Estaban todos los espectadores pendientes de lo sucedido, nadie sabía que había pasado en realidad.

- John: casi me das.

- King: no fallaré la próxima vez.

- John: no creo que haya una próxima vez.

King intenta sacar su arma con la cuchilla incrustada, pero no lo consigue lo que le provoca una gran frustración.

- King:  no me hace falta armas ¡Te mataré!

- John: ya lo veremos, este combate acabará pronto.

En ese momento King atacó con todas sus fuerzas a John, sin descanso con una combinación de puñetazos pero no consigue darle ninguno.

- John: ¿Eso es lo único que puedes hacer?

- King: ¡Cállate bastardo!

King atacaba con ira cada vez mas rápido, y empezó a cansarse, comenzaba a ir más lento por el esfuerzo, aunque sin cambios en su oponente, John se dedicaba a esquivar todos los golpes. King dejó de atacar por el cansancio.

- John: es tu final.

John con todas sus fuerzas utilizó el escudo para golpear las rodillas de su oponente y provocar que se arrodillara.

Entonces John dio un salto y golpeó con todas sus ganas la cabeza de King con un puñetazo de gran poder. Esto provocó que King cayera de espaldas, y John empezó a golpear la cabeza de su oponente con gran fuerza.

- John: fin de combate.

- King: nos veremos en el infierno.

John clavó su espada en el cuello de King, el cual se convirtió en polvo y se evaporó.

- Presentador: ¡La victoria es para John!

Cada uno volvió a sus cabinas.

- Zoro: bien hecho John.

- John: gracias.

- Presentador: Sigamos con el próximo combate, y ese es...
¡Zoro contra Dante!

- Zoro: vamos allá.

Ambos combatientes fueron enviados a la plataforma de combate.

- Zoro: espero que me des un buen combate.

- Dante: me llaman el bandido inmortal, así que no será tan fácil matarme.

- Presentador: ¡Comenzad!

Cada uno agarraba con fuerza su arma, Zoro con su técnica de las tres espadas y Dante con su nunchaku de tres tramos.

Dante puso su nunchaku en movimiento a gran velocidad rodeando su torso, entonces Zoro fue directo al ataque.

El primer ataque fue una doble estocada de Zoro hacía el cuerpo de su oponente, el cuál salto sobre Zoro a gran velocidad y dando un golpe en la tercera espada de Zoro usando un tramo del nunchaku de gancho y así coger la katana.

- Zoro: ¿Qué acabas de hacer?

- Dante: se ve que eres fuerte así que decidí reducir tu técnica, tranquilo es buen arma no pasará nada.

Entonces Dante giró su arma a gran velocidad mientras colocaba boca abajo la espada de su contrincante, y la golpeó velozmente causando que la katana se clave en la plataforma.

- Dante: así será mas sencillo.

- Zoro: no te servirá de nada para ganar.

- Dante: ya veremos.

Entonces empezó la verdadera lucha, Zoro atacaba con gran velocidad al igual que su contrincante, lo que provocaba que ninguno se hiciera ningún daño.

- Dante: veo que empezó el juego.

Zoro sonrió y siguió atacando cada vez más rapido al igual que Dante pero a ninguno de los dos se les notaba apurados. Zoro dio un golpe bajo con ambas espadas y Dante saltó sobre él dándole en la cabeza a Zoro desde arriba.

- Zoro: veo que sólo juegas.

- Dante: dejaré de hacerlo cuando me muestres tu poder.

- Zoro: si eso es lo que quieres lo haré.

Zoro fue contra el mucho más veloz que antes y Dante se veía apurado pero cada vez esquiva más rápido y consiguió un contraataque, pudo darle en el pecho a Zoro un fuerte golpe que le hizo retroceder.

- Zoro: veo que dejaste de jugar y eres bastante fuerte.

- Dante: gracias, tu tampoco eres débil.

- Zoro: pensaba usarla mas tarde pero tendré que usar mi técnica secreta...
¡Katanas en llamas!

Usó su técnica con las katanas envolviéndose en llamas, y siguió atacando a mayor velocidad, su oponente se vio en un gran apuro y tuvo que retroceder.

- Dante: también tengo una técnica secreta. ¡Nunchaku tornado!

Dante pulsó un botón alargando la cadena entre cada barra y las empezó a girar a tal velocidad que se notaba el viento por el giro.

- Dante: ahora verás.

Dante corrió hacía Zoro colocando las manos en la barra central y le ataca con las otra dos simultáneamente y Zoro con las katanas en llamas las contraatacó con fuerza cortando las barras por las altas temperaturas.

- Zoro: se acabó, fue un buen combate.

Zoro decapitó a su oponente el cual se evaporó acto seguido y fue a recoger su katana clavada en la plataforma.

- Presentador: ¡El ganador es Zoro!

Tras vencer volvió a su cabina.

- John: bien hecho.

- Zoro: era buen contrincante.

- Presentador: el último combate de esta eliminatoria será...
¡Jack contra Ryuzaki!

Ambos fueron transportador a la arena.

- Jack: Siéntete afortunado, morirás a manos del dios del nuevo mundo.

- Ryuzaki: sólo eres un asesino, pero tienes mentalidad infantil, puedo ver que odias perder.

- Jack: ¿Por qué crees eso?

- Ryuzaki: porque yo soy igual.

Ambos desenfundaron sus armas y empezó el combate, una lucha a muerte por la supervivencia.

Se ve más esfuerzo por parte de Jack en este combate que en el anterior, atacando con su guadaña pero era bloqueada por la espada de su oponente.

Ryuzaki dio un veloz ataque con su espada que consiguió rasgar la ropa de su oponente.

- Jack: me encanta esta ropa.

- Ryuzaki: Entonces hubieras sido más rápido.

- Jack: vas a ver el poder de un futuro dios de la muerte.

- Ryuzaki: hablar demasiado demuestra tu poco coeficiente, no solo hay que ser fuerte, muestra intelecto.

- Jack: ahora verás.

Jack con el extremo de la vara de la guadaña intentó que su oponente perdiera el equilibrio y funcionó.

Acto seguido colocó la cuchilla tras el cuello de su oponente.

Entonces Ryuzaki la bloqueó con su espada con tal fuerza que salió volando de las manos de su contrincante al cuál miro fijamente y el cual lamentándose se inclinó ante él.

- Ryuzaki: caiste en mi trampa.

Alzó la espada para acabar con él...

- Ryuzaki: ¿Últimas palabras?

- Jack: si... ¡Muere!

Jack con gran velocidad sacó de su chaqueta dos de sus cuchillos clavándolos en el pecho de su oponente que murió convirtiéndose en polvo.

- Jack: eres bueno, pero no perderé ante nadie.

- Presentador: ¡Fin de la primera fase, y se clasifica Jack!

Jack recogió su arma y volvió a su cabina.