Sidestory VI: El cuarteto
Todas las personas que bajaron del avión al llegar a Khelidamitsa, tomaron su propio rumbo. Lo mismo hicieron Gilbert, Ludwig, Roderich y Vash. Al salir del aeropuerto, no tenían absolutamente nada con qué defenderse. Claro que, para los militares, eso no fue ningún problema. Por el camino hacia algún lado, encontraron una camioneta, estaba averiada pero con suficiente combustible. Como Gilbert era muy bueno con las máquinas, al igual que su hermano, juntos pudieron repararla y hacerla funcionar.
Con el paso de los días, recorrieron la carretera varios kilómetros, se refugiaban en las casas abandonadas, encontraron armas para defenderse y así vivían día a día, acabando por el camino con los infectados que encontraban por ahí.
Muchos meses vivieron de esa manera, sólo ellos cuatro. No había colonia en donde pudieran encajar, no sólo por ser extranjeros, sino por el carácter de los mismos, siendo Vash y Gilbert los más difíciles de tratar. Aunque, Roderich no se queda atrás, dejando en el grupo sólo a Ludwig como "normal".
Además, estaban de acuerdo en que así estaban mejor.
-unos días atrás-
—Creo que por hoy deberíamos quedarnos en una de estas casas —mencionó el suizo mientras manejaba, sin perder de vista su camino.
Estaban pasando por la que alguna vez fue una gran ciudad de aquel caluroso país.
—Vash tiene razón, además, ya está anocheciendo, y también debemos buscar agua y algo que comer, estamos escasos de recursos últimamente —concluyó el alemán, quien iba de copiloto en el vehículo, mirando hacia atrás a los dos restantes del grupo.
—Lo único que yo quiero es una bendita taza de café —refunfuñó molesto un austriaco.
—¡KSESESESE! ¡¿Cuántas veces vas a decir lo mismo, señorito?! ¡Si no hay, no hay! Ah, pero necesitas eso para que se te pase el humor del demonio que te traes, ¿no? ¡KSESESE!
—Si no fueras tan idiota, tal vez me tome la molestia de contestarte —respondió cortante el de lentes.
—¡¿Was?! Aquí-
—Si siguen actuando como idiotas, les juro que los boto del vehículo antes que puedan parpadear —el suizo no tenía mucha paciencia para las discusiones estúpidas de los mayores.
—Mejor nos quedamos aquí—suspiró el rubio de ojos celestes, ignorando a su hermano y al austriaco, señalando una de las casas que estaban en mejores condiciones.
Vash estacionó la camioneta unos metros más adelante, frente a la casa señalada por el alemán. Bajaron del vehículo, Vash y Gilbert con sus rifles automáticos, Ludwig con la metralleta, y Roderich... con su elegancia.
—Será mejor que antes de descansar busquemos víveres. Gilbert y Vash, sepárense y recorran la zona, yo voy con Roderich hacia esta lado —señalando tras suyo—. En media hora nos volvemos a encontrar aquí, tengan cuidado —luego de dar las órdenes, Ludwig volteó para cumplir con su parte del recorrido.
El austriaco lo siguió de cerca sin decir nada.
—¡Ja, West! ¡Descuida! ¡Es imposible que tomen desprevenida a mi asombrosa persona! ¡KSESESE! —respondió alegre el prusiano.
Vash se limitó a cumplir con la orden del menor de los hermanos.
El suizo recorrió unas cuantas casas, encontró un poco de comida enlatada que aún estaban en condiciones de ser ingeridas, pero no tuvo mucho éxito con el agua. Gilbert por su parte, consiguió juntar el agua en unos recipientes, la capacidad que dieron los grifos de aquellas casas en ruinas fue apenas de dos litros, bastante poco para cuatro personas, más, peor es nada.
Ludwig también consiguió un poco de comida, y medio litro de agua, nada de café, por ningún lado.
Al terminar la búsqueda pudo escuchar murmullos del austriaco maldiciendo en su idioma, cosa que, obviamente, el rubio entendió perfectamente. En definitiva el castaño necesitaba el café urgentemente.
Luego de media hora exacta, estaban reunidos de nuevo frente a la casa en la que se quedarían.
—Encontramos un poco de comida enlatada, y medio litro de agua —anunció el alemán.
—Yo también conseguí un poco de comida, pero nada de agua.
—¡KSESESE! ¡Soy genial! ¡Conseguí dos litros de agua! Aunque nada de comida...
—Eso es bueno, nos hace falta hidratarnos —agregó Ludwig.
Antes de comer, se repartieron el agua en partes iguales y la bebieron. Por el momento, se quedaron en la entrada de la casa sentados, para alimentarse mientras vigilaban la camioneta y los alrededores, sería una catástrofe que se llevaran el vehículo mientras ellos se descuidan.
Vash abrió las latas con su navaja suiza, y les repartió las latas a cada uno. Ya había anochecido, cada uno comía en silencio, en estos días, no había mucho que decir.
Podría decirse que se estaban comportando como autómatas, sobreviviendo simplemente porque tenían que. No había un verdadero motivo, simplemente, vivir.
El silencio se estaba volviendo sepulcral para el prusiano. Ya no tenían mucho combustible, no se estaban ni hidratando ni alimentando bien, lo que hacía las cosas más difíciles, y él sabía que eso preocupaba a los demás. ¿Cuánto tiempo más soportarían de esa manera? ¿Encontrarían algún lugar donde poder establecerse? Sacudió su cabeza tratando de esparcir aquellos pensamientos, por lo menos en aquel momento, quería comer tranquilo.
Tenía que romper el hielo de alguna manera.
—¡Hey! —habló animado llamando la atención de los otros tres— ¿Qué sería de ustedes a estas alturas de no ser por ese virus? —preguntó con el ánimo de siempre.
Todos desviaron la mirada, poniéndose a pensar. Realmente, ¿dónde estarían en estos momentos de no ser por la infección?
—Supongo que seguiría siendo un profesor de música —contestó el austriaco de manera desinteresada.
—Creo que seguiría en la milicia —esa era la pasión del alemán, servir a su país, no tenía muchos planes para el futuro en realidad, aunque claro, le hubiera gustado conocer una chica y formar una familia junto a ella, cosa que, ya no lo ve posible.
—Lo único que a mí me importaba era seguir cuidando de Lili, no tenía interés en otra cosa —respondió firmemente el suizo, aunque en el fondo le dolía aquella respuesta. La razón que tenía para vivir ya no estaba, el único motivo por el cual seguía luchando, es por la promesa que le mantuvo a su hermana, y la cual cumpliría hasta donde pudiese, se lo prometió, no la fallaría.
Todos quedaron en silencio por un momento, ya le habían dado sus condolencias a Vash, y sabían que no debían volver a hacerlo, lo que el suizo menos quería es que sintieran lástima por él y lo sabían perfectamente.
—Ah, supongo que yo también seguiría siendo un asombroso comandante, aunque no estaría mal haber conocido más chicas ¡ksesese! —el albino rompió el silencio de una manera suya muy característica.
—Al parecer, somos de los pocos que no tenían muchas expectativas para sus futuros, ¿no? —agregó serio el austriaco.
—Ja, eso parece —contestó el suizo.
Luego de terminarse sus comidas, Roderich entró a la casa, se acomodó en el sofá para dormir. Ludwig se sentó frente a él en otro de los sofás, al castaño no se le podía dejar solo, o quién sabe qué le sucedería.
Gilbert y Vash se quedaron en el vehículo, el rubio en el asiento del conductor, por si debieran poner marcha de inmediato, y el prusiano en la parte trasera de la camioneta, vigilando los alrededores.
Los tres estaban acostumbrados a dormir en alerta, despertando al menor ruido. Así era desde que todo esto comenzó.
Al día siguiente siguieron con su camino, con la misma rutina. Pasaron por la carretera, hasta que llegaron de nuevo, a lo que alguna vez fue una zona poblada.
—Se nos están acabando las municiones, debemos buscar cualquier cosa que nos sea útil para defendernos —declaró pensativo el alemán mientras bajaban del vehículo para inspeccionar la zona.
—Es un lugar bastante grande, debemos separarnos —agregó Vash.
Todos voltearon a mirar seriamente a Roderich.
—¿Was? —preguntó extrañado el susodicho.
—¡De ninguna manera éste puede ir solo a alguna parte! —exclamó el albino, cosa en que, los otros dos le dieron la razón.
—Es verdad, pero debemos separarnos para ahorrar tiempo, o no terminaremos en este día —Ludwig conocía la falta de orientación del austriaco, pero debía haber otra solución.
—Que se quede en el vehículo, no nos queda de otra —el de ojos verde menta miró seriamente a los hermanos.
Ellos reflexionaron por un momento la idea del suizo, se miraron por unos instantes sin perder la seriedad. No podían refutar aquello, era la mejor opción de mantener a salvo al castaño, en el peor de los casos perderían la camioneta junto con él.
—Gut, Roderich se queda en el vehículo, nosotros nos esparcimos en busca de armamento o víveres —sentenció el alemán. Los demás asintieron.
—Oye Rode, a cualquier movimiento extraño que te percates, nos gritas para que volvamos, ¿entendido? —ordenó el albino mirando de manera escéptica al austriaco. En el fondo tenía la esperanza de que al menos eso pudiera hacer.
—De acuerdo —contestó sin muchos ánimos el castaño.
Subió al lado del copiloto y se recostó en su asiento, mirando de tanto en tanto a su alrededor. Los demás siguieron por unas horas con su tarea de buscar municiones, más no tuvieron éxito, por lo que volvieron al lugar donde habían dejado la camioneta.
—¿Encontraron algo? —preguntó sin muchas expectativas el alemán.
—Nein, por aquí no hay nada —se quejó el de ojos rojos.
—Igual, no hallé nada de utilidad —suspiró Vash.
El primero en notar movimientos extraños a sus alrededores fue el alemán, de inmediato se puso alerta, observando los pastizales a los lados de la carretera. Ya sabía que algo no andaba bien, y esa preocupación se reflejó de inmediato en su rostro.
—¿West? ¿Qué sucede? —preguntó preocupado el albino al notar el nerviosismo del menor.
El alemán le hizo señas de que no hablara y se fijara en los pastizales, lo mismo iba para el suizo. Con más señas les dijo que estaba seguro de que, no estaban solos.
Gilbert de inmediato volteó hacia los pastizales, tragando saliva. En seguida notó que se movían algunas cosas.
Se mordió el labio inferior haciendo su mejor esfuerzo para no gritar como niñita por el susto. Vash también se percató de esas cosas extrañas, chasqueó la lengua apretando su mandíbula.
—Vámonos. De aquí. Ahora —sentenció lo más bajo que pudo el alemán.
El alemán saltó a la carrocería del vehículo al igual que su hermano, de la manera más ágil que pudieron, logrando llamar la atención de los hunters, que comenzaron a atacar.
—Verdammt, verdammt, ¡Verdammt! —maldecía el prusiano mientras disparaba a cuantos infectados podía.
—¡Sube al vehículo Vash, nosotros te cubrimos! —gritó el de ojos celestes.
—¡¿Qué está sucediendo?! —se alarmó el castaño, sin salir del vehículo.
Vash subió a la parte trasera del vehículo desde el lado derecho, y de ahí fue hacia la parte del conductor, encendió el motor y apretó a fondo el acelerador.
—¡¿Que qué sucede?! ¡Una maldita horda de hunters está por devorarnos! ¡Eso sucede! —gritó alterado mientras no perdía la vista del camino.
—¡Kse! ¡Que alguien me recuerde luego darle una patada al señorito! —siguió maldiciendo el albino mientras disparaba a los infectados que se seguían acercando bastante a pesar de haber arrancado el vehículo.
—Era de esperarse algo así al dejarlo a cargo de la vigilancia —suspiró Ludwig sin dejar de disparar.
—¡Verdammt! —se le acabaron las balas a Gilbert, por lo que le lanzó su rifle a uno de los infectados que estaba por alcanzarlos— ¡Tsk! ¡A casos extremos, medidas extremas! ¡Cúbreme, West! —ordenó con determinación mientras se agachaba para tomar el arma de emergencia.
—¡Ja! —contestó sin dejar de disparar.
El albino tomó la bazooka y la sostuvo firmemente sobre sus hombros, apuntando a la horda, aún estaban muy dispersos, no serviría de nada si les disparaba en ese momento.
—¡KSE, WEST! ¡Mantén tu puntería! —insistió nervioso.
—Eso intento, no es fácil apuntarle a estos hunters, son muy hábiles —seguía disparando lo mejor que podía a la horda que se estaba acercando peligrosamente al vehículo.
—¡Pisa más el acelerador! —el prusiano volvió a quejarse, esta vez a Vash, mientras apuntaba la bazooka a los hunters.
—¡¿Qué crees que estoy haciendo?! ¡Hago mi mejor esfuerzo, idiota! —contestó alterado el suizo.
—¡¿Podrías disparar de una buena vez?! —exclamó nervioso el castaño.
—Aún no, deben juntarse más —contestó manteniendo expectante su puntería.
—¡Pero ya estamos por alcanzar ese pueblo! —se volvió a quejar el austriaco. Si tan solo hubiera prestado verdadera atención, esto no estaría pasando, aunque, pensándolo bien, hubiera sucedido de todas formas. Esto de la supervivencia en definitiva no es lo suyo.
—¡Ya déjalo que se concentre, no lo alteres más! —lo regañó Vash.
—¿Ahora? —preguntó Ludwig, quien seguía disparando a los hunters con su metralleta, sin despegar la vista de sus objetivos.
—Un poco más... —respondió. Unos segundos más pasaron— ¡AHORA! ¡KSESE! —disparó el proyectil que acabó con la horda en una gran explosión.
Ambos hermanos tuvieron que cubrirse los rostros del polvo debido a la explosión, después de unos segundos, al dispersarse un poco más el humo y polvo, pudieron ver el gran cráter que quedó a un lado de la carretera, sin rastros de infectados. Todos volaron en pedazos.
—¡Verdammte Scheiße! ¡KSESESESESE! —rio triunfante el prusiano al ver que su plan tuvo éxito.
—Scheiße... Eso estuvo demasiado cerca —suspiró aliviado el suizo sin perder de vista su camino.
—Esperemos que algo bueno podamos encontrar en ese pueblo —suspiró el alemán, volteando hacia el pueblo que divisaban a lo lejos.
—No estoy preparado para tanta tensión —se quejó el austriaco. Por un momento pudo ver su vida pasar delante de sus ojos.
El suizo ya ni se molestó en contestarle, simplemente se concentró en seguir el camino.
—Demonios, nos estamos quedando sin gasolina, con suerte llegaremos hasta ese lugar —maldijo para sí mismo el rubio de ojos verde menta.
Apenas llegaron a la entrada del pueblo, hasta ahí dio la capacidad de aquel vehículo. Bajaron del vehículo, para comenzar a adentrarse en aquel pueblo que parecía desierto. Se quedaron unos momentos parados en un lugar, hasta asimilar que a pesar de la gran horda que los perseguía, seguían vivos.
—Phew... Eso sí que estuvo cerca —comentó aliviado el albino.
—Ja... —contestaron los demás.
Por un instante pequeño, odiaron al austriaco. Aunque, se les pasó en seguida, después de todo lo conocían.
Comenzaron a adentrarse al lugar, lo único que tenían en mente era encontrar municiones, agua y comida, ya verían después cómo harían para seguir con su camino.
Mientras Gilbert hablaba sobre lo grandioso que era y demás estupideces, cinco personas les interrumpieron el paso. Cuatro hombres, y una chica. Una chica... ¡GOTT, UNA CHICA! ¡Y está muy buena, quiso decir, es preciosa!
En poco tiempo se dieron cuenta que era la famosa «all-in-one» de Khelidamitsa.
Luego de una larga jornada junto a (tn), el prusiano pensó que hasta ahora, no tenía mucho sentido la vida de ellos, no hacían más que sobrevivir, sin rumbo fijo, pero, en adelante, podría ser muy divertido. Después de todo, ya no estaban solos, tenían más compañía, y lo que era más importante para él, ¡la jefa del pueblo es una chica! ¡No podía ser más awesome!
Ludwig estaba tranquilo, podían parar de andar como nómadas, podían al fin, establecerse en un lugar, gracias a una buena chica.
Roderich, aunque no lo demostrase, estaba agradecido, ya podría vivir tranquilo lo que le reste de vida, eso era bueno.
Vash, por su parte, sintió que desde ahora, podría valer la pena cumplir la promesa que le hizo a su hermana, después de todo, ya tenía un lugar al que podría llamarle casa. Eso era bueno.
De ahora en adelante, les esperaba una nueva vida.
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*aparece montada en un pony* Polonia me lo regaló, porque dice que soy genial :'D ¡ES MUY AWESOME!
Gilbert: YO SOY MAS AWESOME! KSESESESE
Jian: sí pero a ti no te puedo montar...
Gilbert: .....
Jian: NO! NO LO DIJE EN ESE SENTIDO!!!!!!!
Roderich: cuánta indecencia de tu parte, Jian... *niega con la cabeza*
Jian: 7__7 *le tira su libro de estadísticas* cállese, estaba haciendo mi gran presentación antes que ustedes se metieran!! Después de años (?) vuelvo a dar un discurso!!!
Gilbert: ksesesesese has ligado un librazo en tu elegante cara!!!
*Roderich le devuelve el librazo por la cara al prusiano*
Gilbert: OUCH! HEY!
Jian: SE ME CALMAN AHORA O LOS.... NO SÉ! ALGO LES HARÉ!
Gilbert y Roderich: ......
Jian: bien, como estaba tratando de decir 7__7 me gustaría decir más cosas sobre el fic, pero luego no me dejan en paz xDD (no me tomen a mal, amo a todos los que me leen ♥) así que sólo diré algunas cosas básicas (?)
Primero, me fueron bien en las finales, muchas gracias a todas las que me dieron su apoyo! Las quiero~!
Segundo, la próxima semana empiezan de nuevo las clases, me quiero matar xD (nah, en realidad sólo quiero que la universidad se muera 7-7)
tercero, sí ya sé que he hecho llorar a muchas xD pero bueno, como dije, esto es un apocalipsis, no todo es felicidad...
Roderich: sólo di que te encanta hacer sufrir y punto...
Jian: 7__7 si me sigues interrumpiendo Mariazell desaparecerá misteriosamente...
Roderich:..... cuánta crueldad...
Jian: como estaba diciendo... este es el último sidestory relacionado al cuarteto, luego volvemos a la historia principal! Si~! Aún me estoy debatiendo por quiénes saldrán...
Arthur: yo ya debí haber aparecido!
Jian: tú ve a tomar té otro lado o también te tocará librazo en la cara 7__7
Arthur:.....
Jian: como sea, lo que sí les puedo decir es que, faltan siete grupos xD
Alfred: EH?! POR QUÉ TANTOS?!
Jian: porque sí ;__; y en el próximo capítulo, un grupo menos :D fadsgadsgf quiero ver sus caras cuando vean quiénes son xD
Roderich: dijiste que aún estaba en debate
Jian: da igual, puedo decir que no son ninguno de la lista oficial ohonhonhon~
Arthur: todavía no saldré yo?! Cuál es tu problema?! TODAS ME AMAN!!
Jian: Iván~ ven a hacerte cargo de un inglés que está molestando~
Arthur: *aparece Rusia cerca suyo* GYAAAAAAAAAAAAAAA
Jian: no les dejaré con la duda mucho tiempo, en esta semana o la próxima publico el capítulo 4! WHOOOOO! *lanza confeti*
Roderich: quién limpiará este desastre luego?!
Jian: tú, por supuesto, y no hay reclamos 7-7
Gilbert: KSESESESESESE esta chica me agrada!!!!
Jian: de acuerdo, otra cosa que quería decir es, sobre el nombre de mi país ficticio xD ha tenido bastante aceptación, y eso se los agradezco de todo corazón, estoy muy feliz de verdad!
El nombre significa "tierras calurosas" sí, whoah, cuánta originalidad xD y es en arameo antiguo c: (?)
Alfred: WHAT THE HECK?! HABLAS ARAMEO?!
Jian: nah, en realidad es en celta...
Arthur: oh conoces el idioma celta, eso me agrada *comienza a hablar en celta*
Jian: ese papel le queda mejor a tu hermano... y no! No hablo celta! Sólo lo dije!
Arthur: ya no me caes bien...
Jian: ..... *ignorando por completo al inglés* el idioma en el cual está escrito será un secreto por siempre xD pero sí, eso significa... y realmente estoy orgullosa de mi ocurrencia, he visto peores ideas para nombres xD
Y eso es todo, gracias a quienes se tomaron el tiempo de leer todo esto, normalmente no quiero alargarlo tanto para no molestarlas xD
Ah! Casi lo olvido! Hace poco me creé una cuenta en ask, en twitter y en Facebook, en esas redes sociales pueden preguntarme todo lo que quieran, y de acuerdo a mi tiempo, iré contestando, también, publicaré posibles noticias sobre el fic en twitter y Facebook, así que, si quieren seguirme, los links están en mi perfil c':
Esto lo hice por recomendación de unas lectoras, y aparte, pues porque no me gusta opacar la historia con las cosas que tengo que decir xD así que, esto será lo último que diré aquí en wattpad, a partir de ahora, cuando tenga alguna noticia o lo que sea, lo publicaré en esas redes.
y ¿qué me pueden preguntar? Pues, lo que sea, cosas como ¿quién te cuesta interpretar más? ¿qué demonios estabas pensando cuando mataste a Lily? Y cosas así, eso queda a cargo de ustedes xDD
De acuerdo, esto se alargó bastante, así que, el día de hoy, los premios son... *redoble de tambores* LOS CHICOS VESTIDOS DE MAYORDOMOS Y A SUS SERVICIOS POR UN DÍA ENTERO!
*sale vestida de locutora con un micrófono en mano frente a un escenario, donde se encuentran 11 hombres vestidos de mayordomos*
Jian: en primer lugar, tenemos al más awesome de todos los awesome sobre la faz de la Tierra, Gilbert!
Gilbert: KSESESESE, si me eliges, haré todo lo que quieras, shön~ *guiña un ojo al público*
Jian: le sigue su hermano!
Lud: No estoy acostumbrado a esto, pero estoy a tus servicios *sonrojado*
Jian: ahora, presentamos al gran caballero de toda Europa, Arthur!
Arthur: *cruzado de brazos* no es como que me importe si no me eliges, pero sólo para que sepas, jamás en tu vida tendrás mejor mayordomo! H-hell...
Jian: tan tsundere.... Bien, volviendo a las presentaciones, le sigue la mayor potencia del mundo!
Alfred: HAHAHAHAHA ESE SOY YO!
Jian: CHINA!
Alfred: WHAT?!
Jian: sorry Alfred, ya no eres la mayor potencia...
Yao: ni siquiera sé cómo llegué aquí-aru *sonrojado* pero si debo cumplir con la lectora como mayordomo, lo haré-aru...
Jian: Ahora sí, la segunda potencia mundial, Alfred F. Jones! (me encanta pronunciar su nombre completo, es tan cool xD)
Alfred: HAHAHA yeah babe, si me eliges pasaremos un día genial juntos!!
Jian: y ahora, los italianos!
Feli: Ve~ Elígeme ragazza! Quiero ser mayordomo de una bella ragazza como tú! Te cocinaré pasta! Ve~!
Lovino: no quiero ser tu mayordomo, ¡maldición! Pero si tanto insistes en querer pasar un día conmigo, te daré ese privilegio... *completamente sonrojado*
Jian: y ahora, el mayordomo más elegante de todos, Roderich!
Roderich: *suspira* no tengo remedio, seré tu mayordomo por un día...
Jian: dejaré de decir tantos "y ahora"... rayos, me quedé sin discurso! Como sea, recibamos ahora a la gran Federación Rusa!
Iván: ¿Quieres ser una conmigo durante el día que pasemos juntos, da~?
Jian: *se queda mirando un rato a Iván* .... Eso es ser directo... Bien, le sigue el penúltimo pero no menos importante! El erizo!
Vash: ¡¿Qué clase de presentación es esa?! Como sea, sólo hago esto porque me están pagando, así que me da igual si me elijen o no *se cruza de brazos*
Jian: oye, sé más amable o te reduciré tu sueldo! 7-7
Vash:.....
Jian: *suspira* y por último, el más adorable entre todos hasta ahora, lo dejé para el final no porque me olvidé de él, NO! Nadie se olvida de ti! CANADÁ! Con Kumajiro incluido, por cierto.
Matthew: m-maple... ¿m-me dejarías s-ser tu mayordomo?
Jian: y eso es todo por hoy, gracias por su precioso tiempo, y no se olviden de reclamar sus premios! Bye~
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