Se encontraban en la sala y Zoro frente a Liz tras ayudarla a lenvantarse.

- Zoro: deberíamos salir cuanto antes.

- Liz: tienes razón, no hay tiempo que perder.

Entonces se dirigieron hacia la puerta y salieron de la sala, y siguieron por el camino, intentando buscar una salida de una vez por todas.

Andaron durante lo que parecía ser una hora, pero era imposible saberlo pues desde que entraron no han tenido forma de saber el pasó de las horas o los días.

Entraron en una sala, con una puerta de cinco cerraduras al final de ella y un altar con un pequeño hombre verde, con orejas alargadas, cara arrugada, vestido con ropajes sencillos y un baston de madera vieja.

El hombrecillo bajó del altar y se acercó a ellos lentamente andando con su bastón hasta llegar hasta ellos.

- Zoro: ¿Este es nuestro oponente? No durara la pelea ni un minuto.

En ese momento el pequeño hombre movió su mano hacia delante y Zoro salió disparado hacia atrás hasta chocar otra la pared.

- ???: tienes razón, no duraría ni un minuto.

Dijo el hombrecillo con voz de anciano.

- Zoro: ¿Qué estás haciendo? No puedo moverme.

- ???: no tienes otra elección que escuchar lo que decir, o morirás por impertinente, y tienes suerte de que no sea tu verdadero oponente muchacho.

- Zoro: lo acepto, te escucharé.

Entonces el hombrecillo puso las manos en el bastón soltando a Zoro, y empezó a hablar.

- ???: me llamo Yondu Udonta, pero podéis llamarme Yondu. ¡Bienvenidos a la sala del misterio!

- John: exactamente... ¿Qué es la sala del misterio?

- Yondu: la sala del misterio es el lugar dónde os haré una serie de acertijos o preguntas de lógica, si acertais os daré una de las llaves, si fallais se os aplicará un castigo.

- Liz: ¿Qué clase de castigos?

- Yondu: desde un leve castigo hasta una muerte agónica, bueno empecemos.

Se miraron entre ellos sin saber que contestar a eso.

- Yondu: empecemos con la primera pregunta ¿De acuerdo?

- Zoro: de acuerdo, empecemos.

- Yondu: estás esperando el autobús cuando este viene a toda velocidad hacía un puente incompleto. Si saltas morirás por la velocidad. ¿Qué harías para salvarte?

- John: de acuerdo, podemos hacerlo.

Empezaron a pensar que podrían hacer en una situación de vida o muerte.

- Liz: no podemos soltar porque moriremos ¿ Que más se puede hacer?

- John: creo que nada.

- Zoro: ¡Eso es, se la respuesta!

- Yondu: dila entonces.

John y Liz miraban a Zoro temblorosos por el posible castigo en caso de fallar.

- Zoro: la respuesta es... nada.

- Yondu: eso es correcto.

- John: no entiendo.

- Yondu: él es el único que lo ha entendido, el personaje está fuera esperando el autobús por lo cuál no tiene peligro de muerte al menos que salte hacia el bus.

Entonces Yondu le dio a Zoro una llave dorada para abrir aquella puerta.

- Zoro: nos faltan cuatro llaves sigamos adelante, siguiente pregunta.

- Yondu: Tú vas conduciendo un bus con 50 pasajeros ¿Cuántos años tiene el conductor?

- Zoro: de acuerdo, pensemos.

- Liz: no me gustan estas preguntas siempre tienen alguna trampa.

- John: debemos relajarnos o no pensaremos con claridad.

- Zoro: tiene razón, asi será mas fácil salir de aquí, ya tenemos la primera llave vamos a por las demás.

- John: vuelve a formular la pregunta.

- Yondu: está bien... Tú vas conduciendo un bus con 50 pasajeros ¿Cuántos años tiene el conductor?

- Liz: creo que se cuál es la respuesta, es nuestra edad, ya que en el acertijo nosotros somos el conductor.

- Yondu: muy bien, ya tenéis la segunda llave.

Le dio otra de las llaves a Liz. Y se pusieron feliz por ir avanzando.

- Liz: siguiente pregunta.

- Yondu: ahí va. Hay 12 pájaros en un árbol, un cazador dispara y mata dos ¿Cuántos pájaros quedan?

- John: es muy fácil hay diez ya que son doce y mueren dos.

- Yondu: lo siento pero es incorrecto.

Entonces Yondu le lanzó una extraña esfera de color negro y cuando tocó el pecho de John le soltó una gran descarga que le hizo arrodillarse por la potencia de aquella electricidad.

- Yondu: este es el primer castigo, cada uno será peor que el anterior asi que pensad la respuesta antes de decirla.

- John: entendido.

- Liz: ¿Estás bien John?

- John: tranquila Liz, no te preocupes.

- Zoro: me encantaría ser uno de esos pajaros y salir volando de esta locura de una vez.

- John: eso es, la respuesta es, ninguno, porque todos huyen al escuchar el disparo.

Todos quedaron en silencio esperando si conseguiría otra llave o un castigo aún peor.

- Yondu: correcto, toma la llave.

Entonces le dio la llave provocando que solo queden dos llaves por conseguir.

- Yondu: siguiente acertijo, ¿Puedes decir cuántos pies tiene el Cienpiés?

- Zoro: ¡Cien!

Entonces, Yondu hizo aparecer una flecha de metal, entonces silbó y la flecha salió volando hacia Zoro atravesándole el hombro y volviendo  hacia Yondu.

- Yondu: segundo castigo, pensad antes de hablar.

- Liz: creo que se la respuesta.

- Yondu: dila sin miedo.

- Liz: creo que la respuesta es... ningún pie, porque al ser animal tiene patas.

- Zoro: eres un bastardo despiadado.

- Yondu: deberías cuidar tu lenguaje muchacho no quiero ponerme serio, toma esto te pertenece.

Entonces le dio la cuarta llave a Liz.

- Liz: ¿Estás bien Zoro?

- Zoro: no ha tocado hueso ni músculo importante, asi que digamos que si, ¡Siguiente acertijo!

- Yondu: último acertijo... El que lo hace lo vende, el que lo compra no lo usa nunca y el que lo usa nunca lo ve.

- Liz: está parece complicada.

- Yondu: os diré que el próximo fallo podría ser equivalente a la muerte de uno de vosotros.

- John: tenemos que esforzarnos al máximo, estamos en la recta final.

- Zoro: tenemos que pensar mucho, la muerte no es una opción.

Estuvieron pensando un gran rato, sin saber que podría ser, sin embargo todos tenian miedo a responder por si morían al fallar.

- Liz: yo diré la respuesta.

- Yondu: adelante, y ten cuidado un fallo y será tu última respuesta.

- Liz: la respuesta es...

Todos quedaron pendiente de su respuesta, con miedo de perderla despues de tantos momentos, ese parecía el final de la aventura entre ellos.