Le mostré mi desacuerdo a mi tío todo el día de ayer e incluso hoy. Ayer, fui normal después de la hora de comer a las dos a la venta, sin yo comer, me puse a trabajar pasando las palabras inevitables ya que él se encarga de la caja, toma la paga y se encarga de las devueltas yo tengo que informarle de cuáles han sido las compras y recordarle en ocasiones algunos precios, después de eso me calenté lo del almuerzo y me encerré en mi habitación. No me importó si cenó o no, quise dejarle bien en claro mi disgusto (él no sabe cocinar).

Hoy también me levanté con la rabia aún en mis venas, me preparé un rápido desayuno para irme de largo a la venta.

Agradezco que la clase que tocaba ayer fuesen canceladas por una huelga que hacían los maestros exigiendo que aumenten sus pagas ya que la habían bajado no sé por qué.

Estuve ese día con mala cara en la venta. Le pedí permiso a mi tío para ir a ver a mi única amiga, compañera de la Uní que se enfermó. Le compartía las clases por SMS, pero mi tío no me dejó irla a ver eso solo me ha hecho tomarle más rencor.