Es Domingo y no pude conciliar el sueño, estaba asustada y mi mente solo me asolaba con historias tétricas de mi posible situación. No pude evitarlo, antes de que mi tío saliera a ver a sus amigos españoles le conté que vi a alguien fuera de la casa viendo hacia la casa. Él me miro incrédulo, me pregunto sobre las características de aquel hombre, traté de recordar, pero en realidad no pude verlo muy bien solo que estaba parado en media calle con la cabeza alzada viendo... ¿Adonde mí?

Mi tío pareció no creerme, solo se fue y me dijo que tuviera cuidado, que cerrará con seguro y si pasaba algo que lo llamará. Eso solo me angustió más no pude concentrarme en hacer mis tareas, tenía ganas de cada tanto en tanto ir a revisar por las cortinas si habría alguien afuera de la casa. Así solo me dio la hora de ir a trabajar sin siquiera haber almorzado o desayunado, no pude terminar de estudiar por los nervios, dejé la tarea de física a medias solo concluía la de lengua española. Me fui al drink así con la cabeza en las nubes, me puse a recoger porque ayer hubo un cumpleaños por lo que había confetis y muchos vasos, platos plásticos. Hasta merengue del bizcocho tirado. Mientras pasaba la escoba en la acera con ace y agua empezó a llegar algunos compañeros del trabajo, e incluso aquel señor que ya se había hecho cliente fijo.