63.
—¿Hub? ¿Por qué estás tan triste?
—Mami... VatiVati me echó de su casa.
—Lo siento, querido —Canadá le acarició la mejilla—. Sé que te gusta mucho, pero si no te corresponde... Tal vez no sea para ti.
—Pero...
—Aunque... ¿Por qué te echó?
—Intenté seducirlo.
—Pues... no veo por qué se enojó.
—Intenté seducirlo usando un disfraz de monja sexy.
—Hub...
—¿Qué? Me veo fabuloso usando eso.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top