N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Llevo unas semanas un poco ocupada y no he podido actualizar el miércoles, como era habitual... Si no os importa, a partir de ahora actualizaré los viernes esta historia. Me esperan dos o tres semanas un poco caóticas en el trabajo, por lo que si sufro algún retraso más, ya sabéis por qué es...

CAPÍTULO 7: SER EL "NOVIO DE"

Santana se enfadó tanto con Blaine cuando se enteró de que había vuelto con Kurt, que hizo las maletas para ser la nueva compañera de piso de Cooper. No quería ser testigo de como su mejor amigo arruinaba su vida volviendo a una relación tóxica en la que siempre salía perdiendo.

Hummel buscó un pequeño apartamento para vivir porque, a pesar de que su novio ya no tenía compañera de piso, no quiso que se mudara con él. Odiaba el lugar, pero era el único que se podía permitir. No entendía por qué, si su pareja vivía en una de las mejores zonas y tenía un apartamento enorme con vestidor en la habitación, tenía que vivir en un lugar pequeño, alejado de todo.

A pesar de todo, esa noche sonrió mientras llamaba al timbre de la casa de su pareja. Iban a ir a una fiesta en la que habría varios actores, directores, productores y famosos. Era una oportunidad para poder hacer pública su relación y conocer a personas influyentes que podrían darle una oportunidad en la Industria.

Cuando Blaine abrió la puerta, el otro se quedó sin respiración. Ya estaba casi listo con su traje exclusivo de color vino y los zapatos y la camisa negros. Le habían arreglado el pelo de manera que sus rizos quedaban libres y había decidido llevar gafas en vez de las lentillas. A pesar de ser un look similar al que solía llevar antes, era tan diferente que parecía aún más atractivo si eso era posible.

–Han traído un traje para ti también. Mi equipo cree que, aunque no es necesario que vayamos conjuntados, tenemos que tener un aspecto adecuado cuando nos fotografíen juntos. Sé que te gusta elegir tu ropa, pero tendrás que acostumbrarte si quieres venir a fiestas o galas conmigo. –El moreno explicó antes de dejarlo entrar.

–Supongo que no tengo alternativa. –El castaño fingió resignación cuando estaba encantado. No sólo iba a ir a una fiesta llena de glamour y gente famosa, iba a ir vestido con ropa de diseñador y acompañado de uno de los invitados especiales.

Dejó que los estilistas lo ayudaran a vestirse y peinarse, sintiéndose como si fuera él la estrella del evento al que iba a acudir. Él había nacido para eso y, si no podía conseguirlo por sí mismo, al menos lo tendría por ser pareja de Anderson.

Cuando estuvieron listos, salieron del apartamento. Había una elegante limusina esperándolos para llevarlos a uno de los locales de moda, donde se realizaba la fiesta. Cuando salieron del vehículo, los flashes aumentaron para poder fotografiarlos. Posaron para los reporteros con una sonrisa. Kurt sabía que tenía que hacer algo para llamar su atención, por lo que se acercó a Blaine y besó su mejilla. Los periodistas se volvieron locos y el número de flash aumentaron.

La pareja entró en el local y el moreno agarró la mano del otro y lo dirigió directamente al baño. Cerró la puerta y comprobó que no había nadie allí. El castaño malinterpretó lo que estaba haciendo y sonrió complacido, pensando que tendrían algo de diversión esa noche.

–¿A qué ha venido eso? –El más joven preguntó molesto.

–¿A qué te refieres? –El mayor quiso saber.

–¡Al beso! Kurt, quiero llevar mi vida privada de la manera más discreta posible y eso no encaja con lo que acabas de hacer. No voy a pasear mi relación contigo frente a todos los paparazzi de Hollywood. –El actor comentó.

–¿Te avergüenzas de mí? –Su pareja preguntó algo ofendido.

–No es eso, Kurt. El problema es que no quiero que mi vida se convierta en un circo. Vendrás conmigo a las fiestas y, si quieres, posarás conmigo, pero no vamos a tener muchas muestras de cariño frente a ellos porque no quiero estar en las portadas por cosas que no sean mi profesión. No quiero ser famoso, quiero ser actor. –Anderson explicó.

–¿No quieres beneficiarte de la fama? Hay muchas cosas positivas que puedes obtener si... –Hummel intentó explicar, pero fue interrumpido.

–Eso es algo que te gusta a ti, pero no a mí. A mí me gusta mi profesión, no la fama o el dinero que viene con ella. Espero que lo comprendas, porque no voy a aceptar que me obligues a exponer nuestra relación o a ser famoso antes que actor. –Blaine abrió la puerta y le indicó a su novio con un gesto que saliera, que esa conversación había acabado.

El castaño salió algo indignado, eso no ayudaba a su objetivo. Tenía que estar en el foco de los fotógrafos, tenían que mostrar interés por ellos. Necesitaba ser famoso para tener esa oportunidad de triunfar y eclipsar a su pareja. Esa inesperada intención de mantener su relación de manera discreta no le beneficiaba, por lo que necesitaba encontrar la manera de hacerlo cambiar de opinión.

Llevaban media hora en la fiesta y a Kurt no se le había pasado el enfado. Sin embargo, se acercó a ellos Sam Evans. Él deseaba conocer al hombre que trabajaba con su pareja y que iba a besarlo.

–¡Blaine! Quiero presentarte a Quinn, mi novia. –El rubio señaló a la hermosa mujer que lo acompañaba.

–Es un placer conocerte. –El moreno sonrió y estrechó su mano. –Quiero presentaros a Kurt, mi novio.

–¿Tu novio? Creía que eras soltero. –El más alto lo miró con el ceño fruncido.

–Habíamos decidido dejarlo por la distancia, pero Vogue. com me trasladó a Los Angeles y decidí tomar la oportunidad, así podíamos volver a estar juntos. –Hummel intervino, deseoso de ser el centro de atención.

–Eso me parece muy maduro por vuestra parte. –Ella sonrió mientras los miraba.

–No sé... Si yo hubiera estado en su lugar, no habría terminado la relación. Habría luchado y habría intentado estar juntos. –Sam la miró perplejo.

–Eso no es realista, es imposible mantener una relación a distancia. –Fabray comentó.

–Si uno de los dos piensa como tú, seguro. Pero si los dos están dispuestos, pueden hacerla funcionar. –Evans insistió.

–El amor no es suficiente. Si quieres que una relación funcione, tienes que trabajar para ello. –Kurt añadió. –Nuestra relación se rompió cuando Blaine dejó de luchar... Pero yo no me he rendido y he decidido dejar mi vida en Nueva York por él.

–Eso ha sido muy ingenuo por tu parte. –Quinn se sorprendió. –¿Qué harás si no salen bien las cosas?

–Van a salir bien, Blaine y yo estamos hechos el uno para el otro. ¿Verdad?

Anderson lo miró sin saber qué decir. Sentía como si estuviera en un universo paralelo porque parecía que él no había hecho nada por salvar su relación cuando había hecho todo lo que estaba en su mano para hacer feliz al hombre que estaba a su lado. Se dio cuenta de que Sam lo miraba decepcionado, como si algo de lo que se había hablado le hubiera hecho sentirse así. No entendía el qué, pero sabía que no debía molestarle tanto lo que pensara de él.

Quinn y Kurt congeniaron rápidamente, tal vez porque eran muy parecidos en opiniones y comportamiento. Sam y Blaine decidieron mantener una conversación mientras los otros hablaban de moda. Una conversación que permitió que sus parejas vieran por primera vez como interactuaban y saltaran todas las alarmas de lo que posiblemente sentían el uno por el otro.