[Maratón 1/3]

Pasajeros, estamos a punto de aterrizar en el aeropuerto de Los Ángeles, favor colocar sus cinturones, y apagar sus celulares. Gracias.

Se escuchó esa voz por todo el avión. Obedecí y me abroché el cinturón.

Este viaje me había dejado cansada. Pasar ocho horas sentada en un avión sin nada que hacer no es bonito. Aunque valdrá la pena después.

Me torné un tanto nerviosa cuando el avión estaba aterrizando, así que cerré los ojos y esperé a que se detuviera.

Cuando se detuvo, me tranquilice. Mientras todos los pasajeros bajaban del avión, yo tomé mi maleta y esperé.

Nunca me ha gustado hacer mucha fila, y menos en el avión. La gente hace fila para salir, y no lo entiendo, de todas maneras todos vamos a bajar del avión.

Al salir del avión sentí demasiada desesperación, la gente caminaba de un lado a otro, otros corrían, niños llorando. En fin, esperé a que mi maleta apareciera por la cosa que escupe las maletas, y que también se las traga.

Ya con mis dos maletas sanas y salvas, caminé hacia mis padres, los cuales parecían que buscaban algo.

-Oh, aquí estas- exclamó mi madre- temía que te perdieras- río ligeramente.

Caminamos a un lugar, el cual es exigido ir para los que recién llegan, e hicimos las típicas cosas que siempre se hacen; llenar formularios, contestar preguntas, etc.

Luego salimos hacia el gran salón donde los familiares recibían a las personas. Nuestros únicos familiares aquí en Los Ángeles, eran mis tíos, y por ende, mis primos, por parte de la familia de papá.

Esperamos a que llegara un taxi y nos subimos en él. Le dimos la dirección y se puso en marcha.

Fueron unos veinte minutos desde el aeropuerto, hasta la casa de mis tíos.

Mis padres le pagaron al señor que conducía el taxi, y nos ayudó a bajar las maletas.

-Que tengan buen dia- sonrió el señor.

-Igual- sonreí amable.

Tocamos la puerta dos veces para avisar a mis tíos que estábamos aquí. Ellos vivían con sus dos hijos; George, de 17 años, y Grace, la mayor, de 19 años.

-¡Familia!- gritó mi tía Claire al abrir la puerta. Nos saludó con un abrazo a cada uno- Pasen, pasen- nos dijo y pasamos con las maletas- ¡Bajen todos! ¡Los tíos y su prima han llegado!- anunció ella.

Rápidamente bajaron mis primos favoritos y mi tío Robert.

-¡_____!- gritó mi prima abrazándome- Ya ni recordaba tu cara- reímos.

La última vez que nos vimos, fue hace un año. Ellos nos llegaron a visitar a Londres.

-Yo también te extrañé- reí.

-Hola ____- me abrazó feliz mi primo.

-Hola George- le revolví el cabello.

Luego de eso, todos se saludaron entre sí y subimos para acomodarnos en las habitaciones.

Yo dormiría con Grace, mis padres en la habitación de invitados y Brad, el cual no llega hasta mañana, con George.

-Tenemos que ponernos al día- dijo Grace una vez estando en la habitación.

-Primero tú- le dije sentándome en la cama.

-Pues...¿Recuerdas a Diana?- me preguntó y asentí. Diana era su mejor amiga- Nos peleamos, resultó siendo una hipócrita.

-Wow, ¿En serio?

-Sí- asintió- Pero la vida sigue- se encogió de hombros- ¿Qué hay de tí?

-Tengo novio- solté. Miré como abrió los ojos, señal de que estaba sorprendida.

-¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Quién? ¿Dónde?- bombardeó con las preguntas.

-Oye tranquila- traté de calmarla- Va a mí curso, y apenas llevamos como una semana. Bradley lo adora, mis padres también, siento que él es el indicado- suspiré acostándome totalmente en la cama.

-¿Jason lo acepta? Digo, es muy protector- ella conocía a Jason por la vez que fue a Londres- También es muy guapo- y sí, también le gusta.

-Son amigos- respondí.

-¿Cómo se llama? Aunque no lo conozca- rió.

-Tom Holland- dije.

-Será raro, pero siento haber escuchado ese nombre antes- hizo una cara toda rara.

-Es Spiderman.

-¡Tienes razón! O por Dios, ¿Cómo puedes estar tranquila sabiendo que tu novio es Spiderman?- me preguntó.

-Es un chico tierno, y confío en él.

-Me alegra que seas feliz- me abrazó.

Nuestra conversación se volvía cada vez más animada, y eso es lo que amo de mi prima, siempre encontrábamos un tema de conversación.