Bendición y fortuna (3)
- Durante la segunda mitad de la ronda fantasma, tras la aparición de Atlach-Nacha -
***
– No lo puedo creer. Eres tú… T-Tengo muchas cosas que me gustaría decirte…
– … Yo solo tengo una… ¡¡¡Desaparece de este mundo!!!
El dios levantó su hacha, cargada con gran cantidad de energía divina de la miseria, para lanzar un golpe directo que impactó de lleno en el pecho de la indefensa Jingū.
El impacto del arma divina mandó a volar a la humana por los aires hasta golpear de espaldas con la fuente de agua; la fuerza de impacto le destruyó parcialmente, haciendo volar unas pocas piezas de roca y chorros de agua, así como también hirió a Jingū puesto que se le escapó la respiración y de sus labios soltó un tanto de sangre.
La humana cayó boca abajo al suelo tosiendo por el impacto, dejando a Zero con un poco de brillo en sus ojos.
– Le… Le pude dar…
Sin embargo, pocos segundos después la humana pudo levantarse del suelo con un movimiento lento y doloroso, además de comprobar el estado de su cuerpo tras ese ataque, dejando en sorpresa tanto a Zero como a ella:
La ropa estaba rasgada pero su cuerpo intacto.
« ¿Qué? ¿Qué acaba de suceder? Mi cuerpo no está herido… ¡Pero vi claramente cuando me golpeó con su arma! ¡¿Qué significa esto!? »
– ¡¿Huh!? – Zerofuku también estaba sorprendido – ¡No puede ser! ¡Yo te di…! ¡¡Qué pasó--!!
El dios fue el primero en darse cuenta de lo sucedido, y poco después Jingū llegó a una suposición muy parecida cuando sus manos fueron a su cuello: allí se encontraba su collar divino intacto y con su aura de bendición, la misma que le indicaba a Jingū que tenía a la suerte de su lado.
– … Así que fue… Por esto…
– Eres… Eres una… – ese dato solo intensificó la furia del dios – ¡¡Eres una tramposa!!
» Ese poder no es tuyo, ¡¡No te pertenece!! ¡¡Deja de usarlo como si fuera tuyo!! ¡¡Maldita tramposa!!
El aura de divinidad de la fortuna de Zero creció sin control, lo mismo que su arma, y terminó creando una forma siniestra además de cambiar la forma de la Misery Cleaver en una hacha con una gran cantidad de picos filosos en su mango así como en su filo. Sin dudar, el pequeño dios de la fortuna lanzó un tajo directo hacia la humana:
Pu Tai
[ Monje de saco de tela ]
El golpe impactó de lleno en el suelo, pero la fuerza y potencia de la fortuna provocaron una grieta en el suelo que recorrió hasta Jingu, que todavía estaba sorprendida por el collar divino; cuando se dio cuenta apenas fue capaz de moverse para evitar el tajo del arma divina…
Pero no fue suficiente: uno de sus pies recibió parte del daño que se vio reflejado en un corte superficial en su piel del cual empezó a brotar mucha sangre. Por su parte, el corte en el suelo siguió su camino hasta impactar en los jardines del fondo, los cuales se destruyeron por completo.
– ¡Ay! – Jingū cayó de espaldas contra el suelo.
– ¡¿Ahhhhhhh!? ¡¡Maldita sea…!!
– ¡O-Oye… Espera…! – Jingū se levantó de golpe y levantó ambas manos en señal de paz – ¡¿Por qué me… Me estás atacando…!?
– ¡¿No es obvio!? ¡¿Sigues sin entenderlo después de todo lo que te dije!? ¿¡No me pusiste atención!?
– ¡Claro que te escuché! Tú eres… el dios que me dio… esta bendición…
– ¡Yo no te la di! ¡Tú la robaste!
– ¡N-No…! ¡Eso no es cierto! Pero primero escúchame…
» ¿¡Por qué quieres atacarme!? Yo soy… Yo tengo parte de tu poder… ¡No se supone que así sean las cosas!
– Claro que así deben ser. Eres una sucia humana que se aprovechó del poder de un dios para satisfacer tus mundanos y mortales deseos… ¡Además, por si fuera poco, usaste ese mismo poder contra los dioses! ¡Te atreviste a matar a un dios con ese poder!
– ¿Mundanos y… mortales deseos…? – Jingū se sonrojó de la vergüenza – ¡E-Eso no es cierto! ¡Nunca lo usé para esas cosas!
– ¡¡Mientes, así como todos los humanos!!
– ¡En serio…! ¡Yo nunca lo usé para hacer ese tipo de cosas con mi espos--! – Jingū volvió a sonrojarse en gran manera – ¡no, espera, no tengo qué decir eso en voz alta!
– ¡¡Cállate humana, y desaparece!!
– ¡No, no, espera…! ¡Tú no me estás escuchando!
– ¡¿Huh!? ¡¿Qué quieres decir con eso?! ¡¿Me estás desafiando!?
– ¡N-No, claro que no! ¡Yo no quiero--!
Pero en ese momento Zerofuku ya había dejado de prestar atención; de nueva cuenta levantó su hacha divina y se preparó para lanzar otro tajo directo en Jingu, aprovechando que la humana estaba más cerca de él.
– ¡¡Desaparece!!
Pu Tai
[ Monje de saco de tela ]
El golpe de nuevo golpeó en el suelo y abrió una segunda grieta que se extendió por el espacio abierto; esta vez Jingu estaba más alerta por lo que pudo saltar con mayor precisión para evitar el corte del hacha divina, dejando que el poder de la fortuna impactase hasta lo que quedaba de la fuente y destruyéndola por completo.
La mujer humana cayó de golpe en el suelo, justamente muy cerca de la espada Taabeej que había dejado caer hace unos pocos momentos.
– ¡¡Ahhhhhhhh, maldita sea!! ¡¿Por qué, por qué, por qué…!? ¡¿Por qué soy tan miserable!?
» ¡¡Malditos humanos, malditos dioses, malditos traidores…!! ¡¡Los eliminaré a todos, aquí y ahora!!
El aura del infortunio de Zerofuku creció exponencialmente, tanto que el espacio a su alrededor se llenó de un aura malinga que prometía destruir absolutamente todo, desde las plantas hasta el suelo; un espectáculo que asustó a Jingū.
« ¡Ahhh, está fuera de si! ¡Está totalmente demente! ¡Con ese poder, podría hacerle daño a mucha gente si llega a salir de aquí!
» ¡No, no! ¡No puede salir de aquí! ¡Definitivamente va a causarle mucho daño a quien sea que se encuentre! Sean humanos, dioses, o las señoritas valkirias, o tal vez-- »
Se asustó en gran manera cuando su mente concibió los nombres de la posible gente a la que podría hacerle daño: su esposo, su hijo, sus padres… Aquellos seres queridos que habían presenciado su combate.
Si ese dios eufórico y con ese poder llegaba a salir de ese espacio cerrado, sin lugar a dudas los buscaría para matarlos…
« … No debe… No puedo permitir que eso pase… No lo permitiré. »
De inmediato el semblante de Jingu cambió: de su rostro asustadizo y lloroso, a una expresión fría y determinada, con el único pensamiento: ningún dios le hará daño a mis seres queridos.
Sus ojos se voltearon a la espada Taabeej, la cual tomó con ambas manos sin dudar y se levantó del suelo con poca dificultad, apuntando el filo de su arma a Zerofuku que todavía estaba en su trance de mala fortuna.
« Lo único que puedo hacer en este momento… Es pelear contra este dios hasta que se acaben sus ganas de matar. Tendré que… Resistir lo más que pueda para detenerlo y evitar… Que llegue hasta mis seres queridos. »
Jingu respiró profundo, apretando el mando de Taabeej, y dio un paso hacia el frente.
– Aquí voy.
Sin hacerse esperar, la humana se lanzó hacia Zerofuku para atacarlo.
Pero no se lanzó de forma apresurada: desde que tomó la decisión en su mente había activado la habilidad analítica de su maestro para poder pelear con mejores posibilidades a su favor.
Senjuu Musou
[ Defensa de mil imágenes ]
Gracias a ello fue que la humana se percató de algunos de los movimientos que estaba por ejecutar el dios de la fortuna, como aquel nuevo hachazo que estaba preparando con su arma divina cargada de infortunio.
– ¡¡Los borraré a todos!!
Uchide-no-Kozuchi
[ Gran martillo de todas apariciones ]
Aquel ataque fue el más devastador que ejecutaba Zerofuku en ese momento: el impacto no solo abrió un gran agujero en el suelo, sino que creó una gran red de grietas de enorme tamaño que se esparcieron en el campo, además que entre cada nueva abertura aparecieron rayos de mala fortuna que aumentaron en mayor cantidad la destrucción del lugar.
Y Jingū se vio obligada a atravesar aquel campo de destrucción; con únicamente la fuerza de su cuerpo y la habilidad de análisis que había desarrollado en su combate contra Sobek, se adentró en ese campo de destrucción para alcanzar al dios.
Salto por aquí, movimiento rápido por allá, y varios golpes que le alcanzaron a dar por la multi lateralidad de esa técnica masiva: aún en compañía de su collar divino no pudo evitar recibir algunas heridas superficiales en sus brazos, en las piernas, y en el estómago.
Pero aún con todo eso, la humana fue capaz de atravesarlo todo para llegar hasta Zerofuku; levantando la espada divina Taabeej con ambas manos para realizar un golpe contundente en la cabeza del indefenso dios.
– ¡¿Huh!?
– ¡Por favor, perdóneme señor dios! ¡Pero no puedo permitir que haga daño a nadie!
El filo de Taabeej dio de lleno en la cabeza de Zerofuku, tal como esperaba Jingu… Pero el resultado no era el que esperaba.
El arma divina no le hizo ningún daño, sino que fue como un palo golpeando la cabeza de su objetivo; simplemente rebotó y transmitió toda su fuerza en el dios, dejando como rastro únicamente un bulto repentino en su cabeza.
– ¿Eh?
– ¡¿Qué!?
Jingū y Zerofuku cayeron al suelo llenos de sorpresa, en especial la humana.
– ¿Por qué…? ¿Por qué el arma divina no le hizo daño?
– ¡Maldita humana…! – Zerofuku se rascó la cabeza por el gran dolor que le apareció – ¡¿Por qué hiciste eso!? ¡¿Estabas intentando matarme!?
– … ¿Eh? ¡No, no! ¡Solo quería hacerle daño para que entre en razón!
– ¡Eres una idiota! ¡Ese golpe me habría matado!
– Pero esa… No era mi intención…
– No importa… Lo que más me importa es… ¡Que también estás usando esa otra arma que tiene mi poder! ¡No conforme con robarme una vez, ahora me robas 2 veces mi poder!
– … ¿Qué? – los ojos de Jingū se abrieron y brillaron con sorpresa al escuchar esa noticia – ¡¿Acaso el arma de Gangadevi-san también tiene su fortuna, señor dios!?
– ¡¡No te lo perdonaré!!
El dios de la fortuna se levantó del suelo y empuño su arma divina con ambas manos, dispuesto a lanzarse hacia Jingu en una arremetida frontal con toda la fuerza que pudiera usar así como aura del infortunio.
Zeniarai Benten
[ Templo de las múltiples aguas ]
Con movimientos frenéticos y desesperados el dios lanzó una gran cantidad de golpes en todas direcciones, cada golpe más fuerte que el anterior y con mayor velocidad aleatoria de manera que era una lluvia imposible de predecir…
Incluso para Jingū. La humana solo pudo empuñar Taabeej con ambas manos e intentar golpear todos los hachazos de regreso para evadirlos e intentar contraatacar, pero la terrible aleatoriedad del dios de la fortuna le estaba haciendo casi imposible poder esquivar todos esos golpes…
Eso aumentó sus sentimientos de duda y miedo, lo cual de forma instintiva activó la fortuna de su collar divino que la envolvió en una bendición, de forma que muchos de los golpes de Zero, aunque le dieran, no podían dañarla; algo de lo que se percató rápidamente la mujer japonesa.
« Ha estado pasando eso desde hace rato… No importa que me dé con su arma divina. No puede dañarme… Y yo tampoco puedo dañarlo…
» ¿Será por la fortuna que tenemos en común? Es la misma suerte que él creó y que me cuida a mi, así como la suerte que tiene el arma divina de Gangadevi-san… Así que…
» ¿Me estás diciendo que siempre que tengamos la misma fortuna nos será imposible hacernos daño? Entonces… ¿Cómo se supone que vamos a terminar esto--? »
En ese momento, otro gran terremoto de gran magnitud arremetió en medio de esa pelea, interrumpiendo de golpe el momento, junto con una lluvia de escombros pertenecientes al jardín en donde se encontraban que les cayó encima, producto del desastre original que estaba ocurriendo en el campo de batalla.
Voormithadreth: Leng
[ Segunda Prueba: Abismo Profundo de la Eternidad ]
Antes que ambos pudieran reaccionar a aquel evento, ambos fueron enterrados en los muchos escombros…
Y todo quedó en silencio…
Fecha de publicación: 06/02/25
ASFD
Nota de autor: Muy buenas mis queridos Ragnabrothers.
Volviendo con la bella durmiente, con una pelea interrumpida por los eventos del coliseo que ha terminado en un "empate" para ambos.
Ambos se atacan con todo lo que tienen al mismo tiempo que sus fortunas los protegen, hasta que los sucesos del coliseo se entrometen, ¿Si no hubiera sucedido, la pelea no tendría fin? ¿Zerofuku por fin se habrá calmado? ¿O esto será solo un punto de quiebre más para Zero? ¿Jingū tendrá un momento en paz después de despertar?
Lo siento si se quedaron con hype, pero me di cuenta que esta pelea no podía alargarse mientras siguiera la ronda fantasma XD, así que tocó darle punto de pausa. Y pensar bien que será de la bella durmiente y de Zerito-chan antes del tercer arco, pero espero pronto continuar con esta subtrama que traerá más cosas que solo fortuna UwU.
Todo esto y más, por el momento en pausa. Pero todavía tenemos muchas subtramas que leer, así que, sin más qué decir, ¡Los leo en el siguiente capítulo!
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