Nido de Ratas
Están en el oasis descansando tras ese extraño dia, incluyendo la escena con la rata gigante.
- Zoro: esa rata no me parece peligrosa, me gustaria saber a donde ha ido.
- John: ¿No has tenido bastante con hormigas, escorpiones y el pez? ¿Ahora quieres cabrear una rata?
- Zoro: pero si es inofensiva, es el único animal que no nos ha atacado.
- Liz: ¿Vas a buscarla digamos lo que digamos verdad?
- Zoro: probablemente.
- John: pues salgamos antes de perder su rastro.
Se levantaron y emprendieron la busqueda de la gran rata. Siguieron sus pisadas para averiguar hacia donde corría.
Tras un rato caminando en esa dirección, vieron acercandose a ellos una nube de arena.
- Zoro: ¿Qué es eso?
- Liz: no lo se, pero viene hacia nosotros.
La extraña nube de arena se acerco a gran velodidad hacia Zoro hasta chocar con el y tumbarlo en la arena.
Era la enorme rata huyendo lo más rápido que pudo. Zoro se levantó y la colosal rata se escondió tras él asustada y mirando al lugar de donde huía. Y Zoro se dirigió a la rata.
- Zoro: tranquila, no tienes de que preocuparte.
- John: ¿Qué habrá hecho que un animal tan grande huya a tal velocidad?
- Zoro: no lo se, pero no es bueno. Deberíamos ir a ver que ha pasado.
- Liz: tienes razón. Vayamos a investigar.
- Zoro: Rata, iremos a ver que pasa. Tu quedate aquí y no intervengas.
La gran rata asintió con la cabeza y se tumbó en la arena, a continuación se marcharon a ver que habia pasado, subiendo una inclinada duna de arena. Hasta llegar a la cima.
- Liz: ¿Qué a podido pasar aquí? ¡Es horrible!
Observaban una atrocidad, la arena tintada de rojo, y una gran cantidad de cuerpos de ratas, con algunas que le faltan miembros.
- Zoro: No es que, sino quién. ¡Mira al centro de la masacre!
- Liz: ¿Quién es?
- John: no lo sé, pero no se parece a ninguno a los que nos hayamos enfrentado.
Antes ellos había un hombre, con una gabardina y capucha negra, dandoles la espalda, y con una gran guadaña en su mano derecha.
Entonces cada uno se preparo para la inminente lucha.
El extraño se dio la vuelta, se le vio el rostro, tenía unos ojos rojo sangre y el pelo blanco como la nieve, era alguien extraño pero todos tenían certeza de que poseía una gran habilidad de lucha.
- ???: Muchachos, no deberían haber venido. Lo lamentarán.
- Zoro: Eso habrá que verlo.
- John: ¿Quién eres? ¡¿Que necesidad había de hacer tal masacre?!
- ???: ya que estoy apuntó de matarlos no importa que sepan quien soy y por qué estoy aquí.
Entonces el desconocido se quito la capucha, dejandose ver el rostro con mas claridad.
- ???: Estoy aqui para cumplir mi deseo, convertirme en el mejor asesino de la historia, y conseguir el titulo de Dios de la muerte, por eso lo de usar una guadaña como las parcas.
Y pueden llamarme Jack, recuerdenlo antes de morir a mis manos.
- Zoro: ¡deja ya de hablar! y haz lo q tengas que hacer.
Jack se rie, mete las dos manos en el interior de su gabardina cruzando los brazos, y en un instante lanza hacia ellos, afilados y mortales cuchillos arrojadizos.
Liz rápidamente se adelanta y con sus nunchakus girando a gran velocidad, los usa de escudo para repeler los veloces cuchillos.
- Jack: nada mal, pero os hace falta para vencerme mucho más.
- Zoro: deja de hablar de una vez y que empiece la diversión.
- John: ¡Vamos!
Empieza la batalla, probablemente la más complicada hasta la fecha.
Nuestros heroes corren hacia él, y le atacan con todas sus fuerzas a la vez, pero riendose de la situación esquiva todos los ataques con facilidad, usando su guadaña de apoyo parando cada uno de los ataques.
Sin que lo esperaran, Jack uso el extremo de la guadaña opuesto a la cuchilla tirar al suelo a Liz, simultáneamente tirando a Zoro con una patada en el pecho y a John con un empujón que le hace volar hacia atrás.
- Jack: asi no podréis ganar jamás
- Zoro: ¡Callate!
- John: ¡No perderemos contra alguien como tu, que mata por diversión!
John se levanta del suelo, entonces Zoro y Liz, atacan a la misma vez, Jack para sus golpes pero John consigue golpear su nuca.
Jack agarra el cuello de John, elevandole, y tirandolo contra sus compañeros, acto seguido deja su guadaña clavada en la arena.
- Jack: para vosotros no será necesaria usarla.
Entonces entierra ambos pies en la arena, dejando desconcertados a nuestros heroes.
- Jack: os enseñare un poco de mi poder.
Saca los pies de la arena a gran velocidad creando un nube de arena que le cubre por competo.
Los tres retrocedieron a la vez que se acercaba la nube de arena hacia ellos.
Salio un puño directo al estomago de Zoro haciéndole volar y esparciendo sus katanas por la arena y disipando la nube.
Entonces Liz le intenta dar un ataque directo con los nunchakus pero consigue agarrarlos, y contrataca con un cabezazo, dejando a Zoro y Liz en el suelo y sin armas.
Jack tira los nunchakus hacia Liz devolviendoselos y se prepara para luchar contra John.
- John: es mi turno.
- Jack: veamos lo que sabes hacer.
John velozmente da un puñetazo sujetando su cuchillo directo a la cara de su contrincante, el cuál lo esquiva pero dejando un leve corte bajo su ojo. Jack agarra el brazo y la camiseta de John, elevandole y tirandole al suelo con fuerza.
John se fija en una gran tormenta de arena que se acerca a gran velocidad hacia ellos desde dirección la dirección opuesta de donde venian.
- John: ¿Eso es lo único que puedes hacer?
Mientras John está en el suelo, Jack empieza a reir y a pisar con fuerza a John, mientras se cubre.
Cuando la tormenta esta lo suficientemente cerca John agarra el pie de Jack y hace presión sobre su pierna, provocando que caiga al suelo.
- John: ¡Levantad y empezad a correr!
Todos se levantaron y empezaron a huir de la tormenta, cuando John se gira y ve a Jack en pie con su guadaña.
- Jack: ¡Nos vemos al otro lado!
Y siguen corriendo perdiendo a Jack de vista sumergido en la tormenta de arena.
Bajan la pequeña montaña de arena a toda velocidad.
- Zoro: ¡Rataaa, empieza a correeer!
Y la enorme rata empezó a correr tras ellos hasta encontrar un roca, tras la que se pusieron y fueron envueltos por la tormenta, agarrados a la roca para no acabar enterrados.
Pero la gran rata, por la imposibilidad de agarrar la roca con unas manos desaparece arrastrada por la tormenta.
- Zoro: ¡Nooooooooo!
Al rato cesó la tormenta.
- Zoro: es increible que despues de que consiguiera escapar del psicópata mata ratas, se la lleve la tormenta.
- Liz: seguro que esta bien, al fin y al cabo este es su hogar, este insolito y peligroso desierto.
- Zoro: tienes razón.
- John: ¡Estooy agotadoo!
Y se tumbaron en la arena a descansar sin importar nada, despues de la dura lucha contra Jack, el asesino con delirios de Dios de la muerte.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top