Nos sentamos en una mesa del bar.

- Después de la última reparación de Baby estamos un poco justos - me recordó Dean - Incluso a mí me sorprende decir esto, pero a lo mejor podríamos ahorrarnos la cerveza de hoy.

- Espera aquí.

Me quité la chaqueta y se la di a él. Me recoloqué la camiseta de tirantes que llevaba para mostrar un poco más mi pecho, me repasé el pelo y apliqué gloss a mis labios. Dean me miró confundido.

Caminé hacia la barra con seguridad y me puse a hablar con el camarero. El cual, tras verme y dedicarle una sonrisa, me sirvió unas cervezas para mí y mi "amiga". Cuando me aseguró que no me preocupara, que la casa invitaba, le guiñé el ojo y me fui.

Cuando mi novio me vio apareciendo con dos jarras de cerveza se quedó maravillado.

- Eres alucinante. 

Me reí y le pasé su cerveza.

- Una pregunta, ¿has usado alguna vez eso conmigo?

- Anda bebe.

- Eso no es una respuesta.

Le di un beso y pasé mi mano por su rodilla, moviéndola un poco hacia arriba. Cuando entendió lo que quería decir hizo el gesto de cerrarse una cremallera sobre los labios y siguió con su jarra.

- Luego podríamos ir a por unas hamburguesas - dejó caer entre trago y trago.