capítulo 22

El prístino refugio blanco de Hiccup estaba manchado por fieras sombras oscuras que pulsaban sobre él y lo rodeaban, burlándose de él con su habilidad de escabullirse más allá de sus escasas defensas. 

Todavía oía la risa burlona de Viggo resonando en su mente. 

Nada de lo que hiciera bloquearía el ruido. 

Se cubrió la cabeza con los brazos, apretándolos alrededor de sus orejas, sin éxito....

Intentó gritarle a Viggo que se callara, pero la risa siguió resonando en sus tímpanos, sin verse afectada por sus intentos de ahogarlo. 

La peor parte de la prueba fue que Hipo sabía que era culpa suya. 

Había sido el quiem habia aplastado la vida de Viggo en venganza por haber aplastado la suya.

La culpa de sus acciones pesaba sobre él... junto con el temor de que estuviera condenado a repetir viejos errores.

 Tener a su conciencia de nuevo no era un consuelo bajo estas circunstancias, y Hipo podía sentir como su propia conciencia lo llevaba poco a poco a cometer una locura ,buscando hasta la más pequeña entrada en su corazón. 

Lo consumiría entonces.... El lo sabía.

Hiccup pudo oír como Heather y Astrid nuevamente llamaban a su puerta, pero él las ignoro avergonzado de lo que había hecho y delo que Viggo le había hecho. 

Estaba defectuoso y sucio, indigno de su amor. 

Ansiosamente, Hiccup intentó una y otra vez enterrarse una vez más en la blancura de su refugio mental, pero su santuario le había sido despojado para siempre....

Para su horror, Hiccup podía sentir unas manos agarrándolo, tratando de alejarlo de la poca paz que su refugio le daba. 

"¡No, Viggo! ¡No dejaré que me hagas daño!" Pensó mientras entraba en pánico. 

Inconscientemente, Hiccup empezó a rebuscar entre viejos objetos algún tipo de ayuda.

 Pero entonces él retrocedió, recordando que no merecía ayuda ... estaba contaminado con el odio que tanto ansiaba alejar .

Así que Hipo recurrió a la lucha física, golpeando su cuerpo hacia adelante y hacia atrás, golpeando hacia fuera con sus brazos y piernas, determinado,de que él conseguiría al monstruo lejos de él...

Estaba gritando, gritando en la parte superior de sus pulmones, luchando desesperadamente por su vida, cuando sintió que algo afilado le perforaba el cuello.



Los gritos de alguna manera se transformaron en sollozos mientras el letargo se deslizaba lentamente sobre sus miembros y Hipo sabía que había estado drogado. Entonces, felizmente, no supo nada más....

Estaban de pie en la habitación de Hipo, discutiendo tranquilamente con el doctor lo que podían hacer para ayudar a Hiccup ahora que estaba fuera del tanque del trance cuando empezaron a surgir murmullos agitados del paciente acostado en la cama.... Cuando se voltearon para mirar con sorpresa, los brazos de Hipo se sacudieron hacia arriba para envolverse alrededor de su cabeza y él comenzó a gemir las palabras "cállate, cállate" una y otra vez.

Obviamente pensando en consolarlo, Astrid le puso las manos en el brazo, tratando de alejarlo de su cabeza. 

Todos estaban sorprendidos cuando lanzó violentamente el brazo, haciendo que Astrid tropezara un paso o dos con sorpresa. 

La angustia de Hiccup aumentó al instante cuando empezó a retorcerse y retorcerse en la cama, sus murmullos se hicieron más fuertes....

Tacio y Dagur se movieron hacia adelante, tratando de agarrar sus brazos y detener sus movimientos, preocupados de que se iba a hacer daño a sí mismo de alguna manera.

 Inmediatamente, los movimientos de Hipo se volvieron frenéticos, mientras empezaba a gritar, luchando por todo lo que valía.

 Intentaron llamarle, suplicándole que se tranquilizara, prometiéndole que estaba a salvo y que no lo iban a lastimar, pero él no se daba cuenta de sus palabras.

–¡Doctor haga algo por Dios!– Heather exclamo con las manos sobre su cabeza.

El médico, a quien se le había encargado del caso de Hipo, ya se estaba moviendo cuando Heather grito, pero la senadora le instó a actuar para que el hombre se moviera más rápido...

Hipo los estaba maldiciendo en la punta de sus pulmones, entremezclados con gritos agonizantes que desgarraron sus corazones....Finalmente, el medico pudo deslizarse junto a Brutacio e inyectar un sedante.

El Inmediatamente, jadeó, intentando alejarse de ellos, pero Brutacio y Dagur lo sujetaron firmemente. 

Poco a poco, él se calmó cuando el sedante comenzó su trabajo. Los gritos de Hipo se redujeron a sollozos, hasta que al fin, con un suspiro pesado, se rindió al sueño inducido por la droga...

Brutacio y Dagur cayeron hacia atrás lejos de la cama de Hiccup, jadeando por el esfuerzo de intentar retenerlo para que el medico pudiera darle el sedante. 

Astrid y Heather se colocaron a cada lado de la cabecera de la cama de Hipo, intercambiando miradas preocupadas mientras cada una tocaba una de sus mejillas, ahora que había cesado finalmente sus luchas.

Astrid se inclinó para besar suavemente sus labios, sin saberlo haciendo el mismo voto silencioso que su cuñada habia hecho...

"Lo que sea que te haya hecho ese bastardo,Hipo, lo arreglaremos bien. ¡Te lo prometo!"

No había mucho progreso en la condición de Hipo durante las dos semanas siguientes, ya que cada día caía en el mismo patrón. 

Cada vez que lo tocaban o trataban de convencerlo a una respuesta, se volvia loco; Gritando y peleando hasta que todos quedaban agotados y invariablemente terminaron dándole otra dosis de sedantes para calmarlo....

Los médicos incluso habían pensado en desconectarlo...pero con la pistola de Astrid en sus cabezas, lo pensaron mejor.

Hipo empezaba a parecerse un poco a su antiguo ser, gracias a un corte de pelo, a un buen lavado y a una ropa limpia de hospital. 

Estaba ganando un poco de color en sus mejillas por causa de él suero... aunque tenían que hacer estas cosas mientras estaba sedado o habría sido prácticamente imposible de lograr.

 Por desgracia, parecía estar tan lejos de ellos ahora como lo había estado cuando era prisionero de Viggo.

El refugio mental seguro de Hipo estaba completamente devastado, toda su existencia en estaba en agitación mientras la presencia de Viggo lo perseguía cada segundo de cada día. 

No importaba cuánto tratara de bloquearlos, las manos agarradas y las voces hartosas siempre estaban con él... Luchó y luchó, pero parecía que nunca podría escapar de esas escalofriantes manos, y esa estúpida risa.

Hipo buscó desesperadamente algún modo de salir de ese infierno, era casi tan malo como estar de vuelta en las garras de Viggo en esa estrecha habitación pequeña. 

Él propio Dios parecía burlarse de él, burlándose de él con una bondad y una Luz que permanecían para siempre fuera de su alcance.....

 Empezó a preguntarse si de algún modo podría terminar con su propia vida mientras estaba atrapado en este vacío. 

Hipo podía a veces vagamente sentir a Astrid y Heather hablándole al oido mientras estaba dormido, pero él se alejó de ellas...

Simplemente no era digno de su pureza.

Mas Hipo supo que era hora de despertar....él por que lo supo sigue siendo un misterio que solo él puede contar...

Heather pasó nerviosamente alrededor de la cama de Hipo, ajustando las mantas o esponjando su almohada, tratando de resistir el impulso de acariciar su rostro.

 Eso, sin duda, sólo causaría uno de los ataques de locura de nuevo, y por una vez, descansaba sempacíficamente sin la ayuda de los sedantes. 

De vez en cuando, su rostro se arrugaba en un ceño fruncido, y Heather podía ver sus labios moverse ligeramente, como si murmurara algo, pero no podía distinguir ninguna palabra real...

Heather cerró los ojos, ofreciendo una oración silenciosa para que su gemelo pudiera recuperarse y ella pudiera mirar sus brillantes ojos verdes una vez más. 

Incapaz de resistirse a tocarlo por más tiempo, extendió una mano y le rozó un mechón de pelo que le había caído en los ojos. 

Él se retorció, su cabeza se alejó de su toque, y Heather dejó su mano caer de nuevo a su lado con un suspiro...

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