34.
—USA, ¿qué te dije de del espionaje cibernético?
—Que lo hiciera bien para que no me descubrieran.
—Entonces ¿por qué todos lo saben? —UK lo miró fijamente.
—¡Deja de molestarme! Eres un odioso.
—Ya sabes de quién heredaste esa parte de tu personalidad.
—¡Yo no soy odioso! ¡No soy como tú!
UK solo lo miró con seriedad, por un largo rato en silencio.
—¡Oh, god! ¡Soy como tú!
No pudo soportarlo, USA gritó por la horrible verdad que lo golpeó.
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