149.
—Mex
—Otra vez andas depre?
Lo miró interrogante
—Hum... No es eso
—No digas más. Ven, gringo —abrió sus brazos
—Qué?
—No te hagas. Adoras mis abrazos. Solo ven
Y aún con las palabras de Ecuador en su cabeza, con dudas y un poco de vergüenza, USA sonrió para refugiarse en el pecho de México. Sonriendo feliz al percibir su aroma, dejando que emitiera suaves feromonas para consolarlo y escuchando ese corazón tranquilo
—Yo te cuido, USA
—Gracias
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