117.
—Me gusta tu cabello.
Japón sonrió avergonzado.
—Gracias.
—Me recuerda a la nieve. Pero no a toda la nieve. Solo a esa nieve ligera que cubre la copa de los árboles. No a las tormentas, esas las detesto profundamente.
Japón rio bajito.
—Ya entendí, USA.
—En fin... ¿Quieres ir al cine? Yo invito.
—¿Podemos comprar snacks?
—Claro. Un hot dog y lo que gustes.
—¡Genial!
—Acabo de recordar que también me gusta tu sonrisa.
—Ah —eran esas palabras que hacían revolotear su corazón.
—Y las películas de terror... ¿Vemos una de terror?
—Sí.
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