Capítulo 17

"La sangre se está secando en tus uñas mientras te ríes de algo que dije.

Me quedé en blanco anoche cuando me lo contaste"

        

Las palabras seguían rondando por mi mente, ¿Qué significaba todo eso?, ¿Era una adivinanza? ¿Algo escrito en códigos?, claramente era algo para descifrar y no estoy lista para hacerlo, llegue al punto de estar cansada mentalmente y ni siquiera durmiendo un día entero se solucionaría, lo único que encuentro para resolver mi problema es un cambio de vida, y no es algo viable, así que tengo que empezar a acostumbrarme, ya que al contrario de mejorar con cada minuto que pasa algo nuevo llega, si no empiezo a controlar la situación es probable que me termine sobrepasando. Hay tantas preguntas sin respuesta que no sé por donde buscar, ¿Cuando mi vida se convirtió en un caos?, oh si...desde que tengo memoria, ¿acaso me lleve la lotería de la mala suerte y no me entere?

Mis pensamientos se ven interrumpidos por tres golpes sobre la puerta de la habitación, grite que pase y a los segundos el rechinido de la puerta de madera hace eco por todo el lugar, representando todos los años que llevaba en pie ese trozo de madera. Blade cruza el marco de la puerta y la cierra detrás de si, lleva puesto solo un jogging gris de pijama, todavía tenía gotas cayendo de su mechas rubias, ahora oscurecidas debido al agua sobre ellas, culminando su camino en su torso desnudo y terminando extinguiéndose en el borde de su pantalón. Su piel pálida hacía contraste con el color gris de las paredes, que en ciertas partes se veía negro por las manchas de humedad. Su rostro a diferencia del mío se encontraba relajado, una vez que llego a mi lado, se sienta junto a mi, apoyando nuestras espaldas en la cabecera de la cama. Sacude su cabeza hacia los lados como un perro, mojándome en el proceso, lo que claramente era su propósito, me mira ahora con una sonrisa plasmada en su cara por lo que hizo, para luego recaer en el cuaderno que estaba descansado en mis piernas, y de apoco fue dejando atrás su sonrisa. Los dos sabíamos que llego el momento de ponernos al tanto, aunque no me olvido de su juego de miradas con el recepcionista, espero que estés preparado para el interrogatorio Bladecito.

—Bueno...¿Quién empieza? — pregunta sin atrasar más la conversación.

—Mejor empeza vos, ¿encontraste algo?

—Una vez que te fuiste, me acerque al recepcionista para preguntar por Arwen, pero resulta que no estaba, me dijo que se tomo una licencia y no me podía decir más información...

—¿Entonces no averiguaste nada? —interrumpo su relato mientras demuestro mi disgusto, como respuesta a mi interrogante obtengo una sonrisa ladina de su parte.

—Me ofendes querida Raven Melania Rowan Gastrell, mis dotes detectivescos no estaban satisfechos con esa información, ¿pero que más podía hacer?, para mi suerte justo vinieron a buscar a Chase porque necesitaban su ayuda, así que una vez que dejo su puesto, ¡Bum!, la vi...frente mio había una puerta, la cual no nos habíamos percatado antes, aproveche que no había moros en la costa y me escabullí para poder entrar... —hace una pausa dramática antes de proseguir contando su relato donde había incluido un acting también, ya que a medida que iba contando todo movía también sus brazos haciendo énfasis a lo que ocurrió, aguarden un segundo...¿dijo Chase?— Estando ya adentro, me di cuenta que era el lugar donde guardaban los archivos, pero como no tenía tiempo de revisarlos uno por uno, fui directo a la computadora que había en una esquina, donde se encontraba una vista rápida al archivo que buscas y te indica en que archivador se encuentra lo que andas buscando, sin esperar más, busqué el nombre de Raven para descubrir más datos sobre el niño del diario, ¿Sabes lo que encontré? — frena su relato esperando mi respuesta, bufo ante el suspenso que estaba metiendo a la vez de ir directo al grano, pero se que lo hace adrede.

—No, no sé, ¿qué encontraste?

—Nada —responde encogiéndose de hombros.

—¿Nada?

—Nada.

Espero uno segundos a que aclare mejor pero parece no tener más nada para decir, le pegó con mi mano en su nuca para que especifique mejor, me mira molesto pero funciona ya que vuelve abrir su boca.

—Lo que quiero decir es que ese "Raven" no existe —señala el diario al pronunciar el nombre.

—¿Pero como es posible que no exista?

—No digo que la persona no exista... —al ver mi cara de confundida agrega— Digo que ese no es su verdadero nombre.

—Es que no tiene sentido, ¿Cual es entonces?

—No lo sé, es otra de las tantas incógnitas que tenemos que resolver. Quizás alguien quería que lo encuentres y puso tu nombre para que te de curiosidad.

—No, se nota que pasaron años desde que escribieron el nombre, hay partes que no son tan visibles ya, no hay forma que un nene escribiera ese diario para que lo encontrara yo, ¿unos diez años después? o los que sea que hayan pasado.

—Tenes razón sería raro, aunque toda nuestra situación lo es, pero bueno, sabemos cual era su habitación eso nos tiene que ayudar a encontrar información sobre él.

—¿Estas preparando un allanamiento de morada señor Allen? —digo con una mano en mi pecho fingiendo una ofensa, como respuesta Blade me sonríe y sube repetidamente sus cejas, logrando que me ría.

—Tenemos que armar un buen plan y preparar todo para ir a buscar información, hay que analizar todo bien, ya que necesitamos un buen tiempo para investigar pero no nos pueden descubrir.

—Supongo que es buen momento para que vuelvan los Raven y Blade del orfanato.

—¿Cuando se fueron?

La sonrisa en nuestro rostro expresaba una sola cosa, complicidad.

Sabía que era mi turno de contarle lo que encontré, pero voy aprovechar antes de cambiar de tema de decirle lo que leí al final del cuaderno.

—Ya que estamos hablando del chico del diario, hace unas horas se me cayo, quedó abierto en la última hoja, así que la leí, lo extraño es que a diferencia del resto ya no parecía la caligrafía de un nene, ni tampoco parecía escrito hace mucho...

—¿Y qué decía?— al preguntar abre bien los ojos, esperando que continué, ¿Creíste que eras el único en agregar suspenso?, a veces la venganza era satisfactoria.

¿A veces?

—Es una especie de...¿adivinanza?, no lo sé, ni siquiera entendí lo que decía.

Abrí el diario en esa página y se lo di para que lo leyera el mismo.

Más avanzaba en la lectura, más su entrecejo se fruncía. Cuando termina cierra el libro, pero su cara sigue igual, pero ahora mirándome a mi en su lugar.

—Bueno..., en realidad no tengo nada para decir, no entiendo a que se refiere.

—Yo tampoco.

Suspira, y como si estuviéramos sincronizados, al mismo tiempo dejamos de mirarnos para girar nuestra cabeza hacia al frente, concentrándonos en la pared llena de humedad, por lo menos era algo que entendíamos.

—Dejemos de lado por ahora eso hasta que encontremos algo que nos ayude a descifrarlo,¿encontraste algo en la habitación?

—De hecho, sí —me paro para buscar mi celular donde estaban las imágenes que tome, mientras le empiezo a contar—Había varias marcas en el escritorio y en la pared, algunos eran nombres, otra parte parecía como si alguien contara los días, no sé era todo muy raro, mira.

Con el aparato ya en mis manos me vuelvo a sentar junto a él, y se lo paso para que vea las fotos.

—También encontré un collar y una nota, estaban dentro de una puerta trampa en el costado de un cajón.

—¿Que decía la nota?—pregunta mientras sigue analizando las fotografías.

—Pennhurst 0417.

—¿Nada más?— deja a un lado mi celular y nuestras miradas se vuelven a encontrar.

Muevo mi cabeza, negando.

—¿Y el collar como era?

—Es una cadenita finita plateada, tiene un dije chiquito con forma de cuervo del mismo color y la parte de atrás dice Dorianne.

—Quizás era de su novia, o tal vez lo robo, no parece tan importante, tenemos que averiguar que significa lo del papel. Creo que por hoy ya pasamos mucho, si sigo pensando en todo esto, mis neuronas se van a quemar.

—¿Qué neuronas?

Al escucharme Blade empieza a pegarme con una de las almohadas, haciendo que los dos terminemos riéndonos y relajándonos por los menos unos minutos, ya que el rubio tenía razón, fue mucho por hoy.

Todavía teníamos una conversación pendiente...

Le sacó el almohadón, haciendo que se quede sentado al frente mío, ya que se había subido encima mío para poder golpearme mejor. Apoyo mis manos en la cama y dejando caer el peso de mi espalda en ellas, mi vista estaba concentrada en la cara de mi mejor amigo ya que quería analizar bien su reacción.

 —Entonces...Blade, ¿no hay nada que me quieras decir?

Todo lo que indicaba su rostro era confusión, no te preocupes ya vas a entender.

—¿Quién es Chase?

Ahora sus mejillas estaban sonrojadas. 






𝓡𝓪𝓿𝓮𝓷 𝔂 𝓑𝓵𝓪𝓭𝓮

Ya que todo el capítulo fue de ellos dos, creo que es buen momento de dejar este hermoso dibujo que hizo  Inarille que representa perfectamente la hermosa y peculiar amistad de estos dos.

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