2. TROYA

En la mitología griega, la guerra de Troya fue un conflicto bélico en el que se enfrentaron una coalición de ejércitos aqueos contra la ciudad de Troya y sus aliados.

Frank:

Si había algo que me había molestado de sobremanera había sido encontrar durmiendo a tres chicos entre las vacas de mi familia, esperen, no, eso no. Lo que me había molestado es que el chico se hiciera el malo midiendo 1,65 metros cuando yo estoy aproximándome a los 1,85 metros y encima solo tuviera un cuchillo. Creo que eso tampoco fue lo que me molestó. Supongo que ya vengo con los patitos desordenados dado que hace tres días que no salgo de mi casa teniendo que escuchar a la abuela de que no hay luz y vamos a morir por mi ineficiencia para matar animales inocentes.

Pero si estuve enojado todo volvió a tener sentido cuando unos ojos dorados se posaron en los míos.

-¿Que... -me abofetee a mí mismo por tartamudear- que le pasó?

-Se dobló el pie huyendo. -dijo la chica rubia- Soy Annabeth Chase, ¿podrías llevarnos a donde sea que vivas?

Asentí, eran adolescentes iguales a mí y no parecían muy peligrosos.

-Soy Frank Zhang, síganme.

La chica llamada Annabeth pasó al frente a mi lado y la siguió la chica más alta de pelo negro y ojos azules chispeantes, ella era la que más peligrosa se veía.

-Me llamó Thalía Grace, un gusto Frank. Ellos son Nico Di Angelo y Hazel Levesque.

Al señalarlos vi como el chico pasaba cariñosamente su brazo por debajo de los brazos de la morena y la ayudaba a levantarse mientras ella soltaba un gruñido por el dolor. Me acerqué a ellos y sin avisar ni nada me puse a un lado de la chica y la alce en mis brazos.

-¡Yo podía ayudarla! -se quejó Nico pero yo ni lo miré, la chica en mis brazos me sonrió dulcemente.

-Gracias Frank.

Dicho esto los guié a mi casa, unos metros antes ya podía ver a mi abuela en la puerta con cara de pocos amigos.

-Fai, ¿quienes son ellos? -dijo en tono serio.

-Abuela ellos son Annabeth, Thalía, Nico y Hazel. No podía dejarlos solos.

-Son muchas bocas que alimentar, Fai. -lo dijo tan despectivamente que parecía como si ignorara el hecho de que estaban allí y podían oírla.

-No seremos molestia -comenzó Annabeth-, tenemos nuestra propia comida y si quiere dormiremos afuera como la noche anterior pero le recuerdo, con todo el respeto del mundo, que afuera hay un Apocalipsis. Llegamos aquí por los pelos y seríamos útiles como mano de obra y todo eso por aquí. Más que nada porque cualquiera puede entrar como nosotros y...

-Ya entendí tu punto jovencita. -dijo mi abuela seriamente pero de un segundo a otro su sonrisa se ensanchó y abrió la puerta detrás suya- ¿quieren galletas? Acabo de hornear algunas.

-Hazel esta herida, quizás sería bueno que la lleve arriba. -dije escudándome de ir con mi abuela.

-Ni creas que te dejare solo con mi hermana. -dijo Nico y algo en mi se tranquilizó, no era su novia.

-Nico, tranquilo, Frank no parece malo. -le dijo a su hermano y luego se dirigió a mí- Gracias por todo, me gustaría poder descansar mi tobillo en alguna almohada.

Lleve a los dos chicos a mi habitación y los deje allí para que pudieran hablar de lo que sea. Baje a ver que hacía mi abuela y podía escuchar una charla relajada en la cocina.

-...encontramos a Nico y Hazel pero habían demasiados caminantes para que pudiéramos volver a mi casa sin quedar atrapados allí. -deslice la puerta y entre. Las tres me miraron- Le estaba contando a tu abuela como llegamos aquí- dijo Annabeth y yo asentí para que continuara-. Bueno, como decía, los ayudamos a correr por el vecindario y vimos está cerca por lo que la saltamos y dejamos todo atrás. Luego de eso no pasó gran cosa, nos dormimos al rededor de algunas de sus vacas y a la mañana Frank nos despertó alarmado.

-Estás chicas me caen bien, Fai. Son unas guerreras.

-¿donde están Nico y Hazel? -preguntó Thalía.

-Deje a Hazel descansando en mi cama y Nico dijo que le haría compañía por un rato.

-Thals ¿por qué no les llevas galletas a los chicos?

Thalía le echo una mirada que no pude descifrar pero agarro el pote de galletas y salió por mi lado. Ni siquiera me pidió indicaciones sobre donde estaba mi habitación.

-Veo que querías negociar tranquilamente pequeña. ¿Que quieres hablar?

-Señora, no podemos volver afuera. Comprenderá que Nico y Hazel vieron morir a su hermana mayor por salvarlos -¿que?-, Hazel no va a poder caminar en varios días, la comida se nos agotará en dos o tres días y ningún lugar parece seguro. Más allá del hecho de que somos huérfanos sin un lugar a donde ir. -Annabeth suspiró dándole dramatismo a su discurso- Su granja es como un faro en la oscuridad. Sé que debió haber tenido trabajadores y todo eso pero por lo que veo no quedó nadie. Podríamos ayudarla si usted nos dejara. Trabajaríamos por un hogar para dormir y algo de comida.

-Eres una chica inteligente Annabeth Chase. Pueden quedarse en las habitaciones de huéspedes, Frank se las mostrará luego. Comenzarán a trabajar mañana y les daré el día de hoy para que descansen, duerman y se tranquilicen. No quiero problemas.

-Y no los tendrá señora. -con eso último la rubia se bajo de la silla de la barra y pasó por mi lado para irse a la pieza con sus amigos.

-Gracias abuela, -dije de corazón- gracias por dejarlos quedarse.

-Lo hice por ti, Fai. No quiero que estés solo.

(...)

Hacía tres días que estaban allí y cada vez nos llevábamos mejor. La rutina era sencilla: los levantaba a las siete para ir a recorrer el perímetro para asegurarnos de que ningún enfermo o persona entrara, cosa que nos llevaba al menos cuatro horas de caminata y matar zombies intensamente -cosa que detestaba-. Luego íbamos al gallinero y hacíamos diversas tareas allí como sacar los huevos, limpiar y alimentarlas. A las doce tomábamos un descanso de tres horas para comer y visitar a Hazel que se recuperaba bastante rápido y seguíamos con los quehaceres. A las tres partíamos hacía un lago que tenemos entre algunos árboles y traemos agua de allí, después de eso varía lo que hacemos: un día fuimos con los caballos, otro con las vacas a ordeñarlas y así se pasaba la semana, el mes, el año. Ya no recordaba hace cuanto llegaron.

Thalía era la más divertida, siempre riendo y de buen humor, Nico era bastante callado a decir verdad pero igualmente estaba relajado, Annabeth comentas las idioteces que decía su amiga pero se centraba en hacer bien lo que estuviera haciendo mientras que yo me integré perfectamente a ellos, eran accesibles y buenos conmigo. Pero Hazel. Esa chica me traía loco. Aún no sé había unido a nosotros en las tareas de caminata pero nos encontrábamos con ella al medio día ya que ayudaba a mi abuela en las cosas de la casa. Era hermosa: simpática, atenta, divertida e ingeniosa.

-¿en serio ibas al colegio Malcolm? Yo también, no te recuerdo la verdad. -dijo Annabeth a Nico mientras hablábamos de que era nuestra vida antes de que los muertos se alzaran.

-Si, pero solo había ido dos meses, me uní cuando me mudé aquí con Bianca -al decir su nombre se noto como su voz se cortaba y corto la charla allí.

-¿terminaron? -preguntó Hazel cortando el silencio. Todos asintieron.

-¿les molesta si tomo una siesta? -preguntó Thalía- no dormí bien anoche.

-Para nada, yo voy a estar afuera si no les molesta. -dijo Annabeth levantándose.

-Te acompaño. -dijo el chico de cabellos negros y la rubia asintió en respuesta.

Mi abuela estaba en cama alegando que no se sentía del todo bien esa mañana, tenía dolor de cabeza o algo así por lo que estábamos Hazel y yo solos en la mesa.

-mmm, bueno, creo que va a ser mejor que lave esto.

-¿necesitas ayuda? -dije levantándome y llevando algunos platos al fregadero.

-Podrías secar lo que yo lave. -me regalo una de sus tiernas sonrisas y yo asentí creo que algo embobado.

-¿Puedo preguntarte algo? -le dije mientras me daba un plato y yo comenzaba a secarlo. Ella asintió- ¿que te gustaba hacer antes de que el Apocalipsis iniciada?

-Solía dibujar mucho, todo lo que veía. ¿A ti?

-No hacía mucho antes de esto, estuve... algo ido un tiempo y luego todo esto llego.

-¿que te pasó? -no es que me costara hablar del tema pero tampoco era algo que andaba contando a todo el mundo, ni siquiera lo había comentado con los chicos, pero si esos ojos dorados me miraban... no había nada que pudiera ocultarles.

-Nunca conocí a mi padre, mi mama me dijo que era un soldado y murió en deber cuando yo era apenas un bebé. Hace poco más de un año ella murió en servicio también.

Hazel dejo de lavar y me rodeó con un abrazo, cosa que quedaba graciosa porque le llevaba al menos una cabeza a la chica pero aún así allá pegue a mi.

-Lo siento mucho, Frank.

-No te preocupes, estoy bien. Y pronto estaré mejor.

Tome su mano y ella se sonrojó, entonces Annabeth entro por la puerta corriendo. Creí que solo había sido inoportuna pero su cara demostraba completa preocupación.

-Lo lamentó chicos pero hay que huir. ¡Rápido!

No entendí nada y no me dio tiempo a preguntar porque se fue escaleras arriba. Mire a Hazel y nos separamos un poco.

-¿que está pasando?

Escuche ruidos de pasos fuertes arriba y a mi abuela hablando con alguien que supuse que era Annabeth. Salí del comedor y afuera vi a Nico manteniendo a raya a unos veinte zombies con nada más ni nada menos que un rastrillo. Lo que me preocupo más no fueron los caminantes muertos, lo que me preocupo fue la camioneta 4x4 que había roto el muro de adelante como si fuera un juego cagar existencias.

-¿qué pasa, Nico? -escuche decir a Hazel pero su hermano estaba muy ocupado para contestar.

Vi como la camioneta se acercaba, detrás de ella venían cientos y cientos de muertos, me atrevería a decir de que habían como quinientos. Noté ahora que la camioneta estaba más cerca a una chica asiática con un megáfono en la parte trasera.

-Dennos toda su comida, armas y ropa y consideraremos no matarlos, quizás los llevemos con nosotros en vez de dejarlos a su suerte en esta granja destinada a llenarse de muertos.

Nico seguía peleando con su rastrillo pero cada vez retrocedía más y vi como la chica sacaba un arma, oh no.

Detrás mío apareció Thalía y mi abuela con armas de verdad en sus hombros.

Thalía tenía un bolso colgado al hombro y una AK-45 en sus manos, en su cintura descansaba un cinturón con más municiones y otra pistola más pequeña.

-¡NO SE QUIÉN ERES PERO NO AMENAZARAS A MIS AMIGOS EN MI GUARDIA! !Nico! -llamó la atención del menor y le pasó una katana negra, la reconocí como la que colgaba en el living.

Mi abuela tenía un rifle de caza y mataba a los caminantes más cercanos.

-Vayan adentro. Armen un bolso, encuentren a Annabeth y vuelvan por sus amigos. -me dijo mi abuela- Nosotros los retendremos. Fai, -me miró por un segundo y su mirada me transmitió que se sentía orgullosa y estaba triste- sería útil que usaras tu arco ahora.

-¡USTEDES LO QUISIERON ASÍ! -grito la chica y comenzó a disparar sin apuntarle a nada realmente.

-¡VÁYANSE! -grito mi abuela y tomando la mano de Hazel entre en la casa.

-¡¿ANNABETH?! -grité.

-¡ARRIBA! -escuche su voz bastante lejos.

Corrimos escaleras arriba y la encontré con dos mochilas más preparadas a su lado pero eso no fue lo que me llamo la atención.

No subía al ático seguido, en realidad... nunca lo había hecho desde el día que nos mudamos pero no esperaba eso... habían tres armas colgadas y se veían huecos de las que ya sacamos.

-Tomen armas y vámonos.

Tome mi arco y mis flechas que estaban a su lado y vi a Hazel elegir una escopeta recortada, le señale cuales eran las municiones de esa pero también metió en su bolso varios tipos de balas más, una calibre 9mm y las tres dagas allí expuestas.

Yo me cargue la mochila más grande en los hombros y bajamos los tres pero sabía que aunque intentáramos huir nada serviría, ellos tenían una docena de zombies y una 4x4.

-¿Annabeth? No creo que...

-Shh, tengo un plan, Haz, necesito que vengas conmigo, Frank, ayuda a Thalía y Nico, ya volvemos.

Asentí y salí decidido a ayudar pero lo que vi allí me ¿como se dice? Desalentó bastante.

Si bien Nico y Thalía aún seguían vivos (cosa que no podía decir de mi abuela porque no la veía por ningún lado) no estaban en buenas circunstancias. Nico estaba rodeado de zombies alejándose cada vez más hacia la izquierda mientras que Thalía se metió en un tiroteo contra las dos chicas de la camioneta... ¿esperen dos? Estaba seguro de que había una terc...

Una chica me tacleo dejándome en el suelo y saco una daga que clavó en el suelo a un lado de mi cabeza y tapo mi boca con sus manos. Era pelirroja y si bien sonreía sus ojos se notaban asustados.

-voy a ayudarlos, tengo que huir de su grupo, no lo lograre sin ustedes. Ahora creen que te mate y no te prestarán atención así que ve a ayudar al chico dark. Me ocuparé de mantener a los zombies a raya, me acercaré a ella y pinchare sus llantas.

Y sin darme tiempo a pensar se escabulló matando enfermos.

Me levanté disimuladamente y tome la daga que había clavado al lado de mi cabeza decidido a defender a mis amigos.

Mate a cada zombie que se interpuso en mi camino y llegue a Nico, el chico se veía agotado y sudado.

-Frank, ¿que...

-Tenemos un plan... o eso creo. -mate a varios zombies- Lo importante es mantenernos juntos.

Nico asintió y volvimos al combate.

La chica pelirroja estaba a tan solo unos metros del vehículo cuando vi como una de las chicas la vio, intercambiaron un par de palabras las cuales no pude descifrar y la pelirroja le disparó repetidas veces a una de las ruedas. Mientras una seguía disparándole a Thalía la otra intentó darle a la traidora pero supuse que no pudo con su cometido. La vi acercándose y saque mi arco para cubrir su espalda.

-¿qué haces? Ella es el enemigo.

-Está de nuestro lado, confía en mi.

Detrás del muro vi a otra camioneta acercarse y supe que si Annabeth y Hazel no estaban aquí antes de que esa 4x4 llegara estábamos perdidos.

Seguí disparando para mantener a los zombies lejos y cuando Rachel llegó a mi lado una parte del vehículo explotó tirando a las dos chicas al suelo lleno de zombies. Vi como a una se la devoraban y que por desgracia la otra estaba logrando sobrevivir. La pelirroja llego a nuestro lado y mato a un zombie detrás de Nico, este le agradeció con una inclinación de cabeza obviamente algo desconfiado y entonces  vi el plan de Annabeth.

Ella venía en un caballo y tirando a otro igual que hacía Hazel. Ella se detuvo al lado de Thalía quien subió al caballo marrón a su lado, mientras tanto Hazel se acercó a nosotros y miro con desconfianza a la chica nueva.

-no hay tiempo para explicar -dijo ella y entonces vi su brazo sangrante con una bala en él. La ayude rápido a subir mientras veía como Nico se subía junto a su hermana mientras ella y Annabeth ahora se encargaban de disparar a los zombies para que no llegarán a nosotros.

-¡HAY QUE IRNOS! -gritó Annabeth pasando adelante y señalando detrás suyo: la camioneta estaba entrando con dificultad por tantos caminantes.

Los cuatro caballos se lanzaron a galopar y me pregunté qué pasaría con mi abuela.

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