33. KER
Diosa de la muerte violenta.
Introducción:
Si alguien que no sea yo está leyendo esto, tengo un mensaje importante (bueno, quizás varios);
• Esto no es un diario, es un libro que estoy haciendo desde cero con el fin de parar el virus desde adentro. Lo que me lleva al punto dos:
• Actualmente me encuentro en las instalaciones del laboratorio Gaia, no es un secreto que escribo esto, ellos me dejan hacerlo, cosa que me parece rara ya que fueron ellos quienes crearon el virus en primer lugar.
• Disculpen mis notas, quizás sean inservibles pero... llevo solo cinco días aquí y siento que me vuelvo loco.
Capítulo 1: entendimiento del virus.
Cita del libro "armas biológicas desarrolladas" del profesor Markus Yung.
"... por lo tanto, debemos entender que este virus 6654-A es lo más grande que hemos inventado a lo largo de toda la historia de la humanidad. Es lo más cercano a la inmortalidad que llegamos hasta el siglo corriente."
Lo sé, lunático, ahora ser zombie es ser inmortal, ni yo mismo me lo explico.
Yung no quería realizar un arma que se usara en los enemigos, como lo haría una granada, sino que esperaba infectar a la población con este. Se esperaba que aquel que lograra adecuar el virus a su sistema sería inmortal y no dependía de la comida ni el agua para existir.
Este es el motivo por el cual, incluso estando dentro del país supuestamente ganador y seguro llegó la infección. El plan era convertirnos a nosotros mismos en el arma más poderosa contra el enemigo.
Lo que nadie tomó en cuenta fue que no se tenía conciencia una vez que alguien era infectado con el mismo. Pero uno se puede preguntar ¿como es que tantos científicos calificados para la tarea no hicieron un simple experimento antes de soltarlo?
Aquí viene la cita al libro más actual que se conoce, escrito por el científico Matt Steven, actualmente residiendo en Gaia.
"El día 23 de abril del 2016 se llevó a cabo la primera prueba en un organismo viviente, este era un simple conejo blanco. Al inyectarlo, nada ocurrió, fue entonces cuando Gaia, la subdirectora del proyecto notó que solo era posible de aplicar en humanos...
¡Cosa que explica perfectamente por qué no se ven perros zombies o cosas así andando sueltos por ahí!
... entonces tomó la decisión de traer en secreto a un delincuente encerrado en una carcel local...
ESTABA EN LA LEGIÓN!! LA LEGIÓN APARECE EN MI DIARIO CHICOS!! (Lo siento me siento Sherlock)
... para probarlo en él. El problema fue que cuando se convirtió no se tuvieron los efectos que se esperaban. Como se creía el hombre murió a las horas y renació como lo que llamamos zombie.
Los doctores se encargaron de matarlo y dejarlo junto con los desechos, actualmente este primer zombie aún se encuentra en el laboratorio.
Entonces llegó el director general: August Tártaro, este se obsesionó con el proyecto, tanto, que cuando creyó que estaba perfecto decidió no hacerlo que se contagie solo por sangre o saliva sino por aire. Se inyectó él mismo la enfermedad y la expandió por todo el nivel inferior.
Su esposa, la doctora Gaia cerró el sótano pero no logró evitar que saliera por la ventilación hacia el exterior. Todo lo cercano se contagió.
Al parecer, una vez que se disolvió en el aire volvía a contagiarse solo por intercambio de fluidos. "
El diario sigue pero puedo explicarlo yo de manera resumida: llegó el maldito fin del mundo. Esto se mantuvo en secreto y para evitar el juicio que obviamente laboratorios Gaia perdería, el gobierno compró el virus y lo lanzó a sus enemigos.
Así llegó rápidamente a todo el mundo.
Según lo que leí, lo que hace es una mutación en el cerebro, anula la conciencia, realmente no es como si murieras del todo. Simplemente estás dormido, dormido hasta que la sed te mata, o el frío en el invierno.
Es curioso, dormido es cuando alguien está más vulnerable, y aquí es como caminar sonámbulo.
Ahora, otra pregunta interesante: ¿por qué si están dormidos solo piensan en comer?
Esto es solo una conjetura pero afirmaría que es por la información genética que les dieron, como un patrón, una programación dentro de las células: crear más como ellos.
El doctor Tártaro había hecho su propio diario, en él supuestamente explicó que el virus 6654-A está programado para expandirse ya que mientras más personas sean "inmortales" ...
Pongan por favor muchas comillas en "inmortales".
... más efectiva sería el arma al fin y al cabo.
Pero todavía me queda la real pregunta ¿como puede alguien ser inmune? Debí leer muchos libros, tantos que me duelen los ojos y no recuerdo quién decía que cosa así que disculpen si no doy los créditos correspondientes.
Al parecer, hay un patrón en la gente que no es afectada por el virus. Este consiste en una una particularidad del cerebro, una capacidad extrasensorial a la cual la ciencia aún no encontró explicaciones.
Se da en el núcleo de las células que constituyen el tejido cerebral, estas tienen un filtro de información diferente en el cual no dejan (por alguna extraña razón) pasar la información del virus. De este modo, la conciencia nunca se duerme.
Nico Di Angelo es uno de los pocos inmunes conocidos. El primero, está también encerrado en estos laboratorios junto con los otros dos y los demás prisioneros.
Junto con Katie.
Allí, se realizan pruebas sobre el virus, el problema es que aún siendo inmunes no aceptaron el virus tan bien como Nico. Ellos están inconscientes aunque nunca llegaron a la etapa de aceptación completa del virus. Aún tienen recaídas de las cuales hay que sacarlos forzosamente.
Y es por esto que Nico no está a salvo. Van a drenar su cerebro.
No voy a permitir
El doctor Trace le quita la lapicera a Will, está pálido, muchísimo, con ojeras muy marcadas y oscuras, incluso más profundas que las de su pareja. Su ropa huele mal, su pelo está desordenado y grasoso, señal de que no se bañaba hacía más de tres días.
Su letra se había estado volviendo inentendible salvo para él, y no estaba seguro de que el hombre le haya interrumpido su escritura por lo que plasmó en su hoja, sino más bien porque había empezado a temblar y respirar forzosamente.
-Will. -lo cacheteaba el hombre pero el chico seguía con la mirada perdida en la nada.
Cuando no estaba leyendo, escribía sobre lo que había aprendido. Evitaba pensar en Cecil pero cada vez que cerraba sus ojos allí estaba su amigo sufriendo hasta su último momento.
Y todo por su culpa.
Recordó que detrás del espejo debía estar Gaia tomando un poco de café riendo de verlo así; destruido.
-Will, si no te recompones no podrás verla a Katie hoy.
-¡¿y quien dijo que yo quería verla?!
-Tu, específicamente lo dijiste ayer.
-Ayer, ayer, ayer, ayer ayer ayer ayerayerayerayer era otra maldita persona.
Su garganta se cerraba y no podía dejar de hablar rápido. Necesitaba descargar su ira, quería golpear a alguien pero tenía esposas en sus manos, ya había golpeado a su anterior guardia y Trace se había asegurado de que con él no pasara lo mismo.
-Will, no quieres hacer esto. En serio.
-¿hacer que? ¿Seguir contribuyendo para que encuentren a Nico? No, es obvio que no quiero.
Por sus mejillas corrían lágrimas sin parar y de su nariz caían mocos.
Will estaba hecho un desastre.
Y fue por eso que Trace le dio un puñetazo, durmiéndolo. Ahora Will sabía lo que era quedarse sin consciencia, adormecerse de a poco y no poder hacer nada.
Había caído al suelo con un sonido sordo y no recordó nada más.
Por suerte para su espalda, se despertó en su cama, en su habitación.
Claro que dentro de los laboratorios.
En el reloj se veía que eran las nueve y algo de la noche, lo que significaba que había dormido como dos horas.
Oprimió el botón de al lado de su cama y el guardia de afuera abrió la puerta. Este no era Trace, pero de igual forma se llevaba bastante bien. Aún luego de todo lo que había sufrido no podía evitar encariñarse aunque sea un poco con los guardias.
-Buenas noches Will, ¿quieres ver a Katie? -le preguntó con tranquilidad Vigo. Era bastante guapo y solo unos pocos años mayor.
Pero, ¿por qué se fijaba en eso? Debía odiarlos, a todos y cada uno de ellos, los que habitaran este horrible lugar.
Pero el rubio se tiró en los brazos del chico y besó su cuello con dedicación imaginando que era otra persona, una que estaba dolorosamente lejos suyo.
Vigo lo apartó con algo de brusquedad.
-Cada día estás más mareado, Solace.
-Nico...
-Soy Vigo.
-¡Nico, por favor! -de nuevo, más y más lagrimas saliendo de sus ojos. Estos ya estaban hechos unas canillas abiertas.
Will se tiró en la cama y se pasaba las manos por su cuerpo intentando copiar el delicado toque de su pareja. Ya estaba teniendo alucinaciones y llevaba solo cinco días.
Cuando cerró los ojos, más imagines de las cazadoras sufriendo horribles experimentos el día anterior volvieron a su cabeza y llamó más fuerte a Di Angelo.
Escuchó la puerta cerrarse y sabía que Vigo se había ido pero no le importó. Continuó llamando a Nico, gritando su nombre hasta que sus cuerdas vocales dolían.
Se tiraba del pelo hasta arrancárselo, gritaba pero las chicas y Cecil en su mente lo hacían más fuerte.
Le daba golpes a la almohada, a la pared, a todo lo que estaba a su alcance para infringirse dolor físico.
Las paredes se cerraban e igual lo hacía su garganta.
Capítulo 2: el plan de Gaia y sus modelos.
Desgraciadamente, la mujer no se detuvo, y quería conquistarlo todo. El poder cegó su mente y se volvió una sadica.
Comenzó a modificar genéticamente animales y los hizo máquinas de matar a control remoto.
El primero fue un prototipo a base de hienas pero eran lentas y débiles por lo que modificó una pantera negra. Le puso cuchillas a su cola y la hizo mortal.
Así siguió con sus inventos hasta el de...
Cada vez era más doloroso escribir. Cecil.
Cecil.
Cecil.
Cecil.
Cecil
Cecil
Cecil
Cecil
Cecil Cecil Cecil.
Will se seguía arrancando su pelo que en algún momento fue sedoso.
Detestaba estar ahí. Debía irse.
Luego de una semana recibió una visita inesperada en su cuarto.
Había tenido un día muy tranquilo, sin ataques de pánico, y entonces ella entró en la habitación.
Estaba aún más demacrada que él y había engordado.
Drew Tanaka se sentó un momento al pie de su cama, ambos mirándose sin palabras.
-Lo siento... -su voz sonó rasposa y el rubio no pudo decir nada- Tengo miedo, Will. Ellos... ellos son gente horrible. Me hicieron... me hicieron cosas que... esto... yo...
Ahora la asiática estaba llorando.
Ella necesitaba escuchar unas palabras reconfortantes y cuando supo que Will Solace estaba dentro de los laboratorios no pudo evitar sentir entusiasmo y esperanza.
Necesitaba un nuevo comienzo, quizás sería duro pero debía salir adelante. No podía volver a ser la misma que antes pero esta nueva Drew podría redimirse.
Sin embargo, Will no le respondió, ni siquiera volteó nuevamente a mirarla una vez que apartó sus ojos celestes.
-¡HABLA POR FAVOR! -Drew se tiró sobre él y lo sacudió, el rubio solo cerró los ojos y se sumió en un estado extraño en el que fingía no estar despierto- ¡WILL TE NECESITO!
Un guardia entró y se la llevó dejándolo solo nuevamente.
Cuando Trace entró a verlo simplemente le dijo que quería ver a Katie.
Modelo 1: pantera.
Con cola de cuchillos y dientes y garras filosas, se maneja mediante un panel de control, es bastante básico y puede manejarlo una persona tranquilamente. La cámara es HD. Suele usarse para investigar los alrededores.
Modelo 2: gigante.
De por lo menos dos metros es grande y con garras, aunque comparte con otros modelos su figura humanoide no está basado en humanos sino en inteligencia artificial.
Solo tiene una cámara en la frente y puede trepar bastante fácil. El problema es que no es para nada sigiloso por su peso.
Modelo 3: toro.
Para destruir, es su única misión. Destruir barreras y poder entrar a las comunidades que Gaia quiera destruir. Está hecho de metal por lo que las balas no lo dañan fácil.
No se maneja por control por lo que se guía por la luz y el sonido.
Modelo 4: dragón.
No hay mucho que describir, todos conocemos la leyenda de este. Dentro, tiene un lanzallamas y se maneja de a tres persona en un tablero de más de cien botones. Uno de los más complejos.
Modelo 4: depredadores.
Una de las últimas creaciones. Basados en humanos modificados. Dentro del cerebro se les pone un chip y a la armadura se le agrega una cámara. Fácil de manejar. Casi indestructible. Fueron sumergidos en las aguas del río Estigio.
Una vez en el sector de las celdas, Will volvió a sentirse mal. Completamente indefenso y atrapado.
Llegó a la numero ciento cuatro y Trace le abrió la puerta. Una vez dentro el guardia les dio privacidad y se fue.
Katie lo abrazó y sus brazos se sintieron extrañamente cálidos. Quizás era él quien estaba por primera vez en su vida frío, se sentía solo y roto. Quería ver a Nico y al mismo tiempo sabía que no traería algo bueno.
En el hombro de la muchacha comenzó a llorar y le correspondió el abrazo.
-Tengo miedo.
-Estaremos bien. -le aseguró con su voz aterciopelada. Ella rompió el abrazo y lo guió a su cama tan incomoda comparada a la que le habían dado a él.
-No temo por mi.
La castaña suspiró y lo miró con sus hermosos ojos verdes, su cabello castaño estaba mucho mejor cuidado que el suyo aunque se notaba que no le habían dado un peine. Su piel estaba más pálida y era normal, llevaba siete días sin ver el sol. Algo que nadie debía dejar de ver.
Will recordó observar el exterior desde la ventana de su cuarto desde el quinto piso. El bosque se extendía basto hacia todas direcciones ocultando perfectamente el laboratorio y si se concentraba lo suficiente notaba unos movimientos entre los árboles. Los depredadores.
-¿alguna noticia? ¿Nueva información? -preguntó la chica.
-No me dicen mucho últimamente, la última entrevista fue la que te conté. Ahora solo me tienen concentrado en mi investigación.
Katie tomó la mano del rubio entre las suyas y lo miró cálidamente.
-¿Y tú cómo estás?
Era ridiculo que la prisionera preguntara al libre como estaba pero es que ambos estaban hundidos hasta el cuello allí dentro. La diferencia es que Katie no había perdido la cabeza aún, ella llevaba su propio diario dentro de su cabeza, memorizaba todo, planeaba. Si Will había perdido la cabeza entonces debía ser su deber sacarlos de allí.
-Soy doctor, y yo mismo sé mejor que nadie que no estoy bien. Tengo alucinaciones cada vez más reales. Tengo mucho miedo y no me permite actuar.
-Will. No debes cargar con todo tu solo. Estoy aquí, tú concéntrate en hacer lo que te dicen y conseguir información. Confía en mí.
-Katie, ellos nos están escuchando...
-No estamos diciendo nada que no sepan que pensamos. No pienso quedarme de brazos cruzados.
-Katie por favor... ¡te lastimarán!
-Quiero ver que lo intenten.
El rubio estaba completamente anonadado por la extraña valentía de su amiga y Katie sabía que lo decía en serio. Si había algo que había aprendido es que en la guerra y en el amor no habían reglas y ahora mismo estaban en guerra, eran prisioneros. La paz en la que vivían se rompería en mil pedazos pronto, no debían de tener a las adversidades, sino enfrentarlas y superarlas.
Habían prometido no tocarla mientras Will hiciera lo que les decían. Bien, ¿hasta donde llegaban sus límites? Y si tanto querían conseguir un inmune para supuestamente parar el virus ¿por qué lo habían lanzado en primer lugar?
Katie Gardner podía parecer un personaje secundario pero dentro de su mente era la protagonista. Todos vemos nuestra vida desde nuestros ojos por lo que ella estaba dispuesta a que valiera la pena.
Abrazó a Will una última vez antes de que se vaya.
¿Cómo pude ser tan estupido? ¿Tan ciego? Estamos en un enorme problema, mierda mierda mierda.
No quieren a Nico para una maldita vacuna, lo quieren para extraer su inmunidad y pasársela a Tártaro. El hombre despertará y será malditamente inmortal. Justo como Gaia y él habían pensado en un principio.
Los otros inmunes no sirven porque no adecuaron correctamente el virus a su sistema pero Nico si. Esto está mal.
Este es el verdadero plan de Gaia, hacer que su esposo despierte y juntos compartir la inmortalidad. Quieren ser más que hombres, ellos quieren ser dioses. Mierda, esto está muy mal.
La letra era inentendible, y lo había escrito como una nota en su libro lleno de dibujos de anatomía justo a la mitad de la descripción sobre cómo se creaban los monstruos.
Los cerró con todas sus fuerzas intentando descargar toda su ira allí pero no servía, tenía mucha acumulada.
Se había enterado por boca de Gaia que pronto mandarían otro grupo de monstruos al Campamento decididos a matarlos de una vez por todas. La mujer se había reído en su cara y el ahora se encontraba llorando en su habitación.
Entonces, súbitamente recordó las palabras de Katie; darle toda la información y confiar en ella.
Se irguió y corrió al botón al lado de su cama, llamando desesperadamente. Luego de varios toques Trace y Vigo entraron, aunque no estaban solos, el último tenía en sus manos a Katie, la chica llevaba esposas y hacía espamento. Detrás de ellos tres estaba Gaia.
-¿Que es todo esto?
El corazón de Will se salteó un latido al pensar en lo que le pedirían que le haga a su amiga.
-Vámonos. Parece que ustedes no entienden.
Trace tomó sin cuidado a Will y este se recriminó haberle tenido al menos un mínimo de cariño, que tonto había sido al pensar en que el chico podría ser su aliado. Si estaba allí, si por alguna estupida razón estaba dentro de los laboratorios Gaia, esa persona era una mala persona.
Incluso él mismo era una mala persona; había matado a su mejor amigo.
Los llevaron por pasillos con doctores que iban y venían atareados, otros hacían fila en una máquina de café.
Por fin, entraron a una sala de vigilancia, detrás de la ventana estaba Phoebe mirándolos con la mirada perdida. Era obvio que del otro lado, la ventana era un espejo y ella no podía verlos.
-¿La conocen no? Es Phoebe Ditton, una de las cazadoras que entró aquí junto con su amiga Thalia.
Al enfocar mejor su vista, Will notó que la pelirroja estaba bastante golpeada: moretones por todo su cuerpo, una enorme cicatriz a medio curar en su cara, ojos hinchados, labios inflados y mirada desesperanzada.
-¿Que le hicieron? -preguntó Katie.
-Hasta ahora, solo fue una advertencia para Thalia.
-¿Por qué nos trajeron aquí? -Katie ya estaba entrando en pánico y su voz sonaba cortada.
La tensión podía sentirse en el aire, tanto, que Will no podía dejar de moverse compulsivamente; sacudía sus pies, enredaba sus manos, movía su cadera de lado a lado, soplaba mechones fantasmas de su pelo rubio de su frente y había comenzado a transpirar. El problema era que las palabras no le salían.
-Prometimos no lastimarte, Katie Gardner. O por lo menos, físicamente. ¿Creíste que Will era un débil? Will será muchas cosas pero no es débil de espíritu. Lo quebrantamos con la muerte de su mejor amigo, de esa manera, no se arriesgará a ir en contra nuestra. En cambio tú... nos eres impredecible.
-¿me obligarán a matarla?
-Tu solo observa.
Phoebe estaba atada a una camilla, dejó de mirarnos para concentrarse en la puerta a la izquierda de la cual entró uno de los doctores de las instalaciones.
Gaia se acercó al micrófono y habló.
-Comience la transformación persona-depredador.
Los ojos de la cazadora se abrieron de par en par igual que su boca, era obvio que estás gritando pero el sonido no pasaba a donde estaban. Trace y Vigo sentaron a los dos chicos en las sillas y los ataron allí, cosa de que les sea imposible no ver lo que pasaba. La doctora encendió los micrófonos y configuró el volumen. Ahora sí, los gritos de Phoebe se escuchaban perfectamente. Gaia les hizo una seña a los guardias y los tres los dejaron solos.
Lo primero de lo que se encargó el hombre fue de sacar una horrible cuchilla, Phoebe seguía gritando por piedad.
Dibujó algo extraño en sus brazos y lo clavó.
Katie estaba callada y de sus ojos comenzaron a salir lágrimas.
Como si se tratase de un ser sin vida y el doctor fuese un carnicero, el hombre cortó su carne hasta dejar al descubierto sus huesos. Para cuando terminó en el primer brazo, Phoebe se había desmayado. Eso hizo con cada extremidad hasta qué pasó una serie de cables por entre sus huesos y le puso un traje lleno de garras.
Oprimió un botón y los ojos de la muchacha se abrieron, comenzó a gritar y el rubio sabía que era de dolor. De sus ojos salían lágrimas de sangre.
-No... -susurraba Katie.
Con un nuevo bisturí le abrió la frente y metió el conocido chip. Sus ojos se volvieron negros.
-¿Algo curioso sobre esto? -decía el doctor dentro de la sala mirándolos- es que aún sigue aquí, ahora, el paso donde la consciencia se adormece, es lo más doloroso. Sus células se destruyen de la manera más dolorosa posible, sentirá que se ahogará y al mismo tiempo que se quema. Esta está calificada como la peor muerte.
La camilla ahora sacaba vidrios por sus lados y parecía que Phoebe esté en una pecera que se llenaba.
Cuando el agua la cubrió retomó la conciencia pero era tarde, no había escape.
Golpeaba el vidrio con sus nuevas garras aunque debía estarle doliendo como mil demonios, Will no podía dejar de torturarse pensando que dentro de esos "guantes" estaban sus huesos completamente indefensos.
El agua se teñía de un tinte rojo cada vez más potente con cada movimiento.
Una vez que la pecera se llenó solo se veían sus garras golpeando intentando salir de allí, cosa que sería imposible.
Katie respiraba rápido, y Will se había desmayado.
Conclusión:
El plan de Gaia... es simplemente tomar la esencia de cada uno y hacerla pedazos. Ella me prometió, una vez que salí de su última prueba la cual compartí con Katie, que tomaría todo lo que amamos y lo haría pedazos. Tomaría a Nico y le sacaría cada gota de sangre, a Travis y lo convertiría en un más horrible monstruo, a Kayla, Austin y Miranda los mataría de manera tortuosa. Todo con el fin de dominarlo todo.
Todo lo que conocemos se terminaría.
Esta guerra nunca fue de Estados Unidos contra alguna fuerza extranjera. Esta guerra la comenzó Gaia y Tártaro hace mucho.
Ellos lo tenían decidido; el mundo se doblegaría a sus pies. Sin importar a cuantos deberían matar para conseguirlo.
Will cerró su libro mientras miraba a los otros tres inmunes en sus cápsulas pensando en lo que significaría que despertasen.
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