51. Lucifer (4/5)
Abrí los ojos de golpe. Tardé un par de segundos en ubicarme. Busqué a tientas la mano de Lucifer entre las sábanas y la cogí con cuidado de no despertarle.
Había pasado ya una semana desde que nos reencontramos y, desde hace una semana, había tenido esas pesadillas. No eran pesadillas como tal, más bien recuerdos. Pero me hacían despertarme en medio de la noche con la espalda llena de sudor y un grito silencioso en los labios.
Despacio me levanté de la cama y me dirigí al baño. Abrí el grifo. Sentir el agua fría sobre mi cara ayudó a que me relajara. De repente unos brazos me rodearon la cintura. Lucifer dejó un beso sobre mi hombro.
- No he querido presionarte en estos días pero estoy preocupado por ti. ¿Puedo hacer algo?
- No, no puedes hacer nada.
- Pues cuéntamelo, puede que te ayude.
Me giré hacia él, cogí su mano y la puse en mi frente.
POV: Lucifer
Durante unos segundos lo vi todo borroso. Mi visión se aclaró cuando alguien encendió una luz. Vi a Eva arrodillada en el suelo. Sus brazos se sostenían en el aire gracias a dos cadenas que se enrollaban en sus muñecas. Quise corre a ayudarla, pero no serviría de nada, esto era un recuerdo.
- ¿Te sientes más receptiva hoy? - un ángel se remangó la camisa con una sonrisa - Iremos al grano. ¿Qué tiene planeado Lucifer?
- No lo sé - respondió ella con un hilo de voz - Llevo sin verle desde hace mil años.
- Pero tú y yo le conocemos y sabemos que no se va a quedar ahí sin hacer nada. Solo queremos saber cuál es su plan.
- No hay ningún plan, y si lo hay, es imposible que yo lo sepa.
- Respuesta incorrecta.
El hombre hizo aparecer un cuchillo en su mano y lo lanzó al estómago de Eva. Soltó un grito y finalmente dejó caer la cabeza cuando se desangró. Tuve que apartar la vista, no podía verla sobre un charco de sangre, su sangre. La más nueva brillaba pero otra se había incrustado al suelo con el paso de los años. Al par de minutos se oyó una fuerte inspiración.
- Eva, hemos probado todas las formas de tortura y muerte habidas y por haber. ¿De verdad quieres que las repasemos de nuevo una por una?
- Por favor, ya te lo he dicho.
- Llevas diciendo eso desde el primer día pero no es algo que nos sirva. No te preocupes, todavía tenemos toda la eternidad para jugar.
Mi visión se volvió borrosa otra vez y cuando enfocó estaba de vuelta en el baño.
- Lo siento - es lo único que pude decir.
- No es culpa tuya. Nuestro único crimen fue querernos.
Apreté la mandíbula, pensar que tuvo que pasar por todo eso sola durante milenios hizo que me hirviera la sangre. Pero es cierto, ni ella ni yo teníamos la culpa, solo había un culpable de todo esto.
- No por favor - se ve que ella también había visto lo engranajes dentro de mi cabeza - No quiero venganza, solo dejarlo todo atrás.
- Está bien. Venga, volvamos a la cama.
Me acosté boca arriba como siempre, Eva apoyó su cabeza sobre mi pecho y yo pasé mi brazo al rededor de ella. Me acarició la barriga mientras yo le hacía lo mismo en el pelo y pronto nos quedamos los dos dormidos.
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