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Solamente faltaban algunos detalles para así, dar inicio con la gran fiesta de inauguración. El club AS Gallus, tenía un nuevo lugar para entrenar y querían celebrarlo a lo grande. Daigo junto con Clío eran los encargados de colocar una enorme pancarta que decía: Bienvenidos.
—Ya casi está listo—mencionó el peli negro estirándose solo un poco, para de esa forma dejar la pancarta en su lugar.
—Se ve grandioso mi amigo—lo alagó el vampiro colocando una mano en su pecho—aunque sabes, estamos en París la ciudad del amor. Un sitio romántico donde muchas cosas pueden suceder—mencionó con picardía.
—Clío, bien sabes que somos compañeros, y no sé qué intenciones tengas pero no te veo de otra forma—soltó de manera directa bajando de la escalera.
—Jejeje tranquilo amigo, tal parece que no me entendiste. Simplemente quiero que abras los ojos y notes las maravillas que están frente a ti, porque ¿quién sabe?, quizás en una de esas puedas perder más de lo que imaginas.—fueron las palabras del peli gris quien se retiró, dejando al oji lila lleno de dudas.
—¿De qué rayos habla?, acaso piensa que… ¡¡Estoy enamorado!!—eran sus pensamientos a lo que comenzó a dar algunas vueltas por el área. Sin querer se topó con la espalda de alguien más quien estaba asegurándose de que el estadio estuviera en buenas condiciones para utilizarlo en la noche.
—¿Daigo?, ¡cariño debes ser más cuidadoso por donde vas!—dijo la chica de cabellos rubios, con una agenda en sus manos.
—¡Marie!, lo siento, estaba un poco distraído.
—Será mejor que no andes por ahí de esa forma, podrías hacerte daño—recalcó la chica sacando su abanico—que bueno que estas cerca, ya que tengo algo muy importante que mostrarte—dirigiéndose hacia una puerta la abrió, mostrando que dentro habían diversos smokings colgando de algunos percheros—¡Tara! ¡Tengo la ropa lista para esta noche!.
—Pero se supone que debemos combatir, no podremos con eso puesto—respondió Kurogami.
—lo siento pero solamente seguí órdenes del dueño de la WBBA.
—Wakiya—susurró un tanto molesto—disculpa Marie, tengo que hacer una llamada.
—Adelante, mientras tanto iré a ver si tienen listo los platillos que ordene—Dicho esto la chica se retiró, por su parte Daigo sacó su celular y llamó de inmediato al contacto guardado con el nombre de cierto rubio.
—¿Qué ocurre Daigo?, estoy un poco ocupado ahora, así que será mejor que seas breve—indicó Komurasaki sentado en una silla negra de salón, donde una chica arreglaba su cabello, otra le arreglaba las uñas y otra le mostraba diferentes smokings con ayuda de una tablet portátil.
—Se puede saber, ¡¿Por qué demonios quieres que hagamos la presentación en traje?!, ¡se supone que debemos combatir! ¡No es tan fácil de esa forma!—alegó molesto.
—¡Ja! Dilo por ti, yo he luchado varias veces vestido así, ¿y qué crees? Siempre gano—se jactó sonriendo.
—Me niego a utilizarlo, jamás me he puesto uno de esos. Me veré ridículo—comentó notando como uno de los trajes (el cual poseía una etiqueta con su nombre) tenía una corbata lila y una flor del mismo color en el bolsillo delantero.
—oh ya veo, entonces también piensas que Midori se verá igual de ridículo—mencionó con cierto aire de sospecha.
—un segundo, ¿invitaste a Ken?.
—Bingo, y no solamente a él. También a diversos equipos los cuales se presentarán esta noche, y claro que utilizando ropa adecuada para la fecha—dijo cambiando su celular a otra mano, para continuar con su manicura—así que si, no hay cambios y es todo.
—Es imposible tratar contigo.
—yo también te quiero, chao—se despidió para ahora si colgar la llamada.
Soltando un soplido molesto, Kurogami decidió ir con el resto de sus compañeros. Tenían algunas cosas más por hacer o al menos quería distraerse se toda esa locura creada por Wakiya. Llegando la noche ya todos estaban listos (excepto uno) y los invitados estaban comenzando a llegar.
—¿Dónde está el capitán del equipo?, queremos hablar unas cosas con él—preguntó un chico de cabellos verdes, un tanto emocionado. Acompañado por otros dos sobresaliendo entre ellos uno de cabello negro y un mechón amarillo, el cual tenía una cacatúa en su hombro.
—oh pues, él, en este momento—decía Marie nerviosa (utilizando en esa ocasión un gran vestido azul oscuro con detalles blancos)—está ocupado, de ahí el porque aún no se ha presentado.
—ok, entonces vamos a esperarlo—indicó el chico dirigiéndose hacia donde estaban otros bladers observando el nuevo estadio, Cuza por su parte decidió ir a la mesa de bocadillos, debido a que Carl seguía insistiendo en que tenía hambre.
—tranquilo, déjame ver que puedes comer. La última vez te enfermaste del estómago por comer demasiado—le reclamó el oji amarillo a su mascota, quien simplemente comenzó a reírse.
—¡Oh que grande es el destino!, ¡que insiste que nosotros sigamos juntos!—dijo una persona (utilizando un smoking gris con camisa negra y corbata azul)—que gusto verte de nuevo mi querido amigo.
—Ay no, otra vez tú Clío—refutó Ackermann con un tono de voz cansado—por cierto, ¿has visto a Daigo? La fiesta ya empezó pero él es el único que no se ha presentado.
—Jejeje pues sigue molesto porque lo obligaron a vestirse de manera formal. Así que dudo mucho que venga—comentó tomando una copa con jugo de tomate—aun así, tenemos la noche entera para nosotros mi Julieta.—comentó con una sonrisa.
A los pocos minutos aparecieron por la puerta los integrantes de BC Sol, entre ellos destacaban Valt, Rantaro, Free y Silas. Luego llegó Shu acompañado de Lane y los otros integrantes. Para generar un poco de “impacto” Wakiya decidió llegar un poco tarde para ser el centro de atención, pero los demás estaban ansiosos por comenzar las batallas de exhibición, pero esto no era posible debido a que el capitán del equipo central no aparecía por ningún lado. Ken llegó acompañado por Ben (esto debido a que sentía algo de vergüenza entrar solo, y tenía suerte de que el peli rosa haya sido invitado). Sin embargo él como todos los demás se hacían la misma pregunta… ¿En dónde está Daigo?.
—Esto no tiene sentido, tal pareciera que se lo haya tragado la tierra—mencionó Rantaro, quien en esa ocasión utilizaba un smoking negro, camisa amarilla y moño negro.
—¿Ya intentaron llamarlo a su celular?—sugirió Valt quien utilizaba un smoking de cola larga azul satinado, camisa blanca y corbata roja.
—Lo hice pero no responde—dijo Wakiya (quien utilizaba su característico smoking púrpura, corbata negra y su cabello estaba recogido en una trenza detrás de su espalda)—incluso Hoji junto con uno de mis asistentes fueron a buscarlo a su habitación pero no está. ¡Esto se irá al diablo antes de empezar! ¡Todo está arruinado!—se alarmó colocando ambas manos en su cabeza.
Ken aprovechando su distracción, se dirigió al baño donde saco su celular y llamó al peli negro, quien le contestó de inmediato.
—¿Estás bien? ¿Por qué no vienes?—preguntó Ken utilizando su voz suave y calmada.
—Lo lamento, pero prometí nunca más volver a utilizar esa ropa y no pienso romper esa promesa—mencionó sentado en el suelo.
—Ya veo, entonces ¿podría saber porqué no quieres usarlo?—le volvió a preguntar con suavidad.
Soltando un suspiro, Kurogami finalmente decidido hablar. Por favor se trataba de Ken, él era el único con el cual podría abrir su corazón y sería el primero en sanar sus heridas aún sin que se lo pida.
—cuando tenía cuatro años, mi madre murió—Midori suelta un gemido de sorpresa—para esa ocasión me hicieron vestir de traje en honor a ella, pero desde ese día prometí nunca más volver a colocármelo, porque eso demuestra que soy débil y que he perdido algo que amaba.
—Entiendo eso y en verdad lo siento—mencionó Ken—pero debemos dejar las cosas claras. No eres débil, mira por todo lo que has pasado y aún así, has sabido enfrentar tus problemas. Todos nosotros estamos aquí, y queremos que regreses. Porque te queremos y ahora más que nunca te necesitamos—respondió Midori con una leve sonrisa—cuando utilizaste ese traje lo hiciste por un ser amado, y ahora puedes hacerlo por nosotros, recuerda eso no te hará nada débil, al contrario eres muchísimo más fuerte de lo que piensas.
—G-gracias, Ken—murmuro Kurogami soltando algunas lágrimas, sin querer esas palabras habían tocado muy hondo en su corazón… y podría decirse que ya lo había convencido.
—Tendrás que iniciar la batallas al azar, o de lo contrario todo esto se volverá un caos—dijo Shu utilizando un saco rojo de cola larga, camisa blanca, pantalón negro y zapatos café.
—S-si, supongo que será lo mejor—comentó Komurasaki acercándose al tablero, donde se pactaron el orden de las batallas—¡Atención todos! ¡Disculpen la tardanza pero empezaremos con las batallas de exhibición en el overdrive stadium!—indicó el rubio enseñándole a todos, como debían empezar.
Varios minutos más tarde, por la puerta principal apareció Daigo, utilizando la ropa seleccionada por Marie. Aunque decidió aparecer sin su característico pañuelo rojo en la frente, al quitárselo se demostró de que su cabello se sostenía a base de eso, y ahora lo tenía un tanto alborotado. Ahí Ken (el cual utilizaba un smoking blanco, camisa verde y corbata negra, además de llevar su largo cabello en una cola de caballo alta), corrió hacia él para saludarlo este atuendo hizo que las mejillas de Kurogami se pusieran rojas ya que jamás lo había visto así.
—¡Daigo!—exclamó Midori acercándose a él—me da gusto que hayas recapacitado.
—no lo hubiera hecho de no ser por ti—mencionó el oji lila tratando en vano de que el color de sus mejillas cambiara.
—es lo menos que pude hacer, después de todo tenía que hacerlo porque tú me ayudaste a mi cuando pasaba por algo similar, ¿recuerdas?—dijo Midori sonriendo, dejando expuesto su colmillo.
Flashback.
Todo comienza cuando Valt y Honcho fueron seleccionados para ir a BC sol. Wakiya también debía irse lejos para iniciar su propio club, Shu se fue a Estados Unidos, y Daigo había sido seleccionado para ser el capitán de AS Gallus. Ken fue el único que se quedó y no fue llamado a ningún lugar, por lo que triste fue hacia los baños y se encerró allí, dejando salir su dolor de la única forma que podía…
—¡Ken! ¡¿Ken estás ahí?!—era la voz de Daigo, quien llevaba rato buscando al peli negro pero no daba con él por ningún lado. De repente escuchó unos sollozos provenientes de uno de los baños, al tocar recibió la respuesta que no esperaba.
—V-vete, déjame solo.
—Ken por favor tenemos que hablar—empezó Kurogami colocando una mano contra la puerta—sé que esto ha sido un golpe duro, pero no tienes porqué sentirte mal. Eres diferente, eres especial, y si esas personas no te eligieron, entonces son ellos los que cometieron un grave error, no tú—dijo, ya que en secreto Midori había solicitado participar en el club italiano. Pero debido a su “bajo rendimiento poca experiencia, y mal aspecto” no fue seleccionado. De ahí la razón del porque le dolió tanto ver que sus amigos si habían podido participar… pero él no.
—P-puede que, tengas razón pero, es absurdo que me sienta mal. Ustedes son mis mejores amigos, debería sentirme feliz de que hayan logrado sus sueños. Pero no, soy un egoísta de lo peor—respondió abriendo la puerta dejando ver que estaba sentado sobre la taza del baño, tenía sus ojos cubiertos de lágrimas y sus mejillas estaban rojas al igual que su nariz por tanto llorar.
—Oh Ken—susurró agachándose para colocar una mano en la mejilla del oji verde.
Recomendable escuchar desde aquí careless whisper de seether.
—Solamente dije la verdad y lo sabes.—respondió sollozando.
—eso no es verdad ¿y sabes porqué?, porque eres un chico decidido, valiente, pero también eres atento y dulce con las personas que te importan—sonríe—es por eso que eres tan especial, no debes rendirte ahora. Dime una cosa, ¿crees en ti?.
—S-si, si creo en mi—respondió Midori dejando de llorar.
—¿Ves?, entonces si sabes que puedes y que aún no es tiempo. Entonces sigue entrenando, vuélvete más fuerte y quien sabe, en un futuro no muy lejano serás una leyenda—tomando su mano lo colocó en pie y ambos salieron de allí.
—¿A dónde vamos?.
—a la azotea, los chicos dijeron que nos tomaríamos una foto juntos. Y claro, no podías faltar tú.
En un rápido movimiento Ken se soltó de su agarre, para ahora envolver el cuerpo del peli negro más bajo entre sus brazos. Estando así Midori susurró:
—Muchas gracias por tus palabras Daigo, en verdad me haras mucha falta aquí.
—Me voy en una semana, pero por eso quiero aprovechar cada momento que nos queda para estar juntos—respondió Kurogami con su rostro en el pecho de Ken.
Ambos ya no dijeron nada más… prefirieron quedarse así un rato más, antes de subir las escaleras y volver con sus amigos. Formando así una de las fotografías más icónicas que nadie hubiera imaginado.
Fin del flashback.
—Si, lo recuerdo muy bien—respondió sonriendo—quien diría que de ese día ya han pasado seis años.
—todo ha sido muy rápido, pero al seguir tu consejo he aprendido mucho. Quizás no me volví una leyenda como ustedes, pero seguí a mi corazón y soy feliz entregándole buenos momentos para aquellos que lo necesitan—dijo Midori.
—¡Hasta que al fin llegas! ¡No sabes por todo lo que tuve que pasar por culpa de tu necedad!—gritó Wakiya enojado acercándose al peli negro—ahora que ya estás aquí será mejor que vayas y te disculpes con los invitados. Ellos no querían empezar por ti.
—no te preocupes, eso haré, y lamentó la tardanza—comentó el peli negro dirigiéndose hacia donde estaba un micrófono para empezar a hablar.
Así comenzaron los combates programados, donde pese a que al principio Daigo pensó que tendría problemas por combatir vestido así, pero para su buena suerte eso no pasó. Luego junto con el resto de sus amigos fueron a comer, y de paso también conversar con otros bladers que querían felicitarlo por su nueva área de entrenamiento.
De repente la atmósfera del lugar cambió. Dando algunas luces de colores rosa y lila, y Clío quien estaba sobre el escenario dijo:
—Ok jóvenes promesas, como bien saben en cada uno de sus bolsillos delanteros tienen un tipo de flor diferente. Entonces tienen que buscar a la persona que lleve en su muñeca derecha un ramillete de su mismo color, cuando lo tengan deben sacarlo a bailar. Así que ¡comiencen!—exclamó soltando el micrófono en el proceso, y correr hacia donde estaba Cuza y lo jaló de la muñeca hacia la pista de baile.
—¡¿Qué crees que haces?!.
—Obviamente bailar contigo, porque esto es divertido—mencionó el peli gris como si nada.
Así uno a uno fueron buscando donde le tocaba, por ejemplo a Free le tocó con Silas, Wakiya (con toda la vergüenza del mundo) tocó el hombro a Rantaro para después mostrarle su mano, allí estaba un ramillete naranja el cual era el mismo que poseía el otro rubio.
—Tranquilo ricitos, supongo que está bien que bailemos juntos—comentó Kiyama tomando su mano, haciendo más grande el rubor en la cara de Komurasaki—olvídate de todos, y déjate llevar—susurró con una sonrisa que hizo que el corazón del oji azul casi explotará.
—Te odio Clío—susurró molesto, ya que la idea de hacer el baile, los atuendos y demás, fue obra del vampiro.
—Creo que, no toca a nosotros—dijo Shu con algo de pena mostrando el ramillete violeta que llevaba en su mano.
—Sipi pero descuida, de igual forma no se bailar—respondió el peli azul rascando su cabeza.
—Entonces ¿no quieres bailar?.
—¡Si!, aunque, es un poco vergonzoso ¿sabes?.
—Entonces perdamos la vergüenza juntos—mencionó Kurenai tomando su mano para así, irse los dos a la pista.
Ken observó que su ramillete coincidía con la flor de Daigo. Por lo que sonriendo lo tomó de las manos y se lo llevó al centro de la pista, Kurogami tenía el rostro completamente rojo, después de todo no le gustaba llamar la atención de esa forma.
—K-ken, ¿por qué haces esto?.
—simple, porque quiero que mis sentimientos sean entendidos y de ser el caso,—desvía la vista—correspondidos.
—ay Ken, tus sentimientos y los míos puede que sean iguales pero, siempre fuimos nosotros quienes no lo notamos—mencionó Daigo para soltarse de las manos y ahora abrazar al oji verde, dejando su rostro en el pecho—¿ya te he dicho que odio que seas más alto?.
—Jejeje no, pero me da gusto saberlo. Porque así tendré algo con que molestarte—Susurró Midori con cariño para ahora acariciar su espalda.—Daigo, te quiero—dijo cerrando sus ojos mientras hacía movimientos lentos siguiendo el ritmo de la canción.
—yo también te quiero—fue todo lo que dijo para también cerrar sus ojos, y dejarse llevar la melodía que resonaba en el lugar.
—Jijiji mi plan funcionó a la perfección—mencionó Clío viendo a la pareja de peli negros bailar más enamorados que nunca.
—me das miedo—dijo Cuza bailando con una gota bajando por su sien.
Luego del baile la fiesta de inauguración había terminado. Y nuestro club favorito se habían quedado debido a que tenían algo pendiente que hacer.
—¡Muy bien!, la cámara esta lista—indicó Rantaro—pónganse en posición, tenemos una foto que recrear.
—Esto de la corbata es muy incómodo—dijo Valt aflojando su corbata—¡pero haré lo que sea por mis amigos!.
—¿y eso incluye bailar con Shu?—mencionó Keru haciendo reír a los demás, excepto al peli azul.
—¡No fue idea mía! ¡A los dos nos tocó bailar juntos!—gritó el oji café ruborizado.
—Bueno ya tendrán tiempo para discutir después—comentó Wakiya colocando una mano en su cintura—por ahora tomemos la foto, recuerden que tengo una agenda muy ocupada por cumplir.
—por favor Wakiya, para nadie es un secreto de tu cita con Honcho mañana—fue el turno de Besu para burlarse del rubio quien furioso, volteó su cara para otro lado.
—¡Miren al frente, la cámara va a disparar!—avisó Shu.
—muy bien, ¿están todos listos?—preguntó Kurogami, a lo que el resto le asintió con la cabeza.—y tú, ¿listo para nuestro nuevo capítulo juntos?.
—Si claro, eso puedes apostarlo—fue la respuesta del oji verde para de forma indiscreta tomar la mano del contrario, quien sonriendo se preparó para la fotografía que guardaría un recuerdo, un tanto confuso pero que en verdad le había ayudado más de lo que hubiera imaginado en esa increíble noche.
Fin.
Publicado: 06 de abril.
Modificado: 22 de diciembre.
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