"Estoy quemado, mierda necesito descansar. Pero,¿Cómo puedo escapar de ti si estás en mi cabeza?.

Estoy escuchando ruidos,
¿Qué mierda es ese sonido?

Las cosas se ponen más extrañas cuando salgo de la ciudad.
No estoy cómodo.
No, simplemente no puedo sentir en absoluto.
Así que voy a tomar otro medicamento, porque estoy incómodo.

No huire de ti.

Estoy escuchando voces,
¿Qué mierda es ese sonido?

Estoy pasando por problemas de los cuales no debería hablar"

Al final Blade no pudo estar mucho tiempo conmigo ya que lo llamaron del trabajo diciéndole que al final tenía que ir ayudarlos, le darían un poco de plata extra así que fue.
No pude contarle todo, me faltó mencionarle sobre el diario que encontré, supongo que en el fondo no pude decírselo por alguna extraña razón siento que no debería.

Y ese fue mi primer error, tal vez con su ayuda hubiera podido evitar lo que pasó...

Los dos llegamos a la conclusión de que tenemos que ir a averiguar a ese orfanato, muchas cosas extrañas quedaron pendientes ahí, necesitamos respuestas.

Primero deberíamos encontrar a la señora para preguntarle quien era ese chico.

Segundo tendría que tratar de encontrar información sobre este chico Raven.

Y tercero de paso tengo que ver a Aiden.

Blade me hizo prometerle que no iría sin él, así que tengo que esperar a que salga de trabajar y me venga a buscar.

Estoy a un par de cuadras de mi casa, decidí volver caminando, él insistió por traerme pero además de que sino se le haría tarde lo necesitaba para poder pensar en todo esto.

Mi vida desde que tengo memoria fue un caos pero nunca había sido tanto...

En unos días cumplo de 18, este mes paso volando, con alas negras tan oscuras como un callejón sin salida, y tan rápido como el humo en pleno incendio, que se adentra poco a poco en vos ahogandote a medida que va pasando.

Así es como sentí este tiempo.

Paso por al lado de una tienda de electrodomésticos, donde tienen un reloj colgado en la pared, cada segundo que pasa retumba en mi cabeza, persiguiendome y recordandome que no puedo escapar de lo que viene.

Tic...

Toc...

Sólo necesito que paré.

Vos sabes lo que tenes que hacer...

Eso no va a pasar

El tiempo se te acaba y sabes que cuando llegue el momento no lo vas a poder evitar.

Cierro los ojos y empiezo a correr necesito alejarme de ese sonido, necesito sacarlos de mi mente.

Con cada paso siento como carcajadas hacen eco en mi mente, intento callarlas pero no puedo.

Sólo una cuadra más...

Las risas seguían ahí, burlándose de mí como si supieran todo lo que va a pasar, tal vez si lo sabían y muy en el fondo yo también pero iba a hacer lo posible para evitarlo.

Al fin puedo ver la puerta de mi casa, me apuro en encontrar las llaves, una vez que lo hago las hago girar en la cerradura y entró a la casa. Apenas pongo un pie adentro siento como las carcajadas se van yendo y vuelvo a cerrar la puerta con llave.

Eider estaba en la cocina, no tengo ganas de discutir así que voy directo a mi habitación.

Apenas veo mi cama siento como si algo me llamará, levanto el colchón y saco el diario de ahí, necesito seguir leyéndolo, todavía tengo tiempo hasta que venga Blade puedo avanzar un poco.

Un pedazo de cartón resalta en el borde del cuaderno marcando donde me había quedado, lo abro por ahí y comienzo a leer un nuevo día:

Estúpido diario:

Todavía sigo sin compañero, estoy empezando a sospechar que no es que no haya nadie, tienen miedo de lo que soy capaz.
Siempre me dicen que está mal lo que hago pero ellos me dicen que está bien, y creo que tienen razón.

¿ellos? ¿De lo que soy capaz?

Estúpido diario:

Cada vez son más frecuentes, a veces no las soporto.
Cuando hable de esto con otras personas me dijeron que no es normal.
Yo pensé que a todos les pasaba.
¿Por qué yo?

¿Cuánta casualidad puede ser que justo hay otro Raven en el mundo que le pasaba lo mismo que a mí?

Claramente no lo es, pero esto es verdad o es una broma de alguien que sabe lo que me pasa ¿el desconocido?.

¿Fue sólo casualidad que encuentre este diario o alguien quería que lo haga?

Estúpido diario:

Cada vez hablan más fuerte, hay veces que sólo quiero arrancarme la cabeza.
Necesito que se callen, y creo que encontré la forma de hacerlo.

¿entonces si hay una forma de callarlas?

Estuve tan metida pensando que significaba todo eso que no me di cuenta que ya se hizo la hora de encontrarme con Blade.

Un mensaje resalta en la pantalla de mi celular diciendo que está afuera.

Vuelvo a guardar el diario abajo del colchón y salgo de mi casa, apenas paso por la puerta veo la camioneta vieja de mi mejor amigo.
Al abrir la puerta de co-piloto se escucha un crujido debido a los años que lleva.

—¿Sabes la dirección?

—Creo que si, cualquier cosa estas vos para guiarme — Al decir eso intenta prender el motor y después de tres intentos arranca. —¿Lista?

Por un segundo nuestras miradas chocan para después volverla a poner al frente.

 —Mhm— respondí asistiendo sin separar los labios.

Pero, ¿Estaba lista en verdad?

Podríamos no encontrar respuesta o peor podríamos encontrarlas, aunque quiero saber que es todo esto, tengo miedo de lo que conlleva saberlo, ¿y si es peor?

Cada vez confirmo más la teoría del que el gato no murió por la curiosidad, se suicidó a saber la verdad, una vez de que salís de la burbuja que te protege no hay forma de volver a entrar, la realidad a veces puede dar miedo, tanto como para anhelar la muerte.

—Hey, todo va a estar bien.

—No hay forma de asegurar eso.

—Mientras estemos juntos siempre se puede asegurar eso.

Supongo que cumplió su propósito, hacerme sonreír, distraerme.
Cuando ve que ya estoy mejor sonríe y vuelve la vista al frente.

No faltaba mucho para llegar, ya habían pasado veinte minutos desde que salimos, faltaban alrededor de diez minutos.

Todavía no sabía que íbamos a hacer al llegar, ¿entrar y preguntar si vieron una señora que trabaja ahí que reconoció un dibujo? Nop, nos tratarían de locos, ¿Que uno distraiga y el otro revisa los archivos? Tampoco estamos en una película...

Supongo que nos queda improvisar.

Pasamos las rejas del orfanato y Blade estaciona cerca de la puerta.

—¿Ahora que hacemos?— pregunta el Rubio.

—Ni idea— levanto mis hombros —¿Improvisar?

—Podemos decir que somos una pareja y que queremos adoptar a alguien.

—¿De qué nos serviría eso?

—No lo sé  pero pasamos desapercibidos.

—Tenemos que encontrar a la señora.

—¿Sabes su nombre?

—No.

—Bueno tendremos que describirla para ver si saben quién es.

Sin dejarme responder se encamina hacia la puerta dejándome atrás.

Supongo que nos creerán locos entonces...

Apuro mi paso para alcanzarlo.

Apenas entramos hay varias personas caminando por el pasillo trabajando, y una chica atrás de un mostrador que es donde nosotros nos dirigimos.

Antes de que pueda hablar él toma la palabra.

—Hola, buenos días.

—Hola, ¿Están interesados en adoptar?, parecen muy jóvenes.

—Si. 
—No.

Respondemos al mismo tiempo, los dos miramos mal al otro.

Antes de que pueda volver a hablar le piso el pie.

—No, No queremos adoptar.

Si antes me miraba mal, ahora ya no se como describirlo.

—Entonces... ¿Qué se les ofrece?

Blade retoma la palabra.

—Estamos buscando a alguien que trabaja acá.

—¿Cómo es su nombre?

—Ese es el problema... No lo sabemos.

—Entonces no sé cómo ayudarlos...

—Es una señora alrededor de los...

—50, alrededor de los 50 años —completo la frase de Blade — tiene ojos de color café, su pelo es canoso pero se nota que antes era rubio.

—Lo siento, sin un nombre no puedo ayudarlos, hay muchas personas con esas características, ¿Para qué la necesitan?

—Necesitamos preguntarle algo.

—Díganme tal vez los pueda ayudar.

—No hace falta, gracias igual— le responde Blade, y nos vamos alejando yendo a la puerta, tal vez no fue buena idea venir sin un plan.

No damos ni dos pasos que siento mi celular vibrar.

Desconocido:
Arwen Brumby.

—Espera—le digo agarrándole el brazo así no avanza más.

—¿Qué?

Vuelvo al mostrador donde está la chica.

—¿Sabe donde está Arwen Brumby?

—Si, debe estar en el sector 3,  ¿A ella necesitan?

—Si, ¿podrías decirle que venga?— veo como duda en que hacer— Por favor...

 —Bien, sólo esperen un segundo.

—Gracias.

Nos alejamos de ahí y nos sentamos en unas sillas que hay al frente, parece ser como una sala de espera.

—Me dijiste que no sabías su nombre.

—Es que no lo hacia

—¿Y entonces?

—Recibí un mensaje del Anónimo sólo puso ese nombre, me pareció mejor intentar a ver si era...

—¿Por qué te ayudaría? ¿Cómo sabe que es ella?

Y en ese momento caí que la pregunta era ¿Cómo sabía que lo necesitaba ahora?

Empiezo a mirar por todos lados a ver si lo veo pero no encuentro nada sospechoso.

Una señora entra a la recepción y cuando la observo bien puedo ver que es Arwen.

Nuestras miradas se encuentran y parece reconocerme aunque quisiera irse para ignorarme no podría, supongo que llegó el momento de aclarar un par de cosas.

Blade y yo nos acercamos a ella.

—¿Podemos hablar?

—Claro, pero vayamos a un lugar más privado.

Parecía nerviosa...

Tal vez yo debería estarlo también.