—Mi abuelito quiere que el señor Reino Unido me muerda.

—¿Eh? —USA dejó su bebida de lado para mirar a Ecuador— ¿Por qué?... ¿Mi padre aceptó?

—Dice que, si el señor UK nos muerde o algo así, nos convertimos en vampiros... Y si no, nos va a dar con la chancla.

—¡Oh! ¿Por lo de la casta vampírica y los requisitos para cederla?

—Sí.

—Pero... Ya te mordí y no ocurrió nada.

—Sí... —el tricolor se encogió de hombros—. Solo una marca de una semana y ya.

—Eso significa que...

—Sí... Darlincito, ambos sabíamos que yo no cumplía con "ese" requisito.

—Cierto... —se encogió de hombros—. ¿Y qué hay para cenar?

—Calentado.