Su cara se congeló en una máscara de compostura....

Astrid no derramó lágrimas en el servicio de Hipo.

Fue difícil durante la ceremonia privada....Éstos eran la familia de Hipo, amigos, compañeros de agencia, y compañeros de academia. 

Heather le había preguntado a Astrid si quería decir unas pocas palabras, pero la comerciante sabía que sería imposible para ella hacerlo sin revelarle a todo el mundo exactamente lo que Hiccup había sido para ella. 

Astrid no pensaba que pudiera pararse allí, mirando a su amante muerto, y hablar con coherencia acerca de lo maravilloso que había sido.

Su corazón se retorció mientras escuchaba a Dagur hablar, su voz se quebró.

Astrid podía sentir las olas de culpa saliendo de él y ella luchó para aplastar la pequeña llamarada de ira que sentía. 

Sintió una punzada de rabia por parte de Heather,y ​​la miró de reojo .

La barbilla de Hesther temblaba ligeramente y Astrid tenía la sensación de que la hermana de Hipo estaba luchando con la misma ambivalencia hacia las Dagur que ella.

Ella no culpó precisamente a Dagur. ¿Cómo podía? Hipo habría ido a ayudar a un perfecto desconocido si le había traído esa nota.

 Pero el hecho de que Dagur fuera indirectamente responsable de la muerte del hombre al que acababa de admitir sus sentimientos, después de tantos años de pelear con ellos, dejó un resentimiento en su pecho.

Astrid bajó la mirada hacia sus manos entrelazadas que yacía en su regazo. El resentimiento la hizo sentirse culpable, porque sabía que Hipo no lo aprobaría. 

Dagur era uno de sus amigos más queridos,y Hiccup estaría muy decepcionado con sus emociones, tanto como su prometida como por diplomacia.

Respirando hondo, levantó la cabeza y escuchó a los amigos más cercanos de Hipo elogiarlo.

La verdadera prueba de la paciencia de Astrid vino durante el servicio público. 

La muerte del agente había sacado a los políticos de debajo de sus rocas para que pudieran levantarse simulando una conexión con un ciudadano tan famoso. La realidad era que la mayoría de ellos ni siquiera habían conocido a Hiccup Haddock y de los que lo habían hecho, la mayoría lo habían hecho sólo de pasada.

 Los que habían conocido bien a Hipo lo habían detestado solo por él maldito dinero.

Sin embargo, su verdadera familia y sus amigos se vieron obligados a escuchar estos fraudes mientras hablaban sobre lo mucho que Hiccup Haddock había significado para sus vidas. 

Astrid apenas se mantuvo calmada.... Y si un solo politico más de ellos hacia la estupida broma de que deberían cambiarle él apellido a Hipo por "skywalker" solo por la traducción "caminando por los cielos" ella realmente iba a matar a toda la audiencia.

Después de lo que parecía una cantidad interminable de tiempo, finalmente todo termino. 

Brutacio, Heather y los niños se situaron justo al lado derecho del ataúd cuando las "personas importantes" presentaron el cuerpo de Hipo y luego se detuvieron para hablar y rendir homenaje a su familia. 

El público en general estaba abarrotado en los asientos del balcó,pues no estaban admitidos en él lugar de la familia real.

Astrid se sentó, todavía adormecida, en su asiento mientras las escenas parecían pasar en cámara lenta para ella.

 Ella escuchó unos cuantos susurros sobre su posición prominente sentada con la familia, pero ella los ignoró, su mirada estaba fija en la forma sin vida de Hiccup Haddock. 

Cuando lo había visto por primera vez allí tumbado, con sus manos cruzadas sobre el pecho, la mente de Astrid se había rebelado... ¡Este no podía ser su Hipo!

Los recuerdos la asaltaron instantáneamente: la sonrisa de Hipo; su risa; La mirada en su rostro cuando le había hecho un amor apasionado; La manera en su voz cuando él había dicho:

"Susurra tu debilidad y te presto mi fuerza".

–Esta es mi debilidad, Hipo, no sé cómo voy a seguir adelante sin ti– Astrid murmuró para sí misma, y su cabeza volvió a caer para que los curiosos no vieran su dolor.

Finalmente, la larga fila de dolientes se escurría y no quedaba nadie en el auditorio excepto los Torton- Haddock, los Berserker, Jackson, Aster, Patán, Tadashi, y otros cercanos.

Astrid estaba vagamente consciente de los suaves murmullos de la conversación detrás de ella y oyó a Heather decir que iba a llevar a los niños a su apartamento...

Poco a poco, los otros se alejaron hasta que sólo Brutacio y Tadashi permanecieron. 

Podía sentir la intensidad de sus miradas, pero aún así la dejaban afligirse a su manera...

Podrían haber sido minutos, horas o días en los que se sentó allí, Astrid no tenía manera de saberlo. 

Como en una neblina,ella se levantó y caminó lentamente hacia el reluciente ataúd de plata que sostenía el cuerpo de Hipo.... Mirándolo fijamente, Astrid estaba casi abrumada por las emociones y los recuerdos que surgían en ella.

Los ojos de Astrid vagaban lentamente por cada centímetro del rostro de Hipo,pensando que era naturalmente tranquilo y sereno. 

La última vez que lo había visto, había estado sonriendo.

Hiccup Haddock había sido un hombre atractivo en cualquier aspecto, pero cuando él sonreía, sonreía verdaderamente ...no la curva minúscula de labios que los forasteros veían, sino la rara expresión radiante de alegría que sólo los amigos cercanos y la familia habían conocido.

Lentamente ella extendió la mano y tocó su mano izquierda.

 Deslizando sus dedos, Astrid levantó la mano de Hiccup para sujetarla entre las suyas.

 Bajó la cabeza y besó suavemente la mano que sostenía, tratando de no pensar en él escalofrío que le producía la frialdad que poseía su mano.

Los ojos de Astrid se cerraron cuando ella sostuvo su mano contra sus labios, el escalofrío de hace unos momentos se convirtió en un temblor que no parecía detenerse.

Un nudo de tensión comenzó a construirse en algún lugar profundo de su estómago, apuñalándola con la precisión de un medico.

El muro que tan decididamente había construido para suprimir todo su dolor empezó a desmoronarse y agrietarse, las emociones se elevaban más rápido de lo que ella podía contener...

Su respiración se produjo en jadeos agudos mientras sentía el dolor expandiéndose en su pecho hasta que ella pensó que su corazón estallaría. 

Vagamente, percibió a Brutacio y a Tadashi caminando hacia ella, preocupados por lonque transmitía, pero ella no pudo contenerse.

La desesperación, la angustia y la agonía total finalmente salieron a flote. 

Astrid percibió a sus amigos corriendo hacia adelante ella mientras cayó de rodillas, todavía apretando la mano de Hipo contra su mejilla, mientras un grito inhumano de miseria se le arrancaba de su garganta. 

Cada lágrima que había sido retenida durante los últimos tres días salió de los ojos de Astrid,nublando su visión hasta que no pudo ver nada más que el cabello castaño rojizo de su amado.

Taldashi estaba a un lado de ella y Brutacio estaba en el otro, ambos tratando de que no terminara de tenderse en él piso.

Tacio intentó suavemente tomar la mano de Hipo,pero ella se aferró a ella con ferocisad.

Astrid no podía hablar al principio. Ella nunca había llorado así en su vida y ahora que había comenzado, parecía que nunca cesaría...

Finalmente, sin embargo, la intensidad de la tormenta se calmó y sus sollozos calmaron a pequeños resoplidos. 

Astrid no miró a ninguno de los dos hombres arrodillados a su lado, avergonzada de haber perdido el control total de la forma en que lo había hecho.

–Astrid...–

–No, no estoy bien, nada volverá a estar bien porque el se ha ido – Astrid murmuro amargamente.–Era yo, Brutacio, la mujer con la que ha estado todos estos meses, de la que él no te hablaba, porque ... porque yo no lo dejaba...–

Ella tuvo que detenerse mientras las lágrimas amenazaban con empezar de nuevo –Porque yo era demasiado estúpida para ver qué cosa tan bonita teníamos juntos ... Debería haberle dicho a todo el mundo que Hipo me quería ... A mi, a Astrid Hofferson, pero tenía miedo, yo no era lo suficientemente buena para él, pero a él No le importaba.. no le importaba, me amaba de todos modos, y yo nunca podría entender el por qué... y ahora se ha ido y no puedo soportarlo,¡no puedo!–

El ligero chirrido de su voz bordeaba el borde de la histeria...

La mano de Brutacio le acarició torpemente el cabello –por Dios, Astrid, lo ciento...–

–As, tomate él tiempo se necesites, no te preocupes por trabajo o algo parecido...–

–Lo que necesito es a Hipo, vivo y seguro y en mis brazos, Tad...–murmuro Astrid

No había nada que Brutacio o Tadashi pudieran decir a eso, ya que era lo que ambos deseaban también, así que ninguno de ellos respondió a sus palabras de resentimiento.

–Cinco minutos a solas en una habitación con quien haya hecho esto podría hacerme sentir mejor, también.– ella dijo forzando una sonrisa.

–Hey, tendrías que hacer fila por ese privilegio, nosotros también queremos hacer eso– Tacio bromeo como pudo...

Los tres compartieron una risita nerviosa, y luego se quedaron en silencio durante un largo momento, cada uno perdido en sus recuerdos.

 Con un suspiro, Astrid empezó a ponerse en pie.

Brutacio cuidadosamente tomó la mano de Hipo de la suya y esta vez ella se lo permitió... La colocó tiernamente encima del pecho de Hipo–Así que tú y el chico...¿eh?–

–Sí, ¿es tan difícil de creer?–

–En realidad, no, siempre he pensado que había algo entre ustedes dos–

–Me pidió que me casara con él...–dijo Astrid suavemente, haciendo que Tadashi le lanzara una mirada sobresaltada.

–Y tú dijiste…?–preguntó él castaño.

–yo le dije que si...– respondió Astrid con una pequeña sonrisa.

Ella saltó sorprendida cuando Brutacio la tomó por los hombros y la miró fijamente... Sintiendo que estaba a punto de decir algo muy serio y muy importante para él, Astrid no protestó por el tratamiento algo áspero.

–Tú entiendes que incluso si nunca llegó a ser oficial, eres parte de la familia, Astrid, siempre serás parte de la familia, si eso es lo que quieres.–

–¿Heather estaría de acuerdo con esa declaración, teniendo en cuenta que soy yo?– Astrid preguntó, todavía un poco escéptica acerca de la aceptación de la hermana de Hipo .

–Heather estaría de acuerdo con cualquier cosa que hiciera feliz a Hipo, y por lo que vi el otro día, lo hiciste feliz ... ¿Por qué no subes al apartamento y hablamos con ella?–

–no sé nada de eso ..–

–oh vamos anda, yo te cubro– animo Tadashi a lo que ella asintió

–gracias...– Astrid murmuro al verlo retirarse.

–Tacio solo dame un par de minutos más, ¿de acuerdo?–dijo en voz baja mientras miraba de nuevo al rubio.

Él le dirigió una mirada llena de preocupación. –¿Vas a estar bien?–

–No voy a perderlo de nuevo, si eso es lo que te preocupa– Astrid respondió irónicamente, ciertamente no está dispuesta a decir que ella estaría bien... Tenía una sensación de que tal vez eso nunca sucedería.

Él apretó suavemente sus hombros una vez más antes de soltarla y voltearse para caminar hacia el pasillo.

Suspirando, Astrid se acercó de nuevo al borde del ataúd. 

Decidida a no avergonzarse con otra explosión de lágrimas, mantuvo un control estricto de sus emociones.

–Ah, Haddock, siempre he podido contar contigo estando ahí para mí, incluso cuando todavía quería matarte ¿Qué voy a hacer ahora sin ti aquí?–murmuró ella.

Sus ojos recorrían su rostro perfecto, deseando memorizar cada una de las características de modo que ella pudiera traerlas a su mente en las muchas noches solitarias que tendría por delante.

 Un ceño fruncido cruzó el rostro de Astrid mientras algo empezaba a golpearla en la parte posterior de su conciencia, algo estaba mal.

 La sensación bailó alrededor del borde de su conciencia.

Cuando finalmente la golpeó, fue asombroso...

"Su rostro perfecto ..."

–¡su trostro perfecto !–

Con un grito de espanto, Astrid se lanzó hacia adelante, sus manos agarrando los lados de la cara de Hipo. Casi asustada de creer lo que estaba viendo, inclinó la cabeza de un lado a otro....

–¡Tadashi,Brutacio vengan aquí ahora!–

–Astrid, ¿qué diablos estás haciendo ?–preguntó Tacio mientras corría a su lado. Él se quedó boquiabierto ante ella con asombro mientras ella retorcía la cara de Hipo hacia él.

–¡No es él! ¡Este NO es Hipo!–

–¿Has perdido la cabeza por completo? ¿Crees que no conozco a uno de mis mejores amigos?–Brutacio gritó.

–Astrid has sufrido una gran conmoción ... –omenzó Tadashi.

–Esto no es una conmoción, Tadashi–replicó Astrid. 

Ella miró a Brutacio concentrándose en hablar claramente y firmemente para que no pudieran confundir lo que estaba diciendo... 

–Mira su cara ¿Dónde están las cicatrices del asalto? ¿Dónde está la cicatriz de América?–

 Hizo una pausa para abrir la parte delantera de su tunica,ignorando el grito de indignación de Brutacio, y señaló la piel expuesta en el hombro derecho. –¿Dónde está la cicatriz del accidente con tu Aeroplano? Conozco el cuerpo de Hiccup Haddock, lo conozco íntimamente, y este NO es Hiccup Haddock–

Una mirada de incredulidad atónita se deslizó sobre el rostro de Brutacio, y en sus ojos Astrid pudo ver una esperanza cautelosa.

 Ella retrocedió cuando dio un paso adelante y miró a Hipo. 

Hesitante, sus dedos se extendieron para tocar la mejilla fría, sin vida. 

Brutacio sabía mejor que nadie sobre las cicatrices que Hipo había ganado con las mascotas... No estaban allí. La piel bajo sus dedos era suave y clara...

Una pequeña y ansiosa risita escapó de Astrud y antes de que ella lo supiera, ella se estaba riendo en voz alta.

–¿No entienden?, si no es él, entonces significa que está vivo,¡ Hipo esta vivo!–

–¿Cómo lo imaginas?–preguntó Brutacio todavía demasiado asustado para esperar algo...

–Quienquiera que haya hecho esto ha tenido muchos problemas ... Alguien debió de odiar a Hipo mucho para poner todo esto en su sitio ... Ese odio no se iría solo con matarlo ... –

La risa de Astrid murió y una expresión sombría la reemplazo. Mientras las implicaciones de sus palabras se hundían....

–Necesitamos encontrarlo y resar por que este bien–

–Creo que tenemos que mantenerlo en secreto, quienquiera que haya hecho esto, piensa que se ha salido con la suya,Si alertamos a RS que sabemos que no es Hipo, habremos perdido él elemento sorpresa– él castaño comento con una mano apollada en su barbilla.

–Bueno, es cierto –dijo Brutacio, con la expresión todavía aturdida–Necesitamos hablar con Jack y algunos de los pícaros, tal vez algunos de los maestros tambien–

–¿Qué hay de Heather? ¿Crees que podrá manejar esto?–preguntó Astrid.

–Heather tiene ese vinculo raro con Hipo,si no le digo lo que hemos descubierto, ustedes podrán asistir a mi funeral la próxima semana–

–volviendo al tema, ya que yo descubri la verdad quiero mi privilegio de cinco minutos para matar al desgraciado...tengo un mal presentimiento –

–Realmente desearia que no hubieras dicho eso–