1. FOBOS
En la mitología griega, Fobos era la personificación del temor, y el horror. Era el hijo de Ares, dios de la sangre y la guerra y Afrodita, diosa del amor. Él, su hermano gemelo Deimos y las diosas Enio y Eris (generalmente consideradas hermanas de Ares) acompañaban al Dios de la Guerra en cada batalla
Annabeth:
No es que el día haya sido simplemente malo, no, el día había sido el peor. ¿Por que? Bueno, tengo dos palabras: Apocalipsis zombie.
Salí de mi casa por un ruido que perturbó mi estudio. Era como una explosión bastante cercana, tanto que tiro el vaso a mi lado y todo se tambaleó. Una vez afuera vi a mi vecina y mejor amiga Thalía Grace. Me acerqué a ella y estaba tan asustada como yo.
-¿Thals que esta pasando?
-No se Anni pero vi la explosión por la ventana, fue a tan solo dos calles, tres como mucho. Estoy preocupada por Jason, está en la casa de su amigo Percy, espero que este todo bien allá.
-Tranquila, ya volverá.
Como si el mundo intentará probarme que no tengo siempre la razón en todo, de un costado de la calle aparecieron tres hombres caminando raro y con fuego en su ropa aunque parecían no notarlo.
-¿Anni? ¿Estás viendo eso?
Señaló Thalía a los hombres, había una señora cerca de ellos que los miraba igual de estupefacta que nosotras y esos tres la atacaron rápidamente mordiendo su carne. La señora comenzó a gritar y ambas nos miramos y corrimos adentro de mi casa.
-¿que era eso? -dijo Thalía cerrando la puerta y yo busque una mesa para taparla. Tanto mis padres como los de ella estaban trabajando aún.
-No lo se, creo... -y ahora todo lo que leí en los blogs de chicos extranjeros cerro en mi cabeza-. Creo tener una idea de lo que son pero no puedo creerlo, se supone que estábamos a salvo en Estados Unidos.
-¡Chase dime ahora mismo que son esas cosas!
-¿Alguna vez viste The Walking Dead?
(...)
Nos habíamos quedado tres días haciendo guardia en mi casa y aún así no volvieron ni mis padres, ni los suyos ni Jason. No vimos ni a un policía combatir contra estos... enfermos, y solo escuchábamos autos huyendo y gritos lejanos.
La primera noche la calle estaba rodeada de zombies. Estoy hablando de cientos de ellos caminando y gruñendo. Decidimos apagar todas las luces y gracias a eso no se acercaron mucho.
Recordé todo lo que había leído de chicos que estaban pasando por lo mismo y gracias a eso le dije a Thalía como se morían: destrozar su cerebro. Comen carne y una mordida o un arañazo puede provocar la infección.
Al segundo día, como pasó en todos los países, el internet y la luz se fue. Thalía y yo no parábamos de llorar pensando en que le había pasado a nuestras familias.
El tercer día todo cambio.
Un grito se escucho fuera de la casa y vi a un chico vestido de negro cargando con una chica de tez oscura y pelo descontrolado. Habían ocho de esos... ¿caminantes?- ¿Era correcto copiarme de The Walking Dead? Bah, el productor ni debe estar vivo para este punto del Apocalipsis para demandarme.- Si, caminantes. Se les acercaban más cada vez y el chico solo tenía un desgastado bate de béisbol para defenderse.
-¿deberíamos...
Thalía no me dejo terminar mi pregunta cuando salió con un cuchillo en su mano. Sabía que esto solo atraería más y si salíamos quizás no volveríamos aquí, dado que se llenarían todas las puertas por el ruido y nos quedaríamos los cuatro atrapados adentro y todo esto no hubiera servido así que tome una mochila y en lo que Thalía mataba algunos de esos monstruos con un cuchillo de cocina yo metía desesperada lo poco que quedaba de comida y el botiquín de al lado de la puerta. Me hubiera gustado meter más cosas, o armar más mochilas. Hubiera llevado mi ejemplar de Harry Potter para leer o empacado ropa por si hacía más frío o más calor pero no tuve tiempo.
Le eche una rápida mirada a mi casa por última vez, tome cinco cuchillos más y corrí afuera.
Allí, la chica estaba tirada en el suelo claramente herida, el chico apartaba a golpes a unos zombies y Thalía clavaba a diestro y siniestro su cuchillo. Me sorprendí al ver que había dejado a tres zombies fuera de juego, quedaban cinco cerca y vi a otros cuatro venir llamados por el alboroto.
-¡Chico! -lo llame y le arroje suavemente un cuchillo y él entendió la idea.
Rápido nos encargamos de los que quedaban y Thalía se preparaba para matar a los otros cuatro que ahora estaban a cincuenta metros pero detrás de ellos venían más y sabía que detrás de esos iban a haber otros.
-Hay que irnos.
-¿Anni estás segura? -dijo Thalía mirando un segundo su cuchillo.
Ayude al chico a levantar a la chica en el suelo y asentí.
-cúbrenos, vamos.
Comenzamos a correr y Thalía se encargaba de despejar el camino, la chica a mi lado se quejaba del dolor que creo que era de su tobillo izquierdo pero no podíamos detenernos. En unos veinte minutos (agradecí que los enfermos sean tan lentos) llegamos al final del vecindario y comenzaba una carretera con solo campo a los lados.
-¡¿a donde mierda nos trajiste Annabeth?! -grito Thalía viendo que por lo menos diez caminantes venían hacía nosotros.
-Tengo un plan.
Me giré hacía la cerca y con agilidad la trepé.
-Entiendo, ellos no saben trepar. -dijo el chico y se subió arriba de la cerca de dos metros, estiro los brazos y la chica se agarro de ellos.- Voy a necesitar que la empujes. -dijo el chico mirando a Thalía. Mi amiga la ayudó y ahora los tres estaban sobre la valla. Por entre las maderas y el alambrado podía ver a los zombies intentando llegar tanto a mis amigos que estaban arriba como a mí que estaba de este lado.- ¡Rubia! -me di vuelta al chico- necesito que la sostengan cuando caiga. -Thalía ya estaba a mi lado lista para recibir a la chica. Era bastante pequeña por lo que con la fuerza de ambas bastó para dejarla sana y salva en el pasto. Luego el chico bajo de un salto.
-Parece que estamos fuera de peligro. -dijo Thalía.- Bien hecho Anni.
-um... gracias, ¿Annabeth no? -me dijo el chico de pelo negro.
-Annabeth Chase, no fue nada. Ella es Thalía Grace.
-Nico Di Angelo, -me tendió la mano, la cual yo estreche- ella es mi hermanastra Hazel Levesque, tiene un problema con su tobillo. Saltamos desde la ventana de mi cuarto ayer y ella no cayó bien. Creo que está fracturado o algo así.
-Podría hacer un torniquete pero si su hueso está fuera de lugar... -dije agachándome a ver su pie el cual estaba bastante hinchado.
-Lo controle hace un rato y no creo que este fuera de lugar. -me dijo Nico.
-Entonces supongo que con vendarlo va a estar bien. -le sonreí a la chica y pude ver sus ojos dorados llenos de lágrimas, es obvio que estaba sufriendo mucho.
Una vez que vendé su tobillo con el botiquín de primeros auxilios, Thalía tocó mi hombro y señaló el muro donde se comenzaban a congregar caminantes.
-Es hora de irnos.
-Espero que al dueño de la propiedad no le importe.-dijo Hazel hablando por primera vez y con ayuda de su hermano se puso de pie.
(...)
Ahora estábamos sentados en ronda en la oscuridad de la noche. A nuestro alrededor pastaban tranquilamente unas pocas vacas que parecían las solitarias del rebaño. Por suerte esa noche era de luna llena y podía distinguir vagamente lo que pasaba alrededor: como el viento movía el pequeño pastizal a nuestro alrededor, las siete vacas masticando sonoramente, Nico mirando el suelo y juraría que tenía los ojos llorosos, Hazel dormía recostada en el muslo de su hermano, Thalía terminaba su lata de duraznos en almíbar y de fondo los grillos nos brindaban su música.
-Nico ¿pasa algo? -me atreví a preguntar, desde que lo conocí esa tarde me había parecido el chico más decidido y valiente de todos pero allí, con los ojos llorosos me daba cuenta de que nadie era de piedra.
-Estamos en un apocalipsis, ¿tengo que responder eso? -su voz se quebró en la última palabra y una lágrima salió de su ojo. Lágrima que por supuesto él secó rápidamente.
-Nico, sé que nos conocimos hoy pero puedes confiar en nosotras, si algo te preocupa puedes contar con que haremos lo que sea para calmarte. -dije segura de mis palabras- No importa si quieres que te abrace y te diga que todo estará bien o si por el contrario te haría sentir mejor que comencemos a caminar desde ahora para alejarnos de lo que sea que te mantenga despierto.
-Annabeth... -su voz se quebró y por primera vez vi un atisbo de su joven edad, me abalancé a él y lo abracé contra mí mientras Thalía le sonreía de manera tranquilizadora.- mi hermana... -sollozo- mi verdadera hermana, Bianca. Ella... murió ayer y todo... -más sollozos y cada vez más fuertes- todo por salvarnos.
No había nada más que agregar, obviamente un chico de mi edad nunca debería tener que hacerse cargo de su hermana y ver morir a la otra.
-No sos el culpable de su muerte, Nico. -le dijo Thalía- Sos el chico más valiente que vi, deberías estar orgulloso de todo lo que lograste hacer hasta ahora.
-No sé de quien fue la culpa pero ya la extraño y no sé si voy a poder con todo esto.
-Vas a poder. -Le aseguré.
Me sonrió una última vez y lo abracé hasta que las lagrimas se convirtieron en leves ronquidos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top