Capítulo 8
Elsa abrió sus ojos,ya había amanecido. El lugar por el que estaban pasando con el coche era nublado. Aunque algunos rayos de sol asomaban entre las nubes. Eran paisajes llenos de altos pinos y un clima frío. Demasiado pues los cristales del coche estaban ligeramente empañados. Elsa vio pasar un cartel donde ponía "Mayville"
-¿Dónde estamos?-preguntó somnolienta colocándose recta. El peliblanco le miró de reojo y luego de nuevo al frente
-Dakota del Norte-dijo Flynn sin dejar de mirar a la carretera.
-¿Qué? ¿Estamos a 2000 kilómetros de RiverVille?-preguntó confusa
-Sí -contestó Aster serio
-Tranquila Elsa,ahora vamos a
parar - le dijo Punzie sonriente. Elsa miraba por la ventana aquel pueblo que parecía estar abandonado. Pocas casas,pocos comercios. Lo típico,un café,un motel,una iglesia. Apenas tenía calles y la población parecía ser mayoritaria por gente mayor de edad.
Elsa acariciaba el lomo de Olaf mientras veía como Flynn aparcaba el coche delante de un motel. Todos se bajaron y Punzie se acercó a su prima la cual parecía una niña perdida en un centro comercial
-Los chicos necesitan descansar- le explicó la castaña al ver a Elsa mirar como los chicos entraban en el motel.
-¿Ha conducido Flynn toda la noche?-preguntó
-Se han ido turnando pero aún así están agotados-sonrió con modestia- vamos a comer algo mientras ellos piden las habitaciones
-¿Van a dormirse ahora? -preguntó confusa
-Sí,nosotras comemos y cuando terminen volvemos
-¿Todavía no hemos llegado?-preguntó molestia siguiendo a la castaña la cual cruzaba la calle para entrarse en una cafetería.
Rapunzel no le respondió. Y ambas entraron en aquel lugar. Había un par de hombres en la barra de metal y una pareja de ancianos sentada en una de las mesas de doble banco pegadas a la pared. Al igual que un matrimonio junto con una niña pequeña. Punzie miró a todas partes frunciendo el ceño y se sentó en una mesa.
-Aquí estará bien-sonrió abriendo su macuto para sacar de él a su pequeño camaleón -Hola Pascal-sonrió. Elsa rió y se sentó enfrente de su prima con Olaf en brazos.
Una camarera de unos cincuenta años de edad se acercó a ellas. Llevaba un uniforme de un rosa pálido con un delantal blanco demasiado ridículo para su avanzada edad. Su cabello pelirrojo con principio canoso estaba recogido en un moño atravesado por un lápiz de escribir.
-Los animales no están permitidos -dijo la mujer seria mirándoles a través de sus ojos llenos de arrugas alrededor
-Por favor, son mansos-sonrió Elsa acariciando a Olaf
-Lo siento pero se tendrán que quedar fuera.-dijo la mujer. Punzie puso una mueca y agarró al gato y al camaleón para sacarlos a la calle. Ató a Olaf cerca de una papelera y puso a Pascal encima antes de entrar. Elsa miró la carta,se sentía ligeramente observada. Giró su cabeza y vio a la familia entera mirándole. El padre,la madre y el hijo. Elsa extrañada volvió a poner la mirada en el papel para fijarse en la comida. Rapunzel se sentó delante de ella.
-¿Estás bien?-preguntó su prima mirándole sonriente
-Estoy confusa ,Punzie...esto es...demasiado- se abrazó a si misma
-No pienses en eso ahora...¿Qué vas a comer?-preguntó la castaña
-No me apetece comer-murmuró Elsa bajando su carta
-Te recomiendo comer,necesitarás energía... -murmuró la chica tapando su rostro con la carta para que no le oyera lo siguiente que iba a decir
-Ahora...¿Vas a explicarme?-preguntó la rubia cruzándose de brazos
-¿De qué? -preguntó
-Oh,vamos...¿Por qué estoy aquí?¿A dónde demonios vamos?¿Por qué narices habéis quemado mi casa? ¿Dónde está mi padre?...
-Shh shh shh...más bajo-le pidió Rapunzel mirando a su alrededor -No puedo decirte nada Elsa...no por ahora...
-¿Al menos puede decirme por que demonios están aquí los Frost?-susurró
-Ellos...-Rapunzel solo buscaba una manera de suavizar las cosas - Tienen que protegerte
-¿Protegerme?
-Sí...por así decirlo -murmuró en voz baja- ¿Vamos a pedir ya?-dijo con una sonrisa para desviarse del tema.
-Yo voy al baño,glotona- rió levantándose. Caminó hasta el baño y se entró en él.
Rapunzel rebañó lo poco que le quedaba de desayuno en el plato y miró la hora. Los chicos ya habrían desayunado lo suficiente. Lo extraño era que Elsa no hubiera salido del baño. Frunció el ceño y se levantó. Pero de repente aquel niño de cabellos rubios y ojos oscuros se puso delante de ella.
-Perdona pequeño pero quiero pasar-le dijo de forma cariñosa
-No vas ha hacerlo- dijo el niño con una extraña voz. No era la de un niño,si no una voz tan oscura como la de un demonio. La castaña frunció el ceño.
Elsa limpió su rostro mojado con la toalla que había al lado del lavabo y suspiró. Cuando salió del baño se encontró al matrimonio delante de ella impidiéndole avanzar
-¿Puedo pasar?-murmuró. Pero ellos no contestaron
-Tu no vas a ninguna parte-dijo la mujer con una extraña voz demasiado grave
-Punzie...-llamó a su prima en voz alta retrocediendo
-¡Llámalo!-gritó Punzie desde el otro lado del bar
-¿A quién? -preguntó
-A Jack...¡Llámalo!-le gritó. Elsa estaba confusa,pero más aún cuando el hombre y la mujer le agarraron por los brazos y le sacaron a rastras de aquella cafetería
-Tenemos a la chica- dijo el hombre con una sonrisa. La pareja intentaba sacar a Elsa de la cafetería, pero esta gritando se aferraba a la puerta del local
-¡Llamalo!-gritó Punzie la cual amenazaba al pequeño con un tenedor
-¡Frost!...¡Jackson!...¡JACK!-gritó con todas sus fuerzas mientras el matrimonio le arrastraba.
-¡JACK!-
El peliblanco abrió sus ojos
Se levantó de aquella cama y salió corriendo por el pasillo del motel escuchando los pasos de Flynn y Aster detrás de él.
Los tres con extraños palos en sus manos salieron a la calle para encontrarse la escena de Elsa en la mitad de la carretera mientras un matrimonio tiraba de sus pies.
-¡Soltadla!-gritó el peliblanco
Se escuchó un grito dentro de la cafetería y enseguida los cristales se llenaron completamente de negro. Punzie salió segundos después limpiándose las manos
-Puto niño...-murmuró molesta. Se quedó parada al ver la escena: Flynn Aster y Jack agarrando con fuerza aquellos tres palos que enseguida se abrieron convirtiéndose en filosas espadas. Elsa estaba en el suelo con el matrimonio delante de ella. -Flynn...
-Quédate ahí -le murmuró el castaño serio.
-Soltadla de inmediato-dijo Aster serio. Pero el hombre solo rió.
De repente una nube negra cubrió a la pareja y cuando esta de deshizo había dos seres. Seres más altos que los chicos. De piel grisácea,extrañas orejas puntiagudas y negras al final. Tan negras como su ropa. Unos oscuros ojos y una extraña boca con dientes similares a los de un fiero tiburón, afilados y puntiagudos.
El más alto agarró a Elsa del cuello y la levantó. Sacó una extraña daga doblada con el puñal plateado y lo colocó sobre el cuello de la rubia. Elsa cerró los ojos asustada al sentir la hoja del arma sobre su yugular.
-Soltadla ahora mismo si no queréis agravar vuestros delitos-dijo Jack serio dando un paso al frente más avanzado que el resto
-¿Por qué debería soltar a la princesita?-rió- El amo Black nos recompensará por haberla encontrado...
-Soltadla...ya...-dijo el peliblanco serio. Más el hombre lo único que hizo fue clavar más el cuchillo en el cuello de Elsa haciendo que sangre comenzara a correr su cuello. La rubia gemía dolorida. Su visión se iba emborronando.
-Elsa cierra los ojos -escuchó la voz de Jack y ella sin decir nada lo hizo. Cerró sus ojos cansada,dolorida. Sintió como aquel hombre no le agarraba. Calló al suelo,sintió el frío asfalto bajo su brazo. Escuchaba espadas,voces,gritos.
Todo era confuso. Agarró su cuello a si misma para taponar su herida. Sintió a alguien cargarla
-Tenemos que irnos ya-escuchó la voz de Flynn. Corrían, le llevaban en brazos pero ella se sentía, tan...segura. No quería abrir los ojos pues vería borroso.
-Hay que sanarle- era la voz de Frost...
-Yo no puedo,no en el coche. Tenemos que esperar a llegar al sitio. Le cubriremos la venda y pararemos cuando estemos escondidos. -Aquella era Punzie.
Abrió los ojos,solo conseguía ver los asientos del coche,más bien el techo pues le habían tumbado. Cerró un momento para después abrirlos de nuevo y verlo a él. Sus ojos azules estaban llenos de preocupación ¿Hacia ella? Imposible.
-Duerme,Elsa-le susurró él. Ella solo cerró los ojos dejando que ellos hicieran lo que debieran. Y poco a poco solo escuchaba ligeros murmuros hasta que solo quedó silencio
(12 horas después...)
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Dos soldados se acercaron a aquel enorme recipiente de agua para sacar a la persona a la cual tenían metida su cabeza. Bruce respiró con fuerza
-¿Dónde está? -preguntó de nuevo Pitch. Delante de él con mirada gélida y semblante serio.
-No te lo diré... -susurró el hombre. Con su rostro lleno de moretones y su labio partido. Mojado entero y a punto de desfallecer.
-Bien...-murmuró el pelinegro he hizo un gesto con las manos. Los hombres volvieron a meter al señor Arendelle dentro del bidón de agua.
Uno de los gemelos interrumpió en aquella sala de tortura para soltar un suave carraspeo
-Señor...tenemos noticias...-dijo y los hombres sacaron a Bruce
-¿Cuáles?-preguntó
-Han visto a la chica,junto con la princesa de Corona y tres Nubos...-dijo y el pelinegro sonrió
-Iré a decírselo a Madre- dijo el chico saliendo de aquella sala dejando que su capa negra como su cabello y su alma se moviera con el digno porte de un príncipe.
Pitch llegó hasta unas puertas dobles las cuales abrió a la vez. Encontrándose a su madre mirando por la ventana la inmensidad de su reino y de los próximos. Todos estos cubiertos por espesas nubes grisáceas.
-Madre-murmuró
-¿Sí?-preguntó la mujer sin moverse pues no veía el paisaje si no su reflejo. Acarició sus mejillas las cuales parecía haber una arruga.
-Han visto a la chica - aquellas palabras hicieron que la mujer dejara de mirar su rostro y darse la vuelta.- Aún no han llegado a la entrada que tienen los puros...eso es un punto a favor
Pero de repente Gothel alzó su dedo haciéndole callar. Un escalofrío recorrió a madre e hijo por toda su columna. Los dos miraron a lo lejos del paisaje tenebroso y vieron como en el horizonte extrañamente las nubes se empezaban a disipar mostrando bellos rayos de luz. Luz que no había asomado nunca en 18 años
-Está aquí... -murmuró la mujer con una sonrisa
Continuará....
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