Holi! pues como lo había prometido, aquí les traigo algo más de la historia, pero como dice el título, es un extra, no altera la historia principal, es más bien el punto de vista de ciertos hermanos que acaban de llegar :3 espero que les guste!
Antes que nada, de todo corazón les agradezco a todas las chicas por los hermosos comentarios que me han dejado hasta ahora, de verdad, me hacen super feliz con sus emociones!!
Especialmente debo agradecer a Rayen2504, es una loquilla xD me ha halagado bastante hasta ahora, de verdad te lo agradezco chica, me hacen muy feliz tus comentarios ❤
a SoraHikaru, me ha hecho reír bastante con sus comentarios, aquí hay cap nuevo así que no me mates, pls (?) jaja (el bastón mágico noooooooooooo)
a Ghxstes (por hechicería de Inglaterra no te puedo etiquetar (?) ;-;) muchas gracias, tu comentario me ha enamorado (?) xD de verdad gracias por tus comentarios!
a Reader-chama, me alegro que disfrutes tanto la historia xD
a Mile_02, gracias por tu apoyo!!! de verdad lo aprecio!
Muchas gracias a todas las que me han deseado buena suerte en los exámenes, la voy a necesitar xD ésta y la próxima semana serán las sangrientas batallas por aprobar el semestre!! fuaaaa (?)
Y a todas esas bellas personas que votan por la historia, también se los agradezco, todas sus un amors, las quiero ❤

ya luego de semejante espacio publicitario, me olvidé lo que iba a decir xD ah, claro, sha lo recuerdo o.o

sé que todas quieren musha acción con los personajes, (lo sé, no lo nieguen~) y lo habrá en su momento, ahora me estoy concentrando en la introducción de los personajes, por eso la reader todavía no "convive" mucho con los personajes que ya hicieron aparición, pero no se preocupen, es temporal, habrá alguna que otra situación a medida que vayan apareciendo (ya se dieron cuenta de eso xD) pero lo mejor viene una vez que aparezcan todos, así que no desesperen xD
y cuando digo que no desesperen, es porque no hay motivo para ello, en serio xD es verdad que son muchos, pero entrarán todos en unos capítulos más, no tendrán que esperar a hacerse viejas para verlos todos en un lugar (?) así que ya saben, vayan a comprar paciencia al supermercado e.e!
como dije, muchos de los chicos que incluiré son sorpresa!! me encantan las sorpresas xD y a ustedes?

hablando de eso, tengo una preguntita para ustedes, mis bellas y amadas lectoras: ¿se han sorprendido con la aparición de alguno de los personajes? ¿O ya se lo suponían? ¿O no les da ni frío ni calor? xD (la última pregunta significa que si ni les inmuta el asunto ;_;)

en fin, me emocioné demás ;o; *les regala chocolates para compensar la distracción* la próxima vez que lean todo mi graaaaan anuncio les regalo a Iggy (?)
Arthur: OYE! NO SOY UN OBJETO!!!
Jian: ash, de acuerdo, les regalaré a Rusia, él quiere se uno con todo el mundo, no creo que haya problema, verdad, Iván?
Iván: yo quiero ser uno con las lectoras, da~
Arthur:........ mejor desaparezco de aquí mientras no se den cuenta...

*le lanza un libro de álgebra por la cara*

Arthur: HEY Y ESO POR QUÉ!!!!!!!
Jian: por ser descortés con las lectoras!!! ahora ve a tu rincón o te encierro con Rusia!!!
Arthur: *grita desesperado* me vendo como esclavo a una de las chicas pero con Rusia noooooo!!!!!
Jian: ah bueno, eso está mejor :3
así que ya saben, la próxima les toca el ruso de regalo y un esclavo inglés (?)
Arthur: las odio... *hace puchero*

bueno, mucha distracción!!!!!! ya las dejo leer tranquilas xD espero que les guste!!

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Yendo por la desierta carretera internacional que conectaba muchos puntos importantes del país, dos muchachos se detuvieron al encontrar una estación de servicio abandonada. El norteamericano de ojos celestes, como el cielo despejado, frenó casi de golpe, aún sin poder creer lo que acababan de encontrar. El canadiense que lo acompañaba en el asiento del copiloto, por suerte llevaba puesto el cinturón de seguridad, conocía perfectamente a su hermano. A veces, el mencionado reacciona sin pensar y el canadiense debe pagar las consecuencias. Ésta vez ya previó algo por el estilo, por lo que decidió tomar las medidas de precaución necesarias.

Kilómetros atrás los muchachos dejaron una colonia, debido a que el mayor de los hermanos; era un desastre tratando de adaptarse a las reglas del lugar, sólo duraron tres días allí, todo un récord.
Al rubio de ojos violeta le preocupaba un poco el futuro. ¿Qué harían el resto de sus vidas? ¿Vagar por todo Khelidamitsa? Eso no era vida, al menos no de la forma en que él deseaba. Después de un par de años vagando por todo el continente americano, estaba harto de seguir con esa vida de viajero, más no podía remediarlo. Debía aceptar a su hermano tal como era, después de todo, ese carácter, a veces insoportable, es el que los ayudó a mantenerse vivos hasta el momento. El estadounidense podía ser bastante rebelde, metiche, testarudo, pero cuando era necesario, podía ser el ser más racional y centrado que pueda existir sobre la faz de la Tierra.

Aunque el canadiense no podía comprender cómo es que su hermano tenía facetas tan diferentes en algunas situaciones, lo apreciaba, y le agradecía profundamente el hecho que hasta hoy día cuide de él. No es que no pudiera defenderse, es sólo que, no estaba mentalmente preparado para todo lo que tendría que enfrentar solo si se separa de su hermano, no, definitivamente era mejor seguir a su hermano aunque a veces fuera un verdadero idiota.

El de ojos azul cielo, por su parte, se había acostumbrado a quedar al frente, sea cual sea la situación que tuviese que enfrentar. No estaba muy conforme recorriendo el mundo, sin rumbo fijo, pero era muy optimista, no perdía la esperanza de que en Khelidamitsa podrían encontrar un lugar, y si no lo conseguían allí, podrían ir a otro país a probar suerte, a él no le molestaba eso, sólo le preocupaba un poco su hermano menor, pues aunque el susodicho nunca dijese lo que le molestaba, el mayor podía saber perfectamente lo que no le agradaba, aunque pareciera un despistado total, podía leer un poco la preocupación de su hermano menor en sus ojos. Pero como Alfred no es adivino, cada vez que su hermano se quedaba dormido, aprovechaba para tener una buena charla de horas con la mascota del menor, el pequeño oso polar, él era quien siempre le mantenía al tanto de los sentimientos del canadiense. Por eso mismo es que se empeñaba tanto en encontrar un lugar donde realmente puedan encajar, no sólo por él, sino por su hermano, quería que Matthew tuviera una vida feliz, tranquila y segura en algún lado, y que de alguna forma pudiera dejar atrás el pasado, olvidar todo este asunto de los muertos vivientes, y vivir en paz lo que le reste de vida, eso era lo que Alfred realmente quería, aunque nunca demostraba sus preocupaciones, sólo esa gran sonrisa que al menor a veces ya le parecía molesta.

—¡WOW! Matthew, this is fantastic, esperemos que haya suficiente combustible para llevar —exclamó asombrado el mayor.
—Sí, es bastante sorprendente, con suerte tal vez aquí sí consigamos algo —contestó.
—I really hope that, a la última estación de servicios que encontramos, llegamos tarde, ya no quedaba nada... —comentó bastante serio.
—Ajá... —agregó el menor, simplemente para no quedarse completamente callado.

El mayor apagó el motor, bajó del vehículo y le pidió a su hermano que no se moviera de su lugar, orden que fue acatada sin problema por el menor. Se acercó a uno de los surtidores de combustible, agarró la manguera y apretó el mango de la misma para abrir la válvula. Para su sorpresa y alegría, el líquido derivado del petróleo salió por él.

—¡HAHAHA! ¡MATT! ¡AQUÍ SÍ HAY COMBUSTIBLE! —gritó de felicidad.
—¡Qué bueno! —respondió el menor bastante contento desde su lugar.

Alfred acercó la manguera al orificio de entrada de combustible de su vehículo, y lo llenó hasta más no poder. Los antiguos dueños del vehículo, unos vándalos que no sabían con quién se metían cuando quisieron saquearlos, llevaban unos galones en la parte trasera del Jeep.
Una sonrisa se formó en los labios del mayor, recordar que le dio una paliza bien merecida a esos idiotas lo reconfortaba, le encantaba ser el héroe que pone en su lugar a los malos.

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Días atrás, iban caminando al lado de la carretera sin rumbo fijo, tratando de soportar el calor, para ellos infernal, de ese lugar. A lo lejos divisaron una camioneta acercarse, a gran velocidad, tal vez ellos serían la ayuda que les estaba haciendo falta, eso fue lo que pensaron.

La camioneta se detuvo, pero no con el fin que ellos esperaban. Alfred se acercó amablemente a la ventanilla del vehículo, para pedirles un aventón, y si podían, un poco de agua, estaban sedientos. Su hermano esperaba tras él, un poco más alejado del vehículo.
Alfred esperaba que bajaran la ventanilla para conversar, más lo que recibió fue un portazo con la puerta (valga la redundancia e.e) del vehículo, tirándolo al suelo por unos instantes, ya que nunca fue de los que reaccionaban tarde.

—STAY BACK, MATTHEW! I WILL HANDLE THIS SHIT! —gritó molesto mirando al menor, éste se alejó aún más de aquel vehículo.
—Vaya, vaya, miren lo que encontramos, unos malditos gringos ¡JAJAJA! —se burló, el hombre que bajó de la camioneta luego de tumbar a Alfred— ¿Saben? —preguntó irónico mirando a sus demás acompañantes, quienes comenzaban a rodear a los hermanos luego de bajar del Jeep; volviendo luego la mirada al mayor de los "gringos"— Odio a estos malditos extranjeros de mierda, desde que empezó toda esta basura del apocalipsis, aquí no dejan de venir más que extranjeros; ¡hasta de Asia vienen los malditos! Estos bastardos están invadiendo nuestra patria, y de verdad me jode, mucho... —hizo énfasis en la última palabra, mirando con odio sobrenatural a los hermanos extranjeros.

Alfred estaba muy, muy, muy enojado, aunque trataba de disimularlo para no tensar más el ambiente, si es que eso era posible. Ellos no tenían la culpa de que quisieran sobrevivir, ¿o sí? ¿Qué mierda importaba ahora "la patria"? Todas las naciones ya estaban jodidas, desaparecieron, todos los malditos gobiernos se vinieron abajo, nada de eso importaba ahora... ¡¿Qué carajos importaba el pedazo de tierra en el cual intentaban vivir?! Ya nadie era dueño de ningún lugar, toda la maldita Tierra se había convertido, en tierra de nadie. Estos tipos sí que estaban zafados para hablar de "patria".

—¿Eh? ¿No dices nada, gringo idiota? ¿o es que no hablas nuestro dialecto? —comenzó a reír de una manera tan molesta para el rubio de ojos azul cielo, que tuvo que apretar fuertemente sus puños para no crear un desastre.

Los cinco hombres comenzaron a sacar sus armas, y a apuntarlos, hecho que sólo aumentó su furia.

—A lo mejor sí entiende el idioma de las armas, putos extranjeros, uno debe estar adivinando lo que quieren decir, ¡nadie los entiende, pedazos de imbéciles! —por una extraña razón el hombre se enfureció mas.

Matthew comenzó a sollozar más fuerte de la desesperación, aunque trataba de controlarse, a lo que el mayor volteó por unos milisegundos a mirarlo, diciéndole: «it's okay, just stay back», el canadiense no podía creer la calma con la que estaba tratando de manejar la situación el mayor, pero sin hacer caso a eso, trató con todas sus fuerzas de tranquilizarse, aunque el pánico se hubiera apropiado de cada una de las células de su cuerpo, sólo esperaba ser capaz de no hacer alguna estupidez en semejante estado.

Alfred se dio cuenta que no era nada buena la situación, y que debía actuar en cualquier segundo. Decidió no decir ni una sola palabra, ya sabía que su acento al hablar sólo enojaría aún más al hombre que estaba frente suyo.

—Veo que te comió la lengua el ratón, pero no me importa, es mejor. Ahora dame todo lo útil que tengas y después veré si te perdono la vida JAJAJAJA —se burló otra vez.

Suficiente. Ya escuchó suficiente, y no tenía por qué soportarlo. Agachó la cabeza, mirando sus botas negras, apretando fuertemente sus puños, señal que los vándalos interpretaron como impotencia, a lo que se relajaron, creyeron que ese día volverían a tener un motín más. Respiró profundamente, y habló por última vez.

—Matt, to the ground, NOW! —su hermano se soprendió por la reacción del mayor, más acató la orden, tirándose al suelo con su mascota, cubriéndose lo más que podía, cuando su hermano reaccionaba así, mucha gente salía herida.

Segundos luego de gritar aquello, el rubio con el uniforme verde musgo alzó la cabeza, y de una patada noqueó al hombre tan insoportable para él. Nadie se esperaba aquello, quedaron perplejos, por lo que aprovechó que aquel hombre soltó el arma gracias al impacto que recibió en su estómago, y mientras ésta caía, la agarró con su derecha.

Uno de ellos se acercó por detrás para golpearlo, en menos tiempo de lo esperado recibió un codazo en el pecho, y un puño certero en el mentón, dejándolo inconsciente al instante. Con la izquierda tomó el arma de quien lo atacó por detrás, se levantó de inmediato, apuntando a los tres que quedaban en pie.

—Podemos hacer esto por las buenas, o por las malas... —dijo bastante serio, estaba muy enojado y sus receptores lo notaron, más hicieron caso omiso a su advertencia, apuntándolo como para matarlo.

Dos disparos. Alfred no dudó en reaccionar, apuntando a las piernas de dos de los hombres, dejándolos inválidos, cayendo al asfalto, quejándose del dolor mientras sangraban.
El último hombre en pie quedó tan estupefacto que no pudo reaccionar cuando Alfred se acercó, lo tomó del brazo con el cual estaba apuntándolo, lo colocó sobre su hombro derecho, y lo alzó con todas sus fuerzas, tirándolo al suelo, al puro estilo de lucha libre.
Tres hombres inconscientes y dos suplicando por sus vidas.

—Matt, ya es seguro, come here —dijo el mayor, a lo que el canadiense levantó la cabeza del suelo, viendo que, efectivamente, todo estaba bajo control.

Escuchó los golpes, pero no quería mirar, aunque en el fondo sabía que era su hermano dándole una paliza a esos tipos. Se levantó en seguida del suelo, con el oso en sus manos, y subió al jeep, cosa que Alfred le indicó con señas.
Los saqueados fueron otros, pues el gringo les sacó todas las armas, las llaves del vehículo, y alguna que otra cosa que podría ser útil. Subió al jeep, encendió el motor y siguieron su camino, dejando atrás a esos desgraciados, si se mueren, el mundo será un lugar mejor.

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Abrió la puerta trasera del jeep, bajó los cuatro galones que había y los llenó de combustible. Una vez llenos hasta el tope, los alzó de nuevo en la parte de atrás, aunque pareciera débil, era tan fuerte como un toro, o más.
Volvió a subir al vehículo para proseguir con el viaje por la carretera.

Todo lo que quedaba del día, y la noche, recorrieron el asfalto, solamente divisando desiertos a los lados de la avenida, ningún lugar interesante donde quedarse. Además comenzó a llover torrencialmente, y no sólo lluvia, sino también truenos, relámpagos y varios rayos en el lejano horizonte. Se vino una gran tormenta, de la nada, y no tenían ni siquiera dónde refugiarse. No podían quejarse, al menos tenían el jeep, lleno de combustible. El cielo gris, lleno de nubes, comenzó a aclararse más, por lo que entendió que había amanecido. Al ir avanzando más, divisó un camino de tierra, que se adentraba en los bosques.
Se detuvo un momento a inspeccionar la zona.

—Hmm... —llevó una mano a su mentón— ése camino debe conducir a alguna ciudad, o pueblo... —pensó en voz alta.
—O a alguna granja abandonada a la cual no nos sirve de nada ir —agregó el canadiense, dudoso de la decisión que quería tomar su hermano mayor.
—Sí, pero de cualquier forma, alguna cosa podríamos conseguir, además estamos en quiebra, ya tomamos toda el agua de reserva que traían esos tipos —se quejó con una expresión infantil.
—¡Pero también podría ser el refugio de más buitres! —se volvió a quejar el dueño del oso.
- Lo sé Matt, pero en el riesgo está la ganancia... —sonrió triunfante y comenzó a mover el vehículo hacia aquel angosto camino.

Sólo recibió como respuesta un suspiro de resignación de su hermano, no estaba del todo convencido de aquello, y le consternaba bastante el hecho de que el rubio de ojos azules arriesgara su vida como si nada, aunque a él siempre lo protegía.

Llegaron a lo que parecía ser la entrada a un pueblo. Bajaron del jeep para comenzar a revisar el lugar, parecía estar todo tan desolado, el ruido del Jeep no atrajo a ninguna persona, al menos no a personas vivas.
El jeep quedó en la entrada del pueblo, mientras los hermanos comenzaron a investigar la zona, bajo la gran lluvia.

—Parece que por aquí no hay ni un alma en pena —comentó el mayor, preparando sus armas en ambas manos.
—Alfred, tengo un mal presentimiento, vámonos de aquí —dijo bastante asustado el menor.
—Ay Matthew, ¡tú siempre tienes malos presentimientos! —se quejó mientras seguían avanzando por la desolada calle de aquel pueblo, haciendo caso omiso a su hermano.
—E-esta vez es diferente, algo está mal, muy mal... —insistió.
—No te haré caso, si lo dices por la lluvia, en un lugar tan grande como éste de seguro encontraremos ropa que ponernos —contestó un poco burlón.
—No es eso Alfred, es...

Unos gruñidos que ambos conocían muy bien comenzaron a acercarse precipitadamente, eran muertos vivientes, una gran horda de alrdededor de cincuenta, y cuando se acercaron más, se dieron cuenta que no eran infectados comunes y corrientes, eran runners.

—¡Fucking shit! ¡Por primera vez tenías razón! —exclamó Alfred mientras comenzaba a disparar a las cabezas de los runners, sus reflejos eran impresionantes, por ello podía hacerle frente a esos come cerebros.
—¡Casi siempre la tengo! ¡Sólo que tú nunca me haces caso! —contestó nervioso el menor.
—Stay behind me, and watch out! Será mejor que te agarres de mí, no sea que te pierdas o te ataquen por no prestarte atención —ordenó con seriedad.
—O-ok.. —fue lo que contestó, acto seguido se pegó a su hermano, espalda con espalda, mientras su oso trepaba a su cabeza.

Alfred seguía retrocediendo hasta quedar casi acorralados contra una casa, al menos desde ese punto no los atacarían por detrás. Recargó una pistola, siguió disparando, recargó la otra, continuó disparando, más parecía que esos malditos infectados no se acabarían jamás.

—Damn it! Se me están acabando las fuckings balas ¡y ya no tengo más para recargar! —maldijo enojado el mayor.
—¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Estamos rodeados! ¡Vamos a morir! —sollozó el canadiense.
—¡For Heaven's Sake! ¡Cálmate Matthew! ¡Alguna forma encontraré para salir de este embrollo! —Alfred contestó alterado.

Menos mal ya divisó una vieja tubería, le serviría como arma cuando se le acaben las balas, después de todo, sea como sea saldrían de ésta, siempre lo han hecho.
Mientras seguía pensando en las posibles salidas escuchó más disparos, provenientes del lado derecho del lugar donde ellos estaban acorralados. Los runners comenzaron a dejar de prestarles atención a ellos para concentrarse en otro ser humano, cuya identidad aún era desconocida para ellos.

—What the hell is happening?! —Alfred se preguntó intrigado.

¿Alguien vino a ayudarlos? ¿Acaso eso era posible? ¿De dónde venía esa persona? Éste pueblo estaba desierto, o eso parecía.

—¡Hey! ¿Se encuentran bien? —preguntó a lo lejos una voz ¿femenina? ¿Era una mujer quien los estaba ayudando? ¡¿Es eso posible?!
—Are you a girl? —involuntariamente salió esa pregunta de los labios de Alfred, estaba tan sorprendido que por primera vez en mucho tiempo no sabía cómo reaccionar, más no quería desviarse del asunto— Y-yeah ¡estamos bien! —contestó aún con mucha sorpresa en su ser.

Los sollozos de Matthew cesaron, se dio cuenta que no estaban tan perdidos como creía.

—¿Aún tienes balas? —preguntó la mujer.
—Yes —contestó el hermano mayor.
—¡Entonces ayúdame y sigue disparando! ¿Por qué te detuviste? —reclamó un poco molesta la muchacha
—S-sorry, no me di cuenta... —Alfred acató la orden de inmediato.

Ese pequeño diálogo hizo que volviera a poner los pies en la tierra, aunque seguía muy intrigado. ¿Cómo sería la chica que los estaba ayudando? ¿Sería bonita? ¿O sería una completa marimacho con ansias de convertirse en hombre? Esperaba que fuera lo primero, lo segundo mataría todas las bonitas expectativas que podría tener en ella.
En poco tiempo se le acabaron las balas al rubio de ojos azul cielo, por lo que tiró las armas al suelo, ya no le servirían.

Unos segundos más pasaron y el panorama entre los hermanos y aquella extraña se aclaró por completo, ya no existía ni un runner que estropeara la vista entre ellos, podían verse claramente.

—Woah... —pronunciaron ambos hermanos casi en susurro.

La chica era bastante bonita, más de lo que el mayor se imaginaba. Parecía una heroína salida de una de esas películas que a él tanto le gustaba ver.

Era fantástico, ellos estaban en apuros y fueron rescatados por una hero. Aunque no le agradaba mucho el hecho de ser en estos momentos la damisela en peligro, si aquella chica era la heroína, podía pasar por alto ese detalle.

Cuando la muchacha trató de acercarse a los hermanos, colapsó, cayendo al suelo en un abrir y cerrar de ojos. Ésta es la oportunidad de Alfred de ser el héroe.

Ambos corrieron en dirección de aquella chica, y Alfred se agachó para ayudarla, y mirarla más de cerca.

—Hey girl, ¿Estás bien? —preguntó preocupado el mayor.

El cabello (cc) mojado por la lluvia caía sobre su rostro, no podía ver sus facciones de cerca, pues ella no dejaba de mirar al suelo. Más de cerca podía ver que tenía un cuerpo bastante atractivo.

«Qué te pasa Alfred, no es momento de pensar en esas cosas» —el rubio se reprendió mentalmente al no concentrarse en lo verdaderamente importante.

Se acercó a ella, quedando a su altura, y tomó su mentón en su mano, obligando a la muchacha a mirarlo a los ojos. El azul cielo de su mirada se encontró con unos hermosos ojos (co), que lo miraban con una mezcla de sorpresa e intriga. Era hermosa, aún empapada, era realmente bella, desde la poca distancia que había entre ambos, el mayor pudo admirar perfectamente las facciones de aquella misteriosa chica que había acudido a ayudarlos.

—¿De verdad estás bien? Parece que no puedes levantarte... —volvió a preguntar preocupado, tratando de no hacer contacto visual por demasiado tiempo, ¿podía confiar en ella?

Aunque los haya ayudado, eso no significa que pueda ser de confianza, pero le debían un favor a esta muchacha.

—Ah, estoy bien, sólo necesito unos minutos... —contestó la chica.
—Nada de eso, si seguimos aquí bajo esta lluvia pescaremos una neumonía, y tú y yo sabemos bien que hoy en día es difícil conseguir medicamentos para una enfermedad con esa gravedad, será mejor que busquemos un refugio cuanto antes —Alfred dijo bastante serio.
—Mi hermano tiene razón —lo apoyó su hermano menor.

La chica dudó unos segundos, pero luego les respondió dónde se estaba quedando, y les dijo que allí podrían refugiarse, mientras trataba de levantarse, sin éxito.

Como antes lo mencionó, ésta era la oportunidad de Alfred de ser el héroe. La tomó entre sus brazos, de cual princesa se tratase, y comenzó a trotar con ella. Al parecer una nueva aventura les esperaba a estos chicos, que acababan de conocer a una gran chica.

Al llegar a la casa, ella se presentó, diciendo que se llamaba (tn), un nombre que según Alfred, le quedaba perfecto, con su carácter y su personalidad, aunque aún no la conocía muy bien. Les ofreció refugio, comida, y ropa limpia, los trató tan amablemente que los hermanos no pudieron creer que aún existiesen personas como ella. De todos los lugares que visitaron, era el primer lugar donde sin tener que pasar por un gran interrogatorio, podían recibir todo lo que en ese momento estaban necesitando.

Y no sólo eso hizo ella, también, luego de una gran plática con ella, les ofreció que se quedaran allí, les ofreció una especie de hogar, todo lo que ellos querían y no habían podido conseguir hasta ahora.
Matthew estaba muy feliz de haber seguido a su hermano, después de todo no estarían donde están si no fuera por él.
Alfred, por su parte, aún le costaba creer que pudiera haber tanta bondad en una sola persona, era la primera vez que los aceptaban sin ser discriminados, sin que a alguien le importe de dónde vienen, sino que los acepten por lo que son en realidad, personas buscando una vida mejor después de tanto desastre.

Los hermanos estaban seguros que podrían ser buenos amigos de (tn), y estaban felices por eso.

Definitivamente, una gran aventura aún les esperaba en aquel pueblo.

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qué les pareció? les gustó? :3 si es así, déjenmelo saber en los comentarios! así tal vez haga de más personajes esta clase de relatos, sino, fue bonito hacerlo xD
bueno, por hoy me despido, nos vemos luego de los exámenes! las quiero~
bye~ :3