07. death

CAPÍTULO SIETE
Muerte

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Se había convertido en una costumbre que Hyun y Sun Hee subieran por cualquier cosa que los demás quisieran, algunos solo por capricho. Traían cosas como cargadores para celulares, audífonos, diarios, libros, etc. Cosas con las que sí podrían sobrevivir si no las tuvieran.

Entraron a la habitación donde estaba Eun Hyuk y Hyun tiró la mochila sobre la mesa frente a él, lo sacudió con violencia haciendo que las baterías salieran rodando hasta algunas caerse. Hyun y Sun estaban cansados de lo mismo, por más que Sun tuviera intenciones de asesinarlo, su compañero se lo impide.

La chica miró con odio a Eun Hyuk y este la detuvo antes que se fuera por completo tomándola de la muñeca. Ella se giró con rapidez si quitar su mirada de enojo, él se quedó quieto y dejó que se fuera junto a Hyun.

Se encargaron de repartir a cada uno lo que les habían pedido a los jóvenes para que recuperen.

Ya era una rutina.

Amanecía, les abrían la puerta, les entregaban sus armas, les pedían que traigan ciertas cosas, subían, se las pasaban horas buscando, bajaban, lo entregaban y regresan a la sala de juegos. Así era en los últimos días, como esclavos.

El señor Han se encontraba fuera de la sala de juegos cuidando al señor Kim que permanecía dentro. Hyun se acercó hacia el hombre para quitarle la llave que llevaba en sus manos, abrió el candado y luego se lo entregó. El señor Han lo miró durante unos segundos y luego Hyun abrió la puerta de la sala para que Sun ingresé primero como es costumbre pero ella se negó.

—Iré al baño un momento. No demoro -Hyun asintió y se adentró en la sala.

Sun Hee llegó hacia el baño para intentar limpiar la mancha de aceite que tenía en su camiseta gris. Mientras buscaban las baterías, tuvieron que hacer varias cosas para encontrarlas así que una de esas era pasar por un barril lleno de aceite. Estaba sin polera solo con sujetador intentando limpiar la mancha. Alguien entró sin tocar la puerta viendo la imagen de la chica solo en ropa interior superior.

Cualquiera en sus cinco sentidos hubiera pedido disculpas y luego salido de ahí, pero esa persona hizo todo lo contrario. Se adentró por completo en el baño y cerró la puerta a su lado.

—¿No te han enseñado a no ver a las mujeres en ropa interior sin su permiso? -Le preguntó sin dejar de sacar la mancha.

—Lo siento -Sun revoloteó sus ojos.

—No suena a una disculpa sincera -Dejó su camiseta a un lado y se giró a verlo, cruzó sus brazos–. ¿Qué es lo que te hizo venir hasta aquí y verme así? Espero que tengas una buena razón.

—Bueno... -Para él fue casi inevitable bajar su mirada de vez en cuando. Sun Hee se dio cuenta y chasqueó los dedos haciendo que él fijara su mirada en ella.

—Mis ojos están acá arriba, Eun Hyuk. Más te vale mirar a mi cara si no quieres que te arranque los ojos -Lo amenazó y el chico asintió.

—Primero, ¿Podrías ponerte la camiseta? -Desvió la mirada intentando no ponerse nervioso.

Sun Hee sonrió de lado y encontró la venganza perfecta por lo que le estaba haciendo. No le haría justicia a como la trata de esclava pero sería una de tantas que empezaría por eso, así que se acercó hacia él a paso lento hasta situarse a un metro.

—¿Te pone nervioso, Eun Hyuk? -Le preguntó juguetona y el chico no respondió–. ¿Es que a caso nunca has estado con una mujer de esa forma?

—¿Y tú con un chico sí? -Atacó mirándola de reojo un par de veces.

—¿Te interesa saber? -Eun Hyuk giró a mirarla y ella solo sonrió satisfecha. Había logrado alterarlo.

El chico se quitó la camisa roja que llevaba encima con rapidez y se lo colocó a ella así evitando que estuviera al descubierto, era lo suficientemente grande para cubrir gran parte de su cuerpo. Eso le tomó por sorpresa. Un hombre estando en una situación así hubiera seguido sus instintos primitivos de seguir viendo o hasta tocar algo pero Eun Hyuk no lo hizo.

—Eres menor de edad, no puedes ir mostrándote así frente a cualquier hombre -Sun Hee lo miró quedándose congelada.

Reaccionó y se volvió a quitar la camisa de Eun Hyuk para dárselo a la fuerza, retrocedió unos cuantos pasos cambiando su expresión por completo.

—¿Qué es lo que quieres, Eun Hyuk? Dime, tus deseos son órdenes. Dile a esta esclava lo que quieras y te lo conseguirá en menos de un puto segundo porque esa es mi obligación. ¿No?

—Sun Hee -Le advirtió.

—¿Vas a negarlo? Pides que subamos todos los días a traerte lo que se te cante la gana solo porque te lo debemos. Qué yo sepa, no estoy en deuda contigo pero esto lo hago solo por Hyun -Colocó su índice en el medio del pecho.

—Lo estás haciendo por Hyun, no porque yo lo digo así que no te estoy tratando como ninguna esclava, Sun Hee -Pausó–. No te quejes si lo haces por él, es tu voluntad.

—Eso no quita lo idiota que eres con Hyun.

Sun Hee agarró sus pertenencias y salió del baño dejando al chico dentro como lo hizo la primera vez. Al salir, se encontró a la hermana menor del chico que no se le pudo escapar el detalle que Sun Hee estaba saliendo acomodándose la camiseta como si se la hubiera sacado estando dentro del baño. Unos segundos después salió su hermano mayor del baño, al encontrarse ambos Eun Hyuk se sorprendió pero su hermana menor solo lo miró con desprecio antes de salir corriendo de ahí.

Se habían ganado otro problema entre ellos, llevando su relación más al diablo.

Llegó a la sala de juegos viendo que Hyun se encontraba esperándola sentado en el lugar de siempre. Ella se acercó a pasos lentos hasta sentarse a su lado colocando su cabeza sobre el hombro de él acomodándose. Hyun fue sorprendido por eso pero no hizo nada, se quedó quieto dejando que ella descanse sobre él.

—No preguntes nada, por favor -Sun le rogó sintiendo su voz temblar.

—No lo haré -Le respondió segundos después y ambos se quedaron así por un largo rato.

Al amanecer, los demás ya se encontraban fuera de la sala de juegos esperado por Hyun. Él se acercó hacia las rejas al lado de la puerta y el chico más joven del pequeño grupo le entregó un papel con forma de un barquito. Sun Hee se quedó detrás del chico mirándolos con desprecio porque ellos también eran cómplices del martirio por el que ambos estaban pasando en manos de Eun Hyuk.

Hyun recibió la hoja y ambos caminaron de vuelta dentro de la sala para ver la nueva lista de cosas que querrían rescatar. Sun Hee leyó todo y terminó por quitarle la hoja a su compañero hasta arrugarlo del enojo justo cuando la puerta de la sala se abrió. Ambos se giraron hacia Eun Hyuk que había abierto la puerta, pasaron por su lado resignados a seguir las órdenes.

Sun Hee pasó por el lado de Eun Hyuk y lo miró de reojo con recelo para terminar de salir por completo de ahí a iniciar su rutina.

Subieron por las escaleras de emergencia. Su misión era colocar hilos de colores por todos los pasillos y zonas principales donde los monstruos podían transitar, de esta manera sabrían cuando un monstruo esté cerca o cuando alguien necesite ayuda. Fueron a los respectivos apartamentos donde tenían que rescatar las cosas que los demás les habían pedido en la lista marcando cada cosa que ya encontraban.

Estaban saliendo de un apartamento cuando uno de los hilos se rompió llamando la atención de Hyun y Sun, sus alertas fueron confirmadas cuando tres de los globos que habían colocado explotaron alertando la presencia de alguien o algo cerca.

Hyun abrió la puerta del apartamento y algo entró a gran velocidad, el chico logró tomar el cuerpo de Sun Hee a tiempo haciendo que ambos cayeran en el pasillo teniendo frente a frente al monstruo de velocidad. Entre los dos pudieron librarse del monstruo a penas y bajaron hacia el primer piso agitados por la pelea y haber tenido que correr, Sun Hee necesitaba un poco de agua o moriría.

Hyun se encargó de tocar la puerta esperando a que alguien le abriera mientras Sun Hee vigilaba las escaleras por si el monstruo regresaba. La puerta se abrió y era la hermana de Eun Hyuk, quién se sorprendió un poco al ver los ojos de Hyun completamente negros hasta que regresaron a su tono normal, le hizo una seña a Sun Hee para que se acercara y ella ingrese primero.

Bajaron los escalones escuchando cada vez más cerca los gritos de una mujer seguido de golpes hacía algo. Se trataba de la esposa del señor Kim golpeando a algo con cabellos hasta casi por los suelos de tonalidades grises o blancas, de este ser salían grandes cantidades de sangre así como habían rastros del mismo líquido en el rostro de la señora al asesinarlo.

Hyun se quedó sorprendido viendo la escena y Sun a su lado sin entender que había ocurrido mientras ellos no estaban. El chico caminó pasando por el lado de la escena hasta que se detuvo a ver el charco de sangre, Sun podía sentir como eso lo había afectado y no solo por su reacción, si no por el miedo en el ambiente por parte de los demás cuando ellos llegaron. Esas personas estaban asustadas que los próximos jóvenes infectados completen su monstrualización pronto y se descontrolen.

Todos ahora tenían miedo de Hyun, serían el próximo en volverse en monstruo.

Hyun siguió con su camino siendo seguido por Sun Hee, quién estaba un poco preocupada por el chico. Eun Hyuk siguió con la mirada a la chica que tenía pequeños rastros de sangre en su rostro demostrando la pelea que había tenido arriba con algún monstruo pero no era el momento para acercarse a ella y hablarle, se notaba tensionada así que se contuvo de ir tras ella.

La sala de juegos era un desastre. La puerta estaba en el suelo y habían rastros de cabello con sangre por todos lados, eso no le importó a Hyun y siguió caminando incluso por encima de la puerta.

Hyun. Mírame -Lo llamó pero el chico no reaccionó.

Tomó su mentón con cuidado e hizo que girara su cabeza hacia ella para hacer contacto visual.

—Todo estará bien. No tengas miedo, estaré a tu lado -Su serenidad era asombrosa–. Nunca estarás solo. Lo prometo.

El chico asintió pero un raro impulso se hizo presente en él controlando cada movimiento que estaba próximo a hacer. Se fue acercando lentamente al rostro de la chica. Sintieron sus respiraciones rozando sus labios provocando cosquillas por todo su cuerpo, cerraron sus ojos hasta que sus labios por fin se encontraron.

No se movieron, solo dejaron a sus labios haciendo contacto. La mano de Hyun estaba sobre la mejilla de Sun y la mano de ella estaba en el hombro de él apretando la tela de su casaca deportiva verde.

Hyun despertó de golpe al darse cuenta que solo se trataba de un sueño, un dulce sueño. Había alguien sentado a su lado, así que giró su cabeza dándose cuenta de la presencia de una chica que no era Sun Hee. Ella estaba leyendo una revista entre sus manos.

—¿Ya te despertaste? -Le preguntó sin girar a verlo–. Sabía que eras una presa fácil. Lo llevas en la sangre.

El chico ni siquiera le estaba prestando atención. Solo podía recordar una y otra vez la imagen de él besando a Sun Hee, cada emoción se sintió tan real que hasta sus labios aún podían sentir los de ella. Llevó sus dedos hacia sus labios tocándolos con cuidado y volviendo a recordar ese extraño sueño.

¿Por qué soñaba con ella de esa manera?

Sun Hee estaba pasando por la pequeña tienda de conveniencia del señor Kim, necesitaba un poco de soju para aliviar toda la tensión que tenía encima. Había escondido un par de botellas en uno de los cajones de la caja registradora, así que nadie se daría cuenta sobre la existencia de esas botellas. Sonrió de lado al ver que las botellas estaban en el lugar donde lo había dejado antes en perfecto estado. Abrió una y cuando estaba a punto de darle el primer sorbo, alguien le apuntó con la luz de una linterna.

—Deja esa botella.

—Carajo. Me asustaste, Eun Hyuk -La linterna fue apagada y el chico se acercó hacia donde Sun Hee estaba.

—Eres menor de edad, no se te permite beber aún.

—No te ha quedado claro que yo no sigo lo que dices, ¿No? -Sun Hee le dio un sorbo a la bebida dejando que el alcohol queme su garganta–. Esto está fuerte.

—Quería hablar contigo pero cuando llegaste no era buen momento.

—Pues si se trata de hablar contigo, nunca es un buen momento -El chico sonrió a penas–. ¿Qué es lo que quieres, Eun Hyuk? Vine aquí para evitar mis problemas y tú eres uno de ellos.

—Sólo quería disculparme, por todo -Pausó y Sun Hee dejó de tomar–. He dicho y hecho muchas cosas que no han sido de tu agrado, sobre todo con Hyun.

—¿A qué se debe todo esto? Si necesitas algo de arriba, solo tienes que darnos una orden y lo haremos. Así es como funciona, ¿Verdad?

Sun Hee no creía en sus disculpas, de un momento a otro no se convertiría en alguien bueno a menos que quiera algo a cambio.

—Estoy hablando en serio, Sun Hee. Estoy arrepentido.

—Yo también hablo en serio, Eun Hyuk -Lo enfrentó–. No creo en ninguna palabra de lo que dices porque solo te preocupaste en ti mismo, en no arriesgarte a subir.

—Es por eso que te estoy pidiendo disculpas. Hice mal y lo admito.

—Quieres algo a cambio, ¿No? -Le preguntó y el chico no respondió, por lo que Sun Hee lo tomó como una respuesta–. Lo sabía, todos los humanos quieren algo a cambio porque son codiciosos.

—No quiero nada y menos de ti. Me tomas por alguien diferente a quien verdaderamente soy.

—No te creo nada, Eun Hyuk -Sun Hee negó y el chico salió casi de inmediato estando muy enojado por eso.

La chica maldijo para sus adentro y terminó por acabarse todo el contenido de la botella verde en solo unos cuántos tragos. Estando ya lo suficientemente satisfecha con ganas de ir a descansar, llegaba hasta la sala de juegos cuando pudo ver qué Eun Ji salía de ahí y Eun Hyuk junto a Ji Soo se dirigían para entrar. ¿Qué hacia Eun Ji ahí? ¿Estuvo con Hyun todo ese tiempo?

—Déjenlo en paz -Dijo Eun Ji pasando por el lado de la pareja que se detuvo antes de entrar–. Si es tan importante, vayan ustedes -Se giró hacia ellos.

—Basta -Le dijo Ji Soo.

—¡No! Tú eres la peor. Finges preocupación y te quedas de brazos cruzados. Eres igual.

—¿Y tú? Lo único que haces es hablar.

—Zorra de mierda -Eun Ji maldijo y Eun Hyuk se giró hacia su hermana por completo. Sun Hee avanzó unos pasos porque sabía que la situación iba a ponerse fea.

—Oye, Eun Ji.

—No te metas. Ni si quiera eres mi hermano de verdad.

Dicho eso, Eun Hyuk le dió una bofetada a su hermana menor sorprendido a las otras dos mujeres presentes. Sun Hee se acercó de inmediato hasta colocarse al lado de Eun Ji mirando al chico de lentes con seriedad. Eun Hyuk pareció notar la mirada de Sun Hee porque también la miró pero él también estaba asustado, nunca le había tocado un solo cabello a su hermana.

—Eres increíble -Eun Ji lo miró con odio y caminó lejos de ahí dejando a su hermano.

—Espero que para eso también tengas unas disculpas -Sun Hee pasó por el lado de Eun Hyuk adentrándose hacia la sala de juegos.

Hyun se encontraba sentado dónde siempre mirando al suelo y se sintió nervioso al ver ingresar a Sun Hee. El haber hablado con Eun Ji por mientras le había hecho olvidar lo que soñó pero ahora que Sun Hee había regresado, sus recuerdos regresaban con fuerza empezando hasta sentir ruborizado. Por suerte, no había luz en la habitación así que no se vería esa reacción vergonzosa.

El chico notó algo particular en su compañera. Estaba extraña y hasta parecía un poco perdida.

—Sun Hee, ¿Sucede algo? -Hyun le susurró cuando la chica se sentó a su lado.

—No, estoy bien -Le respondió pero el chico sabía que no era así.

Iba a volver a preguntar pero Eun Hyuk ingresó acompañado de Ji Soo, los dos jóvenes entendieron la razón de la visita pero Sun Hee solo miraba al chico de lentes con un poco de resentimiento que Hyun pudo notar. ¿Eun Hyuk le habrá hecho algo? Hay muchas probabilidades sobre eso pero quería saber qué hizo aunque en ese momento Sun no parecía querer hablar.

Hyun recibió su arma al ponerse de pie y cuando Sun lo hizo, Eun Hyuk la agarró de los hombros haciendo que se vuelva a sentar.

—¿Qué haces? -Preguntó confundida.

—No irás

—¿A caso estás loco? Me tienes cansada con tus órdenes de mierda...

—Has bebido, Sun Hee. No estás en tus cinco sentidos y podrías ponerte en peligro -Ji Soo y Hyun se sorprendieron por lo que dijo el chico.

—¿Y eso que te importa? ¿No sería mejor que muera para que así nadie te joda?

Hyun se dio cuenta del estado etílico de Sun Hee, por lo que se acercó hasta ella y se arrodilló estando frente a frente. La chica se calmó un poco al ver a su compañero frente a ella, se puso más tranquila cambiando drásticamente su comportamiento.

—Es mejor que te quedes aquí, Sun.

—No puedo dejarte solo, Hyun -Se negó aferrándose a la mano del mencionado

—Estaré bien. Lo prometo -El chico se puso de pie alejando sin soltarle la mano de Sun.

Eun Hyuk miraba cada movimiento de ambos y por alguna razón, sintió como la boca de su estómago empezaba a arder y sus puños se apretaban. Hyun se alejó de Sun dejando que sus manos se soltaran luego de algunos pasos, la chica miró a Eun y ella endureció sus gestos mirándolo con enojo hasta que se dio la vuelta dándole la espalda.

Escuchó que la puerta se cerró dejándola sola en la sala y por primera vez sintió miedo de estar así.

Pasaron unos cortos minutos que se sintieron como horas y Sun Hee se sentía desesperada por estar junto a Hyun, sentía la angustia instalada en su pecho como si algo malo pudiera sucederle. Daba vueltas mientras se mordía los dedos en desesperación. Tanto era su sentimiento que hasta la borrachera se le había pasado. Necesitaba salir de ahí y saber cómo se encontraba Hyun.

—Maldición -Murmuró y se acercó a la puerta.

Utilizó su fase de monstrualización para abrir la puerta con su fuerza sobrehumana. No había nadie cerca del pasillo así que se escabulló hasta la sala de cámaras, dentro estaba Eun Hyuk y el señor Han mirando una cámara en particular. Sun Hee se sintió más aliviada cuando reconoció a Hyun en una de ellas, parecía ser el sótano. Agarró la cámara y la movió hacia arriba pero algo lo tomó alejándolo de la cámara.

—¡Hyun! -Exclamó Sun Hee llamando la atención de los dos hombres presentes. Eun Hyuk se acercó hasta ella–. No te acerques, maldito -Lo señaló amenazante y el chico se detuvo–. Dame mi arma, iré por él.

—Iremos juntos. No puedes ir sola.

El grupo conformado por Sang Wook, Eun Hyuk, Jae Hun, Ji Soo y Sun Hee bajaron hacia el sótano en busca de Hyun. Todo estaba en silencio y por desgracia no había mucha luz por la cual se pueda identificar al monstruo o algún indicio de este. Cada uno estaba alerta de cada movimiento sospechoso. Sun Hee estaba preocupada buscando con la mirada a su compañero.

Eun Hyuk llevaba la delantera y con la linterna enfocó hacia un monstruo que les daba la espalda. Sun Hee lo reconoció como el monstruo velocista que la había atacado estando arriba con Hyun pero no se movía.

Jae Hun levantó su katana dispuesto a hacerle daño al monstruo pero Eun Hyuk lo detuvo.

—Creo que está dormido -Susurró–. No lo despertemos.

Eun Hyuk los dirigió hacia el camino del lado derecho mientras Jae Hun y Sun Hee caminaban asegurándose que ningún monstruo los vaya a atacar por detrás. La linterna del chico logró identificar un enorme bulto colgando del techo envuelto en algo de color verde.

—Hyun -Murmuró Sun Hee.

Ese espesor verde subió hacia por el techo dejando libre a lo que sea que haya envuelto. Eun Hyuk les hizo una señal para que se acerquen y así verificar que no hubiera algo que les impide sacar a Hyun de eso. Cuando estuvieron seguros, entre todos lograron bajar el cuerpo inconsciente del chico y Sun Hee se sintió más aliviada al verificar que tenía pulso.

—Hay que salir de aquí -Les dijo y todos los demás asintieron.

Sang Wook y Ji Soo fueron los encargados de llevar el cuerpo de Hyun mientras que Eun Hyuk tomaba la delantera y Sun Hee junto a Jae Hun protegían sus espaldas. Ji Soo hizo un quejido de dolor agarrándose el abdomen y soltando su arma, provocando un estruendoso ruido por el metal.

No hacía falta esperar mucho para que eso haya llamado la atención del monstruo velocista. Sun Hee movió el guante negro que llevaba en su mano izquierda haciendo que las garras de titanio salieran preparándose para atacar al monstruo si se acercaba. Quería tener su revancha ya que la última vez, Hyun la salvó.

Pasó algo muy rápido haciendo que Eun Hyuk apuntara su linterna hacia esa zona pero como era de esperarse, no había nadie.

—Hicimos despertar a Flash -Sun Hee gruñó.

Se escucharon varios sonidos y movimientos alrededor de ellos pero cuando Eun Hyuk llegaba a apuntar con su linterna, no había nadie hasta que ese monstruo se acercó atropellando a Eun Hyuk y su cuerpo impacte contra un auto.

—Mierda -Murmuró Sun Hee.

El monstruo subió por el carro corriendo para atacar a Eun Hyuk a sus espaldas pero el chico fue más rápido y logró dispararle en alguna parte de su cuerpo. Sun Hee aprovechó esto para acercarse hacia el monstruo y arañar el pecho del monstruo pero no hizo efecto, hizo un movimiento que terminó tirando a Sun al suelo.

Estaba a apunto de atacarla pero Eun Hyuk volvió a disparar dándole en un ojo.

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