Capítulo 23
"Ella tiene una sonrisa que luce como la mía, me trae recuerdos de mi niñez donde todo relucía como el brillante cielo azul, de vez en cuando, cuando veo su rostro me lleva muy lejos a ese lugar especial y si me quedo mirando mucho tiempo probablemente romperé en llanto, oh dulce niña mía."
Mientras espero a que Blade llegue de su cita, sigo dándole vueltas a todo el asunto del plan, entre toda la información que buscaba, pude encontrar que el psiquiátrico tenía un sitio web, lo extraño era que no era uno de los primeros links que aparecían al ingresar el nombre del lugar, después de entrar a muchas páginas sin tener mucho éxito con la información encontrada, en una de ellas te aparecía como derivada para saber más, el sitio web oficial. No sé por qué alguien se tomaría tanto afán por ocultarla si casi no había nada en ella, había algunas fotos del lugar de antes y un par más actualizadas, un poco de información sobre lo que ofrecían y un número telefónico por si necesitas ingresar a alguien, intente llamar pero lo único que se escuchaba era que esa línea telefónica no existía. Es como si no quisieran que nadie diera con él y dejarlo en olvido.
Pero de algo por lo menos sirvió todo eso, quizás fue lo único interesante que pude obtener, abajo de todo en la página después de un gran espacio en blanco, decía que buscaban a alguien para un puesto de trabajo, era como ayudante administrativo, atenderían la recepción y ayudarían con algunos tratos de los pacientes, era un trabajo de medio-tiempo. Estuve pensándolo por varios minutos, pero no veo mejor oportunidad que está, necesitaba poder entrar ahí y revisar que había en la habitación número treinta y cuatro pasando por desapercibida, ¿y que mejor forma de hacerlo que trabajando ahí?
Así que ese era mi plan, infiltrarme, buscar la información que necesito y seguir, como extra de motivación me pagaban por hacerlo.
Sé que Blade no va a estar de acuerdo en que este sola en ese lugar, pero también sé que va a confiar en mi y con eso lo voy a terminar de convencer.
El tintineo de unas llaves golpeando con la puerta, es la señal de que ya había llegado a casa, entro en la cocina, donde yo me encontraba, con una sonrisa que no podía ocultar, pero al verme la mirada de preocupación ganó en su rostro. Se sentó en la silla junto a mí, apoyo sus antebrazos sobre la mesa y me miró con atención.
—Y bien... ¿Qué averiguaste?¿Cuál es tu plan?
—Hola para ti también.
—Raven...
Suspiro de resignación, no se va a tranquilizar hasta que le cuente todo, aun que él tampoco se va a salvar, después de todo me tiene que contar como le fue en su "salida".
—Bueno, en realidad no pude encontrar mucho, no hay mucha información como si alguien hubiera hecho que solo este lo básico sobre él y nada más dejándolo en el olvido, ni siquiera vi que haya en algún lado la dirección, solo poniendo directamente el nombre de la calle como hicimos nosotros a parece dicho lugar. Y no es lo único extraño...
Frenó para ver si me esta siguiendo con lo que le estoy contando, cuando asiente lentamente como digiriendo todo lo que dije prosigo.
—Al parecer hay una página oficial del lugar, pero no aparece entre los primeros links de búsqueda como debería ser, de hecho ni siquiera aparece, la encontré dentro de otro sitio web que lo ponían de referencia para buscar más información, pero no entiendo por qué estaría tan oculto si casi no hay información en ella, es como si alguien quisiera ocultar este lugar del mundo.
—¿Cómo vamos a hacer para entrar?, seguramente este lleno de guardias para controlar a los pacientes, por lo tanto sería muy difícil pasar sin que nos digan algo—preguntó seriamente.
—Lo único útil que pude ver en la página es que buscan a alguien para un trabajo de medio-tiempo y...
—Ni hablar —me interrumpe.
—Es el plan perfecto, nadie me diría nada si estoy por ahí, tengo un poco de más libertad para buscar información y además me pagarían así que puedo aportar algo de plata para la casa.
—Puede ser peligroso, además si te atrapan te puede meter en serios problemas, y tenes que ir al colegio todavía.
—No me va a pasar nada, y puedo ir al colegio igual, es un trabajo de medio-tiempo puedo hacer ambas cosas.
Él empieza a dudar, sabe que tengo razón es una buena oportunidad pero sigue con su manía te intentar protegerme.
—Blade, te amo por cuidarme, pero no te preocupes todo va a salir bien.
—Esta bien, pero a la primera que veas algo raro te vas de ese lugar y me llamas —contesta entre suspiros.
Hago una seña militar como respuesta y él sonríe levemente, golpeando mi hombro al mismo tiempo, logrando relajar el ambiente.
—¿Entonces ese es tu plan?, empezar a trabajar ahí.
—Sí, vamos a ir e intentar que me hagan una entrevista hoy.
—Bien, andando...
Hago un ruido con mi boca demostrando mi negación a su propuesta y me mira confundido.
—No tan rápido, no nos vamos hasta que me cuentes que paso con ese tal Chase.
Blade suelta un bufido pero sabe que no tiene escapatoria, así que se vuelve a sentar en la silla de antes.
—Le dije mi nombre, use la excusa que me habías dicho, no se enojo como esperaba, de hecho fue bastante comprensivo y entendió por qué lo hice, así que fuimos a tomar un chocolate caliente en una cafetería y fuimos conociéndonos un poco.
Mientras me iba contando, en ningún momento me miro, dejo la cabeza baja mirando la mesa todo el tiempo, tiene un leve sonrojo en sus mejillas.
Sonreí porque él parece feliz, por una vez en todo este tiempo hace algo más que preocuparse por mi, hace algo normal como cualquier adolescente.
—Te gusta.
—¿Qué? No, no lo sé, es muy rápido como para saberlo.
—No era pregunta.
Blade se pone todavía más rojo y era demasiado notorio a comparación de el tono blanco de su piel y sus cabellos rubios que también eran claros.
—¿Por qué estás tan convencida?
—Porque nunca te vi tan nervioso como con respecto a él, y se nota que te interesa desde la primera vez que lo viste.
—¿Qué debería hacer? —pregunto con un algo de angustia.
—Deberías asegurarte de que es reciproco, aun que dudo que no lo sea, también asegúrate de que sea una buena persona con buenas intenciones, si vale la pena pelea por él.
—¿Dejarías que entre en todo esto?
—Si vos crees que es de confianza como para contarle todo, sí. Confío en vos y en tus decisiones.
Blade me apretuja entre sus brazos por unos segundos.
Cuando terminamos el momento sentimental, nos ponemos en marcha para ir al psiquiátrico Pennhurst. Al subirnos a la camioneta nos aseguramos bien como es el camino para ir, mientras íbamos andando el cielo se empezaba a tornar anaranjado y y algunos tonos violetas, estaba oscureciendo, ya eran las siete de la tarde, con suerte llegaríamos antes de las ocho a nuestro destino si no nos perdemos en el camino, por lo que vi el lugar deja de recibir visitas a las diez, así que estabamos bien con ese tema.
Fuimos practicando que podrían preguntarme para que me acepten en el trabajo, era mejor que vayamos preparados. También comentamos lo que se nos ocurría que podría encontrar en esa habitación, Blade dijo que podría haber otro diario, yo dije que quizás encontraba otra dirección, no se nos ocurrían más cosas, hay millones de posibilidades de lo que nos pueda estar esperando, pero a la vez estabamos en blanco porque nada parecía tener sentido, quizás estabamos haciendo todo esto por nada, tal vez no encontremos nada. Pero no puedo aceptar eso, después de todo el número desconocido ya había demostrado que no hace nada por que si, y siempre parecía saber todo, claramente esto no sería excepción, algo estaba esperando en esa habitación a que lo encuentre.
Las calles ya eran mas desoladas, lo único que nos rodeaba eran pastizales bastantes largos y descuidados, había algunas casas abandonadas y destruidas. No era una zona muy habitada, por no decir vacía porque no se veía nadie cerca, tampoco era una linda zona como para que alguien viva por acá.
Eso solo afirmaba más que parecía oculto del mundo, pero en realidad tenía sentido que este más apartado de la sociedad si hay gente peligrosa como residente, tal vez yo debería estar en uno también.
¿Quién dijo que no vas a terminar ahí?
Los ecos de sus risas retumbaban en lo más profundo de mi, trate de no demostrar ningún cambio de expresión para que Blade no se preocupe, pero me había tomado por sorpresa, no solo porque hace bastante no aparecían, sino porque a la vez de escuchar su pregunta en lo más profundo de mi mente como siempre, lo había escuchado como un brusco susurro junto a mi oreja, sentí una respiración chocando con mi cuello, como si no solo una voz ficticia en mi mente me hubiera hablado, sino como si alguien estuviera aferrado a mi mientras me atormentaba con sus dichos. Mi piel se erizo, mis oídos escucharon un pitido por unos segundos, pero mi cara seguía neutral, no era algo nuevo, era algo que reconocía desde que tengo memoria pero todavía no sé que.
A lo lejos en nuestro campo de visión apareció una gran edificación, se notaba que llevaba muchos años ahí, se notaba descuidado el lugar, a medida que nos acercábamos, se notaba más las manchas negras en la pared que habrán quedado por el incendio provocado, aunque hayan intentado taparlas con pintura blanca, no había funcionado. La única luz que se reflejaba eran las que había dentro del lugar y se asomaban por algunas ventanas hacia afuera, aunque no lo lograban del todo ya que eran muy pocas las que había, y algunas estaban tapadas, era ver como los rayos de luz luchaban por el mínimo contacto con la ciudad pero la oscuridad siempre los vencía y los retenía entre los oscuros secretos de esas paredes.
Estacionamos frente al lugar y lo más cerca que pudimos de la puerta ya que no era muy lindo caminar por ese tramo, menos sin luz que nos ilumine, ya había terminado de oscurecer hace rato, tardamos alrededor de treinta minutos en llegar.
Blade hizo el amago de bajar también de la camioneta, pero lo detuve antes de que pudiera hacerlo, era mejor que vaya sola, si no me quieren dar el trabajo sería raro que vuelva y ellos recordarían mi cara, si Blade va conmigo no tenemos quien vaya a investigar en caso de que esto falle.
Después de estar unos largos minutos tratando de convencerlo, él acepta y me dice que tenga cuidado, además de que si no salgo en quince minutos o le mando un mensaje diciéndole que estoy bien, va a entrar a buscarme. Según él era porque el lugar le daba malas vibras.
Al dejar la camioneta el frío abraza la piel de mis brazos descubiertos, así que trato de apresurar mis pasos hasta entrar en el lugar para dejar atrás esta brisa helada.
La puerta hace un leve chillido al empujarla, el lugar a diferencia de como se ve por fuera, estaba bastante bien, por donde vieras se veía blanco, todas las cosas eran de ese color, el piso era de cerámica y estaba limpio, verlo de afuera no le daba buenos prejuicios, no era muy moderno pero tenía lo suficiente.
Había varios guardias custodiando por todas partes, fui directo al mostrador, detrás de él, había un hombre con un uniforme blanco, parecía bastante joven, como si circundara los veinti-tantos, su pelo era de color arena, lo tenía bastante largo por la parte de arriba, había varios mechones cayendo cubriendo sus ojos pardos, era bastante pálido haciendo resaltar más la tinta negra de algunos tatuajes que sobresalían de su ropa pero no lo suficiente como para ver que eran. Su cara neutral se eleva cuando siente mi presencia, su entrecejo se frunce al analizarme, me mira como si me conociera de algún lado y tratara de sacar de donde lo hace, quizás solo estoy paranoica y solo esta tratando de analizar que hago ahí, en el medio de la nada tan tarde.
Tenía una identificación con su nombre enganchada en su overol blanco, decía Jensen H.
Nota:
Si quieren una pista del final les recomiendo releer el capítulo 15...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top