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──Entonces un reproductor de películas... ¿que rayos haría en un granero? ──preguntó con gracia Sana mientras ambas caminaban despacio hasta la casa Chou.

──No tengo ni la menor idea, pero funcionó bastante bien. ──aclaró arrogante la morena con una sonrisa.

Estaban a pasos de la casa cuando la japonesa sintió como su mano era tomada con delicadeza y ese especial calor que desprendía el tacto de la morena, siguieron caminando para entrar a la casa.

──¡Tzuyu, Sana! ──inquirió en un gritito Nayeon. ──¿vieron los fuegos artificiales? ──preguntó con emoción. ──¡fueron tan lindos, y increíbles de tantos colores!

──Sí, Nay, los vimos, ¿adivina quién los puso y encendió? ──preguntó la japonesa alzando una ceja y mirando a su ahora novia

──¡Abraham Lincoln! ──gritó la pelirroja.

──¿Qué? ¡No! ──habló la pelinegra.

──Es decir, ¡Morelos!, ¡¿Houston?!... ¿Obama?... ¿Bob?... ¿me doy?

Sana dio un bufido de fastidio. ──fue Chou. ──aclaró.

──¡Hey chicas, tardaron bastante! ──saludó Jihyo quien venía con Momo y Taehyung.

──Cierto, por poco y las íbam... ──quiso hablar Nayeon pero se cortó al ver las manos entrelazadas de la pareja. ──¡Oh por Dios!

──¿Qué pasa Nayeon? ──preguntó asustado el coreano.

──Creo saber el por qué. ──inquirió con una sonrisa Momo viendo con una sonrisa a las chicas.

──Verán chicos ahor... ──empezó hablar Tzuyu con nerviosismo siendo cortada por la japonesa.

──¡Chou y yo, ahora somos pareja!, si tienen alguna queja o comentario... ──miró a todos. ──no me importa en absoluto y si les molesta... ──una sonrisa malvada salió de sus labios y todos temblaron por dentro. ──bueno por su bien, espero que no sea así.

Dejando la tensión de lado, Taehyung y Jihyo mostraron una gran sonrisa tomando a la castaña por ambos lados en un abrazo. ──¡Por fin te declaraste Tzu! ──gritaron ambos con alegría.

──¡Si! ──gritó Nayeon abrazando a Sana.

──Me uno a este abrazo. ──habló Momo abrazando a los chicos.

Después de un momento de abrazarse con entusiasmo, se separaron.

──Bueno, no sé pero nos esperan muchas palomitas y golosinas para ver una buena película. ──inquirió Jihyo.

──Cierto, vamos. ──habló ahora Momo.

En unos minutos, apagaron las luces dandole a la sala un aspecto de cine, pusieron el reproductor, y se acomodaron, mientras Momo, Nayeon y Taehyung estaban en un sillon grande y alargado rojo, Jihyo estaba en uno individual y por último Sana con Tzuyu en un mediano.

En la pantalla se veía la película escogida por la mayoría del grupo, en taquillas había sido un gran éxito, era de terror.

──¡Aaah! ──fue el grito de todos y la sonrisa de Sana cuando el asesino empezó a dar machetazos a su víctima.

La posición de la ahora pareja, era Sana sosteniendo protectoramente en un abrazo a la castaña que daba pequeños gritos constantemente, la cara de espanto que tenía la menor era en parte linda para la pelinegra logrando tener una sonrisa en su cara mientras la veía.

──No pasa nada, bebé. ──susurró la mayor en el oído de su novia.

──No soy un bebé. ──reprochó la morena con un puchero.

──Ven para acá. ──inquirió con una sonrisa burlona la pelinegra recargando a su novia en su regazo con cariño.

Ambas se miraban, como si no estuvieran todos los chicos ahí, como si un asesino en serie no destripara a personas impúdicamente en el televisor, no... eran solo ellas dos.

Se besaron, la mano de Sana jugaba con el cabello de su novia que soltaba ese aroma a vainilla que tanto le gustaba, era suave y sedoso, le encantaba. El beso se volvió mas profundo, ahora la morena tomaba la cintura de su pareja, mientras muy sutilmente la pelinegra acarició la pierna de Tzuyu, se separaron recordando que muy a su pesar, necesitaban aire.

Aún con lo oscuro de la sala, las mejillas de Tzuyu eran rojas, tanto que el color se expandía hasta sus orejas, su expresión era adorable.

──Mi cara, siento que quema. ──habló la castaña. ──¿por qué?

La japonesa sonrió ante esto. ──Solo estás sonrojada, Chou. ──"Tan linda"

Ahora la pelinegra la acercó para besarle con ternura, se separaban para otro beso, otro, otro, otro, otro y otro.

Tantos que no se dieron cuenta en que momento la película había acabado, y las luces se habían encendido.

──Vaya, esperé ver un beso lésbico toda mi vida, sueño cumplido. ──era la voz pervertida de Taehyung interrumpiendo el momento.

Sana empujó al coreano con brusquedad, cayendo este al suelo.

──¡Tae! ──gritó Jihyo corriendo a por él.

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"Estar enamorado es... hermoso"

Fue el primer pensamiento al levantarse de nuestra castaña, con una gran sonrisa se baño con suficiente tiempo se cambió, unos pantalones mezclilla oscuro y una camisa blanca, unos elegantes zapatos negros lo acompañaban, un poco de perfume y salió de su habitación.

──Buenos días. ──saludó con alegría a su familia.

En la mesa habían varios platos ya servidos, su hermana probablemente seguía arreglándose así que comer no sería un problema mientras esperaba.

──¿Cuándo invitas a tu novia? ──preguntó de la nada su madre.

──No creo que... ──respondía

──Creo que ella verá el momento, cariño. ──habló Yicheng dándole un guiño a su hija.

──¡Listo! ──inquirió Yizhou entrando a la cocina, dando unos pasos para sentarse y sonreír. ──pero te veo más guapa hermanita, ¿alguna razón?

Tzuyu se sonrojó un instante y la familia rió. ──Llegaremos tarde, hoy es la excursión al bosque para ver fragmentos de piedras.

──Qué aburrido. ──bufó Yizhou.

──Sí, pero tú no irás.

──Gracias a Dios. ──celebró con gracia la mayor.

Ambas se pararon para salir por la puerta trasera, donde las recogería el autobús, pero poco antes de salir.

──Mamá. ──pronunció Tzuyu. ──veré cuándo traerla, solo... no me avergüences. ──seguido de esto sonrió y salió por la puerta.

En unos minutos, estaban en JYPE, Yizhou se perdió en unos instantes, mientras la morena estaba como era de esperar con el vaso de café en mano.

Sin señales de la japonesa camino a su casillero, sacó algunos libros para guardarlos en su mochila sin problema la acomodó en su hombro, y prendió las luces de su singular casillero.

──Tzuyu. ──y como la única persona que tenía ese característico tono de voz, Jennie venía caminando.

──¡Hey Jennie! ──saludó simpática la castaña.

──¿Cómo has es... ──iba preguntar pero tropezó para caer encima de Tzuyu. ──¡Oh, lo siento tanto! ──se disculpó.

──No te preocupes... ──respondía la morena cuando vio el café derramado en el suelo.

Lo que no sabían es que a paso veloz Sana llegó a la escuela y vio toda la escena con disgusto, se acercó con una ceja elevada con enojo.

──Tienes 5 segundos para levantarte y quitarte de encima de mi novia. ──aclaró la japonesa ya lo suficientemente cerca llamando un poco la atención.

──¡¿Qué ella sol... ──quiso explicar la menor.

──¡Cuatro!

──Sana, déjame explic...

──¡Tres!

──¿Pero qué le pasa? ──preguntó enojada Jennie.

──¡Dos!

La morena rápido levantó a Jennie y junto con ella se paró separándose unos metros para la seguridad de todos.

──Mucho mejor. ──inquirió con el ceño fruncido la pelinegra.

──Lo siento me tropecé y... ──habló Jennie. ──dijo algo de... ¿novia?

──Sí, Jennie... ella es San, mi novia. ──pronunció con orgullo la castaña.

──Chou es mi novia. ──aclaró la japonesa con media sonrisa tomando a Tzuyu por el cuello de la camisa para besarle, no quiso hacerlo tierno, todo lo contrario, era apasionado, marcado y intenso, cuando la soltó, la morena se veía algo embobada todavía.

──Claro. ──gruñó con enfado Jennie marchándose por algún pasillo.

──¿Marcando territorio, Sana? ──preguntó con gracia Momo acercándose a las chicas.

──¡Cállate Momo!

──¡Holis chicos! ──saludó Nayeon uniéndose a la escena.

Todos tenían clase con el amante de cocos pero la morena seguía algo perdida desde el beso, la pelinegra lo notó.

──¿Pasa algo, Chou? ──preguntó.

──No, traía tu café y... se cayó. ──respondió Tzuyu algo desanimada.

Sana sonrió con ternura. ──En el descanso puedes comprar otro, no te preocupes por eso ahora.

──Entonces, ¿puedo acompañarla a su clase, mi señorita? ──habló caballerosa la castaña y una sonrisa salió de sus labios cuando enseño su mano cortésmente.

──Claro. ──afirmó la mayor tomándola.

Llegaron a la clase de Jinyoung para tomar el autobús que las dejó en el bosque donde tendrían una excursión sobre las piedras de meteoritos.

──Entonces esta piedra se encontró en el meteorito que hizo famosa a nuestra pequeña ciudad, ese día en donde murieron miles de personas, es un raro cristal verde incrustado en el meteorito. ──hablaba el señor arrugado.

──¿Vienen de otro planeta? ──interrumpió un chico.

──En realidad, todavía están investigando qué clase de meteoro es este, pues dado a esto en el pueblo se dice que hay cosas anormales, como las mutaciones. ──siguió explicando.

Los chicos venían hasta atrás pero lograban escuchar la platica del historiador, en esos momentos la castaña no se sentía muy bien, el lugar estaba lleno de piedras con el extraño cristal verde que la debilitaba.

──¿Chou, estás bien? ──preguntó algo preocupada su novia.

──S..Si, solo estoy algo mareada. ──contestó mientras frotaba sus ojos con malestar.

──Ven. ──pronunció Sana pasando el brazo de la menor por su cuello para sujetarla.

──Estoy bien, Sana.

──Si, pero no te esfuerces, no pesas mucho puedo cargar contigo durante este recorrido.

──Pero...

──"Pero" nada, deja que te sostenga un rato y no seas terca.

──No soy terca. ──se quejó la morena con un puchero.

──Lo que digas. ──dijo riendo la japonesa besando la mejilla de su novia.

──Tiernas. ──habló Momo viéndolas junto con Nayeon quien también sonreía.

El instructor les dio un buen recorrido antes de que todos subieran al camión, todos iban inmersos en sus pláticas que al parecer Tzuyu fue la única que vio al muchacho Jaehyun irse por otro camino del recorrido. Pero al parecer tuvo un error, tomaban lista antes de irse a la escuela.

──Jaehyun. ──tomaba lista el profesor amante de cocos. ──¡Jaehyun! ──empezó a buscarlo con la mirada. ──¿alguien sabe donde esta Jaehyun?

Nadie dijo nada. Bueno para empezar Jaehyun no era el alma del grupo, ni siquiera tenia un grupo, era el típico niño antisocial que quiere recluirse de todos, o mas bien no se siente aceptado como tal.

──Yo voy por él. ──se ofreció Tzuyu parándose con la mirada penetrante de Sana en su espalda.

Ella no podía evitarlo, se veía en sus ojos, cuando alguien necesitaba ayuda, no podía evitarlo, la llamada era como un zumbido y el sentido de que siempre tenía, no, tiene que salvar, tiene que ser el héroe que el mundo necesita.

Con velocidad corrió hasta donde estaba el muchacho unos cuantos kilómetros, en un precipicio de una cascada, se iba aventar.

──¡No lo hagas! ──gritó la castaña poco antes de que el joven se tumbara.

──No intentes detenerme, aquí no sirvo de nada, no tengo a nadie. ──habló desanimado con una risa triste

──Solo es un mal momento todo pasara. ──alentó con cuidado mientras se acercaba mas a él.

──No digas tonterí..

──¡Me tienes a mí!

──¿Qué? vamos Tzuyu... de no ser que te mandaron a por mí, no sabrías ni mi nombre.

──Jaehyun, en segundo grado golpeaste a un niño por burlarse de tu hermana, en quinto tenías un gracioso peinado, ¿recuerdas el de picos? ──sonrió. ──pero... sobretodo, tu mama era muy importante para ti... ella... ella falleció ayer ¿me equivoco?

──¿C..cómo? ──las gotas de lluvia eran mas fuertes y la piedra donde se paraba él, estaba balanceándose.

──No estás solo. ──habló segura la morena. ──..nadie está solo.

──Y..yo no sabía cuando me dijeron.. q..que mi mamá había.. había. ──su voz se entrecortaba y se podían ver las lágrimas cayendo por su rostro confundiéndose con las gotas de lluvia que caían.

──Lo sé, lo siento... ──pronunció despacio acercándose al muchacho para dale un abrazo, este la apretó fuerte y el lloriqueo resonó por su oído.

──Perdón, por mi tontería. ──inquirió Jaehyun, ya más calmado. ──te empapaste de esta manera.

──No te preocupes... digo, me hacía falta una ducha. ──habló con gracia la morena.

Ambos rieron.

──Eres buena persona Tzuyu. ──dijo sonriente el joven.

La castaña sonrió pero en ese instante la roca en donde se paraban se desequilibro, cayendo a la cascada Tzuyu logró sostenerse mientras con un brazo sostenía a Jaehyun.

──¡No te sueltes! ──le gritó.

──Por favor... no me sueltes. ──habló afligido él.

──Jamás. ──con fuerza la morena subió hasta una parte estable, a punto de jalar al joven cuando un rayo le cayó encima. ──¡Argh! ──gruño por el dolor.

Sin embargo no lo soltó, en un fuerte movimiento lo subió junto con ella.

──¡Dios! ¡¿Estás bien?! ──preguntó preocupado.

──Si, no te preocupes. ──respondió la morena respirando fuerza mientras se sostenía con las rodillas, ya más calmada. ──Vamos.

──Si. ──afirmó el joven.

No caminaron mucho cuando se encontraron a Sana quien tenía el ceño fruncido.

──Vine a buscarlos... al parecer tardaron bastante. ──dijo puntualizando cada palabra.

──Perdón. ──se disculpó apenado Jaehyun.

Pero en ese momento un gran estruendo se formo de un rayo cayendo en un árbol, el trueno fue muy fuerte, Jaehyun y Sana cerraron los ojos, sin darse cuenta que el árbol caía, iba en dirección directa a la japonesa, en cuestión de segundos.

──¡Cuidado! ──fue lo que gritó Tzuyu para correr y cubrir a su novia.

Sana solo sintió como era empujada y tumbada al suelo, pasaron algunos segundos para abrir con temor los ojos, no lo creía, Tzuyu, su Tzuyu cargaba con una mano el árbol que le iba caer encima.

Con precaución la morena lo lanzo al lado, y se sacudió las manos.

──¿Estás bien? ──preguntó.

──Y..yo estoy bien, T..tú cargaste el árbol ¿cómo?

──En realidad no era tan pesado, si te das cuenta es un árbol estilo bambú su aspecto es bastante aterrador pero no pesa nada. ──mintió con pesar la castaña. ──¿Estás bien, Jaehyun?

──¡Sí! Vaya, salvarme dos veces el mismo día, te debo una Tzuyu. ──habló contento el muchacho.

Sana gruñó con enfado.

En unos minutos los tres llegaron al autobús, pero antes de subir.

──Todo estará bien, Jaehyun... para cualquier cosa estoy aquí, ¿si? ──dijo con un aire amable la castaña. ──recuerda... la noche es más oscura justo antes del amanecer.

──Gracias.

De nuevo la pelinegra los vio con enfado, subieron al autobús, todos los chicos iban juntos pero unieron con ellos a Jaehyun. La japonesa no iba muy contenta con ello hasta que escucho algo.

──Oye. ──susurró Jaehyun a Tzuyu.

──¿Qué pasa?

──¿Ella es tu novia? ──preguntó con una sonrisa Jaehyun.

──Sí. ──afirmó con una sonrisa la morena sus mejillas se acaloraban.

──Es bonita. ──dijo juguetón el muchacho guiñándole el ojo.

──Sí, lo es.

Sana al escuchar esto sonrió, y siguió viendo el paisaje que le daba la ventana del camión. Tuvieron que parar porque la tormenta había tumbado un árbol que quedó en medio de la carretera a la escuela.

"No es el mismo que..." pensó la pelinegra

──Ni la fuerza de todos mis estudiantes lograron moverlo.. es un árbol bastante pesado. ──habló Jinyoung platicando con el chófer del autobús.

"Si todos los chicos juntos no pudieron ni moverlo... ¿cómo Tzuyu podría haberlo levantado con una sola mano?... extraño"

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