué mierda...!? ¿¡Cómo te atreves a hacer eso, maldito!? ¡Ella es mi esposa--!

- ¡Qué no!

Nut terminó por involucrarse; deteniéndose y levantando la cabeza para mirar cara a cara al dios egipcio.

- No digas eso de nuevo. Tú y yo... Ya no somos nada.

- ... ¿Qué dices, querida? Eso no es verdad... Solo fue una pelea que no tuvimos qué tener.

- ... ¿Solo fue una pelea? ¿Eso es todo lo que tienes que decir...? No importa. No me importa si esto tuvo o no tuvo qué suceder... Lo que pasó ya pasó... Y las cosas no se van a arreglar.

» Lo qué había... Ya no existe.

La mente de Nut, entre tanto desorden mental y emocional que estaba saliendo a la luz desde que había entrado a su habitación al final de su combate, tenía una cosa en claro: No ceder a su recuerdo de su último día en Egipto. Si lo hacía, sabía que se encontraba lo suficientemente débil para quebrarse... Para perder.

Pero, un dios nunca pierde. Un desolado hecho que la había mantenido en una pieza por tantos milenios... Su única verdad.

Aunque era muy difícil de mantener con ese dios egipcio frente suyo, que de forma involuntaria le quería provocar esos recuerdos de su vida feliz. Una lucha mental para ver quién prevalecería...

- Déjame sola...

« Mentirosa, mentirosa, mentirosa... » Una lucha que estaba empezando a perder.

- Amor mío... ¡Por favor, no digas eso--! - Geb levantó su mano con intención de sujetar a Nut.

- ¡No se preocupe! ¡Yo le ayudaré!

Pero antes que alguno de los 2 dioses egipcios hiciera un movimiento, Buda fue el que actuó; esquivó el cuerpo macizo de Geb, tomó a Nut por la cintura, y la lanzó bajo sus brazos. Apretó el agarre para asegurarse que no cayera, y con sus pies echó a andar a correr con todas sus fuerzas.

- ¡Vámonos de aquí, Majestad!

- ... ¿Eh?

- ¿¡Qué!?

Buda con Nut en sus brazos comenzó a correr por los pasillos del coliseo, siendo perseguido por Geb; un momento que duró por un rato de algunos minutos, hasta que la pareja divina consiguió despegarse de encima al dios egipcio de la tierra.

Una vez que no había moros en la costa, Buda depositó a Nut con cuidado al suelo, y procedió a respirar cansado.

- Usted es muy pequeña... Pero no me había dicho que pesaba tanto... Seguro es el cabello, que es más grande que usted...

» Bien, ya que nos hemos librado del tóxico loco ese... ¿Seguimos en lo nuestro, mi querida señora Nut--?

- ¿¡Qué carajos te pasa!?

La diosa levantó el rostro con furia y atacó con un puñetazo a la entrepierna del dios budista, siendo el único lugar cercano dada su diferencia de estaturas. Buda cayó de rodillas mientras el dolor le recorría por el cuerpo.

- ¡A-Ah...! ¡Majestad... Eso fue... muy sucio...!

- ¡¿Qué diablos te pasa, idiota!? ¡Yo lo tenía bajo control! ¡No necesitaba que intentaras salvarme!

- P-Pero... Majestad... - con dificultad Buda levantó la vista - Siempre me gusta... ser un soporte extra... ¿Eh?

» Majestad, ¿Quiere llorar?

- ¿¡Huh!? ¡¿Te estás burlando de mi!?

- Sus ojos... Están a punto de llorar, Majestad.

El rostro de Nut estaba hinchado y rojizo, con ambos ojos cristalinos a punto de estallar.

Ante las palabras de Buda y su seriedad anormal en la expresión facial, Nut se llevó ambas palmas de las manos a sus mejillas y ojos; el empuje fue más que suficiente para reventar sus lagrimales y bañar su rostro con agua salina.

- ¿Qué...? ¿Otra vez?

- ¿Otra vez? ¿Lo hace muy seguido? Eso no es una buena señal.

Nut frunció la frente, llevándose la tela de sus mangas en los brazos para limpiarse la cara. Sin embargo, por más que lo intentaba, las lágrimas seguían corriendo.

« Maldita sea... ¿Todo por estar frente a ese idiota de nuevo? No puedo ser tan patética... ¡Ya deja de llorar! »

- Déjeme ayudarle.

Buda se quitó parte de su túnica larga, que arrancó y moldeó para hacer un pañuelo improvisado, que utilizó para limpiar la cara llorosa de Nut. Al cabo de unos segundos, la diosa se dio cuenta que se estaba "dejando consentir" por lo que arrebató el pedazo de tela de las manos de Buda.

- No necesito tu ayuda. - siguió limpiándose la cara con el pedazo de tela, aunque las lágrimas no dejaban de salir - Mierda, ¡Ya deja de llorar!

- Parece que no ha tenido una buena vida, ¿O no, Majestad?

Nut dirigió los ojos a Buda con mala cara.

- ¿Huh? ¿Quién te crees que eres para decirme eso?

- Solo quiero entenderla... - Buda se llevó las manos a la espalda, estando relajado y más calmado que antes - Es un completo enigma para mí.

- ¿Qué parte de mi te parece un enigma?

- ¿Bromea? Es una diosa muy poderosa y respetada en Egipto, lo pude ver cuando fue a pelear. Aún así, decidió darle su victoria a la humanidad.

» Los dioses hablaron con usted para convencerla de cambiarse de bando y no quiere... Acaba de ver a su esposo, según después de tanto tiempo, y en vez de alegrarse y besarlo tan cursi, lo alejó para ahora llorar sin control...

» No lo entiendo, así que tengo un par de hipótesis: Es usted una mujer sin corazón... o es una mujer que perdió su corazón. Quiero saber quién es usted...

La diosa Nut quedó en silencio por un largo tiempo, haciendo esa pregunta a sí misma. Conocía la respuesta, al menos en el nivel intelectual "Ellos me hicieron daño", pero no quería procesar sentimentalmente el significado de esas palabras; ya había pasado por eso, y ya debería estar en el olvido...

Entonces, ¿Por qué volvía a pensar en eso? ¿Por qué su mente quería revivir esas cosas? ¿Por qué sus sentimientos debían meterse en su camino?

- ¿Sabe? La mejor respuesta para una mujer llorona... ¡Es un gran abrazo!

- ¡No me llames llorona!

- Venga aquí... No se preocupe, no muerdo.

- ¡A-Aléjate de mi!

- No se haga la difícil, yo sé que también quiere... ¡Véngase para aquí!

- ¡Te dije que no...! No me... me...

A pesar de sus palabras, en todo el momento en que Buda se acercó para abrazarla, Nut no se movió. No porque no quisiera, ya que tenía ganas incluso de volverle a golpear dónde cayeran sus puños, pero su cuerpo no respondió a sus emociones.

Por eso mismo no tuvo respuesta física agresiva cuando Buda la rodeó con sus brazos y la pegó a su cuerpo, dándole un acogedor y cálido abrazo.

- ¿Lo ve? A que no se siente genial.

- T-Tú...

- Qué divertido. Hasta parece a la hija que abandoné hace mucho tiempo.

- ¿¡Huh!? ¿¡Abandonaste a tu hija!?

- Palabras más, palabras menos. Parece que el destino me ha dado una segunda oportunidad con usted...

Buda procedió a darle un par de palmadas en la cabeza.

- Ya lo decidí. La criaré de nuevo y le cambiaré el nombre... ¡"Sidhartha II"! ¡Será la heredera de mi fortuna de dulces!

- ¡Cállate! ¡No me trates como a una niña!

- No digas eso, mi pequeña. Solo sigue siendo consentida por tu papá.

- Tú no eres mi... Mi...

La sola mención también le recordó a Ra, el dios del Sol que la había salvado del lago Nun cuando estuvo a punto de ser decorada por Cipactli, el dios que la tomó de la mano en sus primeros pasos, aquel que le enseñó a hablar el mismo día que ella hizo explotar una estrella, quien cultivó un sicomoro en la sala del trono para darle dónde dormir y sentarse a pasar el tiempo...

El dios a quién alguna vez ella consideró su padre, y el dios que la tenía bajo sus alas como su hija. La forma en que Buda lo abrazaba en esos momentos, era exactamente igual a cómo Ra alguna vez la cargó para rodearla.

- ... Papá...

La diosa Nut aumentó el llanto de sus ojos en silencio y, con un ligero movimiento casi imperceptible, movió los brazos hacia arriba para corresponder al abrazo de Buda, aunque fuera de forma inconsciente e involuntaria.

- ¿Ve qué se siente bien, Majestad...? ¿Majestad?

Nut no respondió, sino que lentamente comenzó a dar rienda suelta a sus emociones; después de tanto tiempo, sin contar su momento de debilidad en la tercera ronda, podía soltar parte de lo que le acongojaba en el corazón.

Si la cosa seguía así, incluso podría ocurrir el cambio radical en la vida de la diosa egipcia. El cambio deseado por sus más queridos...

- ¡Amor!

Incluído el propio Geb, quien apareció repentinamente de una vuelta de pasillo; Buda volteó con sorpresa y también muy mala cara.

- ¡Huh! ¡El ex tóxico!

- ¿¡Tú de nuevo!? ¿¡No te cansas de ser tan--!?

Geb estaba a punto de atacar a Buda, hasta que se dió cuenta que estaba sujetando a Nut junto a su cuerpo, con su rostro lloroso y tembloroso mientras alzaba los brazos. Un gesto que era enternecedor en gran manera...

Pero no nada Geb.

- ¿De nuevo estás tocando a mi esposa? ¿No me entendiste?

- Creo que deberíamos primero aclarar muchas reglas... Cómo la primera: No te le acerques a su Majestad hasta que ella quiera, y después que deje de llorar, ¿Entendido?

- ¡Insolente! - Geb levantó una de sus manos para sujetar a Buda por medio del cuello de su camisa - ¡Ya te dije que sueltes a mi esposa! ¡O pagarás las consecuencias!

- ¡Hey, hey! No hay necesidad de ser agresivos--

- ¡Te he dicho que la sueltes!

La discusión entre ambos dioses rompió el momento emocional de Nut; parpadeó un par de veces y se percató lógica y divinamente de lo que estaba haciendo.

« ¿¡Pero qué mierda!? »

De inmediato Nut quitó los brazos de Buda, juntó sus fuerzas para empujarlo así como a Geb mismo, y se dió la media vuelta para echar a correr; al parecer, por la distribución de pasillos, la reunión divina tenía lugar en la sección de los dioses, muy cerca de la antecámara de los Primigenios.

- ¡Amor! - Geb soltó a Buda y procedió a correr detrás de Nut - ¡Por favor, espera! ¡Tenemos qué hablar!

- ¡Majestad...! Buda se acomodó la ropa y procedió a perseguir al par.

« No, no, no, no, no, no, no, no... » Nut se tapó la cara con ambas manos, de forma que no podía ver nada de lo que tenía enfrente « No debo... No debo... No debo mostrar nada de esto... ¡No debo caer! ¡No importa cuánto quiera, no voy a caer...!

» ¡No quiero que nadie más se meta en mi vida! ¡Por favor, ya déjenme sola! ¡No quiero a nadie más--! »

- ¿Nut-chan?

Su carrera no le permitió ver la muralla que apareció repentinamente frente suyo tras una vuelta de pasillo: un muro de carne muy suave con el cual chocó Nut, con un impacto suave y acolchonado. Tal golpe la detuvo en seco y la hizo caer de espaldas, así cómo destaparse la cara y abrir los ojos para ver de quién se trataba...

- ¿¡Huh!? ¿¡Pero qué--!?

- ¿Nut-chan? ¡Nut-chan!

La diosa egipcia levantó la vista y miró a la persona con quién había chocado, aunque desprovista de luz debido a la gigantesca sombra que creaba su voluminoso cuerpo.

La diosa Primigenia del panteón hindú y madre creadora de los más de 1116 dioses del Svarga: Deví.

- ¡Al fin te encontré, Nut-chan!

Fecha de publicación: 29/03/24
ASFD

Nota de autor: Hola, muy buenas mi querida gente :3

Volvemos a la trama más esperada por toda Latinoamérica unida y la telenovela #1 en drama en la TV del fanfiction: "Nut". Geb, el ex-esposo, ha atacado, así como el posible nuevo amante Buda; la confusión y la tristeza ha oprimido a Nut, pero justo cuando parecía caer en un pozo... ¡Una amiga cercana ha tendido una mano!

¿Qué ocurrirá a continuación? ¿Deví será la siguiente en arreglar los problemas de Nut? ¿Buda o Geb tendrán éxito en sus misiones? ¿Deví aplastará a Geb como pasa por haber hecho llorar a su bebé? ¿Pronto veremos imagen oficial de Deví?

Todo esto y más no se lo pierdan, en su canal favorito sin fecha próxima de actualización... ¡Sin más que decir, los leo en el siguiente capítulo!

(Todo un texto al estilo telenovela. Sonó la música y la voz de presentador en mi cabeza XD)

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