Capítulo 2

En esta historia,tanto alfas,omegas o betas se presentan a la misma edad: 13 años.                    El celo de los alfas y los omegas durará aproximadamente lo mismo (Entre un mes y mes y medio)


Capítulo 2: "La princesa de las nieves"


Una pequeña niña salía sonriente de su casa. Desde el porche miraba impaciente su jardín, completamente nevado. La pequeña iba muy abrigada, su gorro de lana azul al igual que sus guantes cubrían sus manos y su caliente abrigo blanco le cubría entera hasta sus tobillos. Sus dientes blanquecinos sonreían admirando como nevaba suavemente. Su cabello rubio y ondulado estaba ya lleno de pequeños copos de nieve. Movidos por la suave brisa de aquella mañana de invierno en donde el cielo estaba completamente cubiertos de nubes blancas y grises.

-Papá papá ¡Está nevando!-gritaba la niña entusiasmada. Un hombre castaño salió riendo al porche,también abrigado mientras en sus manos agarraba una taza de chocolate caliente la cual echaba humo por su alta temperatura contrastada con la baja temperatura del exterior, pero eso no parecía ser ningún inconveniente para la niña la cual sin parecer molestarle el frío, se quitaba los guantes deseosa de tocar por ella misma con sus dedos la nieve.

-Ten cuidado Elsa,hay escarcha en las escaleras-le avisó el hombre mientras la pequeña de cinco años bajaba dando saltitos las escaleras. La pequeña se puso a coger montones de nieve y a tirarlos en el aire mientras reía. Adoraba tocar la nieve, para ella no existía el frío, era como coger una masa suave, refrescante y amoldable la cual le había dado diversión durante largas horas. 

 El hombre le miraba sonriente por ver a su pequeña disfrutar, pocas veces le había visto sonreír tanto. Tan feliz se encontraba en aquellos momentos que parecía como si ese fuera su hábitat natural

-Papá ¡Ayuda!-dijo riendo mientras intentaba hacer la base de un muñeco de nieve ,pero para ella era muy pesado. El hombre río negando con la cabeza y se acercó a su hija,para ayudarla a montar un pequeño muñeco de nieve que en cuestión de minutos fue uno más grande que la niña.

Elsa reía mientras veía como su padre le colocaba al muñeco una vieja bufanda al rededor del cuello de colores negros y rojos.

-Y ahora el gorro-dijo el hombre cogiendo en brazos a la pequeña para que ella le pusiera aquel sombrero negro y marrón con una hebilla dorada. Elsa rió mientras su padre le bajaba de nuevo al suelo. La niña iba dando pequeños saltos mientras tarareaba una canción y  su padre le observaba sonriente.

Su casa estaba a las afueras del pueblo,alejados de todo el mundo y la pequeña no comprendía el porqué. Su padre siempre estaba ocupado,siempre venían hombres extraños a casa pero ella sólo se iba a su habitación a jugar con sus muñecas. También se extrañaba cuando su prima Rapunzel la visitaba,ya que ella sí vivía en el centro de RiverVille. Pero Elsa tenía un amigo especial, uno que iba a visitarla todas las semanas y que a ella le hacía tanta ilusión. Estaba deseando que su padre le viera, ya que el hombre aún no había tenido la suerte de conocer a su amigo.

Elsa jugaba con un poco de nieve que había en sus manos,sonriente y tarareando una canción. Cuando al alzar la vista, se encontró con aquellos bellos ojos azules que le encantaban.

-¡Papá mira! -le llamó la pequeña- ¡Es él! -gritó señalando al bosque que estaba pegado a la casa. Un bosque frondoso de altos ,muy altos árboles. Entre los árboles se divisaba perfectamente aquella imagen: Un cachorro de lobo. De un brillante y hermoso pelaje blanco, tan blanco como la nieve que estaba cayendo. Sus ojos azules se veían de lejos, centelleantes, como estrellas. Pero, aún así, el pequeño lobezno parecía manso.

Elsa sonrió y se quedó quieta,esperando a que el animal hiciera lo que siempre hacía con ella. Y así fue.

El cachorro se fue aproximando a la pequeña, la cual no paraba de sonreír  impaciente, por dentro. Elsa estaba quieta inmóvil mientras el animal se acercaba hasta que estuvo solo a centímetros de su cuerpo. Elsa lo acarició sonriente agachándose mientras el lobezno clavaba sus impresionantes ojos azules en ella.

Su padre no parecía estar preocupado,es más, sonreía ampliamente al ver a su hija tan feliz. La pequeña se abrazaba al lobezno mientras este apoyaba su cabeza en el hombro de la rubita,permitiendo a la niña escuchar la suave respiración del animal y con ello,los acelerados latidos de su corazón

Su padre se acercó a ella y agacharse a su lado

-¿Este es tu amigo?-preguntó el hombre y ella asintió acariciando sonriente con los ojos cerrados al lobo.

-Sí-sonrió-Se llama Scottie

-¿Scottie?-el hombre rió con una carcajada- Es un buen nombre

-¿Puedo quedármelo?Por favor-pidió la niña mirando a su padre con sus ojitos azules brillantes los cuales harían sonreír al hombre más malvado del mundo

-Es un animal salvaje,Elsa-le avisó el hombre agachándose a su lado y mirando a su hija.-Además ,seguro que se irá.

-Siempre vuelve,siempre ...papá por favor-dijo la niña abrazando al lobezno,mientras este seguía apoyado en el hombro de la niña. El hombre puso una mueca y cerró los ojos.

-Está bien-dijo y la pequeña sonrió -Pero tienes que tener cuidado ¿De acuerdo?

Ella asintió sonriente y abrazó con fuerza al animal el cual le comenzó a lamer la cara haciéndole reír.

*****
***
*

Gothel daba vueltas mientras sostenía en sus manos una copa. Y miraba atentamente aquel enorme mural que tenía delante de ella. Con el mapa del mundo humano. Aquel pergamino de color whisky que le parecía tan extraño. La forma de sus tierras eran extrañas para ella,y le parecía tan confuso el nombre de todos. La falda de su vestido de color ciruela ajustado a la parte de arriba y abombado por debajo. Perfecto para la reina que era. El vestido al igual que ella estaba repleto de joyas con diamantes negros y oro. Pesados anillos y una gran corona sobre su cabeza

La puerta de aquella sala se abrió dándole paso a Edgar. Completamente vestido de negro y dorado,se aproximó a la mujer y le agarró por sus hombros tranquilizándola

-¿En qué tanto piensas amor mío? -preguntó el en murmureos cerca de su oído. Y con delicadeza besó su cuello. La mujer puso una mueca y le dio un sorbo a la copa.

-Seguimos sin saber en que parte está tu hijo-murmuró la mujer -Es un peligro...una amenaza para nosotros - Sentenció la mujer seria. Edgar miró el mapa con sus ojos completamente grises.

-Estoy seguro que le ha llevado a La Tierra. Le gusta ese mundo

-Pero es demasiado grande-dijo la mujer molesta dejando la copa encima de una mesa. Edgar agarró su rostro y besó sus labios de manera delicada seductora.

-Ya nos encargaremos del niño más adelante. No hay porque tener prisa.

Ghotel sonrió de manera lujuriosa correspondiendo los besos de su marido.





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Mientras tanto. Margaret observaba Averet desde una ventana.Con rostro serio,mirando su reino con aquellos bellos ojos verdes. Su marido apareció detrás de ella y agarró sus hombros

-¿Qué pasa?- preguntó el hombre de cabellos castaños y ojos azules. Besó su coronilla de manera cariñosa

-Añoro a Rapunzel-susurró la mujer y se abrazó a sí misma- No se si fue buena idea enviarla a ese mundo

-Cariño,está con Elsa. Sabes que sin Rapunzel tu sobrina estaría...

-Sí,estaría desprotegida. Sé que no es suficiente con su guardián particular,pero odio estar separada de ella- El hombre le abrazó fuertemente

-La vemos cada cinco días- El hombre agarró su rostro - Sabes que no pueden encontrarla,si lo hicieran todos estaríamos perdidos,ella es la única que puede romper el hechizo de Gothel, y tenemos que hacer todo lo posible para que ella no lo sepa. No pienses solo en Elsa. Piensa en todos y cada uno de los habitantes de este reino.

La mujer asintió


*****

***

*



8 Años después...(Elsa:13 años)

Bruce suspiraba mientras estaba sentado en una banqueta de la isla de la cocina. Solo sabía mirar hacía arriba desde donde escuchaba gritos de dolor pero realmente no podía hacer nada por ayudar a su hija. 

Scottie miraba hacia la segunda planta en la parte baja de las escaleras, mirando fijamente de donde provenía los llantos. El animal fue a dar un paso pero de repente el hombre dio un golpe

-Ni se te ocurra...-murmuró mirando desafiante al animal

Otra vez se escucharon llantos, mezclados con extraños gemidos

De golpe una oleada de olor a rosas frescas y nieve recién caída se hizo presente incluso en la parte baja. Aquel olor golpeó a los dos seres presentes en aquella habitación.

El lobo ladró, mostrando sus dientes y como de estos caía saliva. 

-¡No!-gritó Bruce poniéndose de golpe de pie- Es una niña...es su primera vez y no será la última...No puedes acercarte a ella en estas condiciones...Vete- señaló la puerta

El animal pareció meditar la orden y pese a sus fuerzas interiores, giró su cuerpo y salió de la casa yendo lo más rápido que sus patas le permitían con el fin de alejarse de allí. 

Elsa estaba experimentando lo que se llamaba la Presentación. Elsa se había presentado como omega. Estaba pasando su primer celo sola, las caras pastillas que le había dado su padre no funcionaban pues el dolor que sentía era mayor

La chica no lo comprendía. ¿Por qué sentía tanta calor? ¿Por qué echaban sus partes íntimas  tantos líquidos? ¿Por qué le dolía tanto? Sentía como si necesitara a algo o a alguien...


El hombre se quedó sentado, sufriendo por dentro al escuchar a su pequeña sufriendo y con la impotencia de que él no podía hacer nada


*****

                                                                                              ***

                                                                                                *

5  años después... (Elsa: 17 años y casi 11 meses)


La alarma sonó de manera estrepitosa. Una repetida melodía zumbadora que resonaba en toda la habitación. Los copos de nieve de cristal y purpurina que colgaban del techo con las luces ahora apagadas, brillaban por la luz que entraban por las cortinas abiertas de par en par. Un gato blanco de ojos verdosos ronroneaba somnoliento en su cama con forma de castillo azul. La chapa dorada con el nombre Olaf colgaba y tintineaba

Una mano salió de las sábanas azules para apagar el aparato con un fuerte golpe. Unos lamidos en su cara le hicieron despertar. La rubia abrió sus ojos para encontrarse a su cosa favorita en el mundo delante de ella.El animal le miraba atentamente a través de aquellos intensos ojos azules que Elsa adoraba de él. El lobo le volvió a lamer haciéndole reír.

La chica sin decir nada se levantó de la cama y se encaminó hasta el armario donde se puso unos vaqueros azul oscuro como sus zapatillas con una camisa de manga por los codos con rayas al estilo marinero. El collar dorado y blanco colgaba de su cuello. Era el único recuerdo que tenía de su madre. Nunca se lo quitaba. Se asomó al espejo de marco blanco y se hizo una coleta alta mientras un pequeño mechón de su flequillo caía por su rostro. Salió de la habitación y bajó las escaleras con el lobo y el gato siguiéndole tras ella. Llegó a la cocina y sacó el pienso de los dos,los cuales comenzaron a comer de su cuenco.

Después de desayunar,Elsa agarró su chaqueta azul oscuro, su cámara y su mochila de color azul Francia.Miró hacia los animales pero como siempre,extrañamente estaba Olaf. Scottie había desaparecido. Miró su reloj, el cual le marcaba una hora a la que iba atrasada. Sonó el claxon del autobús. Corriendo se puso la chaqueta y salió fuera pero el autobús ya había arrancado para irse sin ella. Salió corriendo con la esperanza de alcanzarlo,pero no era capaz.

-¡Esperad!-gritó -¡Por favor!- volvió a gritar pero el autobús ya se había perdido por la carretera. Suspiró. Otro día que tendría que ir andando. Su padre se encontraba en Rain City. Una ciudad bastante lejos y no volvería hasta en un par o dos de horas. Suspiró y agarró su mochila,otra vez le tocaría ir andando.

Tras un buen rato andando,llegó al instituto. Eagle of Liberty estaba escrito en lo alto del edificio de tres plantas y alargado tamaño. Contaba con varias pistas deportivas para varios deportes entre ellos el fútbol americano donde el equipo de Eagles iba en segundo puesto de la liga estatal de secundaria. La rubia suspiró aliviada,pues hasta dentro de tres minutos sus clases no empezarían. Ventajas de ser la directora de la revista del instituto.Algunos alumnos estaban fuera,en los bancos de piedra que había cerca de las escaleras principales. Donde la enorme figura de la estatua del águila calva bañada en bronce cubría a un par de enamorados que se besaban con pasión exagerada. Tanto que parecía fingida. Ella nunca había pensado en el amor como algo serio, ella no era fea. Nadie lo pensaba. Solo bastante fría y con ello anti social. Solo tenía una amiga y ya le parecía suficiente.

Y pensáis ¿Qué pasó con sus celos? Bueno, Elsa sabe que le pasa más o menos una vez cada mes, aquella enfermedad de la que su padre no ha querido darle muchas explicaciones y con la que tenía que convivir a parte de la jodida menstruación. 

Su vida era un poco mierda a veces.

Elsa miró el cielo y bufó. El tiempo en RiverVille era normal. Las primaveras un poco lluviosas,como en ese momento. Y su casa al estar alejada del resto del pueblo,en ciertas ocasiones cuando en el pueblo llovía, en su casa no. Ese día era así. La nubes grisáceas inundaban el cielo de aquel pequeño pueblo.

Elsa entró en el instituto, el timbre sonó justo en ese momento y los alumnos salían disparados de sus clases,algunos aún un poco somnolientos por haber sido la primera hora de clases. Elsa caminaba entre los alumnos sonriente. Sin saber el por qué. Le quitó el tapón a su cámara y comenzó a sacar fotos. Unas bellas imágenes de la primera hora en Eagle of Liberty.

-No sé como estás tan despierta- una voz le hizo bajar la cabeza para encontrase con Rapunzel. Aquella chica que siempre estaba ahí para ella. Cabellos cortos y castaños. Sus bellos ojos verdes fulguraban por la luz de los fluorescentes. Su piel rosada y sin ninguna arruga brillaba, como sus labios rosas naturales y carnosos. Llevaba una camisa blanca sin mangas y una falda por encima de las rodillas de color rosa con flores moradas,como su collar y sus zapatos. En sus manos portaba su bloc de dibujos con un camaleón verde dibujado en la portada.

-No,solo es el aburrimiento - dijo Elsa mostrando sus dientes blanquecinos.

-Vamos,nos toca con el señor Frost. -dijo la chica riendo y dándose la vuelta. Elsa agarró sus cosas y siguió a su prima. Se recogió el flequillo que caía por su rostro y se lo llevó hasta detrás de su oreja derecha.

-¿Salimos este sábado?-preguntó la rubia mientras apagaba la cámara.

-Sabes que no puedo-dijo la castaña-

-Vamos Punzie,algún fin de semana de tu vida podrás salir-dijo Elsa fastidiada. Rapunzel nunca podía salir los fines de semana y nunca sabía el porqué.

-Lo siento Elsa,pero no

-Está bien-murmuró colgándose la cámara por su correa y llevándosela a su hombro.

Las dos siguieron caminando por aquel largo pasillo. Esquivando a las personas que iban en dirección contraria. La gente comenzó a murmurar, a mirar,pero no eran a ellas. Elsa miraba atentamente quien venía por el fondo del pasillo: Él.

Jack Frost era su nombre. Alto,fuerte y atlético. Cabello corto,despuntado y de un extraño color blanco. Claro,según todos estaba teñido. Llevaba puesto la sudadera azul del equipo de fútbol americano. Esas típicas chaquetas con bandas blancas en las muñecas y una inicial en el pecho,que en este caso era la E. Unos vaqueros se ceñían a sus piernas,y unas deportivas delismo color que su chaqueta. Sus ojos azules tenían la vista enfrente,aquellos ojos azules que todas las chicas deseaban mirar. Hipnotizantes. Era una sensación extraña cuando te miraba. Primero sentías nervios,tus mejillas ardían. Tu cuerpo era incapaz de responder o moverse ,y lo único que podías hacer era quedarte quieta observándolo.

Incluso a veces, y se llamaba loca así misma, cuando pasaba por su lado podía llegar a oler. No eran olores normales. Por ejemplo, Flynn olía a café...Aster Frost, el primo del hipócrita a veces cuando pasaba olía como una fresca mañana después de llover...y Jackson...Jackson olía a menta, a un fresco pino... a un fresco bosque con menta.

En definitiva,estaba loca...

¿Olores?Elsa,por favor


 Ese era su efecto en todas. A su lado,y rodeando la cintura del chico ,estaba ella. Susie Coleman. La calientabragas del instituto según todos. Su cabello rubio teñido se apoyaba sobre un solo hombro,dejando ver todo el escote de su camisa roja. Una mini falda y unas botas altas era lo único que llevaba.

Pero a Elsa no le importaba mucho la pareja del año. Las dos siguieron caminando. Un hombro chocó con el de Elsa,y un tacón rojo impactó en el aparto haciendo que sonara el cristal de la lente.

-Ups-escuchó una voz femenina y luego una risa. Elsa sin decir nada y con la rabia carcomiéndola por dentro se agachó y recogió su ahora rota cámara. Alzó la cabeza para ver como la pareja desaparecía por el pasillo seguidos de algunos jugadores del equipo. El peliblanco giró su cabeza solo unos segundos para ver el estado de la cámara y luego siguió caminando como si nada hubiera pasado.

-¿Estás bien?-escuchó una voz masculina que le hizo alzar la cabeza. Encontrándose con el único amigo que tenía.

-Sí,gracias Flynn-sonrió ella mientras el castaño con perilla le ayudaba a levantarse. Punzie se aproximó a ambos preocupada por su amiga pero Elsa le tranquilizó con una sonrisa y un movimiento de manos indicándole que todo estaba bien.

-Tengo que irme,nena-susurró el chico mirando a través de sus ojos castaños a Rapunzel. Ella asintió y él le dio un pequeño beso. Antes de ajustarse su chaqueta del equipo de fútbol e ir por donde sus compañeros habían salido.

El timbre del final de los cinco minutos retumbó por todo el instituto. Rapunzel se apresuró y las dos siguieron caminando hasta la clase que les tocaba. Cuando entraron se encontraron con todos los alumnos de la clase sentados. El señor Frost era un hombre de unos cuarenta y pico años. Su cabello era castaño oscuro y sus ojos azules. Tan azules como los de su hijo. La diferencia era que el señor Frost si le caía bien a Elsa. El señor Frost era el mejor profesor de arte y filosofía que Elsa había tenido. Un hombre con humor y carisma.

-Corona,Arendelle ¿Otra vez tarde?-preguntó el hombre mirándoles a través de sus gafas de pasta negra. Las dos sonrieron

-Hemos tenido un pequeño accidente-dijo la rubia enseñando su cámara alzándola en alto. Los de la clase soltaron un "uuuuu" largo haciéndole reír.

-No pasa nada-dijo el hombre y las dos se encaminaron a su sitio. Pero antes de que ella pudiera sentarse el hombre le llamó-Espera,Elsa,no te sientes. Vas a venir conmigo a ver al director Norte.

-¿Hay algún problema?-preguntó la chica preocupada pues ir al despacho del director no significaba nada bueno.

-No-sonrió el hombre rodeando su hombro y saliendo de la clase acompañando a la chica. Llegaron hasta las puertas de madera donde en una placa dorada ponía Director Norte.

El señor Frost abrió la puerta enseñando la imagen del director Norte. Un hombre alto,robusto. De barba y cabellos blancos pero mejillas rosadas. Estaba hablando con una alumna. La cual estaba llorando con la mirada agachada.

-No se lo diré a tus padres, Camille ,pero que no te vuelva a ver con esto-dijo alzando en alto un cigarrillo que por su pinta parecía marihuana. La chica asintió llorosa y se levantó para pasar por el lado de Elsa. Parecía una alumna del último curso de secundaria. El director Norte se ajustó su corbata roja y alzó la cabeza y mirarlos para después sonreír al señor Frost.

-Sam ¿Qué ocurre?-preguntó

-Me dijiste que te trajera a la señorita Arendelle. -dijo el señor Frost empujándole ligeramente. Haciendo que Elsa enmudeciera.

-Oh,sí-sonrió el hombre-Verás Elsa,es un tema complicado,y tú al ser la directora de la revista creo que no habrá problemas ¿Verdad?-preguntó el hombre y ella negó con la cabeza

-¿Qué es lo que desea director?- preguntó la chica cruzando sus manos.

-Quiero que hagas una entrevista,sabemos que la revista llega hasta ciudades cercanas gracias a tu colaboración. Y nos gustaría que hicieras un reportaje un tanto...peculiar

-¿Peculiar,señor?-preguntó Elsa confundida

-Este reportaje será un poco...deportivo,tres páginas solo hablando del equipo de fútbol de Eagle. Y una página solo para la entrevista principal

-¿Entrevista principal? Eso nunca lo hemos hecho ¿A quién sería?

-Al capitán Jack Frost

Continuará...

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