Te quiero. Lucharé por ti

Ashley no dejaba de darle vueltas a lo que su amiga Alessandra le había dicho, en el fondo sabía lo que tenía que hacer pero estaba confusa. Luego de meditarlo bien decidió que debía decirle a Zac que sería padre de gemelos, a pesar de la situación, los pequeños necesitaban a su padre, de lo que no tenía dudas es de que no volvería con él, simplemente tendrían relación por sus hijos. Llamó a Alessandra para pedirle que la acompañase cuando quedase con el ojiazul y contarle todo. 

Unos días después Ashley fue a la playa a encontrarse con Zac, lo conocía bien y sabía que estaría allí entrenando. Lo que no se imaginó es que lo vería caerse de la tabla y ser engullido por el agua. Inmediatamente un nudo se le formó en la garganta, no podía ahogarse, sus hijos necesitaban a su padre. Por suerte segundos después lo vio salir del agua pero con los dos trozos de su tabla que se había roto al caerse de ella.

-Menudo leñazo-dijo Ashley aún con el nudo en la garganta

-Ash-dijo Zac con cierta alegría

-Te iba a preguntar si podías tomarte un descanso del entrenamiento pero viendo lo que ha pasado me parece que no te está yendo demasiado bien-dijo Ashley

-Deja que me de una ducha y vamos a tomar algo-dijo Zac sonriendo

-Bien-

Ashley llegó a donde había quedado con Zac, se sentía nerviosa pero por suerte Alessandra estaba con ella. Cuando vieron al ojiazul, la rubia se acercó a él y su amiga se mantuvo a distancia para dejarlos hablar tranquilamente. 

-Aquí estoy Ashley para que querías verme-dijo Zac sonriendo

-Tengo que decirte algo Zac-dijo Ashley nerviosa

-¿Qué sucede? Va todo bien-preguntó Zac

-Bueno es que...-respondió Ashley con nerviosismo, trago saliva-Estoy embarazada y tu e... e... eres el padre-

-Voy a ser papá-dijo Zac con entusiasmo

-Si y de... ge... estoy embarazada de gemelos-dijo Ashley

-Yo... eso es... eso es maravilloso-

-Esto no cambia las cosas. Si te lo dije es por que debías saberlo, no voy a volver contigo-

-Pero vamos a...-reprochó Zac

-Lo sé y sólo tendremos contacto por los bebés-afirmó Ashley

-Si es lo que deseas está bien-se resignó Zac

Zac se marchó feliz porque sería padre pero también triste, aún a pesar de esto no volvería a tener a Ashley a su lado. La amaba y quería poder hacerla feliz y formar una familia juntos con sus dos pequeños.

Después de aquella revelación su concentración era aún peor y debía superarlo, sino su carrera como surfista se iría a la mierda.

« Joder Zac. Concéntrate, olvidate de ella - se dijo a si mismo »

Pero no podía, Ashley estaba siempre en sus pensamiento, muy metida bajo su piel, nada haría que dejase de hacerlo.

Dylan lo vio en la arena, sentado encima de su tabla nueva, lo que le sorprendió ya que normalmente lo encontraba en el agua entrenando.

-Todo bien hermano-dijo Dylan

-Bueno no quiero hablar de eso. ¿Cómo te va todo a ti?-preguntó Zac

-No me quejó, lo voy a intentar con Vera, a ella le gustaba otro pero no le correspondía y pues a ver-respondió Dylan

-Te deseo que al menos tu tengas suerte-dijo Zac

-Sigue igual con Ashley-

-Así es-

-Dale tiempo, se que te ama-dijo Dylan

-Lo dudo aunque vamos a tener gemelos-dijo Zac

-¿Qué? Ashley esta embarazada-escupió Dylan

Zac asintió y le contó la conversación que había tenido con la rubia. Dylan sentía mal por lo que estaba pasando su hermano pero no podía hacer nada al respecto.

Dos semanas después Mark llamó a Zac a su despacho, no se lo veía muy contento.

-Te ves bajo de forma-dijo Mark Grabeel

-Lo sé pero estaré listo para la próxima competición-afirmo Zac

-Así me gusta chico-sonrió Mark Grabeel

-Para que me llamó-preguntó Zac

-Estoy por incorporar al equipo de Tablas Blister un nuevo surfista y quiero que lo conozcas. Es muy bueno, ha ganado grandes competiciones, se llama Jared Storm-respondió Mark Grabeel

-De acuerdo-dijo Zac

Lucas entró y informó a su padre que le estaban buscando, a lo que él sonrió.

-Hazlo pasar-dijo Mark Grabeel

-Buenas-saludo el chico

-Jared-sonrió Mark Grabeel

Zac se quedó de piedra, de todas las personas en el mundo tiene que ser él.

-Os presentaré. Zac Efron, Jared Storm-dijo Mark Grabeel

-Encantado-saludo Jared con una sonrisa hipócrita

Tendría que tener trato con el ex de Ashley el causante de que los dos terminasen su relación. Lo que le faltaba, pues no pensaba hacerlo, aunque eso significase romper su contrato con Tablas Blister. Jared Storm no se saldría con la suya, si se atrevía a hacerle algo a Ashley se las vería con él, eso lo tenía claro.

Ese mismo día se encontró de nuevo con Jared que llevaba su tabla bajo el brazo y salía del agua.

-Mira tu a quién tenemos aquí, al niñito Efron-rió Jared

-No me afecta lo que puedas decir, ya ves tu-dijo Zac

-Aléjate de Ashley-escupió Zac

-Solo lo haré si...-dijo Zac

-Hagamos una competición. Quién gane se queda con Ashley-sonrió Jared

-Hablas en serio-

-Por supuesto-

Ashley había ido a ver como iba el entrenamiento de Zac y observaba a lo lejos pero lo suficientemente cerca como para oírlos hablar. Se sentía tremendamente indignada, hablaban de ella como si fuera un simple juguete que querían dos niños. De ninguna manera aceptaría eso, para nada, en absoluto.

-No, Jared-

-¿Cómo?-

-No voy a competir, Ashley NO ES UN TROFEO QUE PUEDAS GANAR. Ella es una persona, NO ES UN JUGUETE-escupió Zac enfadado

Ashley se sorprendió al escuchar a Zac, no esperaba que dijera eso pero él era lo opuesto a Jared. Lógico que no aceptase el desafío de su ex, entonces la rubia se quedó pensando en la situación entre ambos.

De verdad podía tener una relación con el ojiazul, el padre de sus gemelos, a los que quería llamar Aria y Aura. Eso si eran niño y niña, ya que todavía no sabía que sería pero presentía que estaba en lo cierto. Después de mucho valorar supo lo que tenía que hacer, ahora lo tenía claro aunque aún tenía algo de miedo.



Un par de días después del encuentro con Jared, Zac llamó a Ashley para hablar, necesitaba dejar claras algunas cosas y no aceptaría un no por respuesta. Quería un lugar tranquilo, así le cito en su casa, en la que no habría nadie porque les había pedido a todos que se fueran para estar a solas con Ashley. 

Zac preparó algo de comer para por si Ashley tenía hambre, no quería que se pusiera mal y no solo porque fuera a tener a sus hijos. Después los dos se sentaron en el sofá para poder estar más cómodos.

-Bueno Zac, ¿qué se te ofrece?-dijo Ashley

-Te apetece tomar algo-preguntó Zac

-Por ahora no gracias-respondió Ashley 

-Verás, te pedí que vinieras porque en vista de que seremos padres no permitiré que te alejes de mi, por mucho que me lo pidas-dijo Zac

-Yo también he estado pensando-dijo Ashley

-No Ash, por favor no-suplicó Zac

-Deja que termine-pidió Ashley

-Está bien-asintió Zac

-Quiero volver contigo...-dijo Ashley

-Algo me dice que en todo esto hay un pero-dijo Zac

-Si, así es. Tengo miedo-

-¿De qué?-

-Jared, él di...-

-No dejaré que este idiota te haga daño a ti o a nuestros hijos-afirmó Zac

-En serio-preguntó Ashley

-Totalmente-respondió Zac con seguridad

-Te amo Ashley Tisdale-dijo Zac

-Te amo Zac Efron-dijo Ashley

Después de eso, Zac la invitó a cenar, ya que tenían la casa para los dos solos y le pidió volver, a lo que Ashley dijo que si, ahora no dejarían que se interpusieran en su relación. Durante la cena estuvieron hablando de todo, sus nuevos proyectos, lo que habían hecho pero también sobre los gemelos y el nombre que le podrían, Zac no dejaba de sonreír.

Ahora no podía quejarse de nada en absoluto, por fin tenía a su lado a la mujer que amaba con lo que tendría gemelos. Definitivamente las cosas estaban empezando a ir a mejor, ahora solo quedaba convertirse en un surfista profesional.



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