Me la pasé de lo mejor hablando con Bradley, nos pusimos al día con todo lo que había pasado. De verdad que lo extrañaba mucho.

Debo decir que nos dormimos a las 3 de la mañana viendo películas, realmente me hacia falta esto.

Tom no me esperó para irnos a la universidad ya que me desperté un poco tarde por culpa del sueño, así que me tuve que ir caminando.

Al llegar al lugar él me miró y caminó hacia mí.

-Pensé que no vendrías- me abrazó.

-Me desvelé con Brad- expliqué- me miro y siento como un zombie, no me mires- dije tapándome la cara y caminando al salón.

-Te miras bien- apartó mis manos de mi cara.

-No es cierto-contradije.

-¿Quieres pelear conmigo sobre si te ves bien o no?- negué ante su pregunta.- Entonces cállate, Ángel, y no me contradigas.

-Ya que- dije.

Comencé a buscar con la mirada a Jason pero no lo encontré por ningún pasillo.

-¿Has visto a Jason?- pregunté.

-Ayer nos avisó a los del equipo que no vendría hoy- se encogió de hombros.

-Oh, mi vida no tiene sentido sin él- sobre actué, lo use provocó una carcajada por parte de él.

-Lo viste ayer, no es para tanto- dijo.

-Tú cállate, que cuando llegué aquí parecía que no me habías visto en una semana- me burlé.

-Oh, ____ eso es muy diferente- afirmó y reí.

-La verdad no, Jason y yo somos amigos al igual que tú y yo, no tiene ninguna diferencia- dije.

-Lo que digas, vamos a clase- se adelantó hacia el salón dejándome en medio pasillo sola, parece que le gusta dejarme sola.

-Hey Clarke- saludé a mi compañera de asiento.

-Hola ____- me sonrió amable- Oh Dios mira, nos toca clases con Tom Holland- ella era una de las enamoradas de Tom, cosa que me da mala espina, no sé porque.

-Salúdalo- le reté sonriente.

Clarke, al ver que Tom pasaba por el lado derecho de su pupitre lo saludó.

-¿Qué tal, Tom?- exclamó de una forma coqueta.

-Oh, Hola...- me miró con cara de "¿cual es su nombre?", rápidamente le dije "Clarke" obviamente se lo dije bajito, para que pudiera leer mis labios.- Clarke- sonrió- Hola de nuevo a ti también, Ángel- dijo y se fue a sentar justo atrás de mí.

TOM

Para que quede claro, sí, me gusta _____. Ella no lo sabe, todavía tengo que enamorarla para poder ser algo más, realmente lo deseo.

Pero es difícil, ella es difícil.

Admito que me dolió un poco cuando dijo que éramos amigos, pero por más que duela, ella tenía razón, sólo somos amigos.

Necesito buscar la manera de atraerle.

Ella me trae loco desde hace un año que la miré en una fiesta, desde entonces no sabía cómo hablarle, no sabía que decirle o qué hacer.

Desesperado, le fuí a preguntar a Jason sobre qué podía hacer yo para que le gustase a _____. Me aconsejó que le hablara.

Todavía recuerdo la primera plática larga que tuvimos, o cuando fuí a su casa para acompañarla. Creo que ya me ha tomado un poco de confianza, quiero que ella sepa que puede confiar en mí sin importar qué, por más cursi que parezca, yo siempre voy a estar para ella.

______

No entiendo a Tom, ¿Qué le pasa?. Primero me deja sola en medio pasillo, y luego me sonríe como si nada.

En la clase pude sentir como Clarke me despertaba de mis sueño, arruinó mi oportunidad de conocer a Chris Evans, eso no merece perdón. Luego de eso recuerdo que me volví a dormir.

-____, despierta- sentí como me movían.

-Clarke, déjame- quité su brazo y volteé mi cabeza hacia el otro lado.

-Ya terminó la clase, Ángel- escuché y levanté mi cabeza de inmediato.

-Tú no eres Clarke- pronuncié y éste rió- ¿Me dormí toda la clase?- pregunté levantandome y agarrando mi mochila.

-No, te dormiste sólo dos veces- dijo.

-Mierda, me duele la cabeza- me quejé del fuerte dolor.

-Vamos a la enfermería entonces- sugirió y puso un brazo en mi cintura.

Ya no me importaba si la gente nos miraba así, me dolía la cabeza y solo quería una pastilla.

-¿Qué le sucede?- preguntó la enfermera al entrar.

-Tengo un horrible dolor de cabeza, y me estoy comenzando a sentir mareada- le expliqué.

-¿Aún eres virgen?- preguntó asombrada.

-¡Oiga! Aún lo soy, no se apresure- soltó una risita.

-Es broma cariño, te daré unas pastillas- asentí- ¿Desayunaste algo?

-No- hice una mueca- me desperté tarde y ni me dió tiempo.

-A lo mejor y por eso estás así- asentí- tú, chico, asegúrate de que ella coma bien en el descanso.

-Por supuesto- aseguro.

Luego de que la señora enfermera me diera unas pastillas, Tom me acompañó al campo de la universidad. Nos saltamos las dos clases antes del descanso, pues no me sentía bien.

Nos acostamos debajo del árbol y me acurruqué en el pecho de Tom mientras él me acariciaba el cabello. Me sentía relajada ahí, con él. Sentí como poco a poco me quedaba dormida.

-Ángel- escuché pero no moví ni un dedo- vamos despierta cariño, Ya es la hora del descanso - volvió a hablar.

-¿Cómo es que las horas pasan tan rápido?- pregunté Ya sentada.

-No lo sé, lo único que sé es que nos quedamos dormidos aquí por dos horas- dijo.

-Me van a comenzar a molestar contigo- lo miré y sonrió.

-A mí no me molesta- encogió los hombros- pero vamos, tienes que comer.

Nos levantamos y nos dirigimos a la pequeña cafetería de la universidad. Al abrir las grandes puertas de ahí sentí inmediatamente las miradas de todos los alumnos presentes.

-¿Desde cuándo eres tan atento?- le pregunté una vez ya estando en la mesa, comiendo.

-Solo soy así con las personas que me importan- respondió.

-Eso es lindo- lo miré tiernamente y sonrió.

-Yo soy lindo- dijo engreído.

-Ya comienzas, no puedo decirte algo porque ya dices algo tonto- reí.

-Ok, lo siento, lo siento- se disculpó riendo.

-Me gusta cuando no te comportas como estúpido engreído que tiene todas las chicas que quiere babeando por él, sin ofender- le dije.

-No me ofende, pero si me conocieras más te darías cuenta que no soy ese tipo de persona- dió un mordisco a su manzana.

-Solo cuando quieres te comportas decente. Me gusta más el Tom atento- lo miré.

-Desde ahora me puedes llamar Tom atento Holland- reí por lo que dijo.

-Eres un estúpido- negué con la cabeza aún riendo.

-Soy el estúpido mas guapo que has conocido- añadió. Lo golpeé en el hombro- ¡Oye! ¿Por qué fue eso?.

-Por engreído- dije y miré alrededor de nosotros- Oye, ¿Podemos ir al salón? Todo mundo nos mira- susurré y este asintió.

La clase que seguía no me tocaba con Tom, así que él solo esperó conmigo en el salón. Luego se fue. Me quedé sola con Sophia.

-¿Qué te traes con Tom?- preguntó moviendo las cejas de arriba a abajo.

-Eso Ya me lo habías preguntado, no tenemos nada. Me dolía la cabeza y nos saltamos dos horas, eso es todo- le expliqué.

-Tarde o temprano ustedes van a terminar juntos- dijo.

-¿Qué? Somos amigos, entiende- negué a su oración anterior.

-Eso dices ahora- dije, pero decidí ignorarla y prestar atención Ya que el profesor estaba entrando.