🏄🏻♀️ O4
Las cosas entre Felix y Chan habían ido más que genial desde su primera cita. Cada día se acercaban más, compartiendo risas, confidencias y momentos especiales en la playa. Felix se sentía más feliz que nunca, pero como suele ocurrir, la tranquilidad no duraría para siempre.
Una tarde, mientras Felix y Chan practicaban surf, un grupo de surfistas locales se acercó. Entre ellos estaba Yeonjun, un conocido de Chan con quien había tenido una historia complicada.
— ¡Vaya, Chan! No esperaba verte por aquí — dijo Yeonjun, con un tono claramente desafiante —. ¿Y este quién es? — añadió, señalando a Felix.
Chan tensó la mandíbula, pero trató de mantener la calma.
— Él es Felix, un buen amigo mío — respondió, colocando una mano en el hombro de Felix.
Felix sintió la tensión en el aire y miró a Chan, tratando de entender lo que estaba pasando.
— ¿Amigo? — se burló Yeonjun —. ¿Es eso lo que estamos llamando ahora? Pensé que habías superado lo de llevarte a los novatos a la cama.
El comentario hiriente de Yeonjun hizo que Felix retrocediera un paso, herido y confundido. Chan inmediatamente se adelantó, interponiéndose entre Yeonjun y Felix.
— No tienes derecho a hablarle así, Yeonjun. Felix no es solo un "novato" para mí. Es alguien importante — dijo Chan, sus ojos llenos de furia contenida.
Yeonjun levantó las manos en un gesto de rendición fingida.
— Relájate, hombre. Solo estaba bromeando. Pero ten cuidado, Felix. No querrás terminar como los otros — dijo antes de alejarse, riendo con sus amigos.
Felix miró a Chan, buscando respuestas.
— ¿Qué quiso decir con eso? — preguntó, su voz temblando ligeramente.
Chan suspiró, pasando una mano por su cabello.
— Yeonjun y yo... Tuvimos algo en el pasado. No terminó bien. Él siempre trata de hacerme quedar mal delante de los demás — explicó, sin mirarlo a los ojos.
— ¿Y qué hay de los otros? — insistió Felix, sintiendo una punzada de inseguridad.
Chan finalmente lo miró, sus ojos llenos de arrepentimiento.
— Felix, te juro que no eres como los demás. Contigo es diferente. Pero entiendo si necesitas tiempo para procesar esto — dijo, con voz suave.
Felix se alejó un paso más, tratando de ordenar sus pensamientos.
— Necesito estar solo un rato — dijo, antes de girarse y caminar hacia la casa, dejando a Chan parado en la orilla.
De vuelta en la casa, Felix se encerró en su habitación, su mente inundada de dudas. Recordaba todas las veces que Chan había sido sincero y amable, pero las palabras de Yeonjun seguían resonando en su cabeza. ¿Podría confiar realmente en Chan?
Esa noche, Felix no pudo dormir. Finalmente, decidió enviar un mensaje a Chan.
Felix: Necesitamos hablar. Mañana, en el lugar de siempre.
La respuesta de Chan no tardó en llegar.
Chan: Entendido. Nos vemos allí.
A la mañana siguiente, Felix caminó hacia su lugar habitual en la playa, sintiendo un nudo en el estómago. Chan ya estaba allí, esperándolo con una expresión de preocupación en su rostro.
— Gracias por venir — dijo Chan, dando un paso hacia él.
Felix asintió, pero mantuvo su distancia.
— Necesito entender lo que pasó entre tú y Yeonjun. Y necesito saber que puedo confiar en ti — dijo, tratando de mantener la calma.
Chan respiró hondo antes de comenzar.
— Yeonjun y yo tuvimos una relación hace un par de años. Fue intensa y terminó mal porque no estábamos en la misma página. Después de eso, salí con algunas personas, pero ninguna relación fue seria. Hasta que te conocí a ti. Contigo es diferente, Felix. Realmente quiero algo serio — dijo, con voz firme.
Felix miró a Chan, buscando alguna señal de engaño, pero solo vió sinceridad en sus ojos.
— Quiero creerte, Chan. Pero necesito tiempo para procesar todo esto. No quiero ser solo una más en tu lista — dijo, su voz quebrándose un poco.
Chan dió un paso más cerca, tomando las manos de Felix.
— Te prometo que no lo eres. Estoy dispuesto a demostrarte que esto es real. Solo dame una oportunidad — dijo, apretando suavemente las manos de Felix.
Felix dudó por un momento, pero luego asintió lentamente.
— Está bien. Pero necesitamos ir despacio. Necesito ver que estás comprometido — dijo, mirando a Chan a los ojos.
Chan sonrió con alivio y asintió.
— Lo haré, Felix. Te lo prometo.
Mientras caminaban de regreso, lado a lado, Felix no pudo evitar sentir que, aunque el camino podría ser difícil, estaba dispuesto a darle una oportunidad a Chan. Tal vez, solo tal vez, podrían superar las olas turbulentas y encontrar un mar en calma juntos.
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