Capítulo 6
"Justo cuando la vida se arruina,
Justo cuando no podes retroceder,
A veces la vida se pone así,
Es mi adicción.
Saca mi pie del acelerador,
Pisa un cristal delgado como el papel.
Porque somos los solitarios.
Todo lo que tienes que hacer es morir un poco, morir un poco para sobrevivir.
Ayúdame a entender mi mente.
Calma mi mente obsesiva.
Puedes seguir mis líneas,pieza por pieza, tiempo por tiempo
Toma mis manos cuando este ciego"
Durante todo el viaje hasta llegar a mi casa estuve dándole vueltas a todo lo que pasó:
La misteriosa señora.
Aiden.
El cuaderno con mi nombre.
Eran muchas cosas en un sólo día. Todavía ni siquiera le habia echado un vistazo al diario para ver que decía. No sé si era por miedo a saber lo que encontraba, pero es absurdo, no podría encontrar algo ahí, hay muchas personas con mi nombre, solo debe ser una extraña coincidencia.
Las coincidencias no entran en tu vida, deberías saberlo ya.
Lo sabía, pero no quería aceptar que era distinto.
Si lo aceptaba... eso significaría que todo este asunto es mucho más complicado de lo que pensé y no sabía donde terminaría todo esto.
Llegue a mi casa hace una hora.
Una hora donde todavía no había agarrado el cuaderno, donde todavía no había pensado lo que significaba aquel mensaje del número desconocido, donde no aceptaba que el chico que dibuje tenía una posibilidad de ser real.
Deje de dar vueltas, me senté al borde de mi cama sintiendo la áspera tela debajo de mis manos y piernas, agarró el cuaderno que había quedado en un rincón desde que llegué.
Al pasar el dorso de mi mano por arriba de la tapa, podía sentir lo tosco que era debido a los años que llevaba, paso mi dedo por encima del nombre escrito en el centro, se podía apreciar un leve pozo a medida que el desprolijo trazo marcaba las letras, podía pasar casi desapercibido.
Al abrirlo se podía ver que lo que antes eran hojas blancas ahora estaban teñidas de un tono amarillento y eran ásperas al tacto. Lo primero que lograba ver era una desprolija caligrafía en imprenta, parecía la letra de alguien alrededor de siete años.
Pasó las hojas rápidamente con mi dedo gordo hasta llegar a la primera, allí se encontraba dibujado un cuervo o lo más parecido a ello que lo puede hacer un niño, era tan negro como el carbón, abajo del animal que estaba en el centro de la hoja se podía notar que había algunas gotas muy diminutas rojas, como si se hubiera salpicado con algo, era un detalle que se podía pasar por alto si no prestaba atención pero ahí estaban.
Al pasar a la siguiente hoja me doy cuenta de que es un diario, en todas estas páginas están plasmadas la vida de alguien más, que pronto conocería, tal vez no debería pero de alguna manera inexplicable sentía la necesidad de hacer.
Sin dar vueltas empecé a leer:
Se llevaron a mi compañero de habitación y él se olvidó este cuaderno, no creo que lo extrañe así que no hay problema si me lo quedo.
Ya que ahora no tengo con quien hablar voy a empezar escribirte creo que es hasta incluso mejor, Jensen nunca entendía lo que le decía o le daba miedo, por lo menos vos no podes hablar para reprochar o quejarte y mucho menos para decir de ir a jugar, agh como si fuera divertido, la gente de mi edad no me entiende o tal vez sea porque no soy como ellos, tal vez no sea normal, pero soy mejor.
Así que holaa, desde ahora serás mi estúpido diario.
Así termina la primer página, que al parecer es una introducción al diario.
Este Raven al parecer es un él no un ella y parece muy maduro para su edad. Aunque viviendo en un Orfanato es relativa la madurez porque cada uno vivió una realidad distinta a los nenes de esa edad, tenes que aprender a crecer rápido o dejar que te destruyan una y otra vez.
Estando en un lugar como ese sabes que siempre podes encontrar alguien con una historia peor que la tuya, algunos fueron maltratados, otros abusados y otros simplemente abandonados, pero la diferencia es que los que más sufrieron antes al llegar ahí están mejor porque al fin termino una tortura y los que son abandonados la pasan peor preguntándose eternamente el por qué.
Pasó a la siguiente hoja:
Estúpido diario:
Estoy harto de estar acá encerrado, de hacer las supuestas cosas que son para mi edad, yo no sirvo para eso.
Cada vez que hago lo que quiero me encierran en la habitación de los castigos, tengo que estar una hora ahí pensando "lo que hice mal".
No entiendo que les espanta tanto, siempre dicen que no está bien lo que hago...
Entonces, ¿Por qué se siente tan bien?.
En fin ya no puedo hablar más, ya vino Arwen a buscarme para ir a cenar.
A veces no hay que contenerse, ¿No, Raven?
Mis ojos se cierran con fuerza pero esas palabras siguen haciendo eco en mi cabeza.
Se te acaba el tiempo, tic... toc...
Siento como si tuviera adentro de mi cabeza un reloj, aturdiendome cada vez más a medida que pasan los segundos.
Tic... Toc...
Cada vez se vuelve más fuerte.
Llevo mis manos a mis oídos.
Llegue a un punto donde ya empieza a doler mi cabeza.
Inhala...
Exhala...
Después de repetirlo unas diez veces el ruido va disminuyendo permitiendome respirar bien.
Levanto el diario, que no me había dado cuenta que termine tirando, para poder seguir leyendo.
Cada vez las pesadillas son peor, cada vez hay más sangre y me cuesta respirar más, soy él único que queda vivo, lo único que veo es humo, estiró mi mano para llegar a ella pero nunca llegó. Con las pocas fuerzas que me quedan intento irme pero cada vez que lo hago siento gritos.
No recuerdo más, siempre me levanto todo transpirado y gritando, cada vez tarda más en irse la desesperación.
Sé que ese día me va a perseguir para toda la vida, también que ese día fue el detonante.
Desde ese día se hizo más frecuente y fueron más fuertes, estar rodeado de sangre no ayudo.
Todavía recuerdo lo que dijeron y tenían razón.
Al terminar de leer mi entrecejo fruncido por la confusión es lo que más resalta en mi cara, pero no tengo tiempo de pasar a la próxima página porque mi celular suena interrumpiendo lo que iba a hacer.
Es un mensaje de Blade.
Rubio Hueco:
Tengo el día libre hoy no trabajo, ¿nos vemos?, paso por vos en 10'.
Te espero.
Dejo el diario abajo del colchón de mi cama y me cambio la ropa una vez que termino me llega un mensaje de que ya llegó, algo que se toma en serio Blade es la puntualidad.
Antes de salir agarró mis llaves para cerrar la puerta al irme.
Como se está haciendo costumbre tenemos una larga charla para ponerte al día Bladecito.
Tic... Toc... Raven.
Trato de ignorarlos y voy donde está el rubio esperándome.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top