capítulo 13

En su apartamento en, la Jefa de Estado Heather Haddock Berserker se sentó en su cama con un angustioso grito. 

Su esposo se despertó a su lado y miró alrededor de la habitación confundido por algún peligro desconocido.

–¿Heather?·

Apenas dos segundos después, la puerta de su dormitorio se abrió y tres pequeños cuerpos volaron hacia su cama.

 Ema,Vicente y Estoico estaban llorando incontrolablemente mientras abrasaban a sus padres. 

Heather apenas los notó cuando parecía estar en un estado de shock.

–¿Heather?– Brutacio preguntó de nuevo, un poco más agudamente esta vez.

De repente, captó algo de lo que los niños estaban sollozando... Estaban llorando 'tío Hipo' una y otra vez.

Brutacio agarró la cara de Heather entre sus manos y la obligó a mirarlo.

–¿Heather? Es Hipo... ¿Que paso?–

–Él ... Yo ... era pánico, miedo y...¡no puedo sentirlo!¡oh maldita intuición! –

Brutacio palideció mientras seguían mirándose el uno al otro con incredulidad. En el rincón de la habitación, su teléfono empezó a sonar.

~~~

–por supuesto que era algo importante, Tadashi, y sólo tenía unas horas de retraso, no hubo ningún daño –dijo Astrid, suspirando exasperada por la expresión terca de su jefe.

Estaban de pie en una de las tantas pistas del aeropuerto y ella estaba tratando de calmarlo después de que él le hubiera dado su mirada de furia patentada,porque ella no había llegado a su cita en el horario. Su explicación de «algo urgente» sobre París o había salido demasiado bien. 

"Sin embargo", pensó con irritación, "debería ser un poco más flexible. No es como si siempre llegara tarde."

–Creo que sería un poco más comprensivo si me dijeras que era tan urgente,que te hizo llegar tarde a una reunión con nuestra mayor cliente, Astrid–

–Mira, por muy difícil que pueda ser para que creas, tengo una vida privada y yo no ...–

Una onda de miedo se estrelló contra su conciencia con toda la sutileza de un meteorito.

Astrid gritó en agonía, agarrándose los costados de la cabeza y cayendo de rodillas. Tadashi se sacudió hacia delante con sorpresa, agarrándola por los hombros y llamándola, pero ella apenas podía oírlo...

Tan repentinamente como había comenzado, el dolor terminó. 

Desesperadamente, Astrid comenzó a gritar temiendo por...básicamente todo.

–¡No no no!–ella gritó.

Una de sus manos salió disparada y agarró a Tadashi por el frente de su camisa. –llevame de vuelta a París –

–Astrid–, dime qué demonios sucedió ...

Más rápido de lo que podía pestañear, Tadashi estaba sujeto contra la pared, con un antebrazo presionado contra su garganta

–¡LLEVAME A PARÍS AHORA!–

Tadashi tragó, lo mejor que pudo con la fuerza de su brazo contra su garganta, y gritó: –¡Honey!–

–¿si jefe?–ella respondió...con un tono que daba a entender que pronto se desmayaría.

Los trabajadores miraban asombraos a Astrid Hofferson sosteniendo a su líder contra la pared, pero nadie se movía ni decía una palabra...

–¡consigue una cosa que llegue rápido a París ahora!–

~~~~

Dagur echó un vistazo a su reloj para lo que debe haber sido la centésima vez. Hipo había desaparecido en la fábrica abandonada hace casi treinta minutos y Dagur no había recibido ninguna comunicación de él en ese tiempo.

Por supuesto, Dagur había pasado la mayor parte de ese tiempo en su teléfono poniéndose en contacto con varios miembros de la brigada "picaros" pidiéndoles que se reunieran con él en el edificio. 

Había tratado de evitar dar demasiada información sobre la comisión, pero se dio cuenta de que la mayoría de sus compañeros de escuadra era extremadamente preocupado.

Él pelirrojo ya había llamado a cada uno de los viejos picaros, y solo faltaba uno....

Cuando marco el numero de Tacio, parecía que nunca iba a contestar... Cuando Tacio lo hizo, su voz era aguda y tensa.

– estoy llamando en un mal momento, ¿verdad?–

–Dagur...en realidad si es un mal momento Algo ha sucedido, no estoy seguro de qué, pero Heather y los niños están todos con un problema de los famosos sentidos de los Haddock...¿has hablado con Hipo últimamente?–

El rostro de Dagur perdió todo color y miró fijamente a su telefono con horror.

–¿Dagur? ¿Todavía estás allí?–

–Y-sí ... yo ... ¿estás seguro de que tiene algo que ver con Hipo?–

–Bueno, él y Heather tienen esa cosa gemela extraña, así que sí, estoy bastante seguro.–Brutacio respondió y Dagur pudo oír la sospecha en su voz. –¿Sabes qué está pasando, Dagur?–

–Desafortunadamente, creo que sí–susurró. Rápidamente explicó la situación hasta ahora a Brutacio manteniendo el comunicador alejado de su oído ante la violenta oleada de palabras malditas de que de seguro llegaría...

–Estoy en camino, estaré allí en menos de veinte años–gruñó Tacio después de que Dagur le diera la ubicación de la fábrica.

Dagur hizo clic en el teléfono y miró hacia el edificio, temiendo por su hija y su amigo. 

Una vez tomada la decisión, sacó su pistola y caminó dentro.

Los pasillos eran oscuros y Dagur bajó cautelosamente hacia ellos, sin hacer ningún sonido, pero manteniendo los oídos y los ojos abiertos para cualquier signo de Hiccup o Syal. 

Su telefono dio un pitido y él maldijo en silencio mientras se lo quitaba del cinturón y le respondía.

–Dagur,¿dónde estás? Estamos fuera de este lugar que nos dijiste– la voz de Jackson chisporroteó.

Dagur sabía que «nosotros» significaba sin duda a Jackson y Aster. 

El les informó que estaba dentro del edificio porque pensaba que Hipo y Syal estaban en peligro y les dijo que uno de ellos lo siguiera adentro, con precaución, y colocó al otro fuera para esperar al resto de sus amigos ...

Con eso hecho, Dagur apagó su teléfono, no queriendo que lo interrumpiera más. 

Su rostro era una máscara de sombría determinación, pero sus entrañas empezaban a temblar de miedo. 

Nunca había sido un gran creyente de la intuición,meditación o cualquiera de esas cosas extrañas hasta que conoció a Hipo.

Y si Heather decía que algo estaba mal con él.

Debía ser cierto.

–¿Papi?–

La voz amortiguada lo hizo girar, y miró incrédulo a Syal que se arrastraba por un conducto de ventilación.

 Dio un paso de tropiezo hacia él y luego lloró su nombre otra vez mientras corría hacia él, con los brazos extendidos.

Dagur dejó caer el arma y cayó sobre una rodilla mientras ella lo alcanzaba, envolviéndola en un apretado abrazo mientras las lágrimas comenzaban a fluir por sus mejillas.

Dagur sostuvo a Syal en un largo abrazo, mientras se aseguraba de que no estaba herida.

–Papá, tenemos que ayudar al tío Hipo–le susurró al oído.

Dagur se echó hacia atrás y miró a su hija a los ojos.

–¿Qué quieres decir con el tío Hipo?–

–El hombre malo lo atrapó–dijo Syal, con los ojos muy abiertos.

–¿Recuerdas cuántos hombres malos había, cariño?–Preguntó con cuidado.

–Sólo vi uno, papá– Su labio inferior comenzó a temblar. –Pero él era muy malo, me asustó mucho.–

–¡rojo!–

Dagur se puso de pie al oír el sonido de su apodo, y miró por el pasillo.

 Una sensación de alivio lo invadió cuando vio a Jackson, Aster, y Brutacio.

Los tres ellos se ahorraron un momento para hablarle con tranquilidad a Syal, contentos de que ella estuviera indemne.

–¿Que esta pasando?–preguntó Brutacio sombríamente.–¿donde esta Hipo?–

–¿recuerdas lo que paso, Syal?–

–Yo y el tío Hipo caímos en ese agujero grande y allí estaba el hombre malo,allí adentro él tenía muchas serpientes, y estábamos en una jaula, y entonces él tío Hipo me tiró, y él comenzó a luchar con el hombre malo y me dijo que corriera, Al principio tuve miedo, pero luego me gritó y me dijo que corriera y me escondiera así que lo hice,y luego te vi bajando por el pasillo y salí de mi escondite para poder llegar a ti–dijo Syal, dirigiéndose a su padre. Terminando su historia con una respiración profunda.

–¿Por dónde, Syal? –preguntó Tacio tratando de estar tranquilo para no asustar a la niña más de lo que ya estaba, pero podía sentir el pánico golpeando el borde de sus sentidos.

Syal señaló hacia un pasillo que cruzaba el que estaban de pie.

Dagur cogió a su hija y la entregó a los brazos de Aster, Syal protestó por un momento, pero Dagur la tranquilizó, de que su madre la estaba esperando en casa y eso la calmó.

–Aster,llévala a casa, dile a Isa que volveré en cuanto encuentre a Hiccup–

Aster asintió con la cabeza y volvió hacia las calles de París, echando una ojeada sobre su hombro para ver a Brutacio, Dagur y Jacksom desaparecer en la esquina del pasillo que Syal había indicado.

Los tres hombres no hablaron, concentrándose en buscar cualquier signo de Hiccup o del hombre que había tomado a Syal.

 Jackson había encendido su prototipo de sable de fuego y en los otros chicos tenian sus pistolas preparadas.

El misterioso silencio del aire que los rodeaba los tenía a todos en el borde de la locura, así que cuando entraron a través de la puerta,siguiente,y miraron a través de la habitación para ver una forma arrugada en el piso, se congelaron por un latido del corazón...

Brutacio reconoció al instante el uniforme de Hiccup y, sin pensar en ningún secuestrador, corrió de cabeza al lado de Hipo. 

Jackson y Dagur estaban a dos pasos detrás de él. 

Hiccup estaba tumbado boca abajo sobre el suelo cubierto de tierra, ominosamente inmóvil. 

Brutacio cayó de rodillas junto a su cuñado, extendiéndose para agarrar a Hipo por los hombros, cuidadosamente haciéndolo rodar sobre su espalda.

–¡oh por Dios!–Dagur jadeó al ver el una enorme herida de bala en él pecho de él castaño. El charco de sangre bajo Hipp les dijo que había estado sangrando lentamente por un tiempo y la blancura de su rostro sólo reforzó el hecho...

Tacio acunaba la cabeza de Hipo en u brazo, llamando insistentemente al nombre de su cuñado, hermano. 

Su otra mano estaba presionada sobre la herida en el pecho de Hipo, en la inútil esperanza de detener la sangre que había dejado de fluir.

-¡Hiccup!– Brutacio gritó. –¡No respira, no respira!–Recordando los primeros auxilios básicos que enseñaban a los agentes, dejó caer la cabeza de Hipo en el suelo, probo todas las técnicas de respiración posibles....mas ninguna funcionó.

Dagur cayó de rodillas en el otro lado de Hiccup,sus manos tomando el lugar de Brutacio sobre la herida del pecho.

Dagur observó silenciosamente mientras Brutacio intentaba forzar a Hipo a respirar por lo que parecía una eternidad,antes de que una comprensión escalofriante comenzara a instalarse lentamente sobre él. 

Llegamos demasiado tarde.

–Brutacio...–

El rubio lo ignoró, continuando su constante esfuerzo por tratar de hacer respirar a su hermano...

–Brutacio...se ha ido–

Tacio los miró un momento, con los ojos llenos de pura furia. –¡Cállense, no voy a dejarlo morir!–

–Es demasiado tarde, Tacio. Ya está ... No puedo sentirlo, no puedo oírlo...nada–

Brutacio miró a Jackson desde su posición junto a Hipo. 

Empezó a sacudir la cabeza con enojo.

–No, no, estás equivocado, solo tenemos que llevarlo a un hospital, y estará bien...él ha salido de peores–

Se interrumpió cuando volvió la cabeza para mirar a Hiccup. 

Brutacio estaba familiarizado con la muerte. La había visto muchas veces en su vida... La absoluta quietud de la forma de Hiccup, la blancura de su piel ... Brutacio sabía lo que significaban esas cosas. 

Su hermanito estaba muerto.

Por primera vez, Tacio se dio cuenta de que los ojos de Hiccup estaban parcialmente abiertos y sintió que un dolor agudo le perforaba el pecho ante la mirada ciega de su hermano.

 Un sollozo severo le obligó a salir de su garganta mientras levantaba una mano para cerrar suavemente los ojos de Hipo. Sus dedos dejaron pequeñas manchas de sangre de la herida en los párpados de Hiccup y la visión de Tacio se desdibujó con lágrimas.

Brutacio juntó el cuerpo flaco de Hipo en sus brazos, presionando su frente contra la mejilla de él chico mientras comenzaba a moverse lentamente hacia adelante y hacia atrás, su corazón se rompía cuando las imágenes del niño en años pasados ​​pasaron por su mente. 

Las lágrimas fluían descontroladas por su rostro y lo único que podía pensar era 

"¿Cómo diablos voy a contarle Heather?"

Brutacio no recordaba mucho de las próximas horas. Más tarde, estaría agradecido de que sus colegas estaban ahí, y Syal estaba a salvo en su Hogar.

 Jacksom tomó la responsabilidad de llamar a la Academia, mientras que Aster llamó a R.Seguridad...

Los oficiales del RS llegaron, sacudidos por la identidad de la víctima, pero todavía lo suficientemente profesionales como para hacer su trabajo. Interrogaron a Dagur y se movieron alrededor de la escena donde estaba el cuerpo de Hipo, recolectando evidencia y haciendo anotaciones.

 Brutacio se estremeció cuando los trabajadores colocaron el cuerpo de Hiccup en una bolsa oscura y la cerraron sobre su rostro.

Levantaron la bolsa a una camilla, preparándose para llevársela....

Brutacio de repente no pudo soportar dejarlos tllevarse a Hipo, sin verlo una vez más.

–Espera,–llamó mientras se volvían para salir de la habitación.

Caminó lentamente hacia la camilla, sus manos temblorosas cuando él parcialmente abrió la cremallera de la bolsa para revelar la cara de Hipo, ya de color gris ceniza. 

Tacio puso una mano en la mejilla de Hiccup, estremeciéndose al sentir cómo la piel empezaba a enfriarse. 

Inclinándose, besó la frente de Hipo.

–juro que él que haya hecho esto las pagara muy caro chico...no sabes cuanto te hechare de menos, Hermano–

Para el momento en que llegó a casa de Heather, ya era demasiado tarde.

Habría muchas decisiones que tendrían que hacerse en los próximos días, pero en este momento, Tacio sabía que Hesther iba a necesitarlo. 

Temía tener que decirle que una de sus peores pesadillas se había hecho realidad....

Como resultó, él no tuvo que decirle nada. 

En el momento en que Brutacio entró por la puerta principal, las primeras palabras de la boca de Heather le rogaron que negara lo que sabía. 

Sus ojos habían visto ya la sangre que cubría el frente de su camisa y ella palideció, balanceándose en sus pies por un momento...

–Dime que está bien..¡ Necesito que me digas que está bien!–

–Heather–dijo tristemente, su voz se apagó.

Maldita sea, no creo que pueda decirlo"

–Por favor, dime que mi hermano, mi gemelo, mi otra mitad está bien, porque si no lo es, no creo ... No puedo ...–

Ella trajo sus dos manos para cubrir su boca mientras estaba allí,En medio de su sala de estar, mirándolo con ojos llenos de dolor.

Brutacio tragó saliva y la miró, odiándose a sí mismo por tener que ser el, quien confirme la triste verdad

–Cariño, lo siento mucho ...–

Sus palabras inadecuadas fueron cortadas al lamento de la angustia absoluta que surgió de Heather, el sonido de que ella le dio un puñetazo en el estómago resonó por él lugar, y entonces, sin mas, la pelinegra se dejo caer.












Hola!

*le tiran un chancla*

Ya se!!probablemente todas ustedes me quieren matar :v

*le tiran un Hacha*

Pero...para salvar mi vida,dejenme hablar!

Se que ustedes estarán tristes por la muerte de Hipo....

Pero...

No se vallan!!

Que puedo darles unas cuantas sorpresas aun....

*le tiran un zapato*

Tyria se va...antes de que le sigan pegando :v

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