20. ATENEA
En la mitología griega, Atenea, también conocida como Palas Atenea es la diosa de la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, de las ciencias, de la justicia y de la habilidad
Grover mantenía a todos los viejos habitantes de ese campo con tranquilidad, era gente de su edad, no podían comparar sus fuerzas con las de los adolescentes, algunos incluso eran viejos y panzones, estaban rodeados de caminantes y su número iba bajando considerablemente rápido, tenía miedo y debía admitirlo, a su lado estaba Enebro, ella sostenía una daga y con eso intentaba sobrevivir. Iba a protegerla, hasta el último momento la protegería.
Entonces, cuando creía que no saldría de allí una bala atravesó los sesos del zombie que tenía en frente. Muchas balas siguieron a esa y por fin se vieron en paz en ese sector apartado de las demás cabañas.
-¡Grover! -gritó Percy, feliz de ver al chico que había ayudado con el escape de La Legión.
-¡Percy! ¡Annabeth! Gracias, por poco no salgo de aquí para contarlo.
-Estamos haciendo un plan, necesitamos a todo el campamento trabajando juntos, es necesario que ustedes se dispersen y corran la voz, debemos comenzar alejando todos los peligros de las cabañas que es el lugar central del campamento, hay que tirarlos hacia afuera. Nos repartiremos en tres grupos: el primero defenderá el campamento de la oleada de zombies, como dije será en círculo que comenzará a ampliarse mientras más despeje el lugar. El segundo es el que atacará desde los flancos, matando todos los zombies que estén a su alcance, sin formación. El tercero atacará a los tres hombres gigantes, los seis brazos, el toro y el dragón. Rápido. -cuando Annabeth terminó su discurso los adultos se dispersaron.
-Eres una líder, listilla. -le dijo Percy a lo que ella, sin importar la situación, se sonrojó.
Jason y Piper ya no podían correr más, ya había intentado quemarlos diez veces y no parecía cansarse, Piper tenía el brazo derecho con grandes ampollas ya que por un zombie no había logrado esquivar del todo el fuego, Jason tenía la espalda en carne viva por deslizarse en el suelo pero Leo parecía como si nunca hubiera estado tan vivo, no tenía dificultades para evitar el fuego y cada vez se acercaba más al cuerpo de la bestia. Por fin, aprovechando que la criatura se volteó se aferró a su cola.
Gracias a los dioses no estaba caliente, con gran dificultad se trepó a él, quien comenzaba a moverse como un caballo que quería tirar a su jinete, pero Leo no se lo permitió. Llegó a su cuello y encontró un tablero de control, parecía que este invento era para que alguien lo maneje desde arriba porque incluso tenía una silla.
El problema era que no le respondía los controles, como si alguien en otro lugar le estuviera mandando las indicaciones de qué hacer.
No tuvo más remedio que cortar los cables.
El dragón cayó redondo al suelo en un gran estruendo.
Jason suspiró pero no pudo distraerse de matar a los zombies a su alrededor, Piper corrió arriba de la bestia para escapar de los caminantes que venían hacia ella.
Hazel y Will llevaban cargando a Frank hacía la enfermería, Nico se mantenía adelante abriendo el camino.
El problema era que Nico solo era una persona, no podía estar en todos lados.
Lo inevitable pasó y un caminante llegó hasta su hermana, y como un reflejo Di Angelo se tiró sobre este con tal de protegerla.
-¡Nico! -gritó Hazel, pero no a tiempo, dos zombies más se tiraron sobre él. Will levantó la vista y se olvidó de Frank quien casi cae al suelo con un gruñido de dolor. Corrió a defender a su novio y clavó su cuchillo en la cabeza de dos de ellos, del tercero se encargó Nico.
El rubio le tendió la mano y lo ayudó a salir de debajo de esos cuerpos.
Entonces lo vio.
En su cuello tenía una enorme mordida, no sangraba mucho, pero Will ya había visto esto, en menos de doce horas Nico moriría y volvería al mundo como una de esas bestias.
-No... -dijo con la voz partida- No... -ese pudo haberle salido más firme- ¡No! -Estaba completamente frustrado.
-No es momento para esto. -dijo seco Nico- Lo importante es llevar a Frank -Nico se acercó a su pareja y puso ambas manos en sus mejillas-, ya pasó, no hay nada que hacer Will.
-Nico... -no podía evitarlo, comenzó a llorar- no puedo con esto, por favor no me hagas esto Nico.
Entonces se abrazaron y ambos lloraron por el horrible destino que el mundo les había deparado.
-Hay que movernos.
-Nico... -Hazel dejó a Frank en manos de Will quien no dejaba de llorar y lo abrazó fuerte.
-No importa Haze, es lo que debía pasar.
-No...
-Hay que moverse dije.
Calypso no se había quedado en la improvisada enfermería, ella estaba bien. Embarazada pero bien. Tomó un cuchillo y salió a la pelea.
Una vez afuera encontró a Miranda y Connor quienes corrían para ayudar a quien sea así que se unió a la pareja.
Llegaron con Katie Gardner, ella había reunido a su cabaña y luchaban con los Ares contra el toro gigante. La cabaña de Clarisse era lo más parecido a una ejercito, se movían rápido y eficazmente sobre los zombies, era obvio que sabían cómo golpear o acuchillar, además de que la líder se llenaba de orgullo de verlos. Esto conmovió a Calypso y la hizo llenarse de esperanza, por primera vez agradecía la sed de sangre de algunas personas. Aún así parecía una batalla perdida, eran cincuenta adolescentes contra un toro de una tonelada sin puntos débiles.
No veía a Leo por ningún lado y eso la preocupaba.
-¡Miranda! -las dos hermanas se abrazaron.
-¡Gardners! -las llamó Clarisse- No se distraigan.
Entonces Calypso entendió lo que hacían mal. El toro no podía ser detenido, pero los toros seguían el color rojo, ellos solo debían encontrar qué atraía a este y llevarlo a algún lugar lejano o algo así. Recordó el acantilado que pasó una vez con su novio. Debía caer por allí.
-¡Clarisse! -gritó ella.
-¿Y tu quien mierdas eres? -le respondió.
-Me llamo Calypso y sé que hacer.
-¿Tu sabes que hacer? No estorbes niña.
De detrás de ella se acercaba un zombie así que aprovechó para demostrar que no era una niña indefensa y arrojó su cuchillo. La chica enfrente se agachó pensando que era para ella pero vio al caminante morir. Alzó las cejas sorprendida y Calypso comenzó a explicarse.
-¿Sigue algo? ¿el color rojo? Porque debemos desviarlo. Llevarlo a un acantilado a unos kilómetros de aquí.
Antes de que Clarisse pudiera si quiera contestar una piedra mató a seis chicos, y entonces varias piedras llovían del cielo.
-¡Cúbranse! -ordenó la chica y tomó la mano de Calypso y de otra chica a su espalda, tenía el pelo negro y las fracciones delicadas. Claro que la conocía: Silena Bouregard. A su lado estaba Charlie Beckendorf.
Unas cosas de seis brazos eran las encargadas de tirar las enormes piedras. Mientras tanto el toro aún hacía sus destrozos.
-Clary, el número de campistas disminuye constantemente, -dijo Silena- hay que hacer un plan diferente.
-No. -dijo una voz enfrente nuestro y todos la miramos; Annabeth Chase se paraba erguida con Oliver y Percy flanqueándola- Clarisse, necesito que se mantengan concentrados en el toro.
-Debemos llevarlo al acantilado, hay que encontrar algo que siga, el color rojo o el fuego quizás.
Annabeth lo pensó un segundo y luego sacudió la cabeza.
-Como sea, encárgense de eso.
-¿Y como lo haremos si unos Shrek mutantes nos están tirando rocas? -preguntó enojada Clarisse.
-Nosotros nos encargamos. -y dicho eso los tres se fueron dejando a los cuatro allí en silencio. La primera en salir del shock fue obviamente La Rue.
-Mejor intentemos con el fuego, vi que le gustaba seguir al dragón.
-¿Alguien dijo fuego?
-¡Leo!
Calypso corrió a él y lo abrazó.
-¿Qué haces aquí? Deberías estar a salvo con Will en la enfermería.
-Estoy ayudando, Valdez. Ahora, voy a necesitar tu ayuda, fuego, hay que hacer que ese toro nos siga al acantilado usando fuego.
-Enhorabuena, fuego es mi especialidad, mamasita.
Jason y Piper estaban junto con Annabeth y Percy encargándose de los ¿ogros?, tenían seis brazos así que no tienen una clasificación específica.
Los cuatro luchaban contra dos de esas bestias lanzarocas junto con Grover, Enebro, Poseidon y la cabaña Atenea. Se habían recuperado de la sorpresa inicial y tenían un plan, el cual estaba siendo esparcido por los rincones porque varios les sonreían y se unían a sus filas. La cabaña Dionisio fue una de las primeras en llegar, estaba siendo liderada por el mismísimo Señor D. También podía distinguirse a Travis y Chris guiando a la casa Hermes.
-¡Piper cuidado! -Annabeth la tiró al suelo justo cuando una roca pasaba donde había estado su cabeza, la morena solo rodó los ojos recordando que esa era la tercera vez que algo peligroso había intentado clavarse en su cara.
Ambas se sonrieron y volvieron a su lucha.
Percy y Jason habían localizado a los dos hombres mutantes que quedaban y estaban peleando codo con codo. Primero Percy arremetió desde el frente a uno para que Jason se subiera a su espalda y le cortara el cuello. No había muerto pero varios cables habían sido dañados y se movía extraño. El otro fue mucho más difícil, estaba preparado con sus garras y arañó a Jason en el brazo, el chico gritó y del dolor soltó su arma. Percy no se atemorizó, en cambio arremetió contra sus garras y cortó dos.
La criatura parecía ofendida, volvió a atacarlo pero esta vez algo más lo detuvo: Hazel había atravesado su esternón con una lanza, Quiron apareció de la nada y logró atravesar su cabeza con una flecha.
Ahora todos los humanoides deformes estaban fuera de juego.
Pronto una enorme llama se encendió atrayendo la vista del toro. Leo Valdez se hallaba erguido a un lado, feliz de su enorme fogata. El toro lo miró y obviamente atacó a lo brillante matando a varios campistas en el camino. El latino apenas atinó a moverse antes de ser pisado por las patas. Un zombie se tiró a atacarlo pero justo a tiempo Clarisse lo salvó. El toro ya había acabado con el fuego y se disponía a ir contra ellos cuando un grito a la distancia se escuchó. Corrección: dos gritos.
Leo pudo distinguir a Beckendorf y Silena sosteniendo dos palos encendidos del fuego de lo que había sido su fogata. Susurró un débil "no" pero ya era muy tarde. El monstruo estaba yendo en su dirección.
Clarisse salió corriendo detrás de la bestia pero obviamente aunque lo intentara nunca alcanzaría a su amiga a tiempo. El toro llegó a ella antes...
Charlie lloró mientras su llama se apagaba. Ahora la bestia volvía a destruir sin un objetivo fijo. Clarisse se tiró al lado del cuerpo pisoteado y desfigurado que ahora era su amiga aunque no pudo contemplarlo mucho tiempo ya que se acercaban demasiados caminantes.
Charlie se metió en un auto en el cual prendió fuego el techo y salió de allí con el toro detrás de él.
Todos sabían que no volvería.
Annabeth abrió los ojos y los cerró despacio mientras pedía que todo pasara pronto.
Pero no podían relajarse aún. El campamento aún estaba lleno de caminantes y aunque ya no quedaban más criaturas extrañas de laboratorio no podían cantar victoria, menos cuando las defensas del campamento se caían a pedazos.
En el centro, las cazadoras y Thalía lideraban la matanza, habían un círculo junto con algunas personas más, entre ellas Lou Ellen, Cecil y Luke, para acatar las órdenes de la rubia Atenea.
-¡No se separen! ¡Somos más fuertes juntas! -decía Phoebe.
Thalía le sonrió satisfactoriamente y la obedeció. Pero no todos lo podían hacer: Lou Ellen fue rodeada por ocho caminantes y se separó de todos, Cecil comenzó a matar a los que lo rodeaban a él desesperado por llegar a ella pero todos sabían que no lo haría a tiempo, por lo que la chica Grace salió de dónde estaba con rumbo a ella. Por suerte Lou podía mantenerse con vida, no por mucho, pero le servía cada segundo.
Thalía no era la única que intentaba llegar a la morocha, Luke corría igual de rápido, todo ese año junto a ella le había dejado un cariño especial, como si de una hermana se tratase.
Ambos llegaron al mismo tiempo a la chica y comenzaron a liberarla, la de cabello negro disparaba flechas y Luke cortaba cabezas con su espada.
Se habían acumulado muchos pero Cecil pudo sacar a su novia del centro de la acción, justo a tiempo porque el círculo de caminantes volvió a cerrarse dejando esta vez a los dos salvadores dentro.
Thalía no se daría por vencida, si iba a morir lo haría luchando. Pero Luke estaba enfadado.
-¡te dije que no te arriesgaras! Ahora tu vida peligra igual que la mía.
-Salvamos a Lou, no me arrepiento de lo que hice.
-Te amo Thalía, eres la mujer de mi vida, siento dudar de ti, -debió parar para matar en paz a tres que se habían acercado demasiado- siento si te hice sentir que eres una inútil, porque no lo eres, sos una luchadora nata.
-Luke...
-No, escúchame, te amo. Siento no haberlo dicho más seguido, ahora me doy cuenta que desaproveche lo más hermoso que me había dado la vida. Todo me trajo a este momento.
-No...
-Solo saldrá uno de los dos... y esa serás vos.
Y con eso Luke dio su brazo para que uno de los caminantes lo muerda. Gritó cuando el caminante le arrancó limpiamente un trozo considerable de piel, la sangre salía a borbotones.
-¡Nooo! -gritaba Thalía, pero los zombies ya no la miraban a ella, todos rodeaban a Luke.
Unos brazos la agarraron por la cintura y la sacaron del centro del círculo. Seguía llorando.
-Thalía... -esa voz sonaba muy lejana a ella- Thal, reacciona, estamos en peligro aún.
Pero ella miraba como Luke era comido por una avalancha de zombies.
-Luke... -repetía en voz baja.
-Vámonos Thal. -le susurró Phoebe en el oído y ella la siguió al centro de la lucha, donde podrían tener un poco más de paz- Quédate aquí, te prometo que terminará pronto.
-Luke...
Will no supo cuánto tiempo se la pasó curando heridos, no sabía cuánto tiempo lágrimas habían salido por sus mejillas, sus manos se movían solas, al igual que sus hermanos él sabía cómo moverlas para curar sin necesidad de prestar atención en lo que hacía. Solo podía pensar en Nico y su mordida y como solo le quedaban menos de diez horas para su final. Y cómo empezaría una vida solitaria para él. Porque Nico era el amor de su vida, era su alma gemela, nadie lo suplantaría. Nico dejaría un cráter tan grande en su corazón cuando se vaya que nadie lo curaría. El chico moriría irremediablemente y Will lo haría con él, ya lo tenía decidido, dejaría que cuando Nico se convirtiera en caminante lo coma. Porque solo quería morir en manos de su amor verdadero, no le importaba que tan doloroso sea, él lo seguiría a la tumba. Él siempre había odiado Romeo y Julieta, nunca había pedido una historia de amor como la de ellos a diferencia de todas las personas ignorantes que sí lo hacían. Entonces ¿por qué el destino debía darle justamente lo que no quería?
No notó cuando Annabeth abrió la puerta secreta proclamando que el campamento ya era seguro. Que necesitarían unos días para arreglar las barreras pero que pronto todo volvería a la normalidad.
Él solo lloraba.
No se dio cuenta del tiempo que había pasado hasta que no tuvo pacientes que curar.
Nico en cambio había tenido horas sin Will. Horas que empeñó viendo a sus seres más queridos abrazarlo y llorar en su hombro: Percy, Annabeth, Thalía, Hazel, Frank, Leo, Calypso, Kayla, Austin, Jason, Piper, Cecil, Lou... la lista seguía.
Se había ido a despedir de todos, todos y cada uno de sus seres más queridos. Hasta que volvió a la enfermería improvisada cerca de la cabaña Hermes.
Como se imaginó solo había una persona ahí. Estaba acurrucado en un rincón, sus hombros se sacudían con el llanto y su cabellera rubia estaba sucia.
Se acercó a él y levantó su cara, en silencio lo beso. Lo beso lento, demostrando que siempre estaría ahí para él, incluso muerto. Que nada más le importaba, que por lo menos había vivido lo suficiente para conocerlo y que, cuando su hora llegara, él en persona le abriría las puertas al paraíso.
No hacía falta que ninguno dijera nada, sus besos y sus miradas lo expresaban todo.
Will pasó su mano por su cuello hasta la mordida, había dejado de sangrar pero aún así ahí estaba, insultando a la perfección del cuello de la persona más hermosa que Solace había conocido jamás.
-¿cuánto me queda? -Will frunció el ceño- No me mires así, tú eres el doctor, estoy seguro que sabes cuánto me queda.
El rubio suspiró entre llantos.
-Seis... seis horas.
-¿podría abrazarte las próximas seis horas?
Will se recostó en el suelo incómodo del hueco y lo atrajo contra su pecho. El final estaba peligrosamente cerca.
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¿La trampa en el título del capítulo anterior engañó a alguien? Quería que sea como en PJO y que todos creyeran que el héroe es Percy y terminará en una tragedia y que al final sea Luke. Sep, así soy. Bueno y con respecto a solangelo... si, yo también sufrí escribiendo el capítulo.
Lo siento, en serio.
No quiero hacer spoilers pero el próximo capítulo será un día gris. Las quiero.
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