"La impotencia es tu peor enemigo."

Para cuando Meiko despertó estaba recostada en el piso mientras veía la expresión preocupada de su compañero de equipo.

-¿Qué pasó?- su voz se escuchaba demasiado débil-

-Tu chakra se agotó, debiste decirme que no te sentías en condiciones- le reprochó el pelinegro-

-No iba a arriesgar tu vida quedándonos en el mismo lugar, debiste dejarme tirada y seguir- finalmente trató de levantarse aunque su cuerpo dolía-

Cuando finalmente levantó su torso del piso y quedó sentada, pudo escuchar una vosecilla familiar.

-¡Nee-san!- Naruto se lanzó sobre su tía-

Meiko sonrió instantáneamente.

-¿Qué haces aquí Naruto?- cuestionó al ver a dos niños más detrás de su sobrino, una niña de cabello rosa y un niño de cabello negro-

-Lo mismo pregunto- se separó un poco del abrazo para poder verla mejor-

La sonrisa de Meiko se extendió al ver la banda ninja en la cabeza del rubio.

-¡Eres un ninja ahora!- lo volvió a abrazar, pero esta vez con mas fuerza-

Naruto reía mientras le devolvía el abrazo a si tía, Sasuke chasqueó la lengua llamando la atención de la rubia.

-Ellos deben ser tus compañeros, mira que bonito equipo hacen-

Le rubia se abalanzó sobre Sakura y Sasuke dándoles un abrazo a cada uno.

-Por favor cuiden del tonto de Naruto- sonrió-

Sakura asintió insegura y Sasuke miró hacia otro lado.

-¡Alto ahí!- Meiko se giró hacia atrás-

Kakashi y el constructor la miraban sin entender.

-¿Hatake es su sensei? Y ¿Quién es el viejo?-

-El señor es parte de la misión de tu sobrino, deben llevarlo a su hogar- explicó el compañero de Meiko-

-Entonces Hatake es su sensei- ató los cabos sueltos-

Meiko se acercó al señor y lo saludó formalmente, se presentó y tuvo una charla trivial.

El pelinegro suspiró al ver a su compañera, aún debían volver a Konoha y completar su misión.

-Nami... -se cortó a sí mismo- Meiko-san debemos volver-

La rubia se giró a verlo, era cierto, pero ese lugar era peligroso y no dejaría a su pequeño rubio, aunque Kakashi Hatake era un gran ninja y podría cuidarlo bien.

-Este lugar es peligroso, hay muchos mercenarios por aquí, deberían tomar otro camino- habló seriamente y dirigió su vista hacia Kakashi-

-Debemos llegar lo antes posible, ya nos hemos encontrado con unos mercenarios, nada de que no podamos resolver- aseguró el platinado-

La rubia negó con la cabeza.

-Los mercenarios que atacaron a nuestro equipo casi nos matan, a varios jōnin juntos- miró de reojo a Naruto- Es peligroso-

Las piernas de la rubia colapsaron de un momento a otro.

-¡Meiko-san!- el pelinegro se acercó preocupado- Aún no se recupera, tiene que descansar-

-Ese maldito- dijo entre dientes- Si me lo vuelvo a topar... -

Todos lograron tirarse al piso exitosamente antes de que una gran espada los golpeara.

La rubia apretó la mandíbula, su compañero se puso alerta.

-Meiko-san, no puede involucrarse con su chakra en ese estado- el pelinegro le advirtió mientras veía como el demonio de la niebla había aparecido frente a ellos-

La rubia apretó los puños y miró a Kakashi con la esperanza de que él pudiese hacer algo.