Capítulo Cinco: Tómalo como nuestra primera cita.
¡Debes decirme de dónde los conoces Jordan!
Son irreales. Tanto atractivo en una misma persona me hace dudar de mis ojos!!
21:48 p.m.
Los conozco porque sus padres son amigos de mis padres. Hace miles de años JAJAJA
Pues creelo amiga, ellos agotaron las reservas de belleza para los otros chicos.
21:49 p.m.
Te vi algo nerviosa con la presencia de Zack... ¿Te gusta?
21:50 p.m.
Lo hablamos mañana en el almuerzo.
Te amo Saven.
21:50 p.m.
¡Noooooo! Pero guardo la esperanza en que me digas c:
También te amoooo.
21:51 p.m.
Golpeo mi móvil dejándolo sobre mi mesa de noche y me levanto de la cómoda cama para ir a cepillarme los dientes. Bostezo con fuerza al abrir la puerta y mirar las dos habitaciones de huéspedes ocupadas por los chicos de intercambio.
Camino arrastrando mis pies sobre el frío suelo, llego al baño, me cepillo los dientes y regreso realizando la misma acción hacia mi habitación. Le lanzo un beso a mis dos padres que se encuentran mirando la telenovela en la sala de estar e ingreso a mi oscura habitación, no enciendo la luz ya que conozco el recorrido de memoria y me lanzo de lleno contra las sábanas, pero extrañamente, me encuentro con una almohada muy particular.
Con mis manos recorro la dura almohada, con el ceño fruncido, bajo la mano sintiendo como ¿respira?
—Si continúas bajando la mano, llegarás a zonas prohibidas y no queremos que el ambiente sea caliente. —saco mi mano de golpe y enciendo la luz de mi mesa de noche.
—¿Qué haces aquí? —cuestiono completamente indignada.
Su rostro es contorneado con tanta delicadeza por la luz y la oscuridad. Como si ambas supieran que se trata de alguien importante y magnífico, como para darle un aire fantástico y sin desearlo.
—Vengo a cumplir con mi palabra. —argumenta con orgullo.
—¡Ni te conozco! —suelto indignada—. Sal de mi habitación antes de que comience a golpearte.
—Hola mi lady, mi nombre es Caled, como ya sabes. Hoy me encuentro dentro de su habitación para cumplir con mi promesa de verificar si su hermosa persona es sonámbula o simplemente me está mintiendo. —habla con elegancia, recordandome a las personas de la realeza.
—¡Estas loco! —lo acuso saliendo de mi sorpresa por su tono al hablar—. ¡Fuera de mi habitación!
—Pero mi lady, tenemos un acuerdo. —continúa con su tono elegante.
—Bien, ¿por qué poner tanto empeño en algo tan tonto como esto? —me siento cruzando mis piernas y brazos, poniendo mi mejor rostro de seguridad.
Pasa sus brazos por detrás de su cabeza hasta dejarlos descansar sobre ella, marcando la musculatura de ellos y embobandome en el proceso. Luce muy bien en esa posición.
Concentrante Saven.
Medita su respuesta por varios minutos, en donde me permito detallar sus facciones y sin encontrarme con alguna imperfección en su blanca piel que parece tomar un aire de pureza las zonas iluminadas por la lámpara y aquellas zonas entre las penumbras, tomar un aire misterioso. Okay, ya estoy divagando.
—Tan solo curiosidad. —responde sin más.
¿Acaso cree que soy estúpida?
—Fuera de mi habitación Caled. —señalo la puerta.
—Prometo portarme bien y ser silencioso. —giro mis ojos al mirar un ridículo, pero tierno puchero sobre sus labios.
Bien. Señalo el suelo, al lado de una cama y lanzo una almohada.
—Espero y cumplas Caled. De ese lugar no te mueves y si se te ocurre tocarme te voy a cortar tu mano con un cuchillo. —se levanta de la cama y se acuesta sobre el suelo sin rechistar.
Me acomodo sobre las sábanas, apago la lámpara y me cubro hasta la mollera fingiendo que no tengo un chico durmiendo en el piso de mi habitación.
(...)
《—Por favor, debe de llamar a su hermano...》
《—Douglas, el juro cuidarla. 》
《—Nuestra última esperanza.》
—¡Saven!
《—Llevela con usted, se lo pido.》
《—Él sabrá qué hacer...》
—¡Saven!
《—Los viajeros, la ocultaran.》
—¡Saven!
Un grupo de personas encapuchadas se encuentra a mi alrededor, puedo percibir su aura amenazante. Giro sobre mis pies sorprendida por su repentina aparición y un pequeño cuerpo se agita con molestia entre mis brazos. Bajo la mirada y es un bebé.
—Entregue al bebé. —ordena un hombre y extiende su enguantada mano.
Retrocedo asustada y niego rotundamente con la cabeza.
—Entregue a la niña. —dice está vez una mujer.
—No... —musito, observando al grupo muerta del miedo.
—¡Entregue al bebé! —gritan todos al mismo tiempo.
—¡Ayuda! ¡Ayúdame Caled! —comienzo a gritar con pavor.
El grupo de personas comienza a caminar hasta encerrarme en un asfixiante círculo entre sus cuerpos cubiertos por capas oscuras, abrazo con fuerza el cuerpo del bebé escuchando los quejidos que suelta incomodo. El miedo me invade y sin poder evitarlo un grito desgarrador sale de lo mas profundo de mi ser.
—¡Saven! ¡Reacciona! ¡Saven! —parpadeo con rapidez y mirando en todas mis direcciones.
—¿Dónde están? Ellos... ellos querían dañarme. —musito impresionada por el modo en el que aquel sueño me perjudicó tanto emocionalmente.
Me encojo con el cuerpo temblando ligeramente del miedo y el frío.
—Todo estará bien mi lady, yo me aseguraré de ello. —habla Caled tratando de tranquilizarme
Lo miro con los ojos picando al estar con las lágrimas amenazando por salir. Sus oscuros ojos estudian mi rostro en busca de algo, pero al finalizar, me mira con detenimiento y preocupación. ¿Por qué? No nos conocemos.
—¿Estás bien? —pregunta en un susurro.
Asiento con una extraña sensación de abrazarlo inundando mi cuerpo, pero me abstengo y estudio nuestro alrededor.
—¿Dónde estamos? —cuestiono sin poder ubicarme realmente.
—En el cementerio del pueblo Farren. —responde Caled, levantándose y extendiendo su mano para ayudarme a levantarme, la acepto sin rechistar.
Ambos caminamos en silencio hacia la entrada. Me abrazo cuando una fría ventisca nos ataca, mis dientes comienzan a golpearse entre sí y busco entre mi cuerpo alguna fuente de calor. Me resulta extraño el hecho que después de cada uno de estos episodios aparezca en medio del cementerio y frente a la lapida de Violeta Parker, quien solo fue una mujer que murió por un accidente automovilístico a las afueras del pueblo. Nada del otro mundo.
—Toma. —Caled me extiende una chaqueta negra y la tomo sin pensarlo demasiado.
—Gracias. —asiente y continúa caminando.
Los grandes portones de la entrada se encuentran abiertas, así que salimos sin dificultad alguna rumbo a nuestro hogar. Bajo la suave luz de la luna, el camino hacia el centro de Farren luce tenebroso para quien transita en completa soledad, pero la compañía de Caled me ayudaba a apaciguar ese miedo.
Ya en los silenciosos caminos del pueblo distinguimos un grupo de ebrios en medio de nuestro camino, así que sin medir realmente las consecuencias de mis actos, tomo de la mano a Caled donde una corriente eléctrica no tarda en recorrer mi cuerpo y darme un poco de calor. Me encojo contra su cuerpo cuando nos acercamos al grupo de hombres que recorren sus miradas sobre mi cuerpo.
—¿A cuanto la hora mi amor? —grita uno de ellos.
Me acerco aún más al cuerpo de Caled —si tan solo eso fuera posible—, buscando refugio y calor. Ya que su cuerpo desprende un agradable calor que le falta al mío debido a mi corto pijama y blusa de tirantes delgados. Puedo sentir el cuerpo del chico tensado, pero con una caricia en el agarre de mis manos le dio a entender que no es necesario discutir con esa clase de personas.
—¡Las chicas del pu... —todos ellos guardan un silencio sepulcral en cuanto los oscuros ojos de Caled les envía una señal de advertencia.
Caled me da un suave apretón en la mano mostrando seguridad y luego le lanza otra mirada asesina al grupo de hombres ebrios, puedo distinguir como sus ojos se vuelves un poco mas oscuros cuando recorre uno a uno a los hombres, pero cuando voltea a mirar al frente, regresan a la normalidad. Al estar a una distancia prudente y donde mi hogar comienza a aparecer, me libero del agarre de Caled sintiendo esa falta de calor que su cuerpo me otorgaba.
Al llegar al porche, saca la llave del bolsillo de su pantalón y abre la puerta invitándome a pasar primero, ingreso, me saco la chaqueta y se la entrego.
—Gracias por cuidar de mi esta noche.
—No fue nada. —se alza de hombros tomando la chaqueta.
—No, en serio, gracias.
—Esta bien, de nada mi lady. —sus ojos me miran divertidos y su rostro se transforma con una expresión pensativa—. Puedes tomar esta salida como nuestra primera cita. —me guiña un ojo y camina al pasillo rumbo a su habitación.
—Tenías que arruinarlo. —me quejo, mirando su espalda cerca de la puerta de mi habitación.
—Oh no mi lady, yo nunca arruino las cosas —se da la vuelta y se inclina un poco para quedar a la altura de mi rostro—, al contrario, yo siempre mejoro las cosas. —sonríe egocéntrico—. Descansa mi lady.
Dicho esto, ingresa a su habitación y yo me quedo en el pasillo como una tonta procesando el ataque que sufrió mi corazón al tenerlo tan cerca de mi rostro y con el objetivo de tranquilizar mi respiración. Bien, seguro es la agitación de caminar tanto.
¡¡¡ESPERO QUE ESTÉN DISFRUTANDO DE ESTA HISTORIA!!!
Por favor cuídense mucho y a sus seres queridos. No olviden lavar sus manos y nos leemos en el próximo capitulo hoy en la noche (horario de Costa Rica).
Besos mágicos :)
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