Reencuentro final

John se encontraba en la calle en el lugar dónde se debería encontrar el edificio del concurso y se marchó de nuevo a su casa.

Se tumbó en la cama y empezó a replantearse todo lo que había sucedido.

- John: voy a echar de menos a Zoro y a Liz pero al menos se que están vivos.

John fue a su cocina a por algo de comer después de tanto tiempo sin probar nada, y mientras comía en su salón, se fijó en una katana decorativa que tenía en su casa y tras terminar de comer se fue corriendo de su casa.

Cuando bajó de su casa se montó en un taxi.

- Taxista: ¿A dónde desea ir?

- John: al aeropuerto más cercano.

Entonces el taxista le llevó a su destino mientras John se dedicó a hacer una llamada y por su tono parecía importante.

- Taxista: hemos llegado, son veinte dólares.

- John: tome cincuenta y quedese con la vuelta.

- Taxista: muchas gracias señor.

Entonces John bajó del taxi y entró corriendo en el aeropuerto y en un rato cogió un avión.

- John: ya queda menos.

Entonces llegó a su destino y cogió un coche yendo hacia su destino final, y cuando llegó a un lugar muy verde, con casas rurales y rodeado de vegetación.

- John: así que esto es Galicia.

John empezó a caminar hasta llegar a una casa rural con animales a su alrededor, entonces llamó a la puerta y salió un hombre para abrirle.

- John: hola Zoro.

- Zoro: ¿Nos conocemos?

- John: algo así, he conseguido localizarte y necesito contarte algo.

- Zoro: ¿De qué se trata?

- John: es largo de contar.

- Zoro: Entonces entra y cuéntame todo.

Entonces John y Zoro entraron se sentaron y John empezó a contarle toda su aventura juntos.

- Zoro: ¿Por qué debería creer la historia? Todo esto es una locura.

- John: tengo otra cosa personal que me contaste y creo que con esto me creeras.

Entonces John le contó la historia de porque empezó a entrenar con la espada y el porqué vino a Galicia.

- Zoro: te creo. ¿Y qué hay de la mujer que nos acompañaba?

- John: aún no he hablado con ella, tengo amigos que les he pedido el favor de encontrar su paradero.

- Zoro: me parece bien.

Alguien llamó a la puerta con fuerza.
Entonces Zoro abrió la puerta y estaba un hombre.

- Aldeano:¡Zoro tienes que ayudarnos! Hay unos hombres en el pueblo destrozando todo.

- Zoro: John acompañame a ver que pasa.

- John: vamos.

Fueron corriendo hacia el pueblo y en la plaza se encontraba una banda de hombres y en el centro un hombre corpulento que parecía el jefe.

- ???: desde hoy todo lo vuestro es mio.

- John: ¡¿King?!

- King: ¿Qué insecto se atreve a mencionar mi nombre?

- Zoro: ¿Le conoces?

- John: le conocimos en el concurso, ten cuidado es bastante fuerte.

- King: no te conozco de nada... ¡Esbirros a por ellos!

En ese momento comenzaron a pelear contra la banda y en poco tiempo consiguieron vencer a todos.

- King: sois bastante fuertes, pero yo no soy tan fácil de vencer.

King cogió una carreta que estaba en la calle y fue lanzada hacia Zoro y John, los cuales esquivaron la carreta.

John agarró una tapadera de un cubo de basura de metal y Zoro una vara de hierro, y ambos fueron hacia King.

King dio un puñetazo y John lo bloqueó usando la tapadera como escudo, en ese momento King sacó un cuchillo y Zoro en un instante le dio una estocada usando la vara a modo de espada, dejando a King en el suelo arrodillado. John le golpea con la tapadera y le deja inconsciente en el suelo.

- John: detenganlo, Zoro yo voy a atender una llamada.

- Zoro: de acuerdo.

Entonces detuvieron a King y John volvió cuando terminó su llamada.

- John: era mi amigo, ya se dónde se encuentra Liz, esta en Estados Unidos.

- Zoro: si es verdad lo que decías debería acompañarte a por ella.

Entonces fueron ambos al aeropuerto y cogieron un avión de vuelta a Estados Unidos. Y tras muchas horas entre avión y coche consiguieron llegar a la dirección de Liz.

Cuando llamaron a la puerta fueron recibidos por una niña pequeña.

- ???: ¡Soy Sally! Mi papa no está en casa.

- John: hola Sally encantado, pero buscamos a Liz.

- Liz: ¿Quién hay en la puerta, Sally?

- Sally: son dos hombres que te buscan.

- Liz: de acuerdo, entra en casa y hablaré con ellos.

- John: tienes una sobrina muy educada Liz.

- Liz: ¿Nos conocemos?

- John: será mejor que te lo explique detenidamente.

John le contó a Liz toda la historia y le dijo lo que conocía sobre ella para conseguir creerle.

- Liz: es una locura, pero tiene sentido que lo hiciera por ayudar a Sally. Hace poco encontraron una cura pero no tengo suficiente dinero.

- Zoro: soy Zoro, en eso podría ayudarte yo.

- Liz: nos acabamos de conocer, no podría pedirte algo así.

- Zoro: me da pena haber olvidado toda esta aventura y me ha dicho que sabes pelear.

- Liz: ¿Qué quieres a cambio?

- Zoro: yo te daré el dinero y a cambio me gustaría ver si eres tan buena como dice John, hay muchos lugares que necesitan ser salvados y necesitan personas fuertes.

- Liz: trato hecho.

Entonces Zoro pagó la operación de Sally y cuando estaba curada lo celebraron en un bar.

- Liz: un trato es un trato, tendré que ir contigo.

- Zoro: lo pasaremos bien ya verás.

- John: tengo que marcharme, estoy cansado.

- Liz: descansa John.

- Zoro: ya nos veremos.

Entonces John se marchó del bar y mientras iba por la calle escuchó un grito que venía de un callejón e instintivamente fue corriendo a ayudar.

En el callejón había una mujer rodeada de dos hombres intentando atracarla.

- John: ¡Dejadla en paz!

- Atracador 1: nos ha visto, podría llamar a la policía.

- Atracador 2: vas a morir.

Entonces el atracador fue a atacarle con un cuchillo y John rompió el brazo del atracador. En ese momento el otro atracador sacó un arma.

- Atracador 1: reza lo que sepas.

Entonces la chica robó el cuchillo del atracador con pistola y se lo clavó en el cuello.

- Mujer: creo que te acabó de salvar de un disparó, por cierto, me llamo Irina Jelavic.

Aquella mujer había dejado a John bastante confundido, era muy parecida a su exmujer, ojos azules, pelo rubio, sonrisa brillante, alta y delgada, pero con aparencia fuerte.

- John: entonces tendré que invitarte a comer como agradecimiento.

Casi un año despues de ese momento, todos habían quedado juntos para el cumpleaños de John, aunque habían cambiado mucho las cosas en ese tiempo. Irina y John empezaron a salir juntos y, Zoro y Liz fueron de aventura por el mundo.

- Zoro: hola John.

- John: hola chicos, como os han ido las aventuras.

- Liz: muy bien, hemos pasado muchas aventuras y momentos juntos, en la selva, el desierto e incluso en montañas heladas.

- John: me alegro muchísimo, tengo que presentaros a mi novia.

- Irina: me llamo Irina, encantado de conocerles.

- Liz: encantada yo me llamo Liz y el es Zoro.

- Zoro: tenemos que darte una noticia John. Se que es muy repentino pero es como si conociera a Liz desde hace mucho tiempo. ¡Vamos a casarnos!

- John: es una gran noticia, me alegro mucho por vosotros.

- Liz: muchas gracias John.

Tras esa noche cada uno se fue por su lado, de vez en cuando quedaban entre ellos para verse y contarse sus aventuras. Años más tarde John e Irina se casaron tras años de convivencia juntos, Zoro y Liz llegaron a tener un hijo y una hija, se fueron a vivir a Galicia y allí montaron un dojo para aprender artes marciales con espadas de maderas y nunchakus. En cambio John e Irina se quedaron en Estados Unidos con un establecimiento dando clases de defensa personal.

En algún lugar desconocido...

- Tezcat: así concluye esta aventura, dónde todos aquellas muertes nunca existieron salvo en la mente y recuerdos de John. Ha sido divertido.

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