capítulo 17

El comedor de Heather se había convertido en el comando central en la búsqueda de Hiccup Haddock. 

Brutacio,Jack,Aster,Dagur, Astrid y Heather se sentaron alrededor de la mesa, que estaba cubierta de mapas, tabletas, libertad y todo tipo de información. 

Patán estaba actualmente monitoreando todo lo que pudiera abarcar.

Tadashi todavía estaba tratando de averiguar si alguien había comprado equipo lo suficientemente bueno como para escapar al monitoreo....

Habían pasado sólo veinticuatro horas desde que se habían dado cuenta de que el cuerpo que habían estado a punto de enterrar no era el verdadero Hiccup Haddock. 

Heather estaba orgullosa de la rapidez con que los amigos y la familia de Hipo se habían unido para rescatarlo. 

No sería una tarea fácil, pues la tierra era un lugar inmenso y Hipo podría haber sido llevado a cualquier lugar. 

Pero sabían que había comenzado aquí en París y así fue donde sabían que tenían que empezar también.

Heather se encontró mirando fijamente a Astrid mientras la rubia discutia con Jack sobre algún detalle u otra cosa.

Astrid Hofferson era la amante de Hipo, la mujer a la que le había pedido ser su esposa. 

Heather se maravilló de que no lo había descubierto hace mucho tiempo....

Siempre había habido una chispa de electricidad entre los dos. Y, en verdad, no había estado tan sorprendida como debería...

Heather le había mirado fijamente durante un largo rato, y luego extendió la mano para abrazar a la otra mujer, cualquier ira que ella pudiera haber sentido por las mentiras de Hipo, fue reemplazada con él dolor de su perdida.

Astrid se había endurecido en respuesta al abrazo,pero luego pareció marchitarse ligeramente y por un momento, se había aferrado a la hermana de Hipo.

En toda la emoción de explicar a la ciudad que él cuerpo que habían estado velando no era él de Hipo, Heather se había olvidado del anillo que ahora estaba reposando en su dormitorio. 

Ella se levantó de pronto, haciendo que Brutacio la mirara preocupada... Heather le sonrió para hacerle saber que estaba bien y luego se dirigió hacia Astrid.

–Astrid ¿puedo verte en el dormitorio por un momento?–

Una mirada cautelosa entró en los ojos de Astrid, pero Heather tuvo la sensación de que era más un reflejo que una verdadera reserva. 

Asintiendo lentamente, se levantó y las dos mujeres entraron en el dormitorio.
–¿que sucede?–

–Sé que las cosas se han confundido,y no he tenido la oportunidad de decirte gracias– dijo Heather en voz baja.

–¿gracias por que?–

–Por hacer feliz a mi hermano –dijo Heather, y entonces su voz empezó a ahogarse. Ella alzó la mano para cubrir su boca, tratando de contener sus lágrimas...

Astrid le sonrió, pero su mandíbula temblaba sospechosamente. –Yo soy la que debe estar agradecida, Heather ... Hiccup... él me salvó ... Él es la primera persona que se preocupó lo suficiente para ver a mi verdadero yo ... y él me ama, y ​​no voy a descansar hasta que vuelva aquí, a donde pertenece, conmigo, contigo y todos los que lo aman.–

Astrid se ruborizó ligeramente, no teniendo intención de dar un discurso, pero Heather sólo le sonrió comprensivamente...

Extendió la mano para recoger la pequeña caja de joyero, mirándola mientras la entregaba en sus manos. 

Heather, de pronto, dudó en darle a Astrid el anillo de esta manera. Debería haber venido de la mano de Hipo a su novia en un momento especial sólo para los dos...

Por otro lado, el anillo era un símbolo de esperanza y eso era algo que todos ellos, especialmente Heather y Astrid necesitaban ahora.

 Respirando hondo, ella sostuvo la caja hacia su casi cuñada...

–Estaba con Hiccup cuando compró esto, estoy segura de que era para ti, a menos que mi hermano escondiera a otra novia en algún luga...–dijo Heather con una sonrisa irónica...Es curioso cómo pudo sonreír de nuevo, sabiendo que Hipo estaba vivo. 

Tenía que concentrarse en ese pedazo de esperanza, y no permitirse a sí misma agonizar sobre los terribles problemas en que estaba su gemelo.

Ellos lo encontrarían.. Lo harían...

Astrid tomó la caja de Heather y simplemente la miró fijamente. 

Heather podía leer miles de emociones en la expresión de la chica, y podría jurar que era un reflejo de las expresiones de su hermano.

Finalmente, Astrid abrió la caja y soltó un pequeño jadeo mientras miraba el anillo por primera vez. 

Lo sacó de su lugar de anidación y dejó la caja a un lado...

–Es ... –ella se interrumpió, sin poder encontrar la palabra que quería usar...Miró de nuevo a Heather –¿El escogió esto?–

Heather asintió con la cabeza, y la rubia pudo ver él suave brillo de su rostro a causa de su lágrimas.

–Oh, Hipo...– Astrid susurró mientras sus ojos estaban atraídos hacia el anillo. 

Ella rió nerviosamente mientras sentía que las lágrimas se agolpaban en sus ojos. –Dios,me he convertido en un grifo de agua ¿Ves cuál es la mala influencia de tu hermano en mí?–

Eso parecía romper la intensidad tranquila del momento y las dos se rieron.

Astrid suspiró mientras sus risas disminuían y ambas chicas observaban el anillo. –Quiero llevarlo, pero ...–

–¿pero que?–

–Pero quiero que Hipo me lo ponga en el dedo cuando lo traigamos de vuelta, ¿tienes una cadena de algún tipo que pueda pedir prestada?–

–Esa es una idea perfecta, espera–, dijo Heather mientras se acercaba a su tocador y revolvía su caja de joyas. –Ah, aquí vamos.–

Ella levantó una sencilla cadena de oro y la tendió a la prometida de Hiccup.

Astrid pasó la cadena por el anillo y luego empezó a ponérselo.

–Aqui,déjame ayudarte –dijo Heather, y tomó el collar de los dedos de Astrid.  Moviéndo la cabeza, Astrid se acerco y levantó su pelo para que Heather pudiera amarrar la cadena alrededor de su cuello.

La rubia volvió a mirar a Heather, cogiendo el anillo y sosteniéndolo entre sus dedos cuidadosamente mientras lo hacía. Tanto ella como la hermana de Hipo lo miraron fijamente, y entonces Astrid sintió que una oleada de tristeza la invadía. Miró hacia atrás para ver a Heather luchando contra las lágrimas como lo había hecho tantas veces en los últimos días.

–Lo echo mucho de menos ...– dijo la pelinegra, con voz ahogada.

Astrid se sorprendió a sí misma y a Heather,mientras avanzaba para tomar a la pelinegra en un apretado abrazo. 

Heather se sobresaltó por un momento y luego se aferró a la que finalmente había logrado reclamar el corazón de Hipo y darle el suyo a cambio.

–en poco tiempo estará con nosotras Heather... Te lo juro–










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Viggo no había vuelto a la celda de Hiccup durante varios días más, y el chico no estaba seguro de lo que era peor ... la tortura real, o quedarse solo con sus dudas y temores. 

Él había arruinado su cerebro tratando de encontrar alguna forma de salir de este infierno, pero aún no había llegado a nada. 

Los paneles de control,  estaban fuera de su alcance, incluso si estaba de pie en la cama... lo que había intentado desde que Viggo había olvidado encadenarlo.

 No es que le hubiera apetecido hacer algo durante esos días de tormento.

Se había acostado en la cama minúscula en agonía total durante el un larog tiempo...

Eventualmente, el dolor había disminuido lo suficiente como para poder moverse por la celda una vez más. El asistente encapuchado todavía traía sus comidas dos veces al día, pero ahora sólo las deslizaba a través de una ranura que se abría en el fondo de la puerta.

Hiccup suspiró impotente. 

Viggo ciertamente no era tonto y obviamente pretendía jugar con su víctima por un tiempo...

"¡Deja de pensar como una víctima, Hipo!" el se dijo con ferocidad.  "Hay una salida, solo tienes que encontrarla."

 Sin embargo, su habitual optimismo era cada vez más difícil de mantener....

Estaba sentado en la cama pensando si había alguna manera de convencer al asistente de que abriera la puerta la próxima vez que llegara, cuando la puerta se abrió. 

Asustado, y luego maldiciéndose en silencio por su falta de atención, Hiccup miró a Grimborn, quien sostenía su habitual pistola cerca de su rostro.

Viggo movio las manos sin decir una palabra, pero Hipo comprendió que habia dado una orden. 

Silenciosamente, tratando de no dejar que su aprensión se reflejara en su rostro, Hiccup tomo una de las cadenas a su lado. Viggo hizo un gesto con el arma hacia el gancho donde lo había maltratado la ultima vez, y Hipo tragó con una boca seca mientras se levantaba y se movía hacia donde Viggo lo quería...

El arma nunca vaciló cuando los brazos de Hiccup se levantaron, antes de ancadenarse las manos a su mismo.

El silencio estaba empezando a rayar en los nervios de Hiccuo mientras Viggo lo rodeaba lentamente, finalmente poniendo la pistola en su funda,pero sin decir nada.

Hiccup se sentía expuesto, como un animal en el zoológico privado de Grimborn o, peor aún, un experimento en un laboratorio que el bastardo contemplaba.

 Finalmente, ya no podía soportar la quietud...

–¿Tienes algo que querías discutir, o vamos a continuar este pequeño baile por un tiempo?–preguntó sarcásticamente cuando Viggo volvió a su frente.

Al instante, el hombre dejó de moverse y dejó que una sonrisa malvada y satisfecha cruzara su rostro y Hiccup se maldijo.

 Otro de sus pequeños "juegos" y Hipo le había permitido ganar este rompiendo el silencio primero.

–Ah, Haddock, no tienes ni idea de lo mucho que algunas personas te odian ¿verdad?–

–Soy muy consciente de que no estoy en la lista de los  favoritos de todos–

–Oh, no estoy hablando de esos tontos insignificantes y patéticos que simplemente están celosos del poder y el prestigio que una vez poseías– comentó Viggo agitando una mano burlona, ​​y Hipo sintió un escalofrío a través de él cuando Grimborn utilizó el tiempo pasado.

–No...yo estoy hablando de personas que te odian con cada fibra de su ser, con cada pensamiento y con cada respiración que toman... Las personas cuyo odio es como una cosa viva dentro de ellos, nutrida y alimentada cada vez que tu cara aparece en televisión, cada vez que alguien elogiaba al 'salvador de la ciudad',cada vez que ibas a alguna misión y 'salvabas' a alguna causa desesperada....Las personas que no sólo quieren verte muerto, sino que quieren verte sufrir un dolor interminable antes de morir , Para pagar el dolor sin fin que has causado a otros. –

Mientras hablaba, la voz de Viggo se hizo más cálida, más ferviente en su virulencia, y se inclinó hacia su cautivo hasta que su nariz estaba a sólo centímetros de la nariz de Hiccup, quien se sorprendió ante la profundidad del odio en el rostro y el tono de Viggo.

–La gente como...yo–la voz de Viggo cayó a un susurro y Hiccup podía sentir la intención malvada en su cara.

–Yo soy lo que soy, y no puedo ser ni más ni menos.– murmuro Hipo tratando de reflejar calma

El áspero ladrido de risa de Viggo asustó a Hipo, haciéndole estremecerse. 

Grimborn se dio la vuelta y se alejó, e Hipo soltó un suspiro de alivio, aunque sabía que su indulto no duraría mucho...

–Y eso es lo que realmente significa este experimento, averiguar de qué estás hecho cuando no tienes nada para ayudarte_

Los labios de Hiccup se aplastaron en una delgada línea y él permaneció en silencio, negándose a ceder ante la burla de Viggo.

Grimborn se volteo súbitamente de nuevo para enfrentar a Hiccup, la rapidez del movimiento de nuevo provocando que Hipo se estremeciera, haciéndolo maldecir por revelar tal debilidad a su captor.

Viggo se acercó a su espalda y sacó un objeto que había sido guardado en la parte de atrás de sus pantalones. 

Sosteniéndolo para que Hipo lo viera, sonrió maliciosamente.

–¿Sabes lo que es esto?·

Hipo miró el delgado cilindro metálico que Viggo tenia en la mano.

Era un poco más largo que una espada promedio, pero más lisa, sin asidero. 

Había dos pequeñas clavijas que se clavaban en un extremo del mecanismo y un botón alrededor de la mitad del eje.

Hipo tragó con una boca súbitamente seca mientras miraba el aparato en la mano de Viggo.No estaba seguro de haber visto algún arma parecida antes, pero tenía la sensación de que no iba a ser algo que quisiera probar más...

–No, no sé qué es.–

–Ah, estoy sorprendido de ti, señor Haddock–dijo Viggo con un tono burlón–Y es algo de tu ciudad natal...–

Hipo no dijo nada, decidido a no ser atraído por esta competencia que Viggo parecía disfrutar.

–Es un producto de pastoreo, usado por personas adineradas–, explicó con una voz paciente y condescendiente. –Hmm. Interesante, ¿no ?, esto se usa para controlar animales... incluso a aquellos que les gusta llamarse "Héroes" –

Las fosas nasales de Hiccup resplandecían de rabia por el insulto flagrante, pero aún guardaba silencio. 

"Sólo está tratando de incitarte a perder la paciencia, Hipo Eres mejor que eso"

–¿Te has preguntado por qué estás aquí?–Viggo preguntó de repente.

Hipo lo miró cautelosamente  ¿Cómo iba a responder a esa pregunta? 

Por supuesto, se había preguntado por qué estaba aquí, y Grimborn tenía que saberlo, pero Hipo todavía no quería admitirlo.

–La idea me había pasado por la mente una o dos veces–el castaño dijo con cautela.

Viggo rió cruelmente. –No me engañas ni un segundo Haddock,prácticamente puedo oler el miedo sobre ti.–

El se acercó incómodamente cerca de su prisionero y Hiccup recordó que experiencia con una muexa de disgusto.

Viggo estaba casi rizado con él mientras inhalaba exageradamente, luego susurró –me gusta verte asustado...me gusta muchisimo–

Hipo sintió que la náusea se agitaba en su estómago ante el tono de Grimborn,pero se obligó a no moverse.

 Sin ninguna otra advertencia, Viggo presionó un botón, activando corriente que fue directo al cuerpo de su cautivo.

Asustado, Hiccup gritó mientras las olas de electricidad pulsaban a través de su sistema, provocando una agonía insoportable a su paso. 

Su cuerpo se sacudió y se retorció mientras colgaba de los puños, pero no podía alejarse del tormento. 

Después de lo que probablemente eran sólo unos segundos, aunque se había sentido mucho más tiempo,Viggo alejo los productos y retrocedió para observar el resultado de su obra...

Hipo gimió cuando cada terminación nerviosa en su cuerpo parecía gritar en protesta, colgando de sus restricciones con el sudor que le caía...

–El nombre de mi padre era Aldor Grimborn, era un hombre brillante, simplemente brillante. La gente venía de lejos sólo para escuchar sus conferencias. Era ardiente, incluso se podría decir apasionado, acerca de lo que él creía. Un padre maravilloso, también, siempre tuvo tiempo para las muchas preguntas de un hijo impaciente, él solía llevarme sobre los hombros y fingiría que yo era el hombre más alto de la galaxia ... – Viggo dijo, y su voz se apagó mientras él Parecía perderse en sus recuerdos. –Más tarde, después de haberme convertido en un joven, me animó en todas las cosas y el estaba tan orgulloso cuando decidí seguir sus huellas en el mundo de la ciencia...–

Hiccup frunció el ceño a Viggo con incertidumbre, su respiración dura y trabajada, mientras se preguntaba cuál era el punto de este discurso. 

Viggo parecía recordar a su cautivo entonces, y volvió su mirada hacia Hipo una vez más.

–¿reconoces su nombre? –Pregunto bruscamente.

–N-no, no lo hago– Hipo jadeó. –¿Deberia hacerlo?–

-¡Por supuesto, Haddock!– Viggo escupió con rabia. –¡Tú lo mataste!–

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