Capítulo 12

"No sólo sobreviviré me verán prosperar.
No puedes escribir mi historia, estoy más allá del arquetipo, no sólo me conformaré  porque mis raíces van corriendo muy profundo.
La victoria está en mis venas y no negociaré, peleare y me transformaré."

"Cuando el fuego esta en mis pies de nuevo y todos los buitres estén dando vueltas, están susurrando 'estas fuera de tiempo' pero aún así me levantaré.
Este no es un error ni un accidente cuando crees que es el último clavo y ya está dentro,Piénsalo de nuevo, no te sorprendas, aún así me levantaré"


Una vez frente a la puerta de Blade le tocó timbre un par de veces ya que a esta hora seguramente estaba dormido. Luego de un par de intentos se escuchan unos pasos del otro lado.

Pasaron unos segundos y abre la puerta refregándose su ojo derecho, aún traía puesto su pijama que constaba de una remera de mangas largas celeste y un pantalón rayado azul haciendo juego.

Cuando me ve y se da cuenta de la patrulla que está atrás mío sus ojos se abren bien grande, y el sueño que destilaba su rostro antes había desaparecido, dejando lugar a la preocupación.

—¿Qué pasó? ¿Estas bien? ¿Por qué está la pol...- interrumpo su vómito verbal.

Sus cejas se habían fruncido debido a la confusión.

—Estoy bien,  ahora te explico pero, ¿Podemos entrar?

Me doy vuelta a donde está el policía, le hago una seña para que sepa que ya está todo bien y puede irse. Él me sonríe como respuesta para a los segundos irse.

Blade se hace a un lado y me deja pasar.

Después de cerrar la puerta con llave nos dirigimos los dos hacía el sillón que estaba en el centro de la sala.

La casa de mi amigo no era muy grande, pero tenía lo necesario.

—¿Qué pasó y por qué estabas acompañada con un policía?

Por un segundo dudé en contarle la verdad, tal vez si lo hubiera hecho desde un principio nada de esto habría pasado, con su ayuda quizás podía evitarlo, pero ya es tarde para pensar esas opciones, y si le digo la verdad sólo le voy a traer complicaciones.

—Eider se suicidó.

—¿Qué?

—Sí,  discutimos, me fui y cuando volví estaba la policía afuera y me dieron la noticia...

La cara mostraba que estaba sorprendido, se asemejaba a una estatua de lo quieto que estaba.

—¿Y ahora qué? ¿Te van a mandar a...

Ni siquiera pudo terminar la frase.

—No que yo sepa, técnicamente ya cumplí los dieciocho, que ellos sepan no ocasione ningún problema, así que me dejarían libre si estoy en condiciones de mantenerme, el Estado seguiría dándome plata para terminar el colegio pero necesito buscar un trabajo, algo de plata tengo para comida debido al trato que hice con Eider de que me de el 20%, y si no es molestia para vos, me quedaría aquí hasta que encuentre otro lado.

—Raven, sabes que no hay problema con que te quedes acá todo el tiempo que quieras, podrías vivir acá si querés nos dividimos los gastos, podes usar la habitación que era de Rose.

Le dedicó una sonrisa que él me devuelve al instante.

Mi mente regresa a lo que pasó toda esta noche y siento como mi cuerpo se estremece.

Le digo a Blade que necesito una ducha y él regresa a su cama a seguir durmiendo.

Llevó conmigo el bolso con mis cosas, lo apoyo en el piso del baño para después poder cambiarme, buscó en el fondo la remera blanca con manchas rojas para poder limpiarla bajo la ducha.

Cuando el agua caliente hace contacto con mi piel, me doy cuenta del estrés que estaba cargando, sentí como el peso enorme que estaba en mis hombros se iba yendo a compás de las gotas.

Masajeaba mi cabello con el shampoo de mis manos, pero mi mente sólo estaba recordando la discusión,  los gritos, el disparo...

Refriego mis ojos, no puedo creer como las cosas pueden cambiar de un momento a otro.

¡¿Por qué no siento culpa?!, debería... No está bien jugar a ser dios y rebatar vidas.

Si es así... ¿Por qué se siente tan bien?

¡No lo sé!

Él se lo merecía.

Yo no soy quién para decidir eso.

Pero nosotros si.

¡Cállate! ¡Cállate!

Mis manos se dirigen a mis oídos para taparlos, pero era inútil porque no había forma de no escucharlos si estaban dentro de mí.

Pensé que habían desaparecido, pero al parecer sólo duraron un par de horas.

Agarró la remera que estaba en el piso, con ayuda del jabón trato de sacarle la sangre seca.

De golpe sólo veo la sangre esparciéndose en el piso de madera y el cuerpo de Eider inerte, la adrenalina que sentí...

Sacudo la cabeza y vuelvo a la realidad.

El agua caía un poco rojiza, la remera quedó más blanca que antes pero no se le había ido del todo las manchas.

Tendría que teñirla,  así me aseguró que no hay nada que me incrimine.

No sé cómo el desconocido se encargó del arma pero lo hizo, así que la camiseta era lo único que quedaba como evidencia.

El desconocido era otro de los grandes misterios que tenía que resolver.
¿Por qué me ayudó? ¿Cómo es que sabe todo siempre?, y lo más importante... ¿Quién era?

Gracias a lo que me dijo un oficial sé que es castaño, tiene ojos celestes, y es alto.

No conozco muchas personas, pero entre ellas ninguna entraba en esas características

Dijo que buscará en el pasado y lo resolvería,  ¿Pero dónde sería eso?

¿Habla del Orfanato? ¿Es alguien de ahí? O ¿Habla de mi vida de antes que no recuerdo?

No sé ni por donde buscar.

Hay muchas preguntas y pocas respuestas vamos a tener que empezar a equivaler eso.

Una vez que apagó la  ducha,  enrollo mi cuerpo en una toalla y mi pelo en otra.

Después de secarme bien me pongo mi pijama, buscó un cepillo para desenredarme el cabello, lo cual sólo me lleva unos segundos hacerlo.

Agarró del cajón una bolsa donde meto la remera mojada y mi ropa interior usada. Lo guardo en una esquina del bolso, y lo llevo conmigo hacia la habitación que voy a ocupar ahora.

Se notaba que hace bastante nadie entraba ahí.

La cama era amplia.

Quería leer el diario de Raven pero una vez que mi cuerpo toca la cama, el sueño me termina ganando, y no es para menos, ya eran las 5:00 am, nunca había tenido un día tan eterno, gran cumpleaños Raven, eh.

Apagó el velador y apenas cierro los ojos me duermo.

Podía sentir los pedazos de vidrio incrustados en mi mano como pequeñas astillas, dejando una lágrima roja a su paso.

Podía sentir la calidez que trasmitía la sangre, el olor metálico que había en el lugar, quería moverme pero no podía, al mínimo movimiento me dolía todo, y aunque quisiera no podría porque había cosas obstruyendo mi camino, no podía distinguir bien que era.

Escuche un gritó desgarrador y se me puso la piel de gallina.

Después me di cuenta que el gritó era mío.

Mi garganta parecía desgarrarse, sentía como si se me hubiera ido la voz con el.

Mi vista se tornaba borrosa, quise moverme y no podía.

Escuche a alguien llamarme, no llegue a reconocer quien era porque después de eso me desperté.

Otra vez la misma pesadilla...

Mi corazón estaba exaltado, sentía que podía salirse de mi pecho en cualquier momento.

Mi cuerpo estaba lleno de sudor y parecía adormecido.

Quería moverme pero no podía, al hacerlo lo hacía con torpeza se movía lento y no iba a la dirección que quería.

Después de unos segundos logré calmarme.

Me fije la hora y ya eran las 8:17 am.

Blade recién se despertaría alrededor de las 10:00 am ya que hoy era sábado y trabajaba a la tarde.

Me levanto por un vaso de agua para calmar mi garganta.

Tengo que buscar una manera de buscar respuestas.

Tal vez a Blade se le ocurran más soluciones, nos espera una larga charla.

Sólo tengo que evitar el asunto del Homicidio...

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