capitulo 14

La noticia había volado alrededor de París como un reguero de pólvora al día siguiente ...

El gran héroe Hiccup Haddock, estaba muerto.

Los ciudadanos comenzaron a reunirse fuera del Centro Médico, de luto y queriendo echar un vistazo a la dolida hermana del fallecido.

Sin embargo, las masas fueron muy desafortunadas con la esperanza de ver a Heather. Ella se había encerrado en su cuarto para llorar por su gemelo en la intimidad... Ni siquiera permitía que Tacio o los niños entraran.

Heather sabía que era egoísta, pero simplemente necesitaba tiempo para adaptarse a estar sin su hermano....

Estaba acurrucada en una pequeña bola apretada en medio de su cama, usando todas sus habilidades mentales para recordar cada momento que había pasado con Hipo. Heather quería guardar esos recuerdos en su corazón y en su cabeza, por temor a que ella comenzara a olvidar, pues la idea de no poder imaginar él rostro de Hipo le aterraba.

Heather se sentía como si hubiera perdido la última pieza de lo que realmente era.... Hiccup y su amistad habían sido lo único que había salvado su cordura. Había sido el único que podía calmar su tristeza en aquellos largos meses sin Brutacio, y siempre era él, quien le brindaba todo él amor que necesitaba.

Ni siquiera había ido a ver su cuerpo...

No estaba segura de si sería capaz de hacerlo.

Heather quería recordarlo como la última vez que lo había visto, cuando había estado sonriendo con ella...

Hermanito...

Nunca más oiría ese tono engreído en su voz cuando dijo: "¿Quién te dice que eres mayor?"

Las lágrimas comenzaron a caer mientras pensaba en cientos de cosas pequeñas que tanto echaría de menos.

La forma en que todavía se sonrojaba cuando alguien decía una broma descolorida; La forma en que él y Tacio discutian con buenos ojos quién era el mejor piloto; La forma en que fue tan paciente y amable con los niños; La forma en que siempre tuvo tiempo para cada pregunta que los jóvenes estudiantes de su Academia podían preguntar.

Con el recuerdo de la última vez que lo había visto, Heather recordó el anillo que había comprado.

Ella se incorporó con un jadeo.

En algún lugar de París, había una joven que estaba tan devastada como la ella.

Desafortunadamente, Heather no tenía manera de saber quién era la mujer a la que Hipo había dado su corazón. Sería muy difícil para la familia de Hiccup buscarla.

Heather sólo podía rezar para que la novia de Hipo se acercara a ellos.

Tenía el inesperado impulso de ir al apartamento de Hiccup y encontrar ese anillo.

Heather quería ser capaz de sostener algo que había sido tan importante para su hermano. Y cuando apareciera su prometida, Heather se lo daría y la daría la bienvenida a la familia.

Sería como si todavía tuviera una pequeña parte de Hipo con ellos.

Por primera vez desde que descubrió que había perdido a su hermano, Heather sintió una sensación de propósito.

Incluso si era algo tan trivial como celebrar ese anillo, le dio el valor de levantarse de la cama donde había estado durante más de veinticuatro horas estándar.

Cuando se movió para levantarse, su pelo largo se enganchó bajo su codo y ella dio un pequeño de jadeo de dolor...

La pelinegra se dio él tiempo de observar su largo cabello él cual no había cortado en 16 años... Ese cabello era símbolo de fuerza para su familia, pero....toda la fuerza de su familia se había ido con Hipo.

Levantándose, Heather se metió en el refrigerador que estaba conectado con el dormitorio.

Como si estuviera aturdida, abrió un cajón y sacó unas tijeras.

No se dio tiempo para pensar, tomó un trozo de pelo y apretó las tijeras sin piedad. El pelo desechado cayó como nubes alrededor de sus pies mientras que metódicamente cortó todo él cabello que podía, hasta que lo dejo a la altura de él cuello.

Cuando terminó, Heather miró a la mujer en el espejo con una expresión desapegada.

Sí, eso era mejor...

Esta persona era la mitad de lo que solía ser, al igual que Heather era la mitad de lo que había sido una vez con Hiccup.

Heather miró su ropa arrugada con disgusto. ¡No podía ir al apartamento de Hipo y encontrar el anillo así!

Despojándose de su ropa, Heather se metió en la ducha, enjuagando la suciedad del último día, deseando poder enjugar tan fácilmente el dolor en su corazón.

Su cabeza se sentía extraña, mucho más clara que antes.

Pasó los dedos por su cabello recién cortado y se preguntó qué habría pensado Hipo si la mirara.

Cerró los ojos ante el torrente de angustia que sólo pensar el nombre de Hipo le traía.

Heather se preguntó cuánto tiempo pasaria antes de que el dolor no fuera tan agudo.

Saliendo de la ducha, se pasó los dedos por el pelo otra vez, extrañamente aliviada de que no tuviera que pasar siglos arreglándolo.

Simplemente cogió un peine y resolvió los enredos y luego lo dejó colgando, todavía húmedo, alrededor de su cara.

De pie frente a su armario, ella estaba en una pérdida momentánea en cuanto a lo que ella debe usar.

Nada parecía estar bien, hasta que sus ojos cayeron sobre un traje de pantalón negro.

Había sido un regalo de Hipo que nunca había usado, porque, Heather nunca llevaba negro ...

"Ese era su color."

Ella cogió la manga, dejó que el sedoso material pasara por encima de sus dedos y luego sacó el conjunto para sujetarlo hasta su pecho delante del espejo.

Sí, esto haría....Esto sería perfecto. El negro era el color del luto en algunos lugares ¿no? Y el color la haría sentirse más cerca de Hipo.

Cuando abrió la puerta del dormitorio, cuatro pares de ojos se abalanzaron hacia ella con ansiedad.

Ella sintió una punzada de culpa al ignorarlos el último día, especialmente a los niños. Perdieron a su tío Hipo y probablemente no entendían por qué se lo habían quitado tan pronto.

"Voy a compensarlos, pero primero tengo que ir a buscar ese anillo."

Heather no entendía por qué el anillo había adquirido tanta importancia, sólo sabía que lo había hecho y no podría descansar y comenzar a sanar hasta que lo tuviera en la mano...

-tengo que ir a casa de Hipo-

-Cariño, ¿estás segura de que estás lista para eso?-preguntó Brutacio.

Podía ver sus ojos mirando con incredulidad su pelo, pero no dijo nada...

-Sí. Hay algo que quiero conseguir, quiero asegurarme de que no se pierda.-

-Mamá, tu cabello,-dijo Ema con decepción....Ema había deseado que su pelo fuera tan largo como el de su madre desde siempre....

-Era sólo pelo, cariño, ya no es importante-dijo Heather en voz baja.

Vicente se acercó y se apoyó en su pierna, deslizando su pequeña mano en la suya. -Me gusta, mami- dijo con una sonrisa tímida mientras la miraba.

Heather sonrió suavemente hacia él y le revolvió el pelo ligeramente.

Brutacio se levantó del sofá y se colocó frente a ella. Ella lo miró y de nuevo sintió las punzadas de culpa....Tacio también había amado a Hipo como a un hermano, y podía leer fácilmente el sufrimiento en sus ojos.

Levantó una mano y le tocó el pelo, envolviendo unos cuantos hilos alrededor de un dedo.

-también me gusta "su alteza-

-a mi también- dijo él pequeño Estoico sin quedar afuera.

-Bueno, supongo que también me gusta,- dijo Ema, un poco a regañadientes.

Heather les dio a todos una sonrisa vacilante, las lágrimas se formaron antes de que pudiera detenerlas...

Un pequeño sollozo ahogado escapó de ella y luego jadeó cuando Brutacio la barrió hacia él en un violento abrazo.

Ella se fundió en sus brazos, aferrándose a él mientras los niños se amontonaban alrededor de sus piernas.

-hay Tacio...¿como puedo superar esto?-

-no tendrás que hacerlo solo, princesa, estamos aquí contigo, te lo prometo-el rubio le susurro con voz entrecortada.

~~~~

Cuando Tadashi llegó París, las emociones Astrid Hofferson se deslizaron detrás de una pared tan espesa que nadie pudo penetrarla.

Tadashi había intentado interrogarla sobre lo que había sucedido en el puente hace dos días, pero no le dio respuesta...ella se había disculpado duramente por empujarlo contra el mamparo, pero no dijo nada más.

Por supuesto, mucho antes de que llegaran a la gran ciudad habían oído la noticia de la muerte del Hiccup Haddock en internet.

Inmediatamente, él castaño le dio a Astrid una mirada astuta y se dio cuenta de que había supuesto que su segundo al mando debía haber "sentido" lo que paso...

Sin embargo, no la interrogó sobre ello, y reflexionó sardónicamente, que probablemente no estaba dispuesto a arriesgar la vida y su cabeza al preguntarle.

Cuando aterrizaron,Astrid le dijo sin rodeos a Tadashi que iba a ver a Brutacio y a Heather, sin querer esperar a que él le diera su permiso...

Ella estaba tan cerrada emocionalmente, que ni siquiera se desconcerto cuando él dio a luz su deseo de ver a lo que quedaba de la familia Haddock.

Cuando los dos llegaron al edificio de apartamentos de Heather e Hipo,tuvieron que luchar a través de una multitud de curiosos espectadores y reporteros. Los cuales reconociendo al comerciante y a su empleada de cabello dorado como amigos del la familia, comenzaron a interrogarlos toda clase de preguntas,las cuales fueron ignoradas.

Hasta que un alma particularmente valiente - o temeraria - planteó la sugerencia, de una manera bastante cruda, de que había algo más que amistad entre Astrid Hofferson y él fallecido héroe.

La cabeza de Astrid giró y su mano reaccionó más rápido de lo que nadie pudo ver, para agarrar al hombre por el frente de su túnica, sacudiéndolo de puntillas.

Aquellos cercanos que pudieron ver lo que estaba sucediendo quedaron boquiabiertos de asombro.

-¡cierra tu estúpida boca y no digas nada!¡no sabes nada!- grito Astrid

El hombre simplemente tragó con el miedo, la mirada de Astrid espanto todo él "coraje" momentáneo que había poseído.

-Déjalo ir,Astrid. Las personas que disfrutan del dolor de otra persona no valen la pena.-

La rubia miró al ofensivo durante otros diez segundos antes de que finalmente lo soltara y se devolvió para pasar las multitudes.

R.seguridad había establecido un pequeño pasillo con barreras a través de la multitud para que amigos de la familia, así como los investigadores, pudieran hacer su camino a través de él edificio más fácilmente.

En la puerta del edificio, había varios guardias estacionados, comprobando la identificación de todos los que intentaban entrar.

Astrid se molestó con estos retrasos, pero sabía que eran necesarios....

En el paseo hasta la suite de alto nivel de Heather, Astrid se retiró aún más en sí misma, tratando de evitar el dolor de recordar la última vez que había estado en este mismo ascensor...

Ella y Hipo acababan de pasar una noche increíblemente mágica juntos y él le había pedido que se casara con él.

Cuando el ascensor pasó por delante del piso de Hipo, dos niveles por debajo de Heather, Astrid apretó el estómago y empujó con fuerza la agonía más profunda detras de todas su barreras.

Tadashi la miró con expresión preocupada mientras permanecía allí, todavía como una estatua, pero no dijo nada.

Patán Johersson les abrió la puerta y, detrás de él, Astrid pudo ver a varias personas.

Se saludaron unos a otros sombriamente, Patán los guio dentro del espacioso apartamento.

Los dolientes de Hipo estaban de pie y sentados en varios lugares alrededor de la habitación, hablando en voz baja en pequeños grupos.

Tadashi le dio a Brutacio. una mirada de simpatía mientras se estrechaban la mano.

–¿¡hay alguna información sobre quien hizo esto?!– pregunto Astrid llamando la atención de todos los presentes.

–No, no hasta ahora, los muchachos del RS no pudieron encontrar ninguna huella, no hubo testigos excepto Syal Berserker,quien  está tan traumatizada que no puede recordar nada·

–¿Qué tiene que ver Syal con esto? –preguntó Astrid

Brutacio soltó un suspiro, habiendo olvidado que habían mantenido a la familia Berserker fuera de la noticia por temor a las repercusiones contra ellos.

Los únicos que estaban emterados de la historia entera eran básicamente los que ya estában en la habitación con ellos.

En pocas palabras, les contó el secuestro de Syal y la súplica de Dagur a Hipo por ayuda.

Astrid maldijo suavemente la parte en la que Hiccup entró en una situación peligrosa solo y sin su sable de fuego...

"Hipo, me gustaría que estuvieras vivo para poder matarte de nuevo ¡Oh, maldito, sólo deseo que estuvieras vivo! Maldita sea, no voy a llorar delante de toda esta gente!"

Ella se volvió bruscamente mientras podía sentir las lágrimas que se agolpaban en las esquinas de sus ojos... Frustrada por mostrar debilidad delante de Tacio y Tadashi, Astrid se concentró en enterrar sus emociones cada vez más profundas. Se puso rígida cuando Tacio alargó la mano y la tocó en el hombro.

–¿Dónde está Heather?–preguntó de repente mientras se volvía hacia ellos.

–Está en el balcón, pero en realidad no quiere ver a nadie en este momento.–

–Tengo que hablar con ella, sólo me tomará un momento, lo prometo.–

Brutacio asintió en silencio y agitó su brazo en dirección a su balcón. Astrid le devolvió el gesto y se abrió paso a través de la sala de estar.

Cuando Astrid atravesó las puertas, Heather no se volvió de su posición en la barandilla.

Estaba mirando fijamente en las montañas, girando una caja pequeña una y otra vez en sus manos.

Astrid se acercó a ella y se apoyó contra la barandilla a su lado, mirando fijamente a las montañas, tomando la decisión de no mencionar el cabello de Heather.... Todos se afligían de diferentes maneras.

–Sabía que vendrías.–

–Era mi mejor amigo.–

–el mio también–susurró Heather. –Ya lo extraño mucho.–

–Yo también.–

–Estaba enamorado, ¿lo sabías? -preguntó Heather de pronto, haciendo que Astrid se tensara. –Pero él no me dijo quién era ella,porque quería sorprendernos en la fiesta de cumpleaños de Tacio. Parecía tan feliz la última vez que le hable... casi radiante–dijo con una sonrisa suave.

Astrid había salido al balcón para contarle a Heather la relación secreta entre ella y Hipo,pero ahora que el momento estaba sobre ella, algo le cerró la lengua.

"¡Dile! Dile a su hermana lo que significaba para ti, lo que significaba para él. ¡Díselo ahora!"

–Yo ... sí, yo sabía sobre eso.–

Heather volvió la mirada hacia las montañas mientras una mirada melancólica se le pasaba por encima de la cara. –Hipo y yo no nos habíamos encontrado hasta que tuvimos dieciocho años, ya sabes, toda nuestra infancia nos fue robada y ahora ... –hizo una pausa, tragando con fuerza y ​​tratando de contener las lágrimas–Ahora, después de poco más de una docena de años, me lo han robado de nuevo.–

–Lo siento –dijo Astrid sin saber qué más podría decir.–¿Has hecho arreglos?–

Odiaba hacer la pregunta, odiaba el hecho de que si ella y Hipo ya se hubieran casado, ese tipo de decisiones dependían de ella y no de su hermana. Pero, todavía, ella no quería renunciar al secreto que ella tenía en lo profundo de su corazón.

Era lo único que le quedaba de Hipo...

–El monumento será mañana, habrá una reunión privada para la familia y amigos cercanos antes de la ceremonia pública.–Heather dijo las palabras mecánicamente, como si las hubiera recitado numerosas veces. –Su cuerpo p–permanecerá en el atrio del edificio del Senado durante tres días y luego,lo dejaremos descansar en América, él amaba Coñaripe–

Astrid sintió que un ligero estremecimiento de repulsión la atravesaba al pensar en que Hipo estaba en exhibición de esa manera. Nunca le había gustado toda la atención cuando estaba vivo, y ahora que se había ido, el escrutinio era sólo más intenso.

Qué horrible que la única vislumbre que tantos ciudadanos, tendrían de él sería su forma inmóvil y sin vida.

Hiccup Haddock había sido una de las personas más vibrantes y vivas que Astrid había conocido...

–desearia que... –empezó a decir Astrid pero se detuvo al darse cuenta de que, aunque dejara a la hermana de Hipo en el secreto que llevaba, no podía poner en palabras lo que sentía....

Heather lanzó una suave y triste sonrisa y se acercó a la mano de Astrid,la cuales estaba descansando sobre la barandilla–yo igual –

Aparte de su tiempo con Hipo, Astrid nunca había sido una persona físicamente demostrativa.

Tendía a mantener el resto de las personas a distancia, literal y emocionalmente.

Pero ahora, aparentemente por su propia cuenta, su otra mano se acercó para cubrir a Heather en un gesto de simpatía y comprensión ... y quizás como un pequeño modo de combatir sus propios sentimientos de impotencia.

Mientras las dos mujeres se miraban unas a otras, se formaba un parentesco entre ellas, el principio de lo que prometió ser una fuerte amistad. A pesar de que se forjó en la tragedia, Astrid de repente estaba muy agradecida de poder llamar a Heather una amiga.

Decidió contarle a Heather la relación que había tenido... pero al abrir la boca para hablar, Brutacio pasó la cabeza por la puerta.

–Cariño, los niños están listos para ir a la cama y te están llamando–, dijo en voz baja.

Heather y Astrid se voltearon para mirarlo, sus manos cayeron a los lados y los labios de la rubia se cerraron.

Heather asintió con la cabeza a Tacio y le sonrió a Astrid antes de que ella se moviera para seguir a su marido de vuelta al apartamento...

"Habrá tiempo después. Sus hijos la necesitan ahora" setranquilizó Astrid mientras  volvía a mirar hacia atrás. Al pensar en los niños, la mente de Astrid vagaba a lo que un niño que pertenecíera a ella y a Hipopodría haber sido.

Los niños nunca habían sido un deseo suyo, de hecho, Astrid había dudado de que hubiera poseído un instinto maternal. Pero sabía que Hipo habría querido hijos.

Eso era evidente por la cantidad de amor y atención que había regado en los hijos de su hermana.

Ahora, ella se encontraba dolorida por algo que nunca ocurriria....

Tal vez el niño hubiera tenido cabello rubio  y profundos ojos verdes.

El entusiasmo sincero de Hipp y el agudo ingenio de Astrid.

Su persistencia y su audacia...

Su garganta estaba atascada de emoción porque sabía que no había absolutamente ninguna posibilidad de un niño... Ambos, Hipo y Astrid habían estado usando métodos anticonceptivos, aunque no habían pensado discutirlo hasta después de ese primer tiempo intenso entre ellos.

–Astrid–, la voz de Tadashi salió de detrás de ella y Astrid se aclaró la garganta incómodamente antes de voltearse para enfrentarse a él.

–Se está haciendo tarde, deberíamos regresar...Heather y Tacio han organizado,para que vayas con ellos al funeral mañana–

–¿Con ellos? Pero yo ... no debería ... –balbuceó.

–Astrid, saben lo cerca que estuviste de Hipo, ¿tal vez estuvieron más cerca de lo que creían? –preguntó Tadashi mientras la miraba a sabiendas.

–eramos amigos–dijo ella obstinadamente, aún no lista para renunciar a su secreto, ni siquiera al hombre que fue el segundo después de Hipo en su vida.

–Vi cómo reaccionaste cuando sentíste su muerte y eso era mucho más que amistad... si no quieres hablar de eso ahora, está bien, pero estoy aquí cuando quieras hacerlo–

Astrid no respondió con palabras, pero apreció la preocupación de Tadashi por ella.

Ella simplemente asintió con la cabeza mientras envolvía sus brazos alrededor de sí misma, sabiendo que la única persona con la que realmente quería hablar estaba siempre fuera de su alcance....

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top