capítulo 20

El doctor Bocón Mondahl se arrastró a su oficina después de ver a su último paciente del día en la puerta....

Con un profundo suspiro, cayó en su silla y se echó hacia atrás por un momento, dejando que las tensiones del día se filtraran.

Por desgracia, era el final del mes y el tiempo para conciliar los gastos de oficina, por lo que el no era probable que el estres se mantenga alejado.

Calculando que era mejor que se apurara si quería llegar a casa a una hora decente, se empujó de nuevo hacia delante y encendió su computadora.

Levantó la mirada mientras alguien pasaba por su puerta... –¡Viggo, Viggo!– gritó él.

Después de un momento, su compañero asomó la cabeza en la esquina –¿si, Bocón? –

–Me preguntaba si ibas a aceptar la oferta de Valki para la cena– Bocón dijo, pensando en su encantadora esposa con una sonrisa.

Viggo le devolvió la sonrisa, pero negó con la cabeza. –No esta noche,Bocón, aunque realmente desearía poder hacerlo, suena maravilloso...–

–confieso que esperaba que dijeras que sí para que yo pudiera salir de este papeleo, ¡es horrible!– Bocón dijo con una carcajada.

–Deberías contratar a alguien para que lo haga por ti.–

–Oh, me gusta poner mi propia mano en las cosas, he estado construyendo esta práctica durante cuarenta años, ¿sabes? ¿Estás seguro de que no puedes cambiar de opinión?–

–No, realmente no puedo, tengo un ...proyecto importante aye haxer– Viggo respondió con una sonrisa traviesa.

Bocón parpadeó.

Por un momento, hubo un brillo extraño en los ojos de Viggo ...

Sin embargo, cuando volvió a mirar, él brillo se había ido y el pensó que debía estar imaginando cosas.

–Ah, bueno, uno de estos días te haré decir que sí.–

–Quizás.–

–Te veré mañana– dijo Bocón, para luego voltearse a su computadora...

Mientras su compañero le hizo un gesto de alegría y luego se movió por el pasillo.
Con un movimiento de cabeza, Bocón pensó en Viggo por un momento.

El hombre parecía tan solo...

Uno de estos días, él y Valki tendrían que encontrarle una amiga...

–Pero esta noche, el papeleo te espera,–murmuró para sí.

~~~

Casi una hora y media después, él realmente anhelaba un bistec...

La escuela de medicina nunca les dijo a sus estudiantes sobre todo el temido papeleo que tendrían que realizar...

Al notar algo inusual en una sección que estuvo a punto de borrar, el lo resaltó en su lugar.

–Esto es raro–murmuró para sí mismo.

Era un número de artículo bastante caro que no recordaba haber solicitado.

Tomando nota de ello, Bocón se volteo hacia el estante detrás de él y bajó una tableta para mirar el artículo.

Una sensación de tristeza y pesar se apoderó de él al ver cuál era el objeto....

Unos medicamentos a nombre de Hiccup Haddock...

Bocón suspiró mientras recordaba lo devastado que todo el mundo,el incluido, había estado al escuchar sobre la triste muerte de Hipo.

El joven había sido realmente un alma noble, y el corazón de Bocón le dolía al darse cuenta de que nunca volvería a ver al chico...

El frunció el ceño mientras se preguntaba por qué tenia unos medicamentos con su nombre en ese lugar ..

Hipo nunca había tenido la voluntad o él tiempo para tomar medicamentos, así que ¿por qué tenia eso en su escritorio?

Y sobretodo....

¿Por que eran pastillas para dormir a la gente?

Y además...¿quien fue?

–Bueno, puedo averiguar eso con bastante facilidad.–

El se volteo hacia la computadora y volvió a mirar la orden.

El nombre de Viggo Grimborn saltó hacia él.... Ahora, ¿por qué Viggo había comprado unas pastillas para dormir?

No tenían pacientes con problemas de sueño...

¿Por que tenían él nombre de Hiccup?

Algo sobre la situación simplemente no le sentaba bien a Bocón, y el reflexionó durante un largo momento sobre lo que debía hacer...

Tenía el telefono de Heather Haddock, pero odiaba la idea de llamarla y arrastrar recuerdos perturbadores a ella, cuando sabía que todavía estaba de luto e intentaba sanar...

Pero su instinto le estaba diciendo que esto era importante, así que dejó a un lado sus recelos y volteo hacia él teléfono que reposaba en su escritorio.

~~~~~

Era un grupo muy triste él que se sentaba alrededor de la sala de estar de los Haddock...en comparación a él motivado grupo de 34 días atrás.

Cada pista, cada rastro que habían intentado seguir se había marchitado y soplado como la arena del desierto.

En ese entonces, se habían llenado de tal entusiasmo.

Ellos iban a encontrar a Hiccup, rescatarlo, y traerlo a casa.

Habían esperado que tardara una semana o eso como mucho...

Quizás era poco realista, pero la suerte de la familia siempre había parecido correr de esa manera....

Ahora, esa suerte parecía haberse agotado.

Heather miró alrededor de la habitación, tratando de no dejar que sus sentimientos de desesperanza la arrastraran, pero parecía estar afectando a los demás también.

Sólo Brutacio, Dagur y Astrid estuvieron alli hoy.

Había sido tanto tiempo que todos los demás habían tenido que volver a sus deberes normales.

Dagur, sin embargo, había tomado una licencia indefinida y le había dicho a Brutacio y Heather que él estaría allí hasta que Hiccup fuera encontrado.

Astrid le había dicho a su jefe que no dejaría París hasta que Hiccup estuviera en casa, y el no le nego el tiempo.

Los hijos de Heather estaban de vuelta en la escuela, sin saber que sus padres pensaban que su tío Hipo todavía estaba vivo.

Bueno, no se lo habían contado, pero Heather sospechaba que sabían que pasaba algo.

Eran niños muy brillantes...

Y ella no se preocupaba de que le dijeran a alguien sobre la posibilidad de que Hipo estuviera vivo ...

Ellos podian guardar un secreto.

A veces demasiado bien, como su madre a menudo lamentaba...

Dagur y Brutacio estaban hablando tranquilamente de lo que podría ser la siguiente opción, examinando mapas y gráficos.

Astrid miraba varios articulos para intentar encontrar alguna pista, pero a juzgar por la mirada melancólica de su cara, Heather tenía la sensación de que recordaba más que nada....

Heather dio un pequeño suspiro mientras volvía su propia atención a los discos de datos en su mano. Loz habían revisado todos ellos al menos mil veces, con la esperanza de que con cada repetición de estos,sería el momento en que descubrirían una pista.

Comenzó a mil y una....

El repentino pitido del telefono de Heather hizo que todos miraran sorprendidos...

Heather y Brutacio se miraron.

La linea que poseían era privada, por lo cual no mucha gente tenia acceso a ella...

Brutacio se levantó, pero Heather lo detuvo con un movimiento de su mano.

–Probablemente sea Patán, ya que le pedí que investigara algunos de sus contactos–

Brutacio asintió y le dio a su esposa una sonrisa alentadora. Heather le devolvió la sonrisa al entrar en el dormitorio.

Cuando encendio su telefono se sorprendió un poco al escuchar al doctor Bocón Mondahl.

"El médico de Hipo", pensó mientras se apretaba la garganta.

–Hola, Bocón–dijo, con una sonrisa agradable, enmascarando su dolor.

–Hola, Heather siento mucho molestarte así, pero he descubierto algo extraño en mis discos, y me preguntaba si podrías darme alguna información.–

–Claro, si puedo, ¿qué necesitas saber?–

–bueno...se trata de tu hermano– Bocón dijo entre balbuseos.

Heather asintió serenamente, manteniendo ferozmente sus emociones bajo control. –sigue...–

–pues....encontré medicamentos a su nombre encargados por Viggo–

Heather se quedó inmóvil ante la mención de ese nombre.... Viggo ...

Todos sus sentidos le gritaban que algo andaba mal...muy mal

–¿viggo?–le preguntó con voz tranquila.

–no creo que lo hayas conocido, es un amigo mío, pero ha hecho algo que me intriga un poco –dijo Viggo frunciendo el ceño.

–¿Qué sería eso? –preguntó Heather

–ya sabes, Hipo nunca fue gustoso de tomar medicamentos, pero Viggo por alguna razón ordeno todos los medicamentos que él solía tomar, y además pastillas adormecedoras–

Imágenes y sentimientos asaltaron a Heather tan rápidamente que ella jadeó, dejando caer su cabeza y cerrando los ojos con fuerza.

Podía oír la voz de Hipo en su cabeza diciendole que tenía una mala sensación...

Una imagen vívida de la versión falsificada de su gemelo que habían llorado y enterrado paso por su mente...

"Al confirmarnos que era él cuerpo de Hipo.... Los que realizaron la autopsia dijeron que él había muerto.... Y tenia sus medicamentos al día"

A eso se sumaron los fuertes sentimientos que la conciencia de Heather producía con sólo mencionar el nombre de Viggo....

Heather lo sabía....

–¿Heather?¿Estás bien?– Bocón estaba preguntando preocupado,cuando ella volvió a abrir los ojos y lo miró de nuevo...

–si–dijo Heather con voz ronca, y luego se detuvo para aclarar su garganta. –Sí, estoy bien, gracias, yo, ah, tendré que investigar si Hipo habló con su oficina sobre esto. ¿Te puedo llamar dentro de unos días?–

Su mente estaba compitiendo furiosamente con planes para enfrentar a esta persona llamada Viggo, pero Heather se dio cuenta de que necesitaba pisar con cuidado.

sólo Diso sabía donde el demonio podría tener a Hipo, escondido y si atacaban demasiado pronto, quizas nunca podrían encontrarlo.

–Por supuesto, y otra vez, me disculpo por haberte llamado, pero algo no me ha parecido bien.–

–Lo aprecio, Bocón, y no necesitas disculparte en absoluto.–

–Es sólo que ... Hipo era una persona muy especial, y yo ... me sentí honrado sólo por conocerlo. Sé que te envié mis condolencias oficiales, pero quiero decirlo de nuevo– dijo Bocón sinceramente, y Heather pudo imaginarse el brillo de las lágrimas en sus ojos a través de la llamada.

–Gracias, Hipo también te admiraba bastante, sabes, eres el único médico al que él iba a ver de buena gana–dijo ella con una sonrisa torcida.

–Oye, tenía buen gusto, ¿verdad?– Bocón bromeó y Heather sonrió un poco más.

–Sí, lo tenía en absoluto, odio cortarte, Bocón, pero tengo compañía aquí y realmente debo volver con ellos.–

–¡Oh, por cierto, princesa, ciertamente !, una vez más, siento haberte interrumpido.–

–No, está bien, y tengo la sensación de que te debemos una enorme deuda de gratitud muy pronto –dijo Heather con una misteriosa sonrisa, antes de cortar.

Ella se sentó frente al teléfono, por un momento, su corazón se aceleró cuando su mente se dio cuenta de que esto era lo que habían estado esperando todo el tiempo.

Justo cuando estaba a punto de levantarse para reunirse con los demás en el salón, una voz incierta interrumpió sus pensamientos.

–Heather, ¿estás bien?– dijo Astrid desde la puerta

Heather se volteo para mirarla, incapaz de sacaf a la brillante sonrisa que cruzaba su rostro.

–¡Sé quién tiene a Hipo!–

Unos minutos más tarde, el grupo antes melancólico se había transformado en un desenfoque de acción y planes emocionados.

Nadie dudaba del conocimiento intuitivo de Heather.

La única duda era cómo iban a descubrir el paradero exacto de Hipo.

Rápidamente utilizaron algunos de los contactos que tenían para encontrar la dirección del médico, pero estaba en uno de los edificios de apartamentos más lujosos y exclusivos de París

–No hay manera de que tenga a Hipo allí– dijo Heather...

Nunca habría podido atraparlo sin que alguien lo viera.

–Pero, ¿y si tiene a otros en su nómina? Podría haber sido capaz de convencer a la gente de mirar hacia otro lado– propuso Dagur

–Bueno, obviamente el bastardo ha ido a trabajar todos los días como si fuera algún tipo de persona normal o algo así, nuestra mejor opción sería seguirlo cuando salga de la oficina mañana y veamos adónde va – propuso Brutacio

–¿Y dejar a Hipo en sus garras durante otro día?– Astrid gritó con horror.

–mira tampoco me gusta la idea, pero debemos tener cuidado, o él bastardo podría matar a Hipo antes de que nosotros lleguemos a el–

Astrid  bajó la cabeza, tratando de recuperar el control de sus emociones.

Ella era una agente de cautela altamente calificada.

Ella sabía el peligro de correr en una misión con demasiada rapidez, pero ahora que tenían una sospecha de Hipo, Astrid lo quería de vuelta y ella lo quería de vuelta ahora...

–Tienes razón, por supuesto–murmuró mientras levantaba la cabeza–Pero yo quiero ser la que haga el acoso –dijo ella con gesto sombrío.

Los demás la miraron, sin saber muy bien qué hacer con su elección de palabras, pero luego Tacio asintió lentamente.

– De todos modos, probablemente serías la mejor, ya que tenemos mucho que hacer, así que es mejor que nos ocupemos de ello...–

–como descubra donde tiene a Hipo...juro que me las pagaran caro–

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top