capitulo 12
Más tarde esa noche, Hiccup estaba jugando con su sable de fuego en la habitación que se había convertido en su taller.
El apartamento que su hermana le había dado hace un tiempo,era realmente demasiado grande para una sola persona, pero a Hiccup le gustaba tener un lugar donde pudiera jugar con cosas mecánicas.
Eso era algo que siempre había hecho, incluso de pequeño...
Hizo una pausa cuando oyó que su puerta sonaba...Por lo general, sentía que alguien se acercaba a su casa mucho antes de que llegaran allí....
"Debo haber estado realmente preocupado" pensó Hiccup con una mueca avergonzada.
Él no estaba demasiado preocupado,pues no cualquiera lograría pasar por él vestíbulo de máxima seguridad que Heather había instalado.
Los únicos que llegaban hasta su puerta eran amigos o funcionarios del senado.
Con cuidado, dejando el sable en su mesa de trabajo, Hipo caminó rápidamente hacia la puerta.
–¿Dagur?– preguntó con sorpresa.
El piloto de cabello rojo, se volvió para mirarlo e Hipo pudo ver la angustia evidente en su rostro.
–Hipo...yo, siento...mucho molestarte –
–No es ninguna molestia, por favor pasa...¿que sucedió?–
Dagur se movió vacilante hacia el apartamento de Hipo y entró en la sala de estar, de pie en el centro de la habitación parecía completamente perdido.
Hipo cerró la puerta principal y se acercó por detrás de él, poniendo una mano tranquila en el hombro de su amigo.
Él chico salto en estado de Shock,y Hipo no pudo evitar sorpresa...Dagur definitivamente no estaba actuando normal.
Con tranquilidad guiando a Dagur hacia el sofá, Hipo empujó suavemente al hombre angustiado al asiento.
Se sentó en la silla al lado del sofá y se dio la media vuelta para mirar a Dagur, esperando a que su ex compañero de equipo le dijera que pasara.
Dagur permaneció sentado allí durante un largo rato, sin decir una palabra, y luego lanzó bruscamente un pedazo de papel a Hipo...
El la tomó y leyó en silencio.
"Tenemos a tu hija.
Ella morirá a menos que
Contactes a Hiccup Haddock
Y lo dirijas a esta dirección...
No le digas a nadie más o ella muere."
Habia una hora, una fecha y una dirección impresa debajo de las palabras ominosas.
Aspirando con un sobresalto, Hipo dirigió su mirada hacia Dagur
–¿es Syal?–
Dagur asintió con la cabeza. Se aclaró la garganta y habló en voz baja. –mi esposa estaba de compras con ella, se dio la vuelta por un segundo ... no más de un segundo ... Y ella se había ido. Ella encontró su pequeña cartera en medio de un pasillo y eso estaba pegado a ella–
–¿has contactado a R. Seguridad?–
–No, Isa quería, pero yo le hablé de ello... fue un infierno de discusiónes–dijo Dagur, y una sonrisa torcida apareció brevemente en sus labios–Quería traerlo primero para ver lo que pensabas.–dijo mientras miraba Hipo con esperanza en sus ojos.
Hipo estaba bien acostumbrado a esa mirada, habiéndola visto muchas veces antes en muchas caras desesperadas. Pero nunca había pensado que la veria en el rostro de Dagur... Los de su familia eran notorios por su bravuconería, pero Hipo podía sentirlo fácilmente, él chico estaba profundamente asustada.
–¿cuando sucedió esto?–
–Hace tres horas–
El pedazo de papel estaba arrugado en la mano de Hipo mientras este lo apretaba en un puño, tratando de amortiguar su furia.
Que alguien usaría a un niño para llegar a él ... era asqueroso.
–Lo ciento, Hiccup, sé que esto tiene que ser una trampa, pero es mi niña – interrumpió Dagur sin entender la reacción de su compañero.
–Soy yo quien debería disculparse contigo, hermano,Obviamente, esto nunca te hubiera pasado si no me conocieras–
–No lo sabes...no debería haber venido aquí, debería haber ido a Seguridad tan pronto como Isa me contacto– dijo Dagur cuando alcanzó él papel de la mano de Hipo...
Él castaño lo movió fuera de su alcance y dirigió a su amigo una mirada de incredulidad. –¿De verdad crees que no voy a ayudarte, Dagur? ... Syal es familia mía al igual que Heather, Tacio, Tú e Isa–
–Pero...–
–Mira, esto es, obviamente, una trampa para mí, creo que podemos estar de acuerdo en eso....Eso significa que probablemente no le hará daño a Syal.Pero, ¿qué harán si no aparezco? No voy a permitir que algún matón hiera a tu hija a causa de mi–dijo Hipo con dureza.
Echó un vistazo al papel otra vez, alisándolo para que pudiera leerlo una vez más. –No te dieron mucho tiempo, se supone que estaré allí en una hora.–
–Quizá deberíamos ponernos en contacto con Tacio o los "pícaros" ...–
–Puedes llamarlos y tenerlos alrededor del área como respaldo, pero necesito ir solo, o pueden seguir adelante con esta amenaza–
Los dos hombres se pusieron de pie y Hipo se dirigió hacia su habitación para vestirse con sus trajes negros.Ya estaba mentalmente revisando estrategias en su cabeza, su mente empujando hacia adelante a la misión por delante.
Hipo sabía que tenía que dejar a un lado cualquier sentimiento personal por Dagur, Isa y Syal si quería ser capaz de concentrarse.
–Es una lástima que Astrid no esté aquí–dijo Dagur con una sonrisa.
Hipo se quedó paralizado y se volvió hacia su amigo con una expresión de sorpresa en su rostro.
–¿por que dices eso?–
–Bueno, ¿no es ella la que normalmente te apoya en cosas como esta? –reguntó Dagur con el ceño fruncido ante la reacción de él ojiverde.
–Oh, por supuesto –balbuceó Hipo,sintiendo un rubor sobre su rostro–Uh, sí... me gustaría que estuviera aquí, también.–
Sintiéndose increíblemente nervioso, y avergonzado de que Dagur estuviera allí para verlo, Hipo se dio la vuelta y casi corrió hacia su dormitorio. Cerrando la puerta detrás de él, apoyó su espalda contra ella, y por un momento hizo una mueca.
–Tranquilizate Haddock– murmuro para si mismo.
Emergiendo varios minutos después en su "uniforme", Hipo sentía mucho más control de sí mismo y de sus emociones.
" No puedo seguir reaccionando así siempre que alguien diga su nombre o este secreto nunca llegará a la fiesta de cumpleaños de tacio"
–oh por él Cataclismo....–
–¿paso algo?–
–mi sable de fuego esta completamente destrozado en él taller....– Hipo respondió con él ceño fruncido
–te puedo ayudar a arrregarlo.... –
–No tengo tiempo si voy a estar en ese lugar antes de la fecha límite que te dieron–
–¿No tienes otro?–
Hipo sonrió con ironía –le he dado mi repuesto a Astrid Hofferson hace cinco años–
–¿Entonces qué vas a hacer?–preguntó dagur con preocupacion
–Lo haré sin él, recuerda lo que decían los "pícaros", tengo armas mejores que un sable–
Hipo estaba más nervioso por entrar en una situación desconocida sin su sable de fuego, de lo que estaba por su pequeña "sobrina".
Su amigo ya estaba bastante preocupado, Hipp no quería que él tuviera dudas sobre su capacidad para manejar la situación en la que se habían encontrado.
Él castaño tuvo que pedir prestado una pistola por parte de Dagur, puesto que él no había poseído una en casi diez años, desde que él había comenzado a usar exclusivamente armas de mano.
Cuando esto terminara, lo primero en su lista sería construir un sable de respaldo...
~~~
El viaje a la dirección dada en el mensaje tardó menos de media hora.
Los dos amigos guardaron silencio durante el viaje, cada uno perdido en sus propios pensamientos, pero cada uno consolado por la presencia del otro. El edificio en cuestión era una fábrica abandonada...muy antigua...
Hipo y Dagur se sentaron en el asiento del vehículo con leve calma durante unos minutosz,observando él lugar.
Él castaño estaba tratando de ignorar la mala sensación que estaba surgiendo en él... No importaba ... no había manera de que el no pudiera hacer esto. Dagur contaba con él.
Dagur había tratado de convencer a Hipo de que ambos entraran, pero él se había negado a permitirlo, en su lugar, ambos habían contactado a algunos agentes, para ser mas preciosos, los Pícaros, y a Tacio para que mantuvieran rodeado él perímetro.
Cuando Hipo se movió para salir del auto,la voz de Dagur hizo que él se detuviera.
–Por favor, trae a mi niña de vuelta a mí a salvo, Hipo– dijo él con una voz baja.
–lo haré–le prometió Hipo, sabiendo que tenía que HACERLO,no solo intentarlo.
Una vez más, Hipo comenzó a salir del vehiculo y de nuevo, las palabras de Dagut lo detuvieron por un momento.
–cuidate tu también...no hagas ninguna tonteria–
–lo haré–rspondió Hipo de nuevo y logró darle a su amigo una sonrisa alentadora.
El castalo salió del auto y caminó lentamente hacia la entrada del edificio, colocando todos sus sentidos al máximo.
No percibió a ningún ser hostil cerca y no había nada raro por ahora.
Decidió tomar eso como un signo optimista.
Moviéndose cautelosamente por los pasillos oscurecidos de la fábrica, Hipo mantuvo sus sentidos en alerta tanto para Syal como para la gente que la había tomado.
Había máquinas silenciosas, montones de cajones y pasillos serpenteantes que hacían que la caminata fuera muy lenta y peligrosa. Hipo no estaba seguro de si le tranquilizaba o le preocupaba más él hecho de no encontrar a nadie.
Justo cuando comenzaba a preguntarse si los secuestradores de Syal los habían enviado a una salvaje persecución de cuarta, Hipo de pronto oyó el débil sonido de un niño pequeño llorando....Él apretó su agarre en el arma que poseía, casi haciendo una mueca de dolor por la ausencia de su arma práctica.
Renovando su enfoque una vez más, Hiccup se movió en la dirección del sonido apagado. Los sonidos del llanto de la niña se hacían cada vez más fuertes cuando él se acercaba a dondequiera que estuviera retenida.
Finalmente, entrando en una gran sala vacía, Hiccup vio una silla en la pared opuesta.
Sentada en él, atada firmemente con gruesas cuerdas, estaba Syal Berserker. Hipo soltó un suspiro de alivio al ver que parecía estar más que ilesa.
Ella sollozaba con insistencia, y su cabello, que llevaba una linda trenza alrededor de la cabeza, estaba desordenado y enredado. Su rostro estaba sucio y había una marca roja en su mejilla derecha.
La mandíbula de Hiccup se tensó cuando se dio cuenta de que los secuestradores debían haberla golpeado en algún momento.
Ocultando él arma, ya que no quería asustarla más, él chico caminó rápidamente a través de la habitación hacia la niña, e Intentó sonreír, deseando tranquilizarla.
–Hey, Syal, soy yo,el tío Hipo. ¿Te acuerdas de mí, verdad?–Dijo suavemente mientras se arrodillaba frente a ella.
Ella había quedado sin aliento al verlo y sus ojos se habían ensanchado de miedo, pero ahora Hipo vio el brillo del reconocimiento en su expresión. Su cabecita se sacudió hacia adelante con un movimiento de cabecear...
–Tu papá me envió aquí a buscarte, te voy a desatar ahora y te llevaré a él, ¿de acuerdo ?, no te preocupes, todo saldrá bien–dijo Hipo con dulzura mientras comenzaba a desatar las sogas.
–¡Yo ... quiero a mi papá!–gimió lamentablemente.
–Lo sé, lo sé –gruñó Hipo mientras hacía una pausa para poner una mano en su mejilla, acariciando suavemente la marca roja que le había dejado su secuestrador.–Está esperando afuera, voy a llevarte con él y le diré lo valiente que eres...eres una chica muy valiente, ¿sabes?–dijo Hiccup, y le sonrió otra vez mientras volvía a desatar los nudos.
–No me siento muy valiente–refunfuñó.
–Bueno, lo eres, y yo lo aseguro, he rescatado a unas pocas princesas en mi tiempo –bromeo él castaño tratando de animar un poco él ambiente.
Se alegró de ver una pequeña sonrisa en su rostro a cambio, incluso si su barbilla seguía siendo un poco vacilante.
–No soy una princesa.–
–Eso no es lo que dijo tu papá, me dijo que eras su pequeña princesa –susurró Hipo con aire conspirador....y Para su gran alivio, ella se rió un poco.
El esperaba que pudiera pasar por esta experiencia ilesa.
Finalmente consiguió que el último nudo se deshiciera y Syal avanzó, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello firmemente, sus sollozos comenzando otra vez. Hipo la abrazó durante un largo instante, susurrándole a su oído con tranquilidad, acariciándola suavemente.
La chica era sólo unos meses mayor que Ema y Vicente,los hijos de Heather, y Hipo no podía evitar sentir cólera de que alguien heriría algo tan inocente.
Alzando la cabeza, Syal seguía atada a su cuello como una lapa, Hipo se volteo,y volvió a examinar la habitación de nuevo...su inquietud por la simplicidad del "rescate" de la niña cada vez mayor.
Cautelosamente, empezó a retroceder hacia la puerta por donde había entrado, sus sentidos aún alerta por cualquier cosa anormal.
Cuando finalmente llego a la puerta,Hipo se dio cuenta de que estaba perdiendo su sentido del peligro... Un espacio en el suelo debajo de él, que parecía sólido cuando lo había pasado varios minutos antes, de repente cedió y ambos cayeron en un agujero negro.
El gruñó y Syal gritó en su oído mientras Hipo instintivamente retorcía su cuerpo en el aire para asegurarse de que la niña no estaría debajo de él cuando aterrizaran.
Golpearon el suelo con un ruido sordo unos segundos después. No había sido una caída muy larga, así que Hipo pensó que sólo habían sido unos centímetro.
El se esforzó por ponerse en pie, no era una tarea fácil, ya que Syal había comenzado a llorar de nuevo y también se negó a liberar su agarre de muerte en su cuello.
–Shh, todo estará bien, cariño–Hipo trató de consolar a la niña que sollozaba.
–¡Quiero a mi mamá! –gimió ella.
–Voy a asegurarme de que regreses a ella, cariño, lo prometo.–
–¿Dónde estamos?– Ella olfateó ,y Hipo pensó que sus gritos parecían haberse calmado un poco.
–Nos caímos, pero eso es todo lo que puedo decirte... pero bueno, no es la primera vez que caigo en un agujero grande. Estaremos bien– trató de tranquilizarla otra vez.
"Al menos no hay tigres en este agujero ... espero."
–¡Está oscuro aquí!–
–Lo sé, pero no tengo luz.–
–Oh, por favor, permítame....–
La voz oscura era inesperada, e Hiccup se puso rígido, girando hacia la dirección en la que creía había salido
Un fulgor se encendió y Hipo se estremeció ante el repentino brillo de la pequeña área.
Una vez que sus ojos se habían ajustado, miró al hombre que sostenía la luz.
Estaba dentro de la jaula con ellos, aunque mucho más allá del alcance sus brazos.
–¿Dr. Grimborn? –preguntó incrédulo, aunque una pequeña parte de él no se sorprendió.
–Así que te acuerdas de mí, me siento halagado, señor Haddock– dijo Viggo Grimborn con desprecio.
La expresión de Hipo se alisó en una pizarra en blanco cuando trato de tranquilizarse.
No podía permitir que Grimborn se diera cuenta de lo preocupado que la situación estaba haciéndo sentir a Hipo...
Su expresión tranquila vaciló al verse incapaz de acceder a todos sus sentidos. Era como si todas su meditaciones hubieran sido en vano.
–¿y él extraterrestre te costo una fortuna?– Hipo preguntó burlón.
–¿Realmente piensas que esos bichos son la única manera de evitar que te concentres?–
Cautelosamente, los ojos de Hipo dieron vueltas por el área que iluminaba el resplandor... Habían caído por el suelo en una enorme jaula, las barras se extendían desde el suelo hasta el techo.
Algo pegado a unos tres metros arriba llamó su atención...el demente tenía Serpientes....
El ceño de Hipo se profundizó cuando observo su entorno.
Había una de esas feas cosas en cada uno de los cuatro lados de la jaula.
–serpientes...uno de tus pocos miedos Haddock...bastante conveniente ¿no lo crees?–
La mirada de Hiccup retrocedió bruscamente hacia el hombre que lo amenazaba y a Syal, pensando si podía tomar al hombre mayor por sorpresa, incluso si se veía obstaculizado por una niña de cinco años en sus brazos.
Él se quedó inmóvil al ver una pistola, que apuntaba directamente a su pecho.
Automáticamente, movió a Syal hacia un lado para que el arma no estuviera apuntado a su espalda.
La niña tenía la cara enterrada en el hombro de Hipo, sin querer mirar la cara del hombre que tanto la había asustado.
–Supongo que quieres algo de mí o no te habrías metido en tantos problemas.–
–No quiero nada de ti,agente– Grimborn escupió el título como un insulto, pero Hipo permaneció sin emoción.
–Pero tengo algo planeado para ti.–
–Déjame adivinar, ¿mi cabeza en una tabla?– dijo Hipo con un tono cansado y afectado.
–Ese será el resultado final, pero hay muchas maneras de que un hombre pueda ser herido en este momento...y en ese momento Haddock– él dijo con una sonrisa maligna.
Hiccup sintió que un escalofrío le subía por la columna con la sinceridad del odio y las malas intenciones del médico.
Por primera vez en mucho tiempo, Hipo sintio el borde de un miedo real curvándose a lo largo de sus sentidos...
Inexplicablemente, sus pensamientos se volvieron hacia Astrid y él tuvo la súbita necesidad desesperada de verla, de sostenerla en sus brazos.
Ese impulso fue casi tragado por la abrumadora duda de verla de nuevo.
Dejando a un lado el miedo, Hipo miró de nuevo a los barrotes de la jaula. Eran lo suficientemente estrechos como para impedir que los atravesara, pero el espero ese no fuera el caso con Syal.
Volvió a mirar a Viggo y, incluso sin superpoderes o algo relacionado, se podía decir que Hipo podía tocar las malas intenciones.
–¿Y qué hay de ella?–preguntó Hipo con un movimiento de cabeza en la dirección de Syal.
–Bueno, no pueden haber testigos vivos, por supuesto–respondió él medico fingiendo simpatía
La mandíbula de Hipo se cerró con ira frustrada.
No importaba lo que Grimborn había planeado para él. Podía lidiar con lo que el bastardo decidiera hacerle.... Pero Hipo no permitiría que una inocente niña de cinco años fuera asesinada por él.
Tal vez era incapaz de todo en este momento, pero Hipo había estado perfeccionando su velocidad y sus reflejos durante los últimos años y sabía de lo que era capaz.
Alzando su mano, la envolvió alrededor del brazo de Syal y la arrancó de su cuello, haciendo todo lo posible para ignorar su grito de miedo, y la lanzó tan suavemente como pudo a unos pasos detrás de él. Casi al mismo momento, se precipitó hacia delante y agarró el extremo del arma del sujeto, empujándolo hacia el techo.
Y su otra mano se acercó para agarrar al médico de la garganta.
Viggo se sobresaltó sólo por un instante y luego sus facciones se oscurecieron de rabia,y luchó contra el asimiento de Hipo.
El arma disparó una vez en el aire y Hipo hizo una mueca, contento de que por fortuna había desviado la dirección de la bala apenas unos segundos antes.
–¡Syal, huye!–
Sus lamentos sólo se hicieron más fuertes y pudo darse cuenta de que no se movía... Apretando los dientes contra la fuerza de Geimborn, que igualaba la suya, él castaño volvió a llamar a la hija de Dagur.
–¡SYAL, corre y escondetr, AHORA!–
Cuando los dos lucharon por el control, Hipo logró atrapar a Syal deslizándose por los barrotes de la jaula.
Un estallido de alivio fluyó a través de él y sólo podía esperar que él hubiera ganado suficiente tiempo para que escapara.
–¡Qué noble y sacrificado de ti, Haddock!– Grimborn gruñó a través de sus esfuerzos...–Pero eso no cambia las circunstancias.–
–No importa, al menos estará a salvo de ti –respondió Hipo con los dientes apretados.
La risa de Grimborn envió otro escalofrío a la columna de Hipo,y de repente el se encontró obligado a bajar su postura, para tomar algo se ventaja.
El hombre era mucho más fuerte de lo que parecía...
–Los otros se ocuparán de la chica antes de que pueda escapar.–
Hipo empezó sorprendido ante la amenaza del doctor, su preocupación por el bienestar de Syal, fue lo que le hizo perder la concentración por un momento.
Fue sólo un momento...pero fue suficiente para que Viggo arrojara a Hipo y lo golpeara contra suelo.
Antes de que pudiera ponerse en pie de nuevo, Hipo miró hacia el cañón del arma de Viggo.
–dile adiós a la vida Haddock–
Hiccup lo miró sin expresión, no queriendo que el dolor emocional saliera a flote...
Justo cuando el dedo de Grimborn apretó el gatillo, Hiccup se dio cuenta de un diminuto parpadeo en su cabeza....
"Perdoname Astrid"
Y fue entonces, cuando su mundo se oscureció
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