EPÍLOGO
EPÍLOGO.
NA: reproduzcan la música despues de las almohadillas (###)
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❝Cuando estás indefenso, esperando colisionar, caeremos juntos y seremos inmortales❞
Nunca había pensado en como iba a morir, pero si sabía que estaba más cerca de lo que hace siete años pensaba estar. Había firmado su sentencia al segundo que su mano soltó la Gungnir y cayó por el abismo, cuando aterrizó en el Santuario medio muerto y como había sido torturado física y mentalmente por el Titán Loco.
Loki había llegado a la nave Sakaariana momentos después de que Asgard se destruyera, atajando con fuerza el collar verde mientras ocultaba todo rastro de que había estado llorando. No tuvo el valor de ver como el planeta dorado se convertía en simples escombros, había mirado otro lado y solo se fijó cuando la luz, que salió de él al explotar, llamó su atención. No le dolía tanto el hecho de que su hogar ya no existía, sino el hecho de que Némesis no se había subido a la nave y que posiblemente tampoco Thor la pudo convencer.
Aunque tenía una pequeña esperanza cuando subió a la otra nave, supo que su hermana había muerto cuando todos lo miraron con ambigüedad, tal vez con un poco de pena. Había ido con Thor luego donde el rubio lo abrazó con cierta duda al acercarse a él pero se relajó cuando el pelinegro no le rechazó, el mayor suspiró aliviado de verlo vivo más un tinte de tristeza lo invadía y la razón era Némesis.
Decidieron continuar, no había otra cosa que hacer más que proteger a su pueblo y sobrevivir en el espacio antes de llegar a la Tierra, pero su paz duró tan poco cuando quedaron en medio de una gigantesca nave y supo que el día del que estaba huyendo, desde que fracasó con el ataque a Nueva York, había llegado. Aquí se encontraba, tras unas vigas y escombros, con la vista fija en el cuerpo inconsciente y herido de Rán, sus ojos se aguaron mientras apretaba su mandíbula al ver como Mist —la Valquiria castaña que conoció en Sakaar— se arrastraba, igualmente herida, hasta su pelirroja luego de que Corvus Glaive la atravesara con su lanza.
El Teseracto estaba en el suelo y Thor inmovilizado, mientras que Thanos asesinaba al Guardián por haber usado su última pizca de poder para transportar al hombre verde a algún lugar desconocido para él. Pero su vista no quería abandonar el cuerpo Rán, como tampoco quería aceptar que le esté pasando algo malo a la única persona que lo apoyó y no lo abandonó luego de la muerte de su hermana, Némesis se fue de nuevo y no iba a aceptar la muerte de nadie más.
Pensó lo peor cuando ella no se movió mientras Mist intentaba despertarla, las lágrimas en sus ojos aumentaron cuando la castaña soltó su mano, rindiéndose. Su cuerpo se negaba a moverse, estaba conmocionado y un tanto aterrado por lo que estaba presenciando. Primero fue su hermana, luego su madre, cuando creyó que podía estar con Némesis de vuelta no era posible y ahora Rán, todas las personas que de verdad amó se estaban yendo de él en un simple parpadeo.
Miró a Thor y luego al Titán rompiendo el cubo para poner la Gema celeste en el guante dorado, y entonces, con la rabia contenida, salió a enfrentarlo. Las llamas y los cadáveres de los asgardianos, que no pudieron ir con la otra Valquiria, adornaban el suelo de la nave junto a la sangre escurriendose de los mencionados. No pudieron defenderse, con pocos soldados y una nave que no estaba preparada para contraatacar, algunos huyeron y otros tuvieron que quedarse donde solo tres habían quedado con vida.
La Orden Negra, junto a su padre, eran los únicos de pie en medio de toda la muerte y destrucción a su alrededor, ahora Loki que salió con una idea absurda en su cabeza causado por el enojo y la tristeza que estaba sintiendo.
— Si me permiten interrumpir —habló por primera vez luego de salvar a su hermano, así llamando la atención de todos los presentes a lo que Próxima y Corvus lo apuntaron con sus armas—. Si van a ir a la Tierra, puedo ser el guía. Tengo un poco de experiencia en ese terreno.
— Si consideras el fracaso como experiencia.
— Considero experiencia, experiencia —suspiró dándole un pequeño vistazo a la pelirroja en el suelo, incluso desde donde estaba podía ver la gran herida sangrante en su pecho, tragó saliva antes de comenzar a acercarse—. Oh, poderoso Thanos, yo, Loki, príncipe de Asgard... —paró su caminata bajando la mirada mientras suspiraba y miraba a Thor al recordar que Némesis aún así le consideraba su hermano—. Hijo de Odín, el legítimo rey de Jotunheim, Dios de las Travesuras, por este presente te prometo mi eterna fidelidad.
Suspiró con la vista en el suelo antes de tomar el impulso que necesitaba, apretó con fuerza la daga que había hecho en su mano izquierda antes de querer atacar con eso, rápidamente el Titán alzó el brazo con el guante activando la gema del espacio para detenerlo.
— ¿Eterna? —el pelinegro apretó su mandíbula viéndolo con furia, el gigante morado ladeó la cabeza y con una diminuta sonrisa agarró el brazo del príncipe dañandolo por la fuerza que ejercía por él, intentó resistirse pero el Titán logró que tire el arma—. Deberías elegir con más cuidado tus palabras.
Y ahí Loki lo supo con más claridad, cuando quedó totalmente expuesto ante él, sin nada que pudiera protegerlo de una inminente muerte. Su mirada lo dijo todo cuando el otro no lo soltó para que no escapara, y alzó su brazo para agarrar su cuello. Peleó, claro que lo hizo, pero era mucho más fuerte que él, así que fue fácil para Thanos elevarlo hasta quedar a su altura. No podía respirar, sus pulmones pedían desesperadamente un poco más del aire que apenas les llegaban al igual que le dolía toda la zona que el Titán estaba apretando.
No temía morir, temía el dolor que uno sentía al hacerlo y era lo que ahora le estaba pasando. Dolor físico y emocional carcomiendo sus entrañas, quiso mirar a Rán o incluso Mist para que él no sea la última cosa que vea al irse, pero no pudo. No había otro manera, no había otra salida del camino que él intentó olvidar hasta que volvió al lugar donde fue destruido, aquí terminaba su guerra, aquí terminaba de dejar una huella, aquí terminaba su historia que con tanto esmero intentó que sea buena.
— Tú... nunca serás... un Dios.
Esas fueron sus ultimas palabras y un último suspiro salió desde sus pulmones golpeados cuando el furioso Titán destrozó lo poco que quedaba de Loki Odinson.
Thor se lamentó e intentó por todos los medios salir de las placas metálicas que lo retenían, sin poder hacer nada contra lo que estaba observando. Loki no puedo despedirse correctamente de nadie, de Némesis, de Rán, de Thor... Loki no supo que había muerto convertido en un héroe, en un Vengador, que sí había personas que lo amaban y que lo iban a llorar hasta el día que se vuelvan a ver.
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Pero la muerte no es el final de la historia.
Porque volvió a abrir los ojos, más no en el mismo lugar donde los cerró. El sitio estaba mejor iluminado y las paredes marrón pardo estaban decoradas por unos dibujos color plata, también había colgado algunos escudos con símbolos que le resultaban vagamente familiares, se podía escuchar una ligera melodía de un —o muchos, no estaba seguro— violín que venía desde afuera.
Frunció el ceño un tanto confundido observando el lado derecho de donde estaba antes de girar al otro, era un cuarto, de eso estaba seguro pero el porqué estaba ahí ya no lo sabía. Estaba acostado en un cama, al parecer, lentamente se llevó una mano hasta su cuello recordando perfectamente que había pasado y la sintió completo, confundiendolo mucho más. Pronto sintió un peso en la orilla de la cama, por lo que rápidamente volteó su cabeza para fijarse en la presencia a su lado, quien le sonrió y en sus ojos, devuelta azules, volvió a ser un niño.
— ¿Némesis? —preguntó, la rubia sentada a su lado extendió su sonrisa mientras alzaba sus cejas. Tenía el pelo suelto dejando lucir algunas ondas y el brillo que esta poseía, tenía una pequeña diadema con formas de hojas que le rodeaba la cabeza, no tenía ojeras ni ninguna arruga, se veía muy vigorosa.
— Te dije que ese cubo no te traería nada bueno, pero creo que es parte de los Odinson no hacer caso —bromeó achicando sus ojos y arrugando su nariz, Loki saltó en su lugar sentándose y alejándose un poco—. Estás pálido, ¿te encuentras bien?
— ¿Estoy alucinando? Lo último que recuerdo... fue que... —respiró lentamente bajando la mirada, arrugó su frente pensando, Némesis no dijo nada y espero que él se diera cuenta, cuando lo hizo suspiró volviendo a mirarla—. Estoy muerto, ¿no? —ella asintió.
— Te daría muchos sermones y posiblemente un golpe de que estabas pensando en atacarlo con una daga, pero lo pasaré para otra ocasión —suspiró alargando una mano hasta él, notó que tenía tres anillos en esa mano cuando lo miró, subió la vista para verla y no pudo evitar mirarla con añoranza; ella estaba impecablemente hermosa—. No deberías de haber terminado así, aún era muy temprano pero, aunque estoy segura que nosotros influimos un poco en nuestro futuro, las Nornas así lo quisieron y ya no se puede regresar atrás, solo iniciar de nuevo.
Loki puso una sonrisa de lado al querer ocultar las lágrimas acumuladas en sus ojos, miró la mano de su hermana y con lentitud acercó la suya para agarrarla, volvió a fijar su vista en ella con emoción quien le volvió a dar una de sus lindas sonrisas sinceras que hace años no veía y que, sinceramente, no pensaba nunca más ver. Némesis lo estiró hacia ella para darle un abrazo, uno de reencuentro y felicidad, Loki esta vez no dudó en devolverle el gesto. Se fundieron en un abrazo, donde el pelinegro escondió su rostro en el cuello de su hermana mientras ella acariciaba su espalda y cabello.
— Ya estoy aquí, mi niño, todo pasó, ya nadie te hará más daño.
Se separó con lentitud de ella dibujando una pequeña sonrisa en sus labios, Némesis bajó sus manos hasta juntarlas con las de él antes de pararse y empujarlo hasta ella para que la siguiera, lo cual hizo. Se soltaron donde la rubia se adelantó para así mostrarle el lugar al igual que las personas que vivían ahí, la mayor volteó su cabeza para mirarlo con diversión antes de salir por la puerta, el menor entrecerró sus ojos saliendo segundos despues. Había un pasillo y un balcón del otro lado que daba hasta un gran salón, pero recién al acercarse hasta Némesis, que estaba parada en la orilla, notó que era mucho más grande y amplía de lo que había imaginado.
Había una larga mesa en el centro y personas sentadas a lo largo de esta, paradas a los lados del lugar o esparcidas, la mesa contenía incontables manjares que parecían nunca acabar. Ante la gran sala, cuyo techo estaba cubierto con escudos dorados, se hallaba el árbol dorado Glasir que solamente había escuchado en historias y que ahora estaba admirando el follaje dorado que lo identificaba. Se hallaba parado en el famoso Glaðsheimr, el quinto Palacio de Odín el cual resplandecía por el oro.
Era difícil de describir porque era sumamente hermoso y sus ojos brillaron al imaginarse como sería la vista de afuera, ya que las hojas doradas del bosque llegaban hasta donde estaba debido al viento que las empujaba. Caía pequeñas escarchas que podrían confundirlas con nieve pero estas eran doradas, como polvo de hadas que sus ojos eran incapaces de ver.
— Bienvenido al Valhalla, hermano.
Miró a Némesis donde ella le apuntó ir abajo, comenzó a caminar escalera abajo donde saludó a las personas que se encontraban ahí, las mismas que cuando vieron a Loki bajaron su cabeza en una forma de reverencia a lo que él asintió ante ellos siguiendo a su hermana por el gran lugar. Poniéndose a su lado comenzó a observar las personas regorcijandose, minutos después encontró caras familiares que alzaron sus manos cuando lo vieron para saludarlo con vasos de Hidromiel en mano. Volstagg, Hogun y Fandral se encontraban en la mesa degustando el festín que el lugar sagrado ofrecía, más allá Heimdall le daba un ademán con su cabeza y una de sus sonrisas de lado.
Loki nunca creyó estar feliz de verlos, incluso les sonrió de vuelta mientras seguía caminando. El ambiente de tranquilidad y pureza que emanaba del lugar lo hacía sentir bien consigo mismo y con los demás, era una sensación placentera al que podía acostumbrarse. Odín estaba igualmente ahí hablando con Vali, quien al ver a su hijo asintió en modo de bienvenida que Loki agradeció.
Pronto Némesis agarró su mano y lo llevó hasta uno de los cientos de balcones que habia en el lugar, estuvo seguro que la vista de Asgard era impresionante, pero esto podría ganarle si lo ponía en competencia. El cielo era celeste con pequeños tintes dorados, ciertas nubes cubrían un sol que no era visible mientras que grandes aguilas sobrevolaban, abajo el palacio se extendía hasta un pequeño río que culminaba en una cascada sin fin y en medio de ellas había un largo puente finalizando en dos puertas que eran vigiladas por dos grandes lobos.
Y ahí estaba, a los lados del palacio se encontraba el bosque con árboles dorados tan mágicos a la vista. Cerró los ojos y aspiró una buena cantidad de aire que le renovó sus pulmones, donde al llegarle el dulce aroma del río que corría le hizo recordar a alguien, por lo que miró a su hermana buscando respuestas.
— Rán, ¿ella...? —dejó las palabras al aire viéndola con un poco de terror, Némesis volteó para verlo frunciendo su ceño.
— Ella sigue con vida, a ella aún le falta mucho para presentarse aquí —él suspiró un poco aliviado volviendo a mirar enfrente—. ¿No querías que viniera? No le estoy deseando la muerte a nadie, que conste —añadió rápidamente haciendo reír a su hermano.
— No, es que... —suspiró sacudiendo su cabeza así alborotando su cabello negro—. Este lugar es hermoso pero, no quiero que abandone la buena vida que pudiera tener allá, ya sabes.
— Deseas que viva igual si es sin ti —afirmó, él se limitó a asentir atajándose por la baranda. Némesis sonrió sin mostrar dientes antes de mirar hacia atrás cuando sintió a alguien acercarse.
— Sabía que ustedes dos iban a terminar juntos, ves que una buena madre nunca falla —escuchó una voz familiar haciendo que girase con brusquedad, sus ojos se abrieron al ver como Frigga se acercaba con una suave sonrisa en su rostro meciendo con delicadeza el vestido azul que llevaba.
— Madre —susurró, su corazón latió con rapidez con el simple hecho de verla de nuevo luego de casi cinco años desde su muerte. Intentaba no verse tan afectado por su presencia, pero le estaba costando y mucho más cuando la reina llegó frente a él.
— Oh, Loki —murmuró extendiendo su sonrisa, separó las manos que tenía unidas para abrirlas, señal que el pelinegro entendió y que sin dudar se acercó para abrazarla. Rodeó sus brazos por la pequeña cintura de su madre mientras ella lo hacía por el cuello, ¿hace cuanto no la abrazaba? Fue hace años antes de que el caos se desatara. Némesis los miró con felicidad, alejándose unos pasos para no arruinar el momento—. Mi niño, estoy tan orgullosa de ti.
— ¿En serio? —se separó unos centímetros para verla, ella asintió—. Hice cosas malas.
— Claro que sí, pero lo importante aquí es que te redimiste, no cualquiera tiene la fuerza para hacerlo y tú lo lograste. Ambos lo hicieron —miró a la otra rubia—. Estoy orgulloso de ambos por haber luchado.
Loki se sintió tocado por las palabras de la mujer que consideraba su madre, por lo que no pudo evitar sonreír con júbilo. Frigga extendió un brazo hasta Némesis quien alzó las cejas pasando su vista por ambos, el pelinegro rodó los ojos antes de dar un paso hasta ella, agarrar su brazo y arrastrarla hasta ellos donde los tres se fundieron en un amoroso abrazo. Ném rió ya que se encontraba en medio de ambos, rebosante de felicidad.
Cuando se separaron, ambos hermanos no lo hicieron y Frigga disfrutó de la vista que sus dos hijos ofrecían. Giraron viendo la vista que el Salón de los Caídos ofrecía, Ném recostada por el hombro de Loki mientras que la reina tenía los brazos unidos a los de su hijo mientras el sol brillaba sobre ellos e iluminaba las paredes de oro del palacio.
Ahí esperarían hasta que el último de los Odinson llegue y mientras tanto lo protegerían de cualquier peligro, lo harían hasta que los necesitaran, ahí esperarían juntos por toda la eternidad.
❝Al final de Ragnarok, Loki se ha ido aceptado nuevamente como hermano de Thor; como su amigo, como su aliado. Cuando vine a filmar la escena en Infinity War, creo que es muy poderoso que se llame Odinson. Y eso cierra todo el viaje de Loki y lo que intentábamos hacer. Ya saben, Kenneth Branagh presentó estos personajes como dos príncipes en Asgard, ambos nacieron para estar juntos de alguna manera. Y en esa película descubre que no es un Odinson de nacimiento, pero el hecho de que mira a su hermano a los ojos y dice que es un Odinson es un gran viaje de redención y catarsis❞ ━ TOM HIDDLESTON.
Epílogo dedicado a Loki Odinson, que nos dedicó muchos momentos llenos de risas y lágrimas. Todos sabemos que él merecía más que la vida que tuvo y ese final. Loki siempre vivirá en nuestros corazones.
Por cierto, Loki si le dio el collar a Rán antes de morir.
Mag.
LOKI AND NÉM WILL NOT RETURN.
... IN THIS TIMELINE.
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