XI
CAPÍTULO XI.
❛❛No hay recuerdo que el tiempo no borre ni pena que la muerte no acabe❞
Quinientos cuarenta y siete mil quinientos días después. El palacio quedó en silencio luego de años de alboroto, al igual que el patio que fue decorado por los cuerpos de los Einherjar que intentaron defender Asgard de la intrusa pero que habían fallado ya que ni siquiera pudieron acercarse. El silencio era abrumador mientras desviaban los cuerpos en la entrada del Palacio Valaskjálf para no caer, la chica pelirroja que era arrastrada por Skurge por orden de la princesa, los tacones de la mencionada rompiendo el silencio.
Ya que luego de milenios la Diosa de la Muerte llegó a Asgard y había matado a todo quien se había puesto en su camino al trono. La pelirroja la miraba con miedo, la había enfrentado con toda la fuerza del oceano y no le hizo nada más que mojarle su vestimenta verde, Skurge la agarraba sin tanta fuerza ya que él tampoco estaba muy de acuerdo pero le gustaba la vida que estaba llevando más igual recibió la mirada de traición de parte de la Eithel. Rán era su nombre, la diosa de los mares, quien estaba mirando con temor los cuerpos a sus pies y atajando la herida sangrante de su brazo.
— ¿Nadie me recuerda? ¿A nadie se le enseñó nuestra historia? —preguntó la diosa más para si misma, paró de caminar para ver hacia el techo donde estaban las pinturas de la familia real y se indignó mucho más. Eran siete pinturas, en el centro se hallaba el palacio y debajo el puente Bifrost que caía junto al mar señalando a Eithelheim, alrededor distintas cosas como la familia real, Odín junto a Laufey, los tres guerreros y el pueblo, más en ninguna se hallaba Némesis, solo había paz y tranquilidad. Hela puso una mueca—. Miren estas mentiras, ¿copas y fiestas de jardín? ¿tratados de paz? ¿dónde está la rubia insoportable aquí, desapareció y ya? Odín, orgulloso de lo que tiene, avergonzado de su origen.
Con furia conjuró grandes espadas que fueron lanzadas hasta arriba sobresaltando a los que venían con ella, esta se agrietó con rapidez y el techo cayó revelando lo que verdaderamente se encontraba ahí. Las grandes piezas de escombros cayeron con fuerza más Hela no se movió, Skurge se protegió con un brazo y Rán se protegió por él, al menos le servía de algo. Volvieron a mirar arriba y cuando el polvo cesó pudieron ver algo totalmente diferente, la pintura roja, gente esclavizada mientras que el palacio lucía esplendido brillando bajo todo ese oro.
Pronto la hija de Odín se dirigió hasta la bóveda donde sabía que debajo había soldados que el hueco escondió por un muy largo tiempo y ya era hora de volverlos a traer. Le dio recuerdos amargos la llama eterna que sostenía en su mano izquierda mientras se lanzaba por el salón olvidado de Asgard al cual aterrizó perfectamente de rodillas, recorrió pocos metros en la oscuridad usando el fuego en su mano para iluminar los cadáveres, que únicamente estaban conformados por huesos (sin ningún rastro de carne en ellos) de lo que alguna vez fue su Legión. Pudo ver a Fenrir de la misma forma acostado unos pasos más hacia enfrente, giró sobre su eje y frunció su ceño al ver unas líneas doradas y hojas bastantes secas crear un camino que ella no recordaba de la última vez que estuvo aquí, pero la siguió. Si habían puesto algo en el lugar donde los héroes descansaban después de su destierro al menos quería saber quien fue el pobre ser que terminó aquí.
Avanzó los pasos haciendo crujir las hojas hasta que el fuego iluminó un roca diferente al de los demás, acercándose más pudo fijarse mejor quien estaba descansando sobre el y no le sorprendió ver al dueño pero si sonrió para si misma al saber donde y de que manera había terminado Némesis. La princesa se encontraba de la misma forma que la Legión, momificada, con la carne que alguna vez fue una piel tersa y hermosa casi extinta hecho partes óseas, su pelo se había caído en su mayoría pero lo poco que había se encontraba canoso, la poca piel de su rostro estaba totalmente arrugado, en pocas palabras la hermosa princesa que alguna vez conoció estaba irreconocible.
Hela alzó las cejas a la vez que acercaba su mano derecha al pecho de su hermana e hizo un mohín al sentir el dark fay aferrado a los huesos negros de Némesis, porque sí, sus huesos no tenían el color normal blanco de todos, los suyos eran negros porque cuando la magia oscura sintió que su portador moría junto a todo su organismo se aferró a lo único que con el tiempo nunca iba a descomponerse, la parte ósea. La pelinegra se alejó volviendo a ponerse en el centro moviendo la mano donde sostenía el fuego.
— Con la llama eterna ustedes renacerán.
Con esto golpeó el suelo junto a la llama que se dispersó por todo el lugar creando una enorme ola de color verde levantando así a la Legión, sus pechos huesudos se iluminaron de verde igual la parte donde deberían estar los ojos. Némesis se retorció desde su lugar, más bien su cuerpo, la vida aún no venía a ella. La piel volvía a aparecer al igual que el cabello rubio y era un enorme dolor sentir como sus organos estaban renaciendo nuevamente, más ya se estaba moviendo. Arqueó la espalda cuando sus pulmones se hincharon y el aire cruzó por él, una gran exhalación salió de su boca y sus ojos se abrieron, haciendo que Némesis volviera a la vida que hace tiempo se le fue arrebatada.
Volvió a inhalar repetidas veces porque sus pulmones lo estaban pidiendo a gritos, era una sensación sumamente extraña y abrumadora, su cuerpo aún se movía con temblores involuntarios mientras se sentaba en su lugar mirando sus manos. No entendía que estaba pasando ni porque su cuerpo se movía de forma brusca, ladeó la cabeza al sentir el familiar dark fay volviendo a su sistema y finalmente alzó la mirada. Sus ojos ya no eran azules o celestes cuando el sol le iluminaba, eran de un verde fantasía muy intenso. Sus temblores eran muy fuertes y jadeó llevando sus manos a su cuello.
— Eso es normal —habló una voz familiar de un lado pero que fue capaz de asustarla, giró rápidamente hacia esa dirección acertando en lo que había pensado, Hela estaba a unos seis metros de distancia mirándola con tranquilidad—. Pero te acostumbrarás de vuelta, eso pasa cuando se revive un cuerpo que murió relativamente hace pocos años y vaya que me debes mucho, pensaré como cobrartelo.
— ¿Estoy en Hel? —preguntó en un acto de confusión, los soldados que básicamente eran esqueletos con el pecho y ojos verdes a su alrededor le hicieron hacer esa pregunta, más cuando vio a Fenrir aparecer con su pelaje negro reluciente le entró una duda más cuando Hela sonrió burlona, frunció el ceño mirando el suelo.
— No, cariño, te asesinaron y te tiraron aquí —dijo mientras se acercaba con lentitud hacia su hermana—. Has estado muerta por casi mil quinientos años, Odín está muerto y no gracias a ti pero... aquí estamos —finalizó con una sonrisa de lado y ahí fue cuando Némesis la miró.
Comenzó a analizar todo lo que dijo, estaba muerta por eso su cuerpo estaba reaccionando de una forma rara, sumando el hecho de las sensaciones que estaba sintiendo y que eran difícil de describirlas. Pero eso no importó cuando repitió mentalmente lo último que dijo Hela: ❛❛Odín está muerto❞, entonces sus dudas cobraron sentido y sonrió porque su objetivo se logró pese a los obstáculos.
— Bienvenida a Asgard, hermana.
Bienvenidos al acto dos mis niños, siento si fue muy corto, en general este acto va a tener pocos capítulos pero si será más intenso porque Thor y Loki ya son adultos por lo que sus opiniones serán interesantes.
Ahí pueden apreciar a mi otra hija, Rán, que es de la historia Stranger Tides que es de Loki, btw vayan a leer el prólogo ahí sale el funeral de Némesis, ¿porqué lo hice ahí y no aquí? Because la muerte de Ném marcó mucho a Loki y quería mostrar eso.
NÉMESIS VOLVIÓ BITCHES y con el ojo verde.
¿Vieron el separador nuevo? Es obra de la grandiosa -starlord, así que Mon muchísimas gracias ♡
Debería actualizar mis otros fics pero nah, es culpa de Némesis, ahre. ¡Nos leemos pronto!
Mag.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top